domingo, 19 de septiembre de 2021

ESPECIAL DEL DOMINGO: CARLOS RANGEL

Carlos Rangel nació el 17 de Septiembre de 1929, en Caracas, es uno de los intelectuales más trascendentales que ha dado Venezuela y el pensamiento hispanoamericano. Abanderado de ideas liberales, defensa de la libertad y de los valores democráticos, respeto al proyecto de vida de cada persona que revierte en la formación de sociedades responsables de si mismas. Sociedad civil plenamente conciente de su soberanía y su capacidad de acción política, dónde se valore el respeto al merito, el esfuerzo y la creatividad de sus ciudadanos.

Creía en una economía libre y coherente que permita hacer realidad, sin destruir nuestro planeta ni convertir a los ciudadanos en vasallos o esclavos, la dignidad que requiere que la vida se pueda llamar así, vida fue columnista en varios diarios Venezolanos e Internacionales. Dirigió la revista momento. Junto a su esposa Sofía Imber condujo el programa de opinión Buenos Días. En 1976 dio nacimiento a su libro Del buen salvaje al buen revolucionario, obra imprescindible en el pensamiento político universal.

Critico fervientemente al empresario acostumbrado al proteccionismo del Estado, nefasto, y que la responsabilidad pública sirva para enriquecerse y traicionar a la libertad.  

 Ésta es su vida, ésta su libertad

                                 


                                                        https://youtu.be/lNmeD7rJJHs 


          CARLOS RANGEL, ESE GRAN CLARIVIDENTE. A 92 AÑOS DE SU NATALICIO

 

“El hombre feliz es aquel que, siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar”. Johann Wolfgang von Goethe

Carlos Enrique Rangel Guevara nació en Caracas el 17 de septiembre de 1929. Periodista, escritor, intelectual, figura de la televisión y uno de los más notables difusores del liberalismo en América Latina. “el hombre al que no le hicieron caso los venezolanos”. Vaya nuestro sentido homenaje a su memoria.

Repasar las entrevistas que le hicieron a Rangel a propósito del libro “Del buen salvaje al buen revolucionario” es penoso, porque ahí está avisada la malaventura de Venezuela. En todas sus prolijidades, represión, dictadura, hecatombe económica, diáspora de millones de patriotas. Todo lo inimaginable. Alcanzabas a oírlo, a leerlo y quedabas atónito con la inteligencia sus advertencias premonitorias.

Carlos Rangel se cansó de explicarles a los venezolanos el inmenso peligro que corría el país si escuchaba los cantos de sirena de los comunistas.

Atacado de manera virulenta por la izquierda, el pensamiento de Carlos Rangel no llegó a ocupar en esa época el espacio que se merecía en los medios universitarios y en las revistas de opinión. Más tarde, y ahora, con motivo del hundimiento del mundo socialista, sus planteamientos han cobrado nueva vida, no para aceptarlos todos en su totalidad, pero sí para valorarlos como una desprejuiciada, honesta, valiente y razonable reflexión sobre nuestro destino.

Repito. Ver hoy, en Venezuela, las grabaciones de las entrevistas que le hicieron a Carlos Rangel a propósito del libro “Del buen salvaje al buen revolucionario” es escalofriante, porque ahí está anunciada la tragedia del país. Eso que hoy palpamos.

Aunque fue escrito en 1976 es una obra que sigue perfectamente vigente para la realidad de la región y viendo la forma en la que el autor hablaba de Venezuela, uno no deja de pensar en todo momento si no es lo que está ocurriendo ahorita…

Del buen Salvaje… es el manual definitivo de desmitificación histórica que necesitamos para quitarnos la venda de los ojos. Un punto de quiebre del repetido mensaje populista que nos hace sentir víctimas de sucesos a los cuales no tenemos control y negando la herencia occidental de la cual formamos parte. Este libro deberían regalarlo en las universidades, liceos, escuela, para que la gente abra los ojos del mundo en el que vivimos.

¡Todos los códigos! ¡Todas las advertencias, las señales, los ejemplos, los aprendizajes en cabeza ajena que hemos tenido enfrente todos estos años! Terminas de leer este libro y agregas un tono de resignada amargura ante la realidad que nos ha tocado -que me ha tocado- vivir en la Venezuela actual; nada se ha inventado, ni las ideas políticas han hecho algo para proponer salir del círculo vicioso de los complejos de inferioridad, de las reacciones sociales viscerales, de los autoengaños, de la vía cómoda del populismo, de las taras colectivas, de la comodidad del fracaso.

Recordamos, de uno en particular, de sus programas. Un comentario apropósito de unas declaraciones de Nikita Jruschov, que en un viaje a USA declaraba: ‘No podemos esperar que el pueblo estadounidense salte del capitalismo al comunismo, pero podemos ayudar a sus líderes electos a darles pequeñas dosis de socialismo, hasta que despierten un día y descubran que tienen el comunismo'». Carlos que era un dedicado anticomunista a tiempo completo, descargo toda su batería intelectual para rebatir y alertar de esa posibilidad. Con rigor conceptual y presencia de ánimo enfrentó los dogmas del marxismo en economía y política, denunció los desmanes del populismo, el colectivismo, el nacionalismo y el estatismo, y desenmascaró el autoritarismo intrínseco al marxismo. En la paradoja de la panorámica de lo que hoy acontece en el mundo y en especial en USA, diriamos que hasta en eso fue vidente.

Si bien, “Del buen salvaje al buen revolucionario” es su obra cumbre. Carlos Rangel tiene otro magnifico, menos conocido, pero igualmente visionario e importante de titulo: “El tercermundismo” (Monte Ávila, 1982). En el cual, aborda un tema desesperante. En efecto, la mayoría de los gobiernos que dominan hoy por hoy el planeta no tienen ningún interés en reducir las desigualdades entre naciones ricas y pobres, puesto que la explotación política e ideológica de esas desigualdades es más provechosa para ellos que su corrección. Más todavía, su corrección causaría la desaparición de las formas de poder que reinan sobre la mayor parte del Tercer Mundo, de las cuales los políticos que saben manipularlas derivan una combinación insólita de omnipotencia e irresponsabilidad.

“Ningún hombre es profeta en su propia tierra”. Este aforismo español es un resumen muy apropiado de la vida de este “gran intelectual liberal clásico venezolano” Como me gusta calificar a Carlos Rangel. Una figura bastante apreciada en el ámbito del liberalismo, pero poco reconocida en Venezuela. Rangel tenía ideas muy poderosas sobre la política latinoamericana y las razones del subdesarrollo de la región. Como brevemente lo esbozamos antes; la pregunta es: porque no retomar su pensamiento y vigencia como estandarte a nuestro ideario republicano y liberal.

Sentimos como propio a este gran hombre venezolano. Sus reflexiones y enseñanzas son faro de luz y guía de nuestros principios libertarios.

Fuentes:

https://movimientorepublicanoliberal.blogspot.com/

http://opinavenezuela.com/

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com DOMINGO 19/09/2021





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TITULARES DE HOY
  NACIONALES
18/09/2021

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: “CISMA EN EL ALMA”



VICENTE BRITO: ¿SE FORTALECE EL VOTO CON LAS ELECCIONES DEL 21 DE NOVIEMBRE?


ANTONIO JOSÉ MONAGAS: ¿QUIÉN SALE PERDIENDO?


ROMÁN IBARRA: CUENTA REGRESIVA


LUIS FUENMAYOR TORO: LA IMPORTANCIA DEL PRESO DE CABO VERDE


ESPECIAL DEL DOMINGO: CARLOS RANGEL


MIBELIS ACEVEDO DONÍS: “CISMA EN EL ALMA”

Uno de los autores más polémicos del s.XX, el británico Arnold J. Toynbee, desarrolla en su obra “Estudio de la Historia” (1934-1961) algunas provocativas tesis que conmovieron el pensamiento de su época. Interesado en descifrar cuál era el hilo conductor de la historia y tras examinar el auge y caída de 26 civilizaciones, Toynbee concluyó que ese tránsito se dio como respuesta colectiva a los desafíos del entorno, con éxitos que dependieron de la intervención de liderazgos creativos, la “minoría innovadora”.

El esquema desafío-respuesta y el principio de autodeterminación (la incitación que plantea el reto interno) sirven de base al proceso. Una explicación que a contravía de la visión spengleriana, descartaba el influjo determinista y confería relevancia a esa capacidad de adaptación progresiva pero discontinua que, ante el escollo, exhiben miembros de un cuerpo social. Las civilizaciones no están condenadas a desaparecer y pueden regenerarse -dice- cuando sus miembros logran responder positivamente a los estímulos, ayudados por “valores espirituales”.

Los giros de ese juego dinámico entre una élite creadora que plantea pautas de acción y una mayoría social que capta el modelaje, reproduce y propone acciones en concierto, constituye según Toynbee la clave del progreso o decadencia social. Si, frente a los obstáculos que se oponen al crecimiento, la respuesta resuelve el problema y además genera nuevos retos que reorientan la situación, habrá avance. Si por el contrario, la dificultad arropa la capacidad de responder creativamente, si no favorece entre los individuos una disposición psicológica a gestionar el escollo y los sorprende impotentes, la desintegración es una promesa.

Lo último es descrito por el autor como el “Cisma en el Alma”. Signo visible de la rotura colectiva e individual, la “grieta espiritual interna que se abre en el alma de los hombres, pues sólo el alma puede ser sujeto y autor respectivamente”. Rotura e impotencia que, de no zanjarse, empujan a la sociedad al suicidio, a la autodestrucción.

Al margen de las objeciones a este enfoque -Ortega y Gasset, por ejemplo, criticó su subjetividad, el excesivo peso del factor diacrónico propio de la posguerra, el ataque al nacionalismo que hace Toynbee al calificarlo, no sin razones, como “fermento agrio del nuevo vino de la democracia en las botellas del tribalismo"- no es menos cierto que sus aportes se vigorizan a la luz de fenómenos recientes. Tampoco cuesta detectar sintonías con conceptos como el de anomía, descrito por Durkheim; el de crisis de legitimación política/institucional propuesto por Habermas, el de crisis orgánica de Gramsci, o con las tesis de J. Diamond para explicar el colapso social.

Esa pérdida del impulso colectivo se vincula asimismo con la inadecuación entre medios y fines; con la ruptura entre un sector que al dejar de ser innovador, se petrifica y vuelve coercitivo, y una mayoría que no puede ni desea acompañarlo, pues pierde confianza en la eficacia de su conducción. En ese caso, la crisis de motivación se revela también en la esfera socio-cultural como pérdida de la autoconfianza.

Lo anterior no sólo remite a la relación entre el liderazgo político y la sociedad que recibe, procesa, avala su mensaje. También explicaría procesos de auge, declive o potencial regeneración que, a menor escala, ocurren en otras organizaciones humanas. Acá la innovación, en fin, es aliño determinante del éxito. La capacidad para dar respuesta a lo azaroso y de salirle al paso con proyectos relevantes e inclusivos, augura en buena medida un salto seguro en medio de lo fatídico.

Por supuesto, ofrecer innovación -no imitación- exige no sólo conocer a fondo los apuros del colectivo, sino identificarse con ellos. De allí que el aislamiento de las élites, su confusión entre el interés privado y el interés general, las haga más proclives al fracaso. Un preludio de las crisis de expectativas frustradas que ilustraría la disfuncionalidad venezolana. La de una oposición que frente a la privación que encaja el contexto autoritario, ha respondido con caóticos repliegues, con soluciones sin soporte realista o del todo divorciadas de las demandas sociales.

El evento electoral y su incitación a la autodeterminación debería ofrecer algún lenitivo para tal ahogo. Sin embargo, parece reinar la impotencia. Lo más grave es que la negativa a gestionar la cooperación entre distintos, la dispersión de energías, el sectarismo hecho espectáculo patético o la miopía que corta el paso a liderazgos probados o en ascenso, no sólo afecta el espacio de los decisores. El conflicto psicológico transferido a la comunidad, como advierte Toynbee, es preámbulo de la desintegración actitudinal que atenta contra el sentido de cohesión. La deserción, por un lado, o la inmolación, por otro, no se hacen esperar. La percepción de que las fuerzas inhibidoras son indomables, impone a la sociedad una derrota a priori. He allí el círculo vicioso del cual urge escapar, el debate que no admite prórroga.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela

ENRIQUE PRIETO SILVA: ¡LEGISLANDO CON ERROR IURIS!

Fuimos sorprendidos con la grata información de que la Asamblea Nacional, con una rápida acción legislativa publicó varios proyectos de reformas de leyes penales; lo que encendió la expectativa esperanzadora de muchas personas embutidas en el conocimiento y en el ejercicio de las leyes, toda vez que, desde hace mucho tiempo, venimos adoleciendo de la deficiente normativa, desfasada y extemporánea desde la aparición de la Constitución de 1999, y hemos visto fenecer las ilusiones esperanzadoras, de quienes en el ejercicio del derecho, ungimos y adosamos la esperanza quedada en el abandono, solo exaltada por la crítica del inútil manejo de esta materia fundamental, dejada de menos por el órganos legislativo nacional. Cuerpo, que desde hace tiempo ha sido corrompido por la mala praxis y por la manida abstención, que ha impedido contar con los mejores representantes del pueblo en ese órgano generador de leyes, y que, ha acumulando una caterva de militones y guisantes politiqueros, quienes creen que hacer leyes es lo mismo que tocar tambor o maracas, donde lo que interesa es el ritmo y no la música.

¿Pero, qué es lo que vemos?; vemos errores normativos insalvables, que además de contener obligaciones a cumplir ilógicas, donde muchas chocan con los preceptos constitucionales, ya bastante violados o dejados de usar, que conducen o ratifican una inconstitucionalidad deformada por la impericia y por la ignorancia; una deformación en la tipología penal que solo crea confusión.

Refiriéndonos específicamente a la reforma del Código de Justicia Militar, vemos el salpique de disloques interpretativos, non sanctus y desmarcados de la ortodoxia básica del derecho, que al concluir en conocer su efecto, percibimos su inutilidad como norma punitiva, ya que en su mayor parte solo cumple deseos administrativos procesales, la lógica del mando y la dependencia organizacional o funcional, sobre criterios que redundan en el conocimiento, pero se desmarcan de la novedad y de la ortodoxia jurídica, que como dicen expertos del acontecer mundial, la pandemia y sus medidas, unida al cambio expectante desde hace tiempo, cuando se inició el estudio de la globalidad mundial, siguen manteniendo el criterio irracional de “algunos” que dicen saber, pero que solo repiten las torpezas estudiantiles de quienes siempre se fundamentan en tesis sin aprobar.

Como indicamos, refiriéndonos a la reforma del Código Orgánico de Justicia Militar, damos este breve contenido teórico que deben conocer los legisladores como base fundamental de su propuesta:

La Constitución vigente en su artículo 261 establece:

“La jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial, y sus jueces y juezas serán seleccionados o seleccionadas por concurso…”.

Esto la individualiza y da especialidad como jurisdicción independiente. A su vez, estable su integración al Poder Judicial de la República; dándole por lo tanto independencia de los demás poderes del Estado.

“Su ámbito de competencia, organización y modalidades de funcionamiento, se regirán…de acuerdo con lo previsto en el Código Orgánico de Justicia Militar”.

Esto le da vigencia e independencia al Código Orgánico de Justicia Militar, por lo que tiene que ser un instrumento jurídico orgánico e independiente de los códigos: Penal y Procesal Penal. Además, establece para su contenido las materias: tipológica delictiva, organizativa del subsistema jurídico penal militar y; lo correspondiente a la materia procedimental (procesal).

“La competencia de los tribunales militares se limita a delitos de naturaleza militar”.

Esta normativa obliga a definir y establecer con claridad lo que debe entenderse por “delitos de naturaleza militar”. Máxime, cuando la misma norma establece la necesidad de legislar para la especialidad delictiva a los fines de diferenciarla de los delitos comunes. No es posible seguir manteniendo la dialéctica dicotomía cívico-militar, que tanto daño ha hecho al derecho y a la política, agravado por otras normas constitucionales de flagrante irracionalidad.

Es también importante el análisis del contenido de la norma, cuando dice: “La comisión de delitos comunes, violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, será juzgada por los tribunales ordinarios…” Es obvio, que esta norma diferencia los delitos militares de los delitos comunes, dándole especialidad jurídica y jurisdiccional, de lo que se deduce la lógica interpretación de que no existe ni disparidad ni legalidad de la diferenciación que se ha querido hacer entre jueces naturales para civiles y otros para militares, toda vez la jurisdiccionalidad la define el delito y no el delincuente.

Otra información que debe considerar el legislador cuando reforme el Código de Justicia Militar, es entender y saber diferenciar la normativa penal militar, de la normativa disciplinaria militar, que es solo para militares. Entender, que la norma del artículo 261 de la Constitución, hace de la justicia militar un derecho independiente de derecho disciplinario, al establecer que: “La jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial…”; obviamente, la separa de la acción de comando y del Poder Ejecutivo, donde nada tienen que ver en función jurisdiccional el presidente de la República y los mandos militares.

Enrique Prieto Silva
enriqueprietosilva@yahoo.com
@Enriqueprietos
Venezuela

VICENTE BRITO: ¿SE FORTALECE EL VOTO CON LAS ELECCIONES DEL 21 DE NOVIEMBRE?

No hay duda de que con la participación de buena parte de los partidos políticos en las anunciadas elecciones para elegir Alcaldes y Gobernadores el próximo 21 de Noviembre, se observa el inicio de un debate que puede permitir el fortalecimiento del voto como la expresión de los ciudadanos en determinar los candidatos a ser elegidos a los distintos cargos en discusión.

Algunas encuestas rebelan el aumento porcentual de los venezolanos que manifiestan su disposición a votar, al comparar el mes de mayo donde menos del 30% expresaba su intención de participar en las elecciones a Alcaldes y Gobernadores, a las recién realizadas donde casi un 50% manifiestan su deseo de participar. Lo cual nos indica que el voto como expresión de la voluntad soberana empieza a recuperar espacios de opinión favorable en la base popular lo cual es un paso importante en lograr su fortalecimiento.

No obstante se observa desconfianza en parte de la población sobre que se acaten los resultados de estas elecciones ya que un sector del oficialismo expresa públicamente su deseo de no ceder sus espacios de poder. Se hace evidente que si se logran candidatos unitarios la oposición puede obtener la mayoría de las Gobernaciones y Alcaldías lo cual va a demostrar el descontento existente en la ciudadanía por las desmejoras en calidad de vida existentes. La presencia de dos representantes no oficiales en la directiva del Consejo Nacional Electoral crean expectativas de que al menos tendremos quienes defiendan los votos opositores y puedan denunciar cualquier anormalidad. Algunos voceros opositores que sostienen la abstención como estrategia política, indican que el control de la maquinaria electoral esta en manos de la mayoría oficialista que conforman el organismo electoral, lo cual estará por verse si se mantiene la necesaria transparencia en la medida que avance el proceso electoral y los resultados sean acatados.

El VOTO surge como la expresión soberana de los ciudadanos, su fortalecimiento crea esperanzas en la recuperación de los espacios democráticos tan necesarios para demostrar que es a través del voto la forma legítima para elegir a los funcionarios que aspiran la conducción de la Nación Venezolana. Ojala se imponga el criterio de acatarlo y respetarlo.

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: ¿QUIÉN SALE PERDIENDO?

Cuando el poder se ejerce con odio, se pierde la objetividad entendida como capacidad para buscar el equilibrio entre la causa y la razón. Decía Alice Herz Sommer, profesora de música académica, que “el odio se come el alma del que odia, no del odiado”. Lo mismo sucede con la violencia. Aunque ésta embiste y devasta todo cuanto se ha construido en pos de la dignidad y la libertad del hombre. Es un problema que lo origina cuando el poder que se detenta, está impregnado del abuso que le es propio a su ejercicio desmedido.

Es el problema que caracteriza toda situación gobernada por la avaricia que contiene el poder. Sobre todo, por el poder entendido como conspiración contra la moralidad y los valores políticos. Y cuya manipulación, hace que la vida se convierta en un lugar de dolor.

Es peligroso estar próximo al poder cuando es pésimamente encausado. Es el mismo problema que vive Venezuela a consecuencia de las medidas que pretende el régimen aplicar. Ello con el objetivo de torcer el rumbo de la democracia. Y abombar el ejercicio de la política en función de umbrosos y tenebrosos intereses.

Lo acaecido por causa de los excesos cometidos en algunas alcabalas controladas por efectivos de la Guardia Nacional “Bolivariana”, en el curso de los acontecimientos que vistieron de tragedia importantes zonas del Valle del Mocotíes del Estado Mérida, es demostrativo del poder constituido en actos de violencia. Sostenidos estos, en la hegemonía ejercida a través de las decisiones adoptadas por el régimen político.

Las torrenciales lluvias caídas a consecuencia del mal tiempo originado por inesperadas inclemencias atmosféricas en la región, hizo que la geografía del referido Valle, que asienta a Tovar, Santa Cruz de Mora y poblaciones aledañas, se viera estremecida. Fue así como caudalosos caudales de crudos torrentes de agua, golpearon la placidez andina. El deslave provocado provocó serios daños de todo tipo. Particularmente orográfico, habitacional, familiar y personal.

Inmediatamente, la solidaridad de la población se volcó a apoyar el llamado de auxilio de la población afectada. La labor de la Iglesia Católica, respondió de primero al invitar al país a brindar la pertinente ayuda humanitaria que a bien fue emprendida a nivel del territorio nacional. Aunque la sociedad civil igualmente se organizó junto a empresas privadas nacionales e internacionales. La organización CARITAS, de la Iglesia Católica, se abocó diligentemente a recabar la ayuda humanitaria necesaria. Debe reconocerse que el país completo respondió al llamado de la Iglesia. Incluso, la respuesta sobrepasó las expectativas.

Dicha ayuda debió obedecer una logística que requirió de manos solidarias encabezadas por algunos obispos, sacerdotes católicos y líderes sociales.

Precisamente, acá explosiona el problema que evidencia el exceso de poder que pone al descubierto el perverso manejo de intereses que busca favorecer los intereses de la cúpula del régimen. Más, por el hecho que (equivocadamente) representa el acercamiento de un proceso político-electoral convocado para Noviembre próximo.

Es cuando, al momento de franquear las caravanas con la ayuda humanitaria, las alcabalas administradas de manera envalentonada por personal militar, surge al problema que dispara las alarmas sociales, religiosas y culturales del país. La ayuda humanitaria es retenida e impedido su paso hacia las zonas del desastre. La notica se riega velozmente haciendo que la población se enardezca ante el atropello cometido contra las caravanas lideradas por la Iglesia Católica.

El régimen se hace de oídos sordos ante las protestas que las redes sociales dejaron ver en su momento. Sin embargo algunos militares, sesgados por falsas lealtades pretenden entender que organizar cualquier ayuda de razón humanitaria es un asunto exclusivo del poder político. Pero siguen sin advertir que su presencia en problemas de orden civil, es razón que sigue anudando el desprestigio ganado al confundir el honor como divisa con el terror como recurso de represión. Además, sembrada bajo amenazas, garrotazos y disparos (al aire de los pulmones).

A todas estas, vale preguntarse ¿quién habrá perdido más? Si acaso es la trinchera que abriga las arbitrariedades de un régimen acobardado ante su incapacidad. O es la conciencia de venezolanos que, desde donde se encuentren, responden con humanidad y solidaridad el llamado de los suyos. Al final, saben que hay un lazo de sociabilidad que al vincularlos a todos, está convirtiéndose en el factor social-político-cultural sobre el cual se deparará la consolidación de una Venezuela más democrática. Y de esta lucha de apreciaciones cabe la interrogante, de todo este entuerto político que acarrea graves tambaleos a nivel nacional, ¿quién sale perdiendo?

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Venezuela

ROMÁN IBARRA: CUENTA REGRESIVA

Ya estamos en la recta final para hacer los cambios, o sustitución de candidatos para seleccionar a los mejores, con los cuales competir en condiciones contra los postulados del gobierno, que por cierto, son todos muy malos. Arrastran consigo, además de sus propios errores, los inmensos yerros y destrucción del gobierno del partido que representan a lo largo de 23 años ininterrumpidos en el poder.

Sin embargo, lo ocurrido hasta el presente en el seno de la oposición, más que dispersa, atomizada, pudiera ser la expresión de una mezcla de torpeza con odio, y terquedad. Si, es la persistencia en hacer lo que no se debe para permitir con ello –conscientemente- que los candidatos de Maduro arrasen con todo.

El sector denominado G4 (AD-Ramos/ Primero Justicia-Borges/ UNT-Rosales/ Voluntad Popular-López), lanza candidatos en algunos estados y municipios sin ningún chance de ganar, pero con intención de dividir, y con ello garantizar el triunfo del oficialismo.

Por su parte, los de la Alianza Democrática –con honrosas excepciones- tampoco han hecho todos los esfuerzos necesarios para promover la unidad necesaria, y por el contrario, participan del show del insulto y descalificaciones en las redes.

De los súper radicales no me ocupo en este capítulo porque su terquedad e insistencia en la abstención inútil, no deja resquicio para la racionalidad. Solo advertimos la preocupación que nos embarga por la división extrema de quienes antes unidos conformaron la organización que cohesionada tras un propósito, concitó la razón y emoción del electorado para derrotar ampliamente al gobierno en 2007, y 2015.

Intereses grupales, y personales; megalomanías y vanidades; políticas erradas e inconsultas; desprecio por la opinión ajena; engreimientos y egoísmos; banalidad y engaños, han sido las características de la política opositora desde que se les metió en el cerebro el ¨demonio colectivo¨ de la candidatura presidencial, luego del triunfo en las parlamentarias de 2015. Todos se sienten ungidos.

Se pusieron en carrera, sin saber caminar; quisieron masticar sin haber pasado por el tetero!

Lo cierto es que en su andar presumido y errático han dejado un reguero ruinoso, puros escombros de lo que pudo haber sido la más poderosa organización multipartidista; policlasista, y multiorganizacional en lo social para llegar a todos los sectores y rincones del país con un mensaje esperanzador y verdaderamente redentor para conquistar en buena lid, el fervor popular.

Hoy en la oposición somos una masa amorfa, desfigurada, desorientada, y sin liderazgo pedagógico, aparentemente sin destino.

Instituciones importantes para la democracia como lo fueron los partidos políticos, y el sistema electoral con la representatividad del voto, han sido desprestigiadas, y vulneradas por la recurrencia del llamado a la abstención sin propósito; por las guerras de unos irresponsables, y por la traición de la fe de la ciudadanía venezolana que otra vez confió sin resultados.

Recuperarlos hoy es tarea de suma importancia, pero requiere valentía; sinceridad; reconocimiento de los errores; arrepentimiento y enmiendas inmediatas para volver a comenzar y recuperar la confianza. No es tarea fácil.

Sin embargo, podemos salir con los mejores candidatos posibles y hacer una campaña en la que se promuevan las políticas públicas reales, y posibles de cumplir, en vez de las tradicionales campañas demagógicas que son la especialidad del gobierno.

Que la población sepa claramente como sus gobernadores, y alcaldes pueden presionar al gobierno nacional para la consecución de servicios en materia de salud; vialidad urbana y agrícola; electricidad; empresas hidrológicas; alimentación; emprendimiento, así como la realización de sus propias competencias legales, siempre evaluados por los órganos de contraloría social, y oficial, con rendición de cuentas.

Ampliar la democracia para minimizar el abuso de poder, y el cumplimiento del deber sin corrupción. Construir fuerza social suficiente para derrotar al peor gobierno de la historia republicana. Estamos en cuenta regresiva; se puede

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

LUIS FUENMAYOR TORO: LA IMPORTANCIA DEL PRESO DE CABO VERDE

En los últimos días, el escenario político venezolano se ha visto sacudido, más que de costumbre, por la anunciada decisión del gobierno de incorporar a Alex Saab, actualmente detenido en Cabo Verde y con orden de extradición a EEUU, como uno de sus negociadores en las conversaciones que se llevan a cabo en México, entre el gobierno de Maduro y el sector opositor del G4. Éste fue quizás el hecho político más importante de la semana que concluye, pues pudiera entorpecer la continuidad de las negociaciones y acuerdos entre los dos sectores protagonistas de la polarización política venezolana, que lleva más de dos décadas dominando el escenario político del país.

No pretendo analizar al señor Saab ni sus relaciones y negocios con el gobierno. Trataré sólo de comprender el insólito interés de Maduro en el caso judicial internacional de un particular, que todos sabemos nunca fue funcionario gubernamental, a pesar de lo que hoy se intente decir. Interés, que podría entenderse, y sólo hasta cierto punto, en el caso de un compatriota, pero que es inexplicable con un nacional colombiano, residente en el vecino país y con quien la relación hasta ahora establecida, que sepamos, ha sido comercial. Esto es incomprensible, a menos que haya otros intereses de por medio.

La deferencia tenida con Alex Saab, la defensa proporcionada por Venezuela, los gastos invertidos en su proceso judicial, la intensa propaganda en su defensa, no se las tuvo con los sobrinos políticos del Presidente, juzgados y declarados culpables en EEUU por narcotráfico. La actuación en el caso de Saab es como si el gobierno venezolano intercediera en defensa de la empresa brasileña Odebrecht, en los juicios que se le siguen en varios países. Se ha llegado a señalarlo como diplomático en un intento, hasta ahora fallido, de darle inmunidad y evitar su prisión en Cabo Verde y su extradición a EEUU. 

Esta actuación del gobierno es impropia, por decir lo menos, pues no puede designarse como representante del país, a alguien que no sea venezolano, y a Saab, lo conocemos desde siempre como colombiano. Y si se arguyera que tiene doble nacionalidad, cosa posible, habría que saber cuándo presentó su concurso para diplomático, cuál es su nivel, en que misiones ha estado. Personalmente no me siento a gusto conque un colombiano represente los intereses de Venezuela. No creo que una credencial firmada por Arreaza hace unos años le dé carácter diplomático a nadie, cuando esos nombramientos son del Presidente de la República. De paso. No sé si los supuestos delitos que se le endilgan son ciertos ni si se tienen reales pruebas de los mismos. La justicia gringa es demasiado “flexible”, acomodaticia y discrecional, como para ser creíble.

Pero el último intento del gobierno para salvarlo y evitar su extradición ha sido designarlo como uno de los integrantes del grupo gubernamental negociador con el G4, algo que luce como un acto desesperado y un tanto irresponsable, pues les quita seriedad a las negociaciones de México y puede entorpecerlas seriamente. A menos que ésta sea la intención del gobierno, lo que significaría un cambio radical de su política actual, favorable al diálogo y entendimiento con la oposición hasta ahora extremista. La respuesta dada por el G4 a la propuesta anunciada por el gobierno fue comedida, sin caer en la provocación gubernamental y llamando a centrarse en las negociaciones. 

Pareciera entonces que Saab es un recurso importantísimo para el gobierno de Maduro y la cúpula chavecista. Quizás es el hombre que mueve todas las relaciones financieras del gobierno y de algunos grupos privados en el ámbito internacional (bancos, cuentas, operaciones, clientes, empresas), indispensables para poder evadir las sanciones y obtener recursos para funcionar. Sólo algo así podría explicar la conducta gubernamental con este ciudadano, pues para el intervencionismo gringo esa información facilitaría sus acciones, aparte de que daría una demostración sobre su ilimitado poder y decisión de no compartir el continente americano con Rusia, China, Irán o cualquier otro. 

Una nota curiosa a tener en cuenta, pues podría significar mucho en la comprensión de la situación actual, es que el abogado de Alex Saab es Abelardo de la Espriella, ítalo colombiano, quien además es el abogado de Álvaro Uribe Vélez y su familia y un declarado enemigo del gobierno de Maduro.

Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Venezuela