jueves, 27 de abril de 2017

MOISÉS CÁRDENAS, REFLEXIÓN DE UN VENEZOLANO DESDE EL EXTERIOR

Y UN POEMA

Desde que partí de Maiquetía en una tarde de marzo del 2010, no he dejado de pensar en Venezuela. Razones tengo para ello.

Primero están mis familiares queridos, mis padres, hermanos, tíos, tías, y primos. En estos años desde un “exilio voluntario”, se ha ido entre las nubes mi abuela y dos tíos, cosa, que llevo en mi alma, pues aguardo el día que regrese a la tierra que me vio nacer, en visitarlos en su memoria.

La segunda razón por la cual pienso en Venezuela, es que no soy desagradecido por el suelo que pisé y anduve en mis años de infancia y adolescencia, en donde viajaba en mi patineta, bicicleta y jugaba en la cancha como todo aquel niño en una tierra de paz. Pero con el tiempo esa tierra Venezuela, fue ultrajada y pisoteada por seres que juraron amarla. Entonces ya un joven adulto, pensó en que necesitaba verla desde afuera, para comprenderla, estudiarla, analizarla y defenderla por medio de la palabra.

La tercera razón, que pienso en Venezuela, es por aquellas personas que luchan día a día, por vivir en una tierra rica que alimenta a un gobierno que día a día se hinchan de dinero en sus bolsillos, mientras una población sucumbe en la búsqueda de alimentos, medicinas, luchar por vivir, y sobrevivir en las manos de sus gobernantes. Pienso en todos los estados del país, no solamente en donde nací y crecí, pienso en todos por cada estado, es la historia de una  nación que se sujetó a un amo y señor, a una nación que dejó que surgieran, a una nación que le entregó la tierra, la naturaleza y el mar, ahora esa nación Venezuela gime y llora por salirse de esos “señores” que se enriquecen de ella. 

Desde mi llegada a otra tierra, a otro lugar, parecido pero diferente a donde nací, proseguí a ver a Venezuela, desde afuera de ella, con la finalidad de comprenderla y quererla como debe ser.

Entonces entendí que nuestra especie humana, está destinada a no cuidar los momentos buenos, sino a brincar la cerca para apoderarse del botín, de ultrajar, de atropellar, de destruirse en un ir y venir constante, porque Venezuela es “la mujer que deambula  en la calle de la noche”, que simplemente la piropean, la suben a un auto y la usan en un hotel. 

Venezuela debe pasar a convertirse en el castillo de los sueños, en el palacio de telas y finas cerámicas, en el bosque fértil; pero para ello necesita, de gente sincera, de hombres, mujeres, de cultura, educación, de ejes de transformación, de pensamiento republicano, y no de cuarteles, bayonetas y fusiles. Es  que eso debe quedar atrás.

Ahora que leo las noticias, y miro con tristeza como la Venezuela en que nací se convirtió en la tierra de forajidos. Pero, también entiendo que todo es cíclico, porque Venezuela siempre tuvo un militar en el poder, entonces, sueño, y deseo, que vuelva el tiempo de un verdadero demócrata en el poder, no de un hombre vestido de verde, que escupe a sus ciudadanos. Por eso deseo que si algún día en Venezuela, cambia el gobierno de turno, cambia la ideología que actualmente toma al país, deseo que el nuevo presidente sea un demócrata, un liberal  un republicano, que recomponga la nación, pero que todos los ciudadanos no volvamos a caer en el error de traer militares en el poder, de hombres que sean cívicos- militar, de hombres que usan sus juguetes  de carros de combate y fusiles, para mostrarlos a la población. Deseo el inicio de una nueva república.

Pero ahora que veo las imágenes de los acontecimientos de un gobierno que cada día se mantiene más  y más, soy iluso a creer que venga un cambio, pero también encuentro en mis sentimientos versos que debo decir con mis dedos, para quienes colocan el pecho, para ellos les dedicó:

Somos

Somos hormigas amontonadas
que gritamos: ¡si se puede! ¡ si se puede!
Somos voces frente a los monstruos del bosque.
Somos hojas caídas, esparcidas por el viento
pisadas por demonios enloquecidos,
pero somos hojas renacidas en manos de soñadores.
Somos los hijos sin padre.
Somos los arrebatados del alimento.
Somos sin pan, sin maíz, sin trigo,
sin monedas y billetes.
Sin alcancías, sin agua y luz.
Somos caminantes de zapatos gastados
y pantalones rotos de miradas traspiradas
y lágrimas en los ojos.
Somos buscadores de medicamentos
en redes sociales, en radios,
en salvoconducto por fronteras.
Somos heridos por el hombre que sujeta la silla presidencial
por cómplices y amigotes
por hombres vestidos de verde oliva
y por secuaces con balas y gases.
Somos temerosos de los temerosos.
Somos un mar, un rio.
Somos un pueblo que aborrece a los mentirosos.
Somos las nuevas lunas.
Somos los nuevos soles.

