lunes, 27 de marzo de 2017

OSWALDO ÁLVAREZ PAZ - EXPECTATIVAS ANGUSTIOSAS

DESDE EL PUENTE
  
¿Qué va a pasar? ¿Cuándo saldremos de esto? ¿Qué pasa sucede en el mundo opositor? Y, en fin, cualquier cantidad de interrogantes se escuchan en todas partes. Siempre con un toque de angustia en quienes las plantean. Se trata de la normal incertidumbre frente a los posibles desenlaces de una crisis que ha terminado por afectar a todo el mundo. La vida perdió el mínimo de serenidad indispensable para poder llevarla con una relativa normalidad.

Lo cierto es que se acabó el Derecho como instrumento de regulación de las relaciones de los ciudadanos entre si y de ellos con el estado-gobierno. Ni la Constitución, ni el ordenamiento legal existente son garantía para que la gente pueda desenvolverse en un clima de libertad. Para el régimen se trata de una camisa de fuerza incompatible con un proceso verdaderamente “revolucionario”. En consecuencia, la nación está a la intemperie, sometida al capricho, la ignorancia, las desviaciones ideologizadas, la ineficacia, la corrupción en todas las modalidades de un régimen que progresivamente ha liquidado la democracia. Hoy vivimos, no en un socialismo del siglo XXI, sino en una dictadura tiránica con características propias del siglo XXI, aunque con fallas tremendas, similares a todas las dictaduras conocidas en distintas partes del mundo.

El problema está en que no basta con decir las cosas. Estamos hartos de diagnósticos que sólo sirven para justificar la inacción que permitiría revertir hacia lo positivo las negativas tendencias del presente. El régimen no va a cambiar el rumbo que en lo económico, en lo social y en lo político imponen. Entonces hay que cambiarlo en el menor tiempo posible, tratando de evitar consecuencias que agraven la situación actual.

El problema es que los deseos no bastan. Se necesita la acción decidida, directa, unificada de un puñado de compatriotas dispuestos a darlo todo para devolverla libertad a la nación. Pero hay que unificar el objetivo. De lo contrario resulta imposible que las ambiciones personales y de grupo caminen hacia ese objetivo, aún con sus propias estrategias. Éste es el problema mayor que tenemos en este momento.

Tanto los candidatomaníacos que parecieran multiplicarse en escala nacional, regional y hasta municipal como las cabezas visibles de partidos y organizaciones legítimas del empresariado y el mundo laboral, parecieran no tener clara la labor a cumplir si queremos alcanzar el pregonado cambio. Pienso que ninguno cree que Venezuela merece seguir el ritmo de los acontecimientos para que esto pueda terminar, en el mejor de los casos,   alrededor del año 2019, luego de completada la etapa de maniobras para demorar, alterar y destruir las instituciones organizadas de la sociedad. Sabotearon el anhelado revocatorio, las elecciones de gobernadores y se prolonga la incertidumbre con relación a las municipales. La Asamblea Nacional, sede de la soberanía popular, reducida a pura retórica sin hacer realidad sus propias decisiones. ¡Está bueno ya!

Oswaldo Alvarez Paz
oalvarezpaz@gmail.com
@osalpaz
Desde El Puente
Caracas - Venezuela

JULIO BELISARIO - YA QUE NI LAVAN NI PRESTAN LA BATEA

EN BUSCA DE UN NUEVO INSTRUMENTO

Ya que la MUDG4 y la MUDG15, ni lavan, ni prestan la batea; no pueden, ni quieren  resolver la crisis desde su causa estructural,  que jamás mencionan, carecen de poder de convocatoria y de propuestas pertinentes que no sean mas de lo mismo; anuncian que se articularán con la SC, pero no lo hacen porque temen perder protagonismo frente a la  SC  que si tiene poder de convocatoria ( una sola federación nacional de transporte colectivo puede parar el país, es imaginable lo  que harían en sinergia todas las federaciones ), le dan largas a la firma de un nuevo pacto superior al de Puntofijo que incluya a la SC;  no queda otra que solicitarle a las iglesias cristianas católica y  evangélica que promuevan; de manera análoga a como hicieron en Alemania en 1949 devastada por el EFC/GPI; una solución radical, pacifica, electoral, democrática, unitaria y constitucional politológica,  no político partidista de la crisis: una propuesta  donde caben absolutamente todos los PP inclusive el PSUV y la SC, que resuelva la crisis de manera radical, constitucional y verdaderamente unitaria y reconciliadora.

Primero:  constituir un  NUEVO ÓRGANO UNITARIO SUPERIOR (NOUS)  de verdadera unidad superior que incluirá  PPs,  SC, ONGs, Grupos de pensamiento y personalidades de alta experticia política.

Basta con que los presidentes de los  Partidos Políticos de oposición que tienen representación en  la ANL elijan un Consejo Directivo Político.; y los presidentes de Fedecámaras, Fedecomercio, Federaciones Sindicales, Colegios de Profesionales, ONGS, mas representantes seglares de las Iglesias cristianas y judía; y del FIM ( militares retirados),  un Consejo  asesor del NOUS.

