miércoles, 2 de enero de 2019

ACTUALIZACIÓN DE "EL REPUBLICANO LIBERAL II" JUEVES 03-01-2019

GLORIA CUENCA, NOCHE EN SILENCIO

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 38 minutos
Sí, como la canción, “Silent Night, Holly Night” así fue la Navidad de 2018. (Noche en silencio, noche de paz) No deben haber ocurrido accidentes con los juegos pirotécnicos, no hubo. Recuerdo cuando era comunista, y preguntaba: ¿Qué se hace en estas fiestas en los países comunistas? “Nada, la gente es tan felíz que no se necesita más nada, el sistema les da todo”. Sí, como no. Ahora las navidades en Moscú, son otra cosa. Los amigos chinos, las tienen prohibidas, desde 1949, en tiempos de Mao, por cuanto el presidente Xi Jinping no quiere nada con los cristianos, menos con los ca... más »

RAFAEL RAMÍREZ, LA PÉRDIDA DE LA V REPÚBLICA

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 51 minutos
Finaliza este año 2018 y con él llega a sus últimos estertores el período de gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Llega, “rampando” con los codos, el fin de este período de gobierno que, sin duda alguna, puede catalogarse como el peor gobierno que hemos tenido en nuestra historia republicana. Éste culmina sin ningún logro que mostrar, ningún avance, un fracaso en toda la línea como diría el comandante Chávez. Un gobierno profundamente impopular que pasará a la historia como una época de destrucción y caos, el gobierno donde se entregó la V República iniciada en el proceso Consti... más »

ALBERTO BARRERA TYSZKA, LA VOZ DE DIOS EN ESTAS TIERRAS

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
En su mensaje navideño de este año, el papa Francisco mencionó dos casos particularmente trágicos de nuestro continente: Nicaragua y Venezuela. Se refirió a ellos con sorprendente serenidad, evitando mojarse en la violencia que sacude a ambos países. Empuñó una retórica tan predecible como anodina, invocando un saludo que igual habría podido aparecer impreso en cualquier tarjeta navideña comercial: unión, paz, blablablá. Desde la Plaza de San Pedro, el pontífice deseó “que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la... más »

ASDRÚBAL AGUIAR, CUBA, NICARAGUA, BOLIVIA Y VENEZUELA, DESAFÍOS DE 2019

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Cierra el año y se inicia otro, sin que para los venezolanos y, junto a nosotros, los cubanos, los nicaragüenses o los bolivianos se advierta un corte del tiempo ominoso que a todos nos engulle. Sin solución de continuidad se une la última hora, la del año viejo, con la del año nuevo, bajo realidades que siguen destruyendo nuestras libertades, que reducen la vida humana a la idea de la animalia, lo que es peor, fracturan todo sentido de identidad en lo social y ciudadano. La anomia es la regla. Hace posible el control totalitario. Y la unidad, como simple respuesta, no es eficaz ni... más »

PEDRO ELÍAS HERNÁNDEZ, LA REBELIÓN DE LOS PERNILES

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
El gobierno de Nicolás Maduro, desde el punto de vista de su estabilidad, tiene un buen lejos. No pareciera tener en el horizonte nada ni nadie que pueda quebrantar su permanencia en el poder. Inicia un segundo período sin tener por delante ninguna inquietante alcabala política o electoral que esté obligado a trasponer, salvo un eventual referéndum revocatorio presidencial en el año 2022. Sin embargo el régimen no ha podido construir a su alrededor, como sí lo supo y pudo hacer Hugo Chávez en su momento, una hegemonía cultural en los términos en que ésta es definida por el marxista ... más »

CESAR VIDAL; DOS CONFERENCIAS MUY ESPECIALES DE TEMAS SIEMPRE ACTUALES,VIDEOS

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 4 horas
César Vidal Manzanares: Nació en Madrid, España en 1958) es un abogado, periodista y escritor español, autor de numerosas obras de divulgación de diversa índole, artículos, ensayos y novelas históricas. Obtuvo la licenciatura en derecho por la Universidad Complutense de Madrid y desde 1980 y por un periodo de más de 10 años ejerció como abogado. Políticamente se postuló desde joven como objetor de conciencia colaborando, en 1985, en la redacción del recurso de inconstitucionalidad presentado por el Defensor del pueblo contra la ley de objeción de conciencia española ​ En 1993 se doc... más »




GLORIA CUENCA, NOCHE EN SILENCIO


Sí, como la canción, “Silent Night, Holly Night” así fue la Navidad de 2018. (Noche en silencio, noche de paz) 

No deben haber ocurrido accidentes con los juegos pirotécnicos, no hubo. Recuerdo cuando era comunista, y preguntaba: ¿Qué se hace en estas fiestas en los países comunistas? “Nada, la gente es tan felíz que no se necesita más nada, el sistema les da todo”. Sí, como no. 

Ahora las navidades en Moscú, son otra cosa. Los amigos chinos, las tienen prohibidas, desde 1949, en tiempos de Mao, por cuanto el presidente Xi Jinping no quiere nada con los cristianos, menos con los católicos. Igual que, los sectores radicales de los mulsumanes, saben que el amor y el perdón, dos legados fundamentales de Jesus Cristo nacido en Belén como judio, creador y propagador de una doctrina de amor y perdón pueden transformarse en enemigos terribles e invencibles, solo con ese predicado: el amor y el perdón. 

Lo que no se puede combatir con armas, ni con nada. Sin embargo, los comunistas ateos afirman que la vida, este paso fugaz por la tierra, es todo. Una vez muertos, no hay más nada que hacer, todo acabó. Cuando se les acerca la muerte, empiezan a tener dudas, como se dice corrientemente: “se acuerdan de Santa Bárbara, solo cuando truena”. Y, en el “por sí acaso” empiezan a aproximarse a la espiritualidad y, a hacer peticiones, además de algunos cambios. Del arrepentimiento y la reparación nada. Dos cuestiones fundamentales a la hora del balance. 

Con amor inmenso, Dios está dispuesto a perdonar a quien ha cometido horrores: solo pide que se arrepientan, que no lo repitan y que reparen el daño. Es aquello del propósito de enmienda, que muchos olvidan. Una de las doctrinas surgidas del cristianismo, dice que basta con arrepentirse. No es suficiente. El arrepentimento es necesario, pero no puede seguir la persona en el mismo camino. He visto, algunos que se arrepienten en la noche y al día siguiente vuelven a lo mismo. De eso trata el propósito de enmienda, de no repetir, ni cometer el mismo acto que ha llevado a la persona al arrepentimiento. Es perfecto, si además ocurre la reparación de lo realizado.

¡Dios! Casi me vuelvo una predicadora. Deseo a ustedes todo lo bueno para el próximo año, contradictorios lectores.

Gloria Cuenca
@editorialgloria

RAFAEL RAMÍREZ, LA PÉRDIDA DE LA V REPÚBLICA


Finaliza este año 2018 y con él llega a sus últimos estertores el período de gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Llega, “rampando” con los codos, el fin de este período de gobierno que, sin duda alguna, puede catalogarse como el peor gobierno que hemos tenido en nuestra historia republicana.

Éste culmina sin ningún logro que mostrar, ningún avance, un fracaso en toda la línea como diría el comandante Chávez. Un gobierno profundamente impopular que pasará a la historia como una época de destrucción y caos, el gobierno donde se entregó la V República iniciada en el proceso Constituyente de 1999, luego del ascenso al poder del Presidente Chávez.

PRIMERA PARTE

No hay nada que celebrar, probablemente sólo aplaudan los enemigos de la Patria, por el flaco favor que ha hecho el madurismo en destrozar la obra del período revolucionario de gobierno entre 1999-2012.

Parecía increíble que la nueva institucionalidad y los extraordinarios avances políticos, sociales y económicos alcanzados a costa de tanto trabajo y sacrifico de todo el país durante el gobierno Bolivariano, hayan sido destruidos por este gobierno, cuyo presidente ha actuado como el verdugo del chavismo, como Herodes: implacable contra los débiles, le pasó cuchillo a la aún joven revolución Bolivariana.

Está claro para nosotros que este gobierno no es un gobierno chavista y ni siquiera un gobierno progresista, tal vez es peor, que el peor gobierno adeco de la IV República. Lo mejor que podría sucederle a la Patria, es que el pueblo vuelva a tomar el poder usurpado por esta camarilla infame y restablezca la plena vigencia de nuestra Constitución Bolivariana, asumiendo una Junta Patriótica de Gobierno.

Si las fuerzas progresistas del país, civiles y militares, salieran de su parálisis y su silencio, y se dieran cuenta de que ésta es una necesidad impostergable, estaríamos evitando un daño aún mayor al futuro del país y todavía a tiempo de atajar las poderosas fuerzas antinacionales que avanzan soterradamente, en medio del caos, en un nuevo pacto con el madurismo, que pretende darle algún piso de estabilidad o legitimidad a este gobierno del despojo, que, increíblemente, asume un nuevo período el próximo 10 de enero.

El madurismo se ha impuesto, haciendo todas las trampas y manipulaciones posibles a nuestro vulnerado sistema electoral, y a nuestras maltrechas instituciones para mantenerse aferrado en el poder. Lo hace soportado sobre la trampa y la violencia, la ilegalidad, sobre el miedo y la triquiñuela en que han convertido el ejercicio de la política en el país.

Los patriotas del campo Bolivariano, parecen estar atrapados en el eterno chantaje de apoyar este desastre, o abrir las puertas a las fuerzas de la derecha tradicional que acechan la patria. Sin darse cuenta que hace tiempo la derecha en el gobierno, copó la escena, habiendo derrotado a los factores revolucionarios, que, debemos decirlo autocríticamente, no supimos entender, sumidos como estábamos en la parálisis del chantaje de la lealtad mal entendida que, con la muerte del Comandante Chávez, se agudizó la lucha interna por el poder, prevaleciendo lo que siempre se llamó “la derecha endógena” agazapada tras el madurismo.

Este entregó la conducción del país a la derecha, sólo que, con otro rostro, enmascarado en un populismo ramplón y un capitalismo salvaje que nos ha retrogradado a etapas ya superadas por la revolución Bolivariana, que nos ponen a la cola del mundo.

La situación de los Chavistas que aún apoyan a Maduro, se parece un poco a la tragedia de los Aztecas cuando seguían esperando que Moctezuma hiciese algo para detener a Hernán Cortés. Les costó la vida y la libertad de su pueblo, darse cuenta que hacía tiempo que éste había pactado con el conquistador y trataba de lograr, inútilmente, algún tipo de convivencia que le permitiera mantener sus privilegios.

Es lo que busca desesperadamente el madurismo: tener un pacto, un reconocimiento de los factores internacionales que le permita mantenerse en el poder, ser aceptados, a costa de lo que sea, entregando todas las conquistas populares, barriendo con la posibilidad revolucionaria, desmontandola de raíz y entregando al capital transnacional las “joyas de la corona”: PDVSA, el petróleo y el gas de la Patria.

Los más patriota y revolucionario que debe hacerse en este momento, es hacer a un lado a Maduro, reagrupar a todas las fuerzas populares, tal como hizo Cuauhtémoc ante la traición de Moctezuma, y dar la batalla por defender y reconstruir la Patria, antes de que sea demasiado tarde.

Por otra parte, cometen un grave error, aquellos dirigentes o políticos progresistas, contrarios al madurismo, que se pliegan al discurso y el plan de la extrema derecha, en su repudio al gobierno. Es un error que confunde aún más al pueblo y le da argumentos a la manipulación del miedo que hace permanentemente maduro.

Los líderes populares, chavistas, bolivarianos, progresistas, deben entender que hay que ofrecerle al país una opción verdaderamente patriótica y revolucionaria, que de esta crisis podemos salir sólo con la activa participación y dirección del bloque histórico-popular del chavismo, salir del chantaje reduccionista de: maduro o la extrema derecha.

El chavismo-chavista tiene la oportunidad de renacer: tenemos las ideas, el proyecto, el amor del pueblo por Chávez. Los usurpadores han quedado al descubierto.

La posición debe ser Patria o barbarie, entendiendo que maduro y ramos allup, son sólo caras de una misma moneda. La amenaza externa y de la extrema derecha, sólo se puede derrotar con un fuerte bloque popular, progresista, capaz de dirigir al país con éxito, unificarlo para salir de este abismo al que nos ha conducido este gobierno incapaz que ha hecho naufragar nuestra patria, no sin antes tirar todo por la borda.

Entiendo perfectamente que la opinión pública esté cansada de los balances de la situación, sólo quieren salir de ella y ya. Pero ojo, he aquí el peligro. Se trata de salir de esta pesadilla, pero nó por la puerta de otro abismo: de una guerra, de una intervención extranjera o de quedar en manos de una nueva clase política, que, entre payasadas y amenazas, ante el desprestigio y el fracaso de la clase política tradicional, nos lleve al fascismo.

Tal como en el “huevo de la serpiente”, el madurismo ha incubado al fascismo en su seno y en la extrema derecha. Existen peligrosas muestras de intolerancia, odio, revancha que están latentes, allí. Los enemigos del pueblo han hecho su trabajo: la ética del desastre, el discurso del “pranato”, el abuso del poder, la actuación criminal, el haberse saltado toda la legalidad existente, la indolencia del gobierno y sus más connotados líderes, que se reparten el gobierno como si se tratara de un asunto de familia, propio, personal, sólo ha contribuido para llevar al país al escenario de la aniquilación del contrario.

Para saber qué cosas tenemos que hacer, para reconquistar el futuro, habría que hacer un profundo análisis del daño infringido por el madurismo al país. Es como hacer una evaluación estructural a un edificio que ha estado bajo fuego, para saber qué cosas hacer y cómo hacerlas para poderlo habitarlo nuevamente.

Partamos del caso base, condición indispensable, de que se ha desplazado al madurismo del poder, que, por cierto, no le gana una elección a nadie, si estuviesen dadas las condiciones para una abierta participación popular.


Rafael Ramirez
@RRamirezVE ‏

ALBERTO BARRERA TYSZKA, LA VOZ DE DIOS EN ESTAS TIERRAS


En su mensaje navideño de este año, el papa Francisco mencionó dos casos particularmente trágicos de nuestro continente: Nicaragua y Venezuela. Se refirió a ellos con sorprendente serenidad, evitando mojarse en la violencia que sacude a ambos países. Empuñó una retórica tan predecible como anodina, invocando un saludo que igual habría podido aparecer impreso en cualquier tarjeta navideña comercial: unión, paz, blablablá.

Desde la Plaza de San Pedro, el pontífice deseó “que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad trabajen fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población”. Al referirse al país centroamericano, decidió usar la imagen del pesebre y anheló que “delante del Niño Jesús, los habitantes de la querida Nicaragua se redescubran hermanos, para que no prevalezcan las divisiones y las discordias, sino que todos se esfuercen por favorecer la reconciliación y por construir juntos el futuro del país”.

Las reacciones no tardaron en aparecer. Las redes sociales se incendiaron rápidamente. No es fácil ser papa en tiempos de Twitter. Cuando Bergoglio dice “pío” replican millones de trinos en todos los cielos digitales del planeta. La revolución tecnológica y el flujo comunicacional también han democratizado la opinión pública y el debate religioso. ¿Qué intereses se esconden detrás de las palabras o del silencio del Vaticano frente a ciertos temas? ¿Por qué su mensaje es tan distinto al mensaje de los obispos perseguidos o acosados en Nicaragua o en Venezuela? ¿A quién deben escuchar los católicos? ¿En cuál de estas dos Iglesias deben creer?

Hay quienes, desde un extremismo un tanto delirante, piensan que el papa Francisco es una ficha del comunismo internacional. Del otro lado, hay quienes lo justifican y apelan a su condición de jefe de Estado, a su rol diplomático en los conflictos internacionales. Ambos argumentos suponen que el rebaño es una masa devota y desinformada.

Analizado desde cualquier ángulo, el mensaje de Francisco habría podido funcionar de la misma forma y con puntual exactitud para referirse a cualquier otro país. A México, a Brasil, a Colombia, a Guatemala… Cualquier nación del continente cabe en los buenos deseos del Padre de la Iglesia. Y quizás ahí reside, justamente, una parte del problema. Porque Nicaragua y Venezuela padecen tragedias singulares, con gobiernos que han reprimido de manera abierta y salvaje a los ciudadanos que protestan y luchan por sus derechos. No se pueden generalizar los buenos deseos frente a países donde se asesina, se encarcela y se tortura a personas inocentes.

En ambos países, además, la jerarquía de la Iglesia católica se ha visto enfrentada, en algunos casos de manera directa y violenta con el gobierno y con los militares. El argumento de que ellos también son el Vaticano, de que ellos también son el papa, es tentador y atractivo, quizás funciona de cara a la institución pero es muy frágil de cara a las víctimas, a esa comunidad que supuestamente también es la Iglesia.

El mismo problema ha enfrentado Bergoglio con el tema de la pederastia. Cuando, este mes, un tribunal en Melbourne condena al cardenal George Pell por abuso sexual en contra de dos menores, de alguna manera establece también una línea de denuncia y de reclamo con el Vaticano y con el papa, quien aun a sabiendas de las acusaciones y del proceso judicial contra el cardenal australiano, lo nombró como miembro de su entorno cercano, en uno de los cargos más importantes de la curia romana. Está bien que el papa luego asegure que la Iglesia católica “nunca más encubrirá o subestimará” sus crímenes, sin embargo, el silencio anterior deja un vacío, una aterradora sensación de complicidad.

La noticia de un papa latinoamericano creó muchas expectativas. Cuando el humo blanco fue argentino, se produjo de manera instantánea una sensación de cambio. Era lo que necesitaba una institución asfixiada por su propio agotamiento, tanto en los argumentos como en las ceremonias; perseguida por las denuncias cada vez mayores y estridentes en contra de algunos de sus sacerdotes.

La llegada de Bergoglio al Vaticano casi parecía una perfecta operación de mercadotecnia. Proviene además del lugar del mundo donde el catolicismo tiene más audiencia pero también cada vez mayor competencia. El avance de las iglesias evangélicas en el continente es sin duda una amenaza para el Vaticano. Desde esta perspectiva, tratar de ignorar realidad, es un gran error. O un pecado, podría decir también un creyente.

Fue justamente Rosario Murillo una de las primeras en darle las gracias al papa Francisco por su mensaje navideño. Y el Vaticano se merece el espanto de ese agradecimiento. Porque eligió no ver y no decir. Porque, “delante del Niño Jesús”, el gobierno de Daniel Ortega detiene a periodistas y confisca medios de comunicación. Porque “los habitantes de la querida Nicaragua” huyen ahora de la represión oficial que ha dejado un saldo de 325 muertos y más de 400 detenidos y enjuiciados. Lo mismo pasa en el caso de Venezuela. Hablar de “concordia” o de “desarrollo” no solo es frívolo sino también cruel. Aunque el Vaticano decida no ver las noticias o no leer los informes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), los refugiados siguen ahí. La fe no los desaparece.

El 5 de julio de este año, el papa Francisco escribió en su cuenta de Twitter: “¿Sabemos hacer silencio en el corazón para escuchar la voz de Dios?”. La promesa de cambio del catolicismo tal vez no tiene que venir desde arriba, desde la jerarquía. Puede surgir de las bases, del rebaño. Quizás es hora de que los católicos de América Latina emplacen a su pastor. Que le exijan que vea y que pronuncie lo que está pasando. Que se ponga del lado de las víctimas y no de los poderosos. Que le pidan que trate de escuchar la voz de Dios en estas tierras.

Alberto Barrera Tyszka
@Barreratyszka

ASDRÚBAL AGUIAR, CUBA, NICARAGUA, BOLIVIA Y VENEZUELA, DESAFÍOS DE 2019


Cierra el año y se inicia otro, sin que para los venezolanos y, junto a nosotros, los cubanos, los nicaragüenses o los bolivianos se advierta un corte del tiempo ominoso que a todos nos engulle. Sin solución de continuidad se une la última hora, la del año viejo, con la del año nuevo, bajo realidades que siguen destruyendo nuestras libertades, que reducen la vida humana a la idea de la animalia, lo que es peor, fracturan todo sentido de identidad en lo social y ciudadano. La anomia es la regla. Hace posible el control totalitario. Y la unidad, como simple respuesta, no es eficaz ni duradera.

En la experiencia de Venezuela, el primer paso para la configuración de su actual estado de cosas tiene lugar a partir de 1999, con el cambio de sus símbolos patrios identitarios. Hasta al Himno Nacional lo desplaza la cantata militar chavista.

La memoria del país ha sido destruida. Si ayer mal contaban los 300 años previos a la emancipación, entre dolores y glorias que tienen como primera referencia a Andrés Bello y a sus pares de la Ilustración civil fundacional, los 200 años posteriores, entre cuarteles y partidos, son arrasados. Se desentierran los huesos del Padre Libertador. Se inhuma al Comandante Eterno, Hugo Chávez, en el Cuartel de La Montaña.

La consiguiente ruptura del tejido cultural y colectivo, incluso familiar, es tarea en la que se empeñan los responsables del histórico despropósito, obra de una colusión y felonía asímismo históricas entre Cuba y Venezuela. La fijan en el imaginario, sobre un supuesto deliberado que mal advierten sus víctimas –el pueblo cubano y venezolano, sus oposiciones o resistencias, suertes de rompecabezas políticos– y que se reduce a exacerbar los apetitos propios a la vida de la naturaleza, que no distingue al hombre de las bestias.

Para quienes dominan el poder en las naciones citadas y que nos preocupan, es inadmisible que el varón o la mujer sostengan el tono de lo humano en sus cotidianidades. Le silencian o desarmonizan, pues saben que las tareas “que la razón del hombre suscita y plantea al mismo hombre, no pueden resolverse sin la razón” del hombre, de su pensamiento libre y concordado.

Cubanos y venezolanos, bolivianos y nicaragüenses hemos perdido la racionalidad para la lucha contra el mal absoluto, pues el mal absoluto nos la aniquila y hace ver que es culpa nuestra. Nos enerva el sentido de la otredad hasta como instinto primario.

La relación con los otros se vuelve desconfianza. Nos atrapa el voluntarismo, el autismo, el militantismo, la brega de trinchera por lo cotidiano, léase, para la mera subsistencia. Y es esa, no cabe duda, la consecuencia vertebral del proyecto que nos domina y mantiene tras las rejas, más allá de las crisis de hambre o de salud que padecemos unos y otros; más allá de quienes, incluso, han entregado sus dignidades para sobrevivir.

Quien se ocupe de revisar lo vivido por la resistencia cubana de los últimos 60 años y observe las formas en que muta, puede constatar que las otras, como la venezolana bajo Chávez y su causahabiente, son un calco al carbón. Lo que es peor, Nicolás Maduro y Raúl Castro ahora se retroalimentan para refinar sus teatros de la maldad.

Quien innova o desafía va al exilio o a Tierra de Jugo, nombre de la añeja hacienda que ocupa en Caracas su cementerio municipal.

Oswaldo Payá impulsa el Proyecto Varela y desafía a los Castro con su propuesta de referéndum, apoyado por Jimmy Carter; pero el régimen le secuestra su idea y la implementa a su medida. Y Payá termina muerto, por tozudo, sucediéndole su admirada hija Rosa María.

Los de la Primavera Negra, por acompañar las sanciones contra el régimen cubano terminan como presos políticos. Y las Damas de Blanco, aferradas a la lucha testimonial y simbólica, son víctimas cotidianas de apaleamientos en la calle.

“Yo no coopero con la dictadura” opta por la resistencia pacífica para el cambio, mientras Yoani Sánchez, que hace periodismo digital desde La Habana y es admirada por Barack Obama, aboga por “cambios políticos y económicos” dentro del mismo régimen. Le importa, por lo pronto, facilitar el “bienestar material” del pueblo.

Guillermo Fariñas prefiere las huelgas de hambre y sufre 11 años de prisión, y el régimen le acusa de mercenario y delincuente común.

Haciendo corta la lista, que es mucho más amplia, después emergen los miembros de Estado de Sats, con Ailer González y Antonio Rodiles, quienes no votan para no votar por más mentiras. Luchan por una Cuba sin castristas. Juntan el arte con el pensamiento.

La enfermedad, por lo visto, es una, y diversas las medicinas que se le aplican, pero no cede. Hace metástasis. Les roba a los nuestros pueblos el alma, les destruye el ánimo. Hay unidad, sí, pero en el sufrimiento, y la desunión la provoca el mal que nos aqueja, mientras reciba oxígeno.

Lo único evidente, lo palmario, es que la unidad alrededor de la animalia, del desencanto, del hambre, de la cuota de poder, del impulso reflejo, es fugaz, poco rendidor; es solo útil mientras sacia, no más allá.

Urge encontrar, en 2019, una idea-fuerza, nacida de la razón, animada por la utopía, susceptible de amarrar corazones, ajena a las corazonadas, que sirva a la verdad, que se mire en los otros y no en nosotros, que procure fraternidad en la acción, sin olvidar, al cabo, que como humanos también somos una especie caída, perfectible, no perfecta.

Asdrúbal Aguiar
@asdrubalaguiar

PEDRO ELÍAS HERNÁNDEZ, LA REBELIÓN DE LOS PERNILES


El gobierno de Nicolás Maduro, desde el punto de vista de su estabilidad, tiene un buen lejos. No pareciera tener en el horizonte nada ni nadie que pueda quebrantar su permanencia en el poder. Inicia un segundo período sin tener por delante ninguna inquietante alcabala política o electoral que esté obligado a trasponer, salvo un eventual referéndum revocatorio presidencial en el año 2022. Sin embargo el régimen no ha podido construir a su alrededor, como sí lo supo y pudo hacer Hugo Chávez en su momento, una hegemonía cultural en los términos en que ésta es definida por el marxista Antonio Gramsci. Nos referimos a los mínimos consensos de opinión y de ideas que le doten de un relato poderoso con el cual se identifique una porción lo suficientemente significativa de la población que le sirva como fuente de legitimidad. El poder en Venezuela carece de encanto y sólo le queda el control social y la coacción que supone el ejercicio de todo poder.

Este asunto es un aspecto crucial para entender la realidad política venezolana del presente. Las bayonetas, como decía Napoleón, no sirven para sentarse a gobernar. Los regímenes por más autoritarios y opresivos que sean requieren establecer un acuerdo general y tácito con la población según el cual las personas reciben o tienen una razonable expectativa de recibir algo de estabilidad y de bienestar para sus vidas, a cambio de las restricciones a su libertad. Así sucedió en la Alemania Nazi, en la Italia fascista, en la Europa socialista soviética, en la Cuba de Fidel Castro, en Chile durante Pinochet y ocurre hoy por ejemplo en países con una fuerte inclinación autoritaria como Rusia, China, Vietnam, Irán Turquía, Nicaragua y en algunas monarquías teocráticas del Medio Oriente. En Venezuela hay un régimen que intenta calificar para alinearse junto a ese grupo de naciones mencionadas, pero ese acuerdo general, tácito e imprescindible no existe o está seriamente quebrantado.

El gobierno de Maduro en los años por venir deberá orientar sus esfuerzos en restablecer ese mínimo acuerdo tácito de convivencia recíproca con la población que permita al país ser viable desde el punto de vista funcional. De no hacerlo, lo que sobrevendrá será la ingobernabilidad. “La rebelión de los perniles”, o las protestas ocurridas por la deficiente distribución a las comunidades de las piezas de cerdo prometidas por el gobierno durante las pasadas navidades de 2018, por deleznables y poco edificantes que parezcan sus motivaciones, es una primera señal que se asoma como síntoma de un fenómeno que tal vez acompañe en los sucesivo a la sociedad venezolana. Los vacíos tienden a llenarse. La ausencia de una oposición orgánica y articulada al gobierno es terreno fértil para la proliferación de eventos de esta naturaleza. ¿Cuán amplios y masivos serán. ¿Cuáles serán sus alcances? Eso estará por verse. Sin embargo, de algo estamos seguros, son un claro indicio del nivel de anomia social y política que vivimos.
Pedro Elías Hernández     

Pedro Elias Hernández
@pedroeliashb

CESAR VIDAL; DOS CONFERENCIAS MUY ESPECIALES DE TEMAS SIEMPRE ACTUALES,VIDEOS

César Vidal Manzanares: Nació en MadridEspaña en  1958) es un abogadoperiodista y escritor español, autor de numerosas obras de divulgación de diversa índole, artículos, ensayos y novelas históricas.
Obtuvo la licenciatura en derecho por la Universidad Complutense de Madrid y desde 1980 y por un periodo de más de 10 años ejerció como abogado. Políticamente se postuló desde joven como objetor de conciencia colaborando, en 1985, en la redacción del recurso de inconstitucionalidad presentado por el Defensor del pueblo contra la ley de objeción de conciencia española ​
En 1993 se doctoró en historia (con premio extraordinario fin de carrera, al concluir el Doctorado en Historia, a través de la Licenciatura en Derecho que le daba acceso a la misma por la UNED​ Obtuvo el doctorado en derecho por la Alfonso X el Sabio en 2012. ​Posee sendos doctorados en Teología y Filosofía, no oficiales, por la Logos University de Jacksonville (FL, Estados Unidos),
EL USO PERVERSO
DE LA SEMÁNTICA Y EL LENGUAJE 
EN POLÍTICA


LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO
INSTRUMENTO DE DOMINACIÓN MEDIANTE 
LA DESPOBLACIÓN