Somos los únicos que podemos buscar la libertad.

Moises Roberto Cardenas Chacon
viajesideral2@hotmail.com
@viajesideral
Argentina

MALÚ KIKUCHI, CUANDO MIRAR SIN ACTUAR, ES COMPLICIDAD

CASO ARGENTINA

Córdoba. Domingo de Pascua. Estadio Mario Kempes. Partido de futbol entre Belgrano y Talleres. Emanuel Balbo, 22 años, aprendiz de carpintero, ¡evangélico oficio!, desde la popular norte, un grupito de 5 o 6 bárbaros, lo arrojan desde la tribuna, a metros de distancia.

Balbo llegó al hospital con muerte cerebral. Murió al día siguiente. Es sólo una anécdota, casi una nota de color periodística. Por increíble que parezca, el partido no se suspendió. Los negocios son más importantes que la vida de un ser humano. ¡El partido se jugó! ¡Los bárbaros pudieron disfrutarlo!

Los bárbaros son eso, irrescatables marginales, sin respeto alguno por la vida. No vale la pena hablar de ellos, son tema del poder judicial, quizás de un psiquiátrico. ¿Pero los espectadores? Eran muchos, muchos más que los atacantes,  hubieran podido detenerlos, por lo menos intentarlo. Pero no.

No lo hicieron. Miraron como si formara parte de un espectáculo que no les interesara. Con indiferencia. Inmóviles, quietos, impasibles. Atacaban a un muchacho, deberían haber hecho algo, lo que fuera, pro no lo hicieron. ¿Por miedo? No, eran más. Por insensibilidad hacia el otro, sin recordar que todos son el otro para el otro.

Una sociedad enferma, enferma grave. Una sociedad tan acostumbrada a la violencia que ya la tiene incorporada a lo cotidiano. Pero por acostumbrada que esté la sociedad,  no puede, no debe quedarse impasible frente a la violencia que está ante sus ojos y que puede evitar. Está deshumanizada.

Lo  que no se puede perder bajo ninguna circunstancia, es la humanidad. Es lo que diferencia al hombre de los animales. Y los que miraron como a través de la TV el asesinato de Emanuel Balbo, habían perdido su calidad  humana. No horroriza tanto el homicidio como la indiferencia de los espectadores ante el mismo.

Los asesinos, salvo milagro, lo seguirán siendo. Los espectadores ¿podrán volverse humanos y reaccionar como tales ante otro episodio del mismo tipo? ¿Serán capaces de sentir empatía por el agredido, existan o no existan razones para agredirlo? ¿Llevará mucho tiempo humanizarlos?

Preguntas de difícil respuesta. En cuanto a los dirigentes del Belgrano y de Talleres, ¿qué decir de la decisión de seguir y jugar el partido como si nada hubiese ocurrido? En el futbol los dirigentes son los primeros culpables de la violencia permanente en los estadios y sus alrededores.

El poder de las barras bravas es casi omnímodo sobre los dirigentes de sus clubes. Que más allá del cacareado amor por la camiseta, es un gran negocio al que no renuncian.  Si los dirigentes no son cómplices activos, por lo menos lo son pasivos y les permiten a las barras lo que no les debieran permitir.

Por supuesto que son chantajeados con armar escándalos durante los partidos si no les dan lo que piden: entradas, el control del estacionamiento, la venta del “merchandasing” y “otras cosas”.  Y los dirigentes no tienen coraje para enfrentarlos.

La policía no controla todo lo que debiera. ¿Porque no sabe cómo, porque no puede, porque no quiere, o porque no se lo ordenan? Tampoco tiene el coraje que debiera  tener.  Y acá entran los gobiernos, que por las razones que fueran, no toman las medidas correctas para terminar con este flagelo. También les falta coraje.

Y tanta falta de coraje de todos los responsables directos de la muerte de Emanuel Balbo, también son responsables de la indiferencia criminal de los espectadores del estadio Kempes, que el domingo de Pascua vieron, cómplices impávidos, cómo mataban a un chico de 22 años, aprendiz de carpintero, amante de la música.

Para sentir más vergüenza, Balbo, ya en el piso con muerte cerebral, ante la mirada CÓMPLICE de los espectadores, alguien, le robó las zapatillas.


¿Dónde se pide la baja de la sociedad?  

Malu Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@soymalukikuchi
Argentina 

ANGÉLICA MORA, TERGIVERSEMOS, QUE NOS QUEDA BONITO

CUBA, VENEZUELA
ENORME CAPACIDAD DE MENTIR

Dicen que todo es según el color del cristal con que se mire, pero resulta que Maduro —y por extensión de interés el Gobierno de Cuba— tienen el suyo empañado.

Ambos alegan con pasión que el resto del mundo está equivocado frente a la batalla que hoy se libra en Venezuela.

El mandato de tergiversar la realidad está a cargo en Cuba de la prensa oficialista, encabezada por Cubadebate. Con todo desparpajo el medio cubano responsabilizó recientemente a los medios de comunicación nacionales y mundiales, por la situación que atraviesa Venezuela y sentencia que “manipulan algunos hechos violentos suscitados al margen de las manifestaciones”.

“Los principales medios privados del país, secundados por los principales diarios latinoamericanos al servicio de la derecha, manipulan algunos hechos violentos suscitados al margen de las manifestaciones desarrolladas por la oposición en diversos puntos del país, para asegurar —en contra de las versiones oficiales— que estos sucesos son consecuencia de una supuesta represión estatal a los manifestantes”.

Con palabras ampulosas trata de pintar con colores suaves y engañosos la sangrienta represión del gobierno contra los venezolanos y hace hincapié que los responsables de presentar los hechos son los medios de comunicación “desestabilizadores”.

El medio oficial cubano señala que “para generar una línea informativa que proyecte un falso escenario de caos y violencia estatal en el país, los medios privados han manipulado con especial ahínco el asesinato de dos venezolanos durante este 19 de abril”, sigue el artículo.

También Cubadebate critica a la prensa libre por publicar “fotos de la concentración opositora mientras era disuelta por la Guardia Nacional Bolivariana, sin aclarar que esto se debía a que los dirigentes de la derecha querían desviar a la multitud hacia el centro de Caracas, donde se desarrollaba otra multitudinaria movilización de la militancia revolucionaria”.

En Venezuela, la desinformación comenzó con la era de Hugo Chávez, quien cerró diarios y televisoras para luego proceder a decir su propia versión, muchas veces chabacana, de los hechos.

Esta manipulación se ha hecho endémica con Nicolás Maduro quien puso a su esposa, la “primera combatiente”, con un programa propio en la televisión. Como si esto fuera poco, Diosdado Cabello, la siniestra eminencia gris del régimen, tiene su propio programa, sugestivamente llamado Con el Mazo dando.

Maduro, en medio de la pavorosa crisis socio económica y las protestas, acaba de enviar un documento —en realidad un panfleto— propagandístico a las embajadas de los países que tienen representación en Venezuela, denominado “La verdad de lo que ocurre en Venezuela, para derrotar la guerra mediática“.

Utilizando paradojas, el panfleto desnuda el núcleo de la estrategia de la propaganda roja: Según el sitio venezolano La Patilla, es la mancha negra sobre la sábana blanca. De pésima calidad referencial (obviando las básicas quién, qué, cómo, cuándo, dónde  y por qué), pretende ocultar las multitudinarias marchas pacíficas de la oposición, que el pasado 19 de abril según estimados de Meganálisis superó 2,5 millones de personas en Caracas, totalizando unos 6 millones en todo el país.

Maduro en el panfleto habla de unos mínimos brotes de violencia. Proporciona una serie de datos falsos y quien lo lea, debe poner una inmensa cara de pregunta. ¿Qué se propone Nicolás Maduro con este folleto?

El triste panfleto es un documento que pasará a la historia y en el futuro estará en una vidriera de algún museo mostrando hasta donde llegó la capacidad de mentir del régimen de Maduro, el mismo que hoy tiene todos los poderes, pero que no se hace responsable de nada.


Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco
Angelica Mora
Estados Unidos

ALEJANDRO A. TAGLIAVINI, NI IZQUIERDAS NI DERECHAS, CONSERVADORES O PROGRESISTAS

DESDE ARGENTINA

Aunque todavía algunos se resisten, lo cierto es que el vocabulario está cambiando y las antiguas ideologías van perdiendo sentido, aunque no las diferencias de actitudes y pensamientos. Ya nadie lee a Marx, ni a Johann Gottlieb Fichte.

“Sus techos elevados y ventanas francesas que dan a la ciudad vieja de La Habana, transmiten la sensación delgrandeur y el lujo europeo de los viejos tiempos”, dice la firma Kempinskial promocionar su Gran Hotel Manzana -un enorme edificio de principios del siglo XX- que inaugurará en junio en asociación con el Estado. En la planta baja, ya funcionan bocas de venta firmas como Armani, Versace y Montblanc. Según Giorgio Gucci, Cuba “se ha convertido en el paraíso de la moda”.

Aunque los precios estarán solo al alcance de turistas y,quizás,de la naciente clase empresarial surgida de los negocios privados permitidos por el Estado como restaurantes, hostales o transporte turístico. De modo que, hasta una de las más terribles dictaduras del mundo, la castrista, se ve forzada por la realidad a “afrancesarse”, por no decir, volcarse al “capitalismo”, aunque muy lentamente.En tanto que la “comunista” China parece convertirse -por interés- en líder global del libre mercado contra el proteccionismo del “capitalismo” americano.

Pero hablando de “afrancesarse”, en Francia acaban de hundirse los viejos partidos. Ninguno de los que se enfrentarán en la segunda vuelta de las presidenciales el 7 de mayo, el “liberal” Emmanuel Macron a quién hoy las encuestas le dan el 62% contra el 38% de Marine Le Pen, pertenecen a las formaciones que han gobernado en las últimas décadas. Ya no se oponen izquierda y derecha, sino europeístas y soberanistas, “liberales” y proteccionistas, reformistas y populistas.

Macron, sin haber ganado nunca antes unas elecciones, dice que izquierda y derecha son categorías obsoletas y que hoy se trata de conservadores y progresistas. El slogan de Le Pen, desde la derecha “conservadora” -en tanto intenta encerrar a Francia frente a la globalización para que no “pierda su identidad”- es “Francia sí o no”. El primero, tiene un discurso de renovación generacional y de optimismo que contrasta con la visión pesimista y la Francia en repliegue de su oponente.

Irónicamente, Marine Le Pencasi agradece el tener a la mayoría de los medios de comunicación tradicionales en su contra,ya que están desprestigiados a la par de los políticos. Y, al igual que Donald Trump, se ha volcado a transmitir sus consignas en las redes sociales, siendo la mejor de los políticos en el manejo de estos instrumentos, lo que le permitió a su partido duplicar el número de votos con respecto a la última elección, y posicionarse en la segunda vuelta, además de ser la más popular entre los jóvenes.

Leí que a Macron lo apoya la Conferencia Episcopal francesa. Llama la atención que la Iglesia Católica se pronuncie por un candidato, pero tiene sentido en esta disputa entre conservadores y progresistas. El papa Francisco,en Egipto desde el 28 de abril para participar en una conferencia para la paz y para encontrarse con el gran Imam, ha rechazado un automóvil blindado y se moverá en uno convencional. Aboga por los inmigrantes que Le Pen quiere rechazar. Al agradecer la invitación ha dicho que “Nuestro mundo, desgarrado por la violencia… tiene necesidad de paz… y de personas libres y liberadoras… sin encerrarse en prejuicios”.
Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California

Alejandro Alberto Tagliavini
alextagliavini@gmail.com
@alextagliavini
Asesor del Center on Global Prosperity
Oakland, California
Argentina

CARLOS JAVIER BASTARDO HAHM, LA CRÓNICA DE LA SEMANA ,VIDEO, YO NACÍ EN ESTA RIBERA, DESDE ECUADOR,

ALICIA YA NO VIVE AQUI

Luego de haberles dado un par de semanas de vacaciones, regreso para compartirles este Alicia, espero la disfruten.... no olviden suscribirse al canal y compartirla con sus amigos... El alma llanera es nuestro segundo himno nacional y eso no lo discute nadie, esa canción refleja mejor que ninguna otra el espíritu del venezolano.



Carlos Javier Bastardo Hahm
carbaha@gmail.com
@carbaha
Ecuador

NELSON CASTELLANO-HERNANDEZ, ESTADO DE GUERRA

DESDE FRANCIA
Una guerra es justa cuando es necesaria, Santo Tomas.

Le hice caso a Bernal y me asomé a la ventana, vi a un pueblo luchando por su libertad, tragando gas lacrimógeno y recibiendo perdigones, que disparan los “malditos soldados” que dirigen sus fusiles contra su propio pueblo… cumpliendo órdenes de Padrino y Maduro.

Vi a una abuela erguida frente a una tanqueta, a un joven flaco y valiente, vestido de sangre y heridas de perdigones, portando como sola protección una Biblia. Vi también a Carlos Moreno, de escasos 19 años, le habían atravesado la cabeza con una bala, tal como Roy Chaderton celebra le hagan a los escuálidos.

Vi a una joven Paola Andreina Ramírez Gómez, de 23 años, yacía en el piso en la plaza de San Carlos en San Cristóbal, asesinada por los colectivos chavistas. Vi a Reverol, ministro de Interior, Justicia y Paz, mintiendo sobre el asesino de la joven y vi también a la madre de la víctima desmintiéndolo a él.

Vi a millones de venezolanos, de Caracas y del interior, de pueblos y ciudades, del este y del oeste, unidos en un solo clamor, pidiendo respeto a la Constitución, democracia, justicia, la renuncia de Maduro, la libertad de los presos políticos y castigo a los corruptos.

Miles de ciudadanos que recorren las calles de Venezuela, armados con la bandera tricolor y con sus deseos de libertad, van cantando abajo cadenas… y este gobierno va a caer.

Estamos en estado de guerra, debemos prepararnos para el conflicto final. Maduro, Diosdado, Jaua, Bernal y Tarek, han lanzado sus tropas, guardias nacionales, policías bolivarianos, colectivos y milicianos, todos… de la misma calaña.

Estamos en estado de guerra, un estado previo a una guerra eventual, comienza con amenazas, moviendo tropas, realizando cortes de luz, discursos agresivos, discriminatorios, repitiendo mentiras, calumniado, lanzando rumores, señalando al pueblo venezolano, mayoritariamente protestando, como si fuera el enemigo.

Sin lugar a dudas entramos en la fase final de la crisis, se acabó la retórica, cedió paso a la acción, el que maneje mejor las estrategias será el vencedor. El Dictador y su banda de gánsteres confiaban en el poder de los recursos petroleros y en la fuerza disuasiva de las bayonetas.

No contaron con la voluntad popular, con la rabia acumulada, con la frustración del venezolano que tienen pasando hambre y que se acostumbraron a humillar. Encumbrados como estaban, entre el poder y las riquezas que acumularon al robar los recursos del pueblo venezolano.

Por más censura que impongan, por más atropellos, amenazas y gas lacrimógeno, por mas asesinatos que cometan. El usurpador, con un puñado de corruptos, narcos traficantes y vende patrias, aunque cuenten con esbirros, colectivos y los traidores vestidos de verde… no podrán doblegar un pueblo dispuesto a todo para recuperar sus sueños y esperanzas… un lugar donde vivir o morir.

Se han quitado las máscaras, los más arrastrados fueron los primeros en pronunciarse, siempre buscando congraciarse con el tirano.

El inefable Chaderton se apresuró a declarar: “Somos la primera potencia militar regional con una enorme capacidad de destrucción” amenaza a las poblaciones de Aruba, Curazao y Bonaire, haciendo creer que atemoriza a Europa y a los EEUU, aunque sabe que no es cierto, tiene la esperanza que el Maduro crea que esta resteado. Como es costumbre en la diplomacia chavista, aprovecha e insulta a México y a Chile, llamándolos “Judas” y “Miserables”, el antiguo diplomático de tanto parecerse a Delcy, ya habla como ella.

Otro que se mostró “histérico” fue el Cabello: “A nosotros no nos importa lo que diga el mundo, no nos importa. A nosotros no nos importa lo que digan los grandes medios de comunicación”. Sus amenazas huelen a miedo, cuando la guerra termine solo tendrá dos salidas: la cárcel o la muerte. Él lo sabe, por eso prefiere arrastrar junto a si a sus compañeros de armas, que bien debían pensarlo, quien ha cometido delitos internacionales es él… no tendrían que inmolarse, por cuidar la fortuna mal habida, del más corrupto de los chavistas.

El experimentado Ramos Allup lo advirtió: “Hay caos nacional y el gobierno responde con más represión. Maduro y el alto mando, creen que militarizando y con colectivos resuelven”. Envió un mensaje al vicepresidente El Aissami, a los militares, al alcalde Jorge Rodríguez, a Bernal y a Cabello: “Amenazando a la oposición con plomo y cárcel no resuelven. El que se alzó es el pueblo de Venezuela”.

De quien no me extrañé fue del Jaua: ¿Quieren más o está bien con lo que están viendo hoy en las calles? todavía no ha perdido su costumbre de encapuchado. De su época de estudiante, cuando se escondía detrás de una máscara para cometer delitos, se le afectó un sentido, no ha visto las manifestaciones de repudio, que le han dado los venezolanos.

Que agregar sobre Iris Varela, que su humanidad no represente, como aspira a Fiscal, declaró también la guerra. Amenazó con el don de la ubicuidad, que Chaderton le explique lo que esto significa.

Trató al bravo pueblo de terrorista y lacayo del imperio, asegura poder estar en todas partes, mejor dicho, en todos los rincones como ella prefiere. La ministro de los rincones y de los pranes, delira y afirma saber todo lo que los venezolanos están haciendo para proteger a los manifestantes, al igual que Jaua sufre de ceguera, tampoco vio manifestantes demócratas por las calles de Venezuela.

La declaración de guerra es definitiva Cabello anuncia la movilización de 60 mil motorizados, que no son otros que los colectivos y Maduro puso la torta final, “Le daremos a cada miliciano un fusil para defender la patria”.

El ilegitimo adolece de desmesura, ha trasgredido el límite de lo humano, su anuncio es simplemente, que piensa armar su milicia para asesinar venezolanos, un desprecio temerario a los derechos humanos de cualquier ciudadano. Como un Hitler cualquiera perdió el control de sus propios impulsos, está poseído por un sentimiento de odio y violencia, producto del terror en que se encuentra sumido.

La furia lo ha convertido en un ente irracional y desequilibrado. Como reza el famoso proverbio antiguo: Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco. Por la salud de nuestro pueblo, es hora de salir de él.
Ha comenzado la toma sin retorno de las calles, se llenaron de gente valiente, de jóvenes y adultos decididos. Estamos indignados, tenemos rabia, no pensamos seguir viviendo entre la escasez y la limosna… sabemos que el chavismo se robó todo y estamos dispuestos a exigir cuentas, a acabar con esto y a recuperar un futuro mejor para todos.

Nosotros no escogimos la guerra, una guerra es siempre la peor de las soluciones, pero tenemos que enfrentarla si queremos sobrevivir. “Una guerra es justa cuando es necesaria” afirmó Santo Tomas.

Gente como Maikel Moreno, Tibisay Lucena, Padrino López, Reverol, William Saab, Istúriz, Jaua, Delcy y Jorge Rodríguez, deberían poner sus barbas en remojo… Las de Maduro, Cabello y El Aissami ya están ardiendo.

Nelson Castellano-Hernandez
nelsoncastellano@hotmail.com
@VFutura
Venezuela-Futura,  
Francia

DARÍO ACEVEDO CARMONA, VENEZUELA RENACE

DESDE COLOMBIA

El pueblo venezolano ha elevado su apuesta contra el dictador Maduro a su máximo límite. Cuando las gentes salen a las calles a encarar la fuerza bruta de la represión están indicando que llegó el momento del esfuerzo supremo.

De otro lado, la historia política nos demuestra que cuando un gobierno dictatorial apela a la brutalidad, al asesinato de los manifestantes inermes, al encarcelamiento de los líderes, a maniobras dilatorias, es porque ve inminente su caída. Es la señal del desespero, de la turbación mental del no saber qué hacer ni para dónde salir.

El régimen dictatorial de Maduro y el experimento chavista han llegado, también, al tope de su ineptitud. Sus líderes se apropiaron de la bonanza petrolera no para mejorar el nivel de vida de la población sino para beneficio propio. Las mafias y la corrupción sin límite de la mano de un sistema anulador de la iniciativa privada y de una retórica populista, todo un mar de babas, arruinaron a uno de los países más ricos del mundo.

Es una historia triste que se hace más lamentable porque se repite y se insiste en replicarla por doquier  aunque solo destrozos tiene en su haber. Es el modelo del empobrecimiento de las mayorías, es la destrucción de la democracia, de la separación de poderes, es la anulación de las libertades individuales, es la cooptación de los poderes públicos por una gavilla de malandros, de seres sin escrúpulos, ordinarios, groseros, es la eliminación del empresariado, de la iniciativa privada.

El desastre de su país fue adobado con la ideologización de la fuerza pública y la adopción de banderas partidistas como insignias nacionales. El chavismo, Chávez y Maduro y Diosdado y El Aisami, y los Castro y la “inteligencia” cubana y su gobierno parásito, y una mano de ingenuos y de idiotas útiles y de oportunistas que llegaron para llenar sus billeteras y cuentas bancarias, destrozaron el país más promisorio de Latinoamérica.

La lección es clara y contundente: pueblo que se deja embelesar por el discurso del socialismo bolivariano del siglo XXI y se deja seducir por paraísos terrenales es pueblo aptos para experimentar sufrimientos y carencias impensables.

La mayoría de los venezolanos no creyeron en principio que iban camino al desastre. Muchos se alegraron con el supuesto cambio prometido por unos monigotes del modelo castrista que es el modelo de la ruina.

La lección es dura: cuando ese tipo de fuerzas políticas asume el poder no hay forma de que lo suelten o de que respeten la alternancia. El gobierno policíaco de Cuba lleva 58 años en el mando, sus epígonos en Ecuador, Bolivia y Nicaragua hacen trizas sus constituciones para eternizarse.

En Colombia, un presidente impopular y cuestionado adelantó una política entreguista con una guerrilla que bañó en sangre a la sociedad y que busca, en palabras de uno de sus jefes, hacer en Colombia lo mismo que hizo el chavismo en Venezuela. Lo grave es que tienen quienes les ayude, empezando por los Samper y los liberales de mediopelo e insulsos como los Barreras, los Benedetti y los Lizcano y escritores y columnistas dispuestos a apoyar el triunfo del modelito fracasado con tal de que Uribe “no se salga con la suya”.

Para ciegos sobran especímenes como los citados, aunque al parecer también perdieron el olfato pues es como si no percibieran la fetidez que expele la dictadura chavista.

Ojalá los colombianos tengamos la entereza de resistir las tentaciones de la retórica del socialismo bolivariano mirando lo que está sucediendo en la atribulada hermana república.

La evidencia es contundente: no es nada fácil tumbar una dictadura. Es prácticamente imposible vencerlos por vía electoral porque apelan al fraude como en las recientes del Ecuador.

Con tal de que las fuerzas opositoras a la dictadura madurista, unidas al fin en este envión definitivo, sean sordas a los cantos de sirena de quienes hacen llamados a inútiles diálogos.

Lo que está próximo a suceder puede significar el recomienzo de las libertades, de la democracia, de la vida republicana y el entierro del populismo más ordinario de los últimos tiempos. Ojalá las izquierdas menos propensas a la idealización revolucionaria entiendan que deben romper de una vez por todas con el embeleco castrochavista. Hay ejemplos de ello en Chile, en Uruguay. Ahí está el del secretario de la OEA, Luis Almagro.

CODA: Resulta increíble y grotesca la salida oportunista de Juan Manuel Santos al pretender tomar distancia de sus “mejores amiguis” tardíamente y afirmando que él ha respetado la separación de poderes y la voluntad popular. ¿Será que guarda silencio ante la amenaza de Maduro de cantar los secretos de la negociación en La Habana?


Ruben Dario Acevedo Carmona
rdaceved@unal.edu.co
@darioacevedoc
Colombia

ALBERTO MANSUETI, ENCUADRAMIENTO, RANGO Y DISCIPLINA

MUCHOS JEFES Y POCOS SUBORDINADOS

A Ronald Coase, genial economista, Dios le concedió la gracia de vivir 102 años, para que pudiese recibir los reconocimientos que al principio se le negaron. Como el Nobel, en 1991, que tuvo a sus 81 primaveras, por un brillante concepto de empresa, que desarrolló en los años ’30, y publicó en 1937: “Una teoría de la firma”.

Como buen inglés, Coase tenía sentido práctico, y sentido del humor. Para escribir sobre la empresa, fue a visitar toda clase de fábricas y negocios. Los economistas no suelen hacer eso, y él les hizo un chiste: “Cuando un economista quiere escribir sobre caballos, es probable que en vez de ir al campo a ver caballos, se siente en su cubículo universitario y piense: ‘¿qué haría yo si fuese un caballo?’”

Coase es uno de los más lúcidos defensores del libre mercado. Su famoso “Teorema de Coase” dice que algunos problemas, como los de contaminación ambiental, pueden resolverse sin la intromisión del Estado, por negociaciones entre las partes involucradas, si no hay altos costos de transacción, y si los derechos de propiedad están bien definidos y especificados.

Sin embargo, su estudio juvenil sobre “la naturaleza de la empresa” les cayó pésimo a sus colegas libremercadistas, en principio. Afirmó que el sistema de mercados libres para que las empresas se hagan competencia abierta entre ellas es maravilloso, y el estatismo desastroso, pero “dentro” de cada empresa individual, no hay libre mercado, sino todo lo contrario: hay cadenas de mando, en un orden jerárquico.

“Las empresas son islas de planificación central en medio del océano del mercado”, escribió, refraseando al economista D. H. Robertson. Y dio las razones: así las empresas ahorran los “costos de transacción”, evitan buscar y negociar constantemente con los factores de la producción.

Deberían entender esto los buenos lectores de la “Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones” de Adam Smith, Libro I Capítulo I, sobre “división del trabajo”, y el famoso ejemplo de la fábrica de alfileres. Y todo buen conocedor de las “economías de escala” debería saber las ventajas de las firmas grandes, fruto de la “racionalidad capitalista” según Max Weber; y ver que la micro y pequeña empresa suele padecer “deseconomías de escala”, que mucho nos cuestan a todos.

En América latina tenemos cientos de leyes malas contra las grandes empresas: toneladas de regulaciones e impuestos como cañonazos, las debilitan y destruyen, e impiden crecer a los negocios pequeños. Ningún país se ha hecho grande con puras micro-empresas y empresas familiares, que son un desahogo para la economía individual de muchos, pero antieconómicas desde el punto de vista de la Economía Política. Mao también quería “un horno de fundición en cada hogar campesino”; y fracasó.

Los gobiernos socialistas dan “apoyo a la pequeña empresa”, consigna que refuerzan los libros de autoayuda y “emprendedurismo”: “¡Gana tu independencia con tu empresa propia, y sé tu propio jefe!” Es un engaño populista, como el de la “casa propia”, o la esclavitud hipotecaria. No obstante, muchos economistas, incluso sedicentes “libertarios”, corean el “discurso PYME”. Y no casualmente, son los mismos que se niegan a hacer partidos políticos.

¿Y por qué tanta gente se ilusiona con su “propia PYME”? Porque hay tres elementos clave en toda empresa grande, mismos que encontramos en un partido político, y en cualquier organización de cierto tamaño, que hoy en día a la gente le repelen: encuadramiento, rango y disciplina.

(1) Cuando Ud. ingresa en una empresa grande, Ud. va a pertenecer a un departamento o sección: producción, ventas, administración, contabilidad o el que sea, al cual Ud. va a estar adscrito. Ese es encuadramiento. (2) En su sección Ud. será el Gerente, o el Subgerente, o será empleado raso. Eso es rango: Ud. tendrá un nivel dado en la cadena de mando, tendrá superiores y posiblemente subalternos. (3) Y Ud. tendrá que cumplir ciertos objetivos y metas, según sus funciones; y probablemente cumplir horario, reportar con frecuencia, evaluar y ser evaluado… Eso es disciplina.

La cadena de mandos no es exclusiva de las grandes corporaciones, los militares y la policía; la hay también en la Iglesia Católica romana y en las Iglesias Protestantes históricas; que son instituciones ahora en declive, porque el orden jerárquico racional choca y repugna profundamente al individualismo anárquico, emocional y subjetivista, hoy predominante en la cultura.

Este espíritu revoltoso, ¿de dónde salió? Pues de una filosofía venenosa: el existencialismo de Kierkegaard, Heidegger, Sartre y la Beauvoir, cuyos enormes daños para el curso presente de la humanidad todavía no se han terminado de evaluar.

“¡Sube tu autoestima! ¡Desarrolla tu potencial de liderazgo!” dicen miles de libros que se editan cada año. Es increíble pero este evangelio existencialista práctico se vende en librerías “cristianas”. ¿Qué resulta? Que cada quien quiere ser “líder”, y tenemos el síndrome “mucho cacique y poco indio”, como bien dice el chiste popular.

Otro Evangelio aconseja justo al revés: “Aprended de Mí que soy manso y de corazón humilde, y hallaréis descanso para vuestras almas”, el de Mateo, 11:29. Por esto Friedrich Nietzsche y Adolf Hitler pensaron que el cristianismo es una “religión de esclavos”; y predicaron todo lo contrario a mansedumbre y humildad: orgullo y altivez. ¿Qué resultó? La II Guerra Mundial, una carnicería.

¿Sabes cómo se hicieron grandes los países grandes? Entre otros factores, por sus grandes empresas, casi todas fundadas en el XIX, el siglo del capitalismo. Consulta Wikipedia en inglés: Companies established in the 19th Century. Empresas que nacieron pequeñas, y se hicieron grandes.

¿Y cómo crecieron? En un entorno de mercados libres, pero con la fórmula “Encuadramiento, Rango y Disciplina” en su estructura interna. Detalle de importancia: la mayoría de sus propietarios, gerentes, técnicos, empleados y obreros, eran cristianos, de los de antes, no de los que predican el orgullo y la altivez, sino lo opuesto. ¿Me explico? ¡Hasta la próxima si Dios quiere!

Alberto Mansueti
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Bolivia