Segundo: Lograr un nuevo gobierno de transición por negociación  o de período completo por elección   que se enfoque en dos objetivos: (1) atender la grave situación  económica y social ( aceptación de la ayuda humanitaria de alimentos y medicinas,  liberación de todos los presos políticos, regreso de los perseguidos autoexiliados, eliminación del control de cambio (principal fuente de corrupción, inflación y escasez), detener de inmediato el flujo de dólares a Cuba, y de petróleo a Cuba y países de petrocaribe;  repatriación  de los miles de cubanos "asesores"; desmantelamiento de las gobernaciones y alcaldías paralelas; reactivación de la agricultura y la manufactura; establecimiento de un plan de empleo con base en la reparación de infraestructura destruida;  acatamiento de la ANL, nombramiento de los rectores de periodo vencido del CNE; y suspensión d elos magistrados del TSJ que no cumplen con los requisitos para integrarlo; y derogación de todas las leyes y reglamentos socialistas anticonstitucionale.s
 (2): convocar una Asamblea Nacional Constituyente Originaria (ANCO) que redacte una nueva Constitución para reemplazar el EFC/GPI  por un   modelo de Estado federal de poder  descentralizado (EFD) con régimen de gobierno muy limitado ( EFD/GL) tipo EE UU, Francia o Alemania; una ANCO en los términos propuestos por  el MID Táchira y la Alianza Nacional Constituyente(ANC):

 (  https://youtu.be/cQuvKUJv-s4

https://youtu.be/5VPaybq2kzA  .. Libro: LA REBELION DE LAS REGIONES
https://drive.google.com/file/d/0BzcKJiZz6jwbTW0wVkV6elJrQW1YODNucFVWdERUVDkyWmJF/view?usp=sharing … )

 O, en  la ANL; con el deliberado propósito de reemplazar el EFC/GPI por un EFD/GL; se puede por consenso encomendar la redacción de un anteproyecto de Constitución  con el deliberado propósito de sustituir el actual régimen de gobierno presidencial imperial por un nuevo tipo de Gobierno distinto al presidencialismo imperial; la actual federación  de 23 estados y 335 municipios absolutamente sometidos al PR imperial, por una federación de estados y municipios integralmente autónomos;  y la actual  propiedad  constitucional  de PDVSA   a favor del Presidente transferirla a la Federación y sus órganos representativos: ANL, Consejo Legislativos estadales y Consejos municipales; a una Comisión de 9 abogados constitucionalistas presidida por Allan Brewer Carías e integrada por Blanca Rosa Mármol  de Leon, Cecilia Sosa, Alberto Arteaga, Herman Escarrá, Ricardo Combellas, Jose Vicente Haro, Jose Armando Mejía Betancourt y Jose María Casal; que será analizado en ANL, aprobado y luego sometido a referéndum nacional.

¿Que estan esperando? ¿ Que el Presidente Trump y  Almagro manden soldados y diplomáticos y  nos resuelvan la crisis?.


Julio César  Belisario Mejías.
jbelisar789@gmail.com
@jbelisariom
Delenda Est Centralismus Et Populismus
Lara - Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS - ¿IMPERTURBABLE TESTARUDEZ?

VENTANA DE PAPEL


Aunque suele ser por ratos, luce extrañamente contrariado comprender la ofuscación de quienes gobiernan Venezuela que sabiéndose perdidos o acorralados, se empeñan en continuar girando órdenes en la dirección de imponer su fracasada revolución bolivariana. Mas luego de tanto tiempo, vivir tan gruesa incoherencia, dicha preocupación se volvió reincidente. O sea, se cundió del mismo problema que genera el hecho de padecer la reincidencia acumulativa orgánica de alguna molestia.

Cualquier análisis sobre tan grave dolencia política, da cuenta de una flemática reticencia producida por la ceguera y sordera de quien cree tener ganarlas todas. Además, abstraído de las realidades cuando comportan efectos insidiosos. Porque no es posible aceptar, ni mucho menos adular, a quien en conocimiento del clamor popular ante la avalancha de problemas de índole estructural, no circunstancial, se aferra a pensar en lo contrario. Es decir, que por incapaz o soberbio, no reconoce dificultades muchas de las cuales están ante los ojos de cualquiera. Más, si se trata de la atención que debe prestar un gobernante con responsabilidad en la conducción de una nación.

Es lo que está aconteciendo en Venezuela toda vez que ante la falta de medicamentos y la carencia de alimentos, es decir de derechos constitucionales vulnerados por la desobediencia abierta de quienes gobiernan, el pueblo cae en una fase de depresión con la fuerza necesaria para arrastrar el país hacia estadios de violencia peligrosamente acentuados.

Es, precisamente, lo que cuesta comprender. Sobre todo, cuando faltan razones viables que justifiquen la conservación del poder por factores enquistados sin más resultados que la pronunciación de una crisis de carácter global. Esto conduce definitiva y compulsivamente, a que el país entre en una situación de franca animadversión para luego caer en serios enfrentamientos capaces de hundirlo a niveles freáticos de encarnada ebullición social. Ya la economía perdió su asidero operacional. La sociedad, se degradó al extremo que la anomia envolvió casi todas sus reacciones por lo que el desorden luce de difícil control para una fuerza policial-militar contaminada por la corrupción y la apatía de sus miembros.

El desarreglo venezolano, inspirado en revoluciones fracasadas, representa otra manifestación más de cuando la avaricia por poder se convierte en excusa para degradar la espiritualidad del hombre y colocarlo a merced de las coyunturas. Por eso, las dictaduras terminan rompiéndose por dentro. Es exactamente, lo que deriva de cualquier arribo al poder ganado sobre la ignorancia política de un pueblo, además engañado. Será lo que resulta de una ¿imperturbable testarudez?


 “Cuando se habla de una ciudad sin ley, pudiera pensarse en lo que constituye una ciudad a la deriva. O sea, a merced de los acontecimientos o circunstancias. Es en lo que se ha convertido cualquier ciudad venezolana, luego de que el régimen ha buscado desarreglar todo para que con el resultado de tan fatídica hazaña, pueda provocar la regresión del país a tiempos del oscurantismo, la ignorancia y del ocultismo. En ello converge el socialismo del siglo XXI”

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Merida - Venezuela

EDUARDO FERNANDEZ - Y AHORA LAS PANADERÍAS

CAVANDO TUMBAS

Dicen que los Borbones, “ni aprenden ni olvidan”. Podríamos decir del Gobierno venezolano que ni aprende ni rectifica ni escarmienta.

Expropiaron Agroisleña y se acabó la producción agrícola y pecuaria en el país. Expropiaron las empresas productoras de café y los venezolanos nos quedamos sin café.

Expropiaron las empresas lácteas y nos quedamos sin leche. Expropiaron Sidor y nos quedamos sin acero. Expropiaron los centrales azucareros y nos quedamos sin azúcar. Ofrecieron la Ruta de la Empanada y las arepas socialistas, y ambas brillan por su ausencia. Ahora le toca el turno a las panaderías y nos quedaremos sin pan.

Esas expropiaciones solo han servido para poner en evidencia la incompetencia del Gobierno, pero también el despilfarro de la inmensa riqueza que le ha tocado manejar y, además, la manera de construir oportunidades para la corrupción.

Despilfarro, corrupción e ineficiencia son las tres palabras que caracterizan la gestión del Gobierno. En el marco de esa política que se hace en nombre del socialismo, de la revolución y de los intereses de los pobres, lo que se ha producido es hambre, desabastecimiento, inflación, deterioro del poder adquisitivo del ingreso familiar, colas, corrupción, alto costo de la vida y desnutrición.

Será que no se dan cuenta? ¿Será que los dogmas ideológicos pueden más que las enseñanzas de la realidad? ¿Será que nadie les ha informado que hay hambre y desnutrición y que los ciudadanos no consiguen alimentos ni medicinas?

El Gobierno ni aprende ni rectifica. Por causa de esas políticas equivocadas ha empobrecido a un país que no tendría que estar pasando tantas penurias. Un país que tiene recursos suficientes para vivir mejor, mucho mejor.

Gracias a esas políticas equivocadas, el Gobierno perdería cualquier elección que se convoque en cualquier nivel. Por eso le huye a las elecciones. Por eso toma la peligrosa deriva del autoritarismo y de la reducción de los espacios democráticos. Lo mismo que ha ocurrido en todos los países en los que se ha ensayado el modelo del socialismo real.

El Estado existe para cosas muy importantes: proteger la vida de los ciudadanos y sus propiedades. En Venezuela, ni la vida ni las propiedades están protegidas por el Estado.

El Gobierno ni aprende ni rectifica. Está empeñado en cavar su propia tumba. Pero lo más grave es que está cavando la tumba de muchos venezolanos.

Seguiremos conversando.


Eduardo Fernandez
efernandez@ifedec.com
@EFernandezVE
Miranda - Venezuela

LUIS MARIN, PRIMERO CUBA

LA SOLIDARIDAD ES PARTE DEL INSTINTO DE CONSERVACIÓN

Para que sobreviva la revolución cubana debe sobrevivir la revolución bolivariana, decía Fidel Castro mientras abrazaba a Hugo Chávez; pero el adagio jurídico dice que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, entonces, si cae la revolución cubana también caerá la revolución venezolana.

Los procesos políticos de ambos países han estado entreverados antes del triunfo de la democracia en Venezuela en enero de 1958 y la entrada de los barbudos en La Habana en enero de 1959. Fue popular la campaña de “un bolívar para la Sierra Maestra” que recaudaba fondos para enviárselos a Castro como una suerte de cordón umbilical que todavía no se ha cortado.

Este fue el primer país que visitó Castro apenas quince días después de bajar de la sierra, antes de formar su propio gobierno, dando un mitin multitudinario en el centro de Caracas, en ilustrativo contraste con la acogida que tuvo Richard Nixon el año anterior, que fue recibido a patadas y escupitajos por la misma multitud enardecida, al punto que la flota americana se movilizó ante la eventualidad de rescatar a su vicepresidente en peligro de ser linchado.

Tanto más irónico es que la democracia en Venezuela le debe mucho más al beneplácito de EEUU que al apoyo de Cuba que entonces todavía estaba bajo el yugo de Batista; sin decir que los americanos pagan al contado la factura petrolera mientras que Castro sólo recibe a crédito y nunca paga, salvo el simulacro de servicios que son en realidad productos de la ocupación.

Fidel Castro tuvo razón y fue profético cuando proclamó aquel 23 de enero de 1959: “Con el impacto de la emoción más grande de mi vida, porque fue para mí más emocionante la entrada en Caracas que la entrada en La Habana, porque aquí lo he recibido todo de quienes nada han recibido de mi”.

Así que los comunistas sacan un provecho indebido de la simpatía que profesan los venezolanos por Cuba, que en relaciones internacionales es contraria al comportamiento normal de todos los países en todos los tiempos, de “dar todo sin recibir nada a cambio”, como no sea este rosario de calamidades en que se ha convertido el trasplante del sistema de dominación política insular a tierra firme.

Paradójimente, muestran una singular insensibilidad ante los ostensibles sufrimientos del pueblo cubano, se tragan completo el discurso descalificatorio oficial de que los anticastristas son batisteros, gusanos, mercenarios, mientras que la dictadura militar comunista se percibe como un David enfrentado al Goliat imperialista americano.

Esa visión distorsionada de la realidad ha sufrido un vuelco radical cuando les ha tocado sufrir a su vez los desmanes de los comunistas; es ahora que, como al despertar de un sueño soporífico, se siente el escarmiento después de años de complicidad e indolencia frente a las tragedias ajenas.

Hoy se entiende que la solidaridad no es un asunto de filantropía, sino parte esencial del instinto de conservación: Si los venezolanos no ponemos todos nuestros esfuerzos y recursos en función de la libertad de Cuba no podremos salir de esta trampajaula que hemos ayudado a armar.

Porque le entregamos la llave al carcelero, que está allá.

CON LOS SANTOS NO SE JUEGA

En EEUU se suele decir que “nadie sabe lo que hará el presidente Trump, ni siquiera el mismo presidente Trump”, por lo que resulta ocioso conjeturar cuál pueda ser el curso que tomará su relación con Castro para alejarse de la apertura de Obama (siempre que no sea desautorizado por algún juez federal).

Pero hay cuestiones duras que están por encima de lo que haga o deje de hacer una administración, así como sobre la pretendida omnipotencia del partido comunista, por ejemplo, que Raúl Castro tiene ya 85 años y aunque diga que abandonará el  poder en el 2018 no existe ninguna garantía de eso ni de cualquier otra alternativa.

Aquí cobra especial pertinencia la sentencia de Nikita Kruschev que dice: “Si el socialismo quiere tener algún futuro, tiene que resolver el problema de la sucesión. No puede ser que cada vez que se plantee un relevo de mando lleguemos al borde de la guerra civil”.

Kruschev no ocultaba su envidia ante el hecho de que las democracias occidentales han encontrado mecanismos institucionales para traspasar pacíficamente el poder o, como diría Raymond Aron, “sin derramamiento de sangre”. Este problema no lo ha resuelto ni remotamente la élite dominante en Cuba.

A nadie se le escapa que el anuncio de la muerte de Fidel Castro el 25 de noviembre pasado fue sólo eso, un anuncio; nadie cree que haya muerto realmente ese día que es el mismo en que sesenta años atrás, en 1956, el yate Granma zarpó del puerto de Tuxpan, Veracruz, México, para invadir a Cuba, iniciando la lucha armada en la Sierra Maestra.

El 26, día en que el Comité Organizador inició las exequias, tiene tan relevantes connotaciones esotéricas para esa secta que hace la coincidencia tan oportuna como le resta credibilidad: a su movimiento lo llamó 26 de julio (M-26), nació el año 26, su día es el 13, o sea, la mitad de 26 y así un largo etcétera.

Se decretaron 9 días de duelo nacional, es decir, un novenario, como es costumbre para los fieles difuntos en la religión católica. Pero lo más llamativo es que la fecha escogida para el entierro al pasar los nueve días cayó el 4 de diciembre, esto es, el día de  Santa Bárbara, adorada por los cubanos, pero también del orishá Changó, deidad de la religión yoruba, de la santería cubana, dios del trueno, la virilidad, la guerra. Ambos ataviados de rojo, fácil de asociar con la bandera del partido.

Desde el principio Castro utilizó estas truculencias, haciendo posar una paloma blanca amaestrada en su hombro mientras daba su primer discurso, desde entonces se dio a conocer como “el mensajero de Ochún”, otra orishá, esposa de Changó, que se sincretiza en la Virgen de la Caridad del Cobre, La Cachita, Patrona de Cuba.

El verdadero fracaso del marxismo en Cuba fue su intento de imponer una filosofía materialista y tener que rendirse ante la ancestral espiritualidad del pueblo cubano; pero esto los aleja de las preocupaciones prácticas de la vida, económicas, lo que ayuda a comprender que estén más cerca del Papa Francisco que de Donald Trump, que adopta un crudo pragmatismo mientras Castro se refugia en la magia y el ocultismo.

Raúl Castro ha declarado que “con un Papa así” hasta él volverá a la Iglesia; el Papa replica que “son los comunistas los que piensan como cristianos”. Para los jesuitas el comunismo ya no es el problema sino el consumismo, que luchan por erradicar.

De Fidel Castro se sabe que fue educado por los jesuitas, así como que San Ignacio de Loyola fue un militar, creador original de los principios de disciplina, subordinación y obediencia absolutos. Sus camaradas lo denunciaron ante el Papa Pablo IV como “un tirano, que gobierna despóticamente”. Y no porque fuera terco, empecinado e inflexible, como siempre se dice, sino porque es imposible crear una organización ascética sin un estricto autoritarismo.

Se ignora por completo cuáles puedan ser los ritos funerarios comunistas porque se supone que son ateos, por lo que no hay pastores que ayuden al tránsito del alma al más allá, entonces, Raúl Castro tiene que oficiar como deudo, sucesor y sumo sacerdote de un culto desconocido, celebrado en estricta privacidad.

Para aumentar los interrogantes se incineró el cadáver, de manera que no se puede saber ni se podrá verificar nunca cuándo y de qué murió, ni siquiera de quién o qué serán esas supuestas cenizas que pasearon a lo largo de la isla para inhumarlas en Santiago dentro de una enigmática roca de granito de varias toneladas, casi esférica, con una liturgia  extraña, lo que justifica otras especulaciones.

Quizás sea sólo un gusto del tirano que sepultó a su esposa fallecida en 2007, Vilma Espín, en una semejante ubicada en el Mausoleo del II Frente Oriental donde se reservó un lugar para sí mismo; pero el culto de la roca puede encontrarse en religiones como el Islam, que venera la piedra negra de la Kaaba y el domo de la roca en el Monte del Templo, desde la que Mahoma habría ascendido al cielo con todo y su caballo, Buraq.

Según la tradición Jesús le dijo a su discípulo Simón que “eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, donde se fundamenta el derecho sucesoral del papado. Sería una piedra fundacional, símbolo de la solidez de la revolución, la base de un nuevo credo.

En Venezuela de inmediato el sacerdote José Palmar, antiguo chavista, denunció que quien murió fue un tal Silvino Álvarez, que ejercía como doble de Fidel Castro, quien habría muerto el 5 de marzo de 2013.

Curiosamente, la fecha que le atribuyen a Hugo Chávez, quien no murió el 5 de  marzo de 2013, como se dijo, sino el 30 de diciembre de 2012, según su jefe de seguridad, el capitán Leamsy Salazar.

Fantásticos montajes, urdidos meticulosamente, con cada paso calculado, nada dejado al azar o a la espontaneidad, como corresponde a buenos comunistas-científicos; pero todo tan falso como un museo de cera.

Vidas consagradas a la mentira, no pueden tener ni siquiera una muerte cierta.

FINAL DEL JUEGO

A Yogui Berra se atribuye haber dicho que “el juego no se acaba hasta que se termina”, a Mao que ciertamente “la basura no desaparece por donde no pasa la escoba”, lo que conduce a la idea de que algo queda inconcluso en Cuba, donde nada parece haber terminado con el anuncio de la muerte de Fidel Castro.

Es cierto que los comunistas pretenden transmitir la fingida confianza en que aun con la muerte o el retiro de Raúl Castro, nada cambiará en la isla y todo seguirá como ha sido hasta ahora, luego de más de medio siglo de hegemonía del Partido Comunista Cubano.

Y este es el quid de la cuestión: que se concluya, al menos en occidente, que un régimen de partido único es inaceptable, no sólo por contrario a los Derechos Humanos, por las altas dosis de represión requeridas para mantenerlo, sino porque es impracticable, imposible de realizar, una quimera estéril y cruel.

Se ha establecido que en los países totalitarios el nudo poder se desplaza de las Fuerzas Armadas a la policía secreta; esto es un peligro como una oportunidad, como atestiguan el fin cruento de Lavrenti Beria a la muerte de su amo Stalin y el encumbramiento de Vladimir Putin, de esbirro del KGB a dueño de todo el poder en la Rusia post soviética.

Raúl Castro parece haber resuelto su pugna con el MinInt a favor del MinFar: nombró Jefe de Coordinación de Inteligencia de ambos ministerios a su hijo, coronel Alejandro Castro Espín, delfín y posible sucesor del trono. Las FFAA controlan todo en Cuba, no sólo la represión interna y defensa externa, que es su función formal, sino la economía, mediante empresas que manejan tanto la escasa producción interna como el comercio exterior mediante un holding conocido como Grupo de Administración Empresarial, S.A. (GAESA), que preside su yerno el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, padre de Raúl Rodríguez Castro, nieto-guardaespaldas y sombra impertinente del tirano.

El método secretista cubano se ha transparentado por lo que hacen en Venezuela, donde los militares han asumido todas las funciones de gobierno y administración, desde los poderes públicos, las gobernaciones de Estado, hasta los fondos, banca, fundaciones, empresas públicas y las privadas que caen bajo régimen de confiscación.

Volviendo a Donald Trump, quien se autodefine como “un negociador justo”, la única veleta para determinar la dirección en que sopla el viento es la medida en que esto sea negocio para su administración. Es desalentador recordar que el tamaño de toda la economía cubana no alcanza a un condado de La Florida, sólo uno entre cincuenta Estados y no el más grande.

Venezuela tiene un poco más, pero eso depende de cómo nos vea el Secretario de Estado, para quien “lo que es bueno para Exxon es bueno para EEUU”, de qué oportunidades brinde la desregulación ambientalista allá y la rebatiña del arco minero del Orinoco aquí.

El plan de Obama, bendecido por el Papa, es llevar a Maduro hasta el 2019 y que haya algún simulacro de elecciones así no sean creíbles; en el ínterin se le vence el período a Raúl Castro en 2018. ¿Podrá Maduro sobrevivir sin su mentor en La Habana? ¿No se rompe el equilibrio entre una ficha de Cuba en la presidencia y otra de Irán en la vice? ¿Pondrá Rusia aquí su anunciado puerto para submarinos nucleares, como hizo en Siria?

Es un dicho venezolano, no repetido en ninguna otra parte, que: “La esperanza es lo último que se pierde”; pero no parece que pueda tenerse a falta de todo lo demás.

Luis Marin
lumarinre@gmail.com
@lumarinre
Caracas - Venezuela

ALFREDO MICHELENA, CARTA NO TUMBA GOBIERNO

BITÁCORA INTERNACIONAL

Hablar de la Carta Democrática Interamericana (CDI) se ha convertido en un “retornello  ad nauseam”.  Cada día, dirigentes de la oposición nos repiten que hay que aplicar la CDI para liberarnos de Maduro y eso en forma de cascada va drenado hacia los ciudadanos de a pie.  Preocupa que esto se convierta en otro referéndum revocatorio sin “plan B”. ¿Se acuerdan de aquello de que “el plan B es que funcione el plan A”? Bueno, cuando tumbaron el plan A no había plan B. El mismo Chúo Torrealba lo confesaba cuando declaró que “…tras el despojo del revocatorio la unidad se quedó sin política”.

Para evitar esto hay que tener muy claro varios aspectos. Comencemos subrayando la importancia de haber ganado la Asamblea Nacional (AN), pues esto junto al talante moral del secretario general de la OEA Luis Almagro permite que ahora hablemos de aplicar la Carta.

Ella ya fue invocada en junio del 2016 cuando una veintena de países aceptaron escuchar el informe de Almagro. Entonces no se tomaron decisiones sino la de apoyar  el “diálogo/buenos oficios” impulsado por el régimen a través de Unasur.  Como sabemos, los “buenos oficios” de los “tres chiflados” expresidentes  y el diálogo que promovió el Vaticano solo consiguió prolongar la agonía de los venezolanos, frustrar esperanzas,  dividir a la oposición y permitir una cierta recuperación del régimen. Aunque las manipulaciones del régimen y la  suspensión  del referéndum y de las elecciones regionales mostraron la confiscación del derecho a elegir y la cara de la dictadura.

Por petición de la AN, Almagro actualizó el informe que ahora debe ser discutido. Se necesitan 18 votos primero para que se efectúe la reunión del Consejo Permanente y luego para que la OEA actué. Desde ya hay que descartar lo del ultimátum de Almagro. Lo más que se podrá lograr sería la creación de un grupo de amigos, otros buenos oficios o diálogo, pero con presencia de la OEA con los que el régimen no colaborará.

Para que el régimen sea excluido de la OEA se requieren 26 votos que no se tienen, en especial por los compromisos crematísticos del Caribe y Centroamérica con el régimen. Recordemos que hay 15 países en Petrocaribe y 10 en ALBA que son fáciles de presionar. Además, sería un error excluir el régimen de la OEA y fomentar su aislamiento internacional.

Entonces para qué impulsar la CDI si tiene pocos efectos prácticos en lo doméstico. Primero, no hay que desdeñar ningún frente de lucha y la aplicación de la CDI aunque sea muy “light” es un golpe al régimen y mejora el posicionamiento internacional de las fuerzas opositoras. Segundo, esto alinea más fuerzas internacionales que podrían cooperar en la transición y consolidación de un nuevo gobierno democrático. Tercero, permite contrarrestar las alianzas internacionales como la creada del Foro de San Pablo en apoyo del régimen. Y, finalmente, facilita neutralizar o redefinir nuevas alianzas con otros gobiernos que prefieren mantener el “status quo”.


La CDI ni tumba gobierno ni traerá a los marines ni a los cascos azules. Seremos nosotros quienes sacaremos al régimen de Miraflores, pero una comunidad internacional favorable a ese cambio facilitará el proceso.

Alfredo Michelena
alfredomichelena@gmail.com
@Amichelena
Internacionalista
Canada
Caracas - Venezuela

ANGELICA MORA - VENEZUELA EN EL ABISMO

APUNTES DE UNA PERIODISTA

"No hay palabras para describir el horror", expresó conmovido Winston Churchill al final de la Segunda Guerra Mundial, frente a las atrocidades cometidas por los nazis durante 12 años.

 La historia se repite en Venezuela, luego de siete décadas, bajo otras circunstancias, pero proporcionalmente no menos terribles que en 1945.

El paralelo entre lo que ocurrió en el holocausto y lo que pasa hoy en Venezuela es dramáticamente parecido.

Negación

El mundo a fines de la Segunda Guerra, dijo ignorar la existencia de los campos de concentración y lo que allí pasó. frente a la muerte de 6 millones de seres humanos.

Con Venezuela, los gobiernos que pudieran hacer algo se niegan a actuar, aduciendo "el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países", pese a que los regímenes como Cuba y Venezuela han violado reiteradamente esta doctrina.

Fidel Castro proporcionó armas y adoctrinamiento a las guerrillas para atacar los gobiernos democráticos y aleccionó a Hugo Chávez para llevar a cabo un cambio revolucionario en la nación, cuna del Libertador Simón Bolívar.

Fue así como Chávez desmoronó los cimientos económicos, políticos y democráticos del país durante su mandato de 13 años y esta destrucción continúa hoy en manos de su sucesor, Nicolás Maduro.

Tergiversación

"El Encuentro", libro escrito por la oficialista cubana Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez en el año 2005, relata que el nacimiento de la amistad entre el teniente coronel Hugo Chávez Frías y el Comandante en Jefe y líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, se inició el 13 de diciembre de 1994.  Escribieron: "El joven militar, encabezaba entonces el Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 que lo llevaría al poder cinco años después".

Sin embargo eso es falso. La amistad entre Castro y Chávez se inició en la década de los 80, pero ésos vínculos se mantuvieron en secreto, viajando el ambicioso paracaidista venezolano varias veces a Cuba a recibir instrucciones, actitud que seguiría hasta su misma muerte en la Isla, en diciembre de 2012.
Fue solo en 1999 cuando se hizo pública en La Habana esa funesta amistad entre el triunfante nuevo presidente de Venezuela y el comandante cubano. Chávez en esa ocasión, fervientemente, llamó a Castro “hermano” y dijo que “Venezuela iba hacia el mismo mar donde está el pueblo cubano: mar de felicidad, de verdadera justicia social, de paz''.

Paralelos

Documentales y el Juicio de Nuremberg mostraron las vastas masacres en los campos de concentración. Los nazis trataron de ocultar el horror de lo ocurrido al final de la guerra, matando a los sobrevivientes, quemando cuerpos, barracas y mintiendo a los aliados sobre epidemias de tifus y otras enfermedades contagiosas, en los diferentes campos de la muerte.

No se le había creído a los soviéticos, quienes tenían fama de falsificar o exagerar los acontecimientos y que habían sido los primeros en llegar al campo de concentración de Bergen-Besen, en el noroeste de Alemania.

Los ciudadanos alemanes se beneficiaban o ignoraban las atrocidades que se llevaban a cabo a pocos kilómetros de sus viviendas. El balneario Bensee quedaba a unos escasos kilómetros del campo de concentracion de Dachau.
Para el resto del mundo era difícil imaginar el infierno nazi.

Cuando emergió la verdad, los militares alemanes no querían mirar las fosas ni los cadáveres, aunque miembros del SS  fueron obligados a enterrar a miles de muertos que aún permanecían sin enterrar.

El empresario de medios de comunicación, Sidney Berstein, había documentado fielmente los horrores de los campos de exterminio, en colaboración con Alfred Hitchcock, pero no pudo hacerlo público, por razones políticas.

Hitchcock y Bernstein habían sido comisionados en 1945 por el gobierno británico para realizar el documental Campos de concentración alemanes, estudio documentado, por el cual se pretendía mostrar a los alemanes los horrores de la brutalidad nazi.

Pero hubo de pasar más de70 años para que las imágenes captadas  en los campos de concentración de Bergen-Belsen, Dachau y Auschwitz vieran la luz en el documental llamado Night Will Fall, "Caerá la Noche" dirigido por Andre Singer y proyectado hace solo dos años, durante el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

Venezuela en el abismo

Hoy, tenemos al frente un nuevo ciclo de tragedia.

Nicolás Maduro ha hecho su trabajo de aportar más barbarie y  brutalidad a la obra de su predecedor.

Envuelto en su arrogancia, el ex chofer del Metro de Caracas ha sumido en el hambre, enfermedades y terrible represión, a la población venezolana.

Como en el siglo pasado, la humanidad observa, pero no actúa.

No puede negar lo que está ocurriendo en Venezuela. Los medios de comunicación traen diariamente noticias, fotos y videos del apocalípsis moderno en que se hunde la nación bolivariana.

La rueda de la historia se está demorando demasiado en girar y  aplicar una acción pena internacional.

¿Qué juicio y que castigo recibirán los culpables? ¿Morirán en la cama, como Fidel Castro y Hugo Chávez?

Dijimos "nunca más", pero aquí estamos de nuevo, sin haber aprendido la lección.


Esperemos que cuando lo hagamos, no sea demasiado tarde.

Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco
Estados Unidos

DARÍO ACEVEDO CARMONA - CON LAS MANOS EN LA MASA, CASO COLOMBIA

EL MODELITO CHAVISTA

Así comenta el vecindario cuando un ladrón es descubierto in fraganti cometiendo un delito. En una situación así, se piensa que el pillo no tiene salvación, aunque pudieran darse casos en que este, viéndose en apuros, descargue el objeto robado a un lado y exclame “Yo no fui” o “Requísenme, pero eso no es mío”.

Ni más ni menos es lo que estamos presenciando en el bochornoso episodio, uno más en la larga cadena que tiene en su haber el señor Juan Manuel Santos. Su proceder es tan grave que han resultado vanos y hasta ridículos los esfuerzos de sus escuderos por liberarlo de toda culpa en el episodio de la financiación ilegal de sus dos campañas presidenciales.

Las declaraciones de Roberto Prieto, su gerente, lo dejan por el suelo, sin opción distinta a la renuncia si en conciencia le quedase un resticio de decoro y de respeto por la ciudadanía. El problema no es que unos millones de camisetas hayan sido o no decisivos, como espetó Horacio Serpa, el escudero de Ernesto Samper en el escándalo del “ochomil”, ni que con afiches o sin afiches de todas formas hubiese ganado la presidencia en 2010 como dijo sin inmutarse el matemático Mockus a quien al parecer se le extravió su brújula ética y quizás por ello no atinó que el problema fue la financiación ilegal de la campaña Santos. Y claro, no faltan los que todo lo miran desde un retrovisor que alcanza a gobiernos anteriores, que remite a la culpa colectiva que diluye la falta en análisis soporíferos con tal de echarle un salvavidas a quien se está ahogando en el mar de sus propias sandeces.

La cuestión con Santos no puede ni debe pasarse por alto, como si nada hubiese sucedido, como si fuera verdad el “me acabo de enterar”, con que trató de autojustificarse y que en las calles suscitó reacciones de rabia e ironías por su cinismo.

Lo de Santos es, sin atenuantes, una forma de ser de la que él se ufanó y se sigue ufanando. No es ni siquiera la del tradicional jugador de póker que arriesga y engaña con sus gestos y miradas pero sin dar patadas ni esconder cartas. Santos, para recordar la memorable caracterización que le hiciera Carlos Gaviria, es una persona a la que “no han podido pillar diciendo una verdad”. Aunque él se ha encargado de demostrar que esa no es su completa personalidad. Es una larga órbita desde la organización fallida de un golpe de estado contra Samper y la financiación de su campaña por Odebrecht, las mentiras de la paz y el desconocimiento de la voluntad popular del plebiscito del 2 de octubre.

La lista de engaños, mentiras, ardides, trampas, mañas y ya hasta delitos es tan profusa como para no dejar dudas de que su problema es irremediable. Lo grave de todo ello es que este señor, bien educado, adinerado, miembro de una de las más rancias familias de la oligarquía cachaca y centralista que se cree dueña del país, con sus procederes ha llevado a la nación a una situación deprimente, de caos institucional, golpe de estado, sustitución de la Constitución, abolición de la separación de poderes.

Las consecuencias del desorden creado por el señor Santos son catastróficas desde cualquier ángulo y en casi la totalidad de los aspectos. Hay que repetirlo porque no estamos hablando del arroz que se le quemó o de un simple traspié. Se trata de temas capitales para Colombia. Es la demolición sistemática de la confianza y la credibilidad, no mucha por cierto, de un pueblo sufrido, aguantador, doliente, generoso y trabajador.

Digan lo que quieran los estudiosos de las “causas estructurales” del desastre institucional, échenle la culpa a la clase política, a la política, generalicen, repartan la culpa a tirios y troyanos, enmascaren a su dirigente, tapen su vergüenza por haberlo apoyado refiriéndose a otros gobernantes. Pero no podrán tapar el inmenso peligro que hoy encaramos: en la línea de sucesión caso de que se obtenga su renuncia por presión ciudadana estaría el general Naranjo, el mismo que asesoró la paz entreguista de La Habana y el presidente del Congreso, Lizcanito, envuelto en más de un lío y acusaciones varias, como para decir, “peor el remedio que la enfermedad”.

Y luego, el panorama de cara a las presidenciales de 2018. Están dadas casi todas las condiciones ideales, según Lenin y Gramsci, para que se produzca el “estallido revolucionario”: división irreparable de las “clases dominantes”, vacío de poder, crisis institucional, amplia desconfianza de la población en sus líderes tradicionales y en sus instituciones, existencia de fuerzas que ya están tratando, ni bobos que fueran, de aprovechar el momento para llamar a la formación de un “gobierno de transición” o “alternativo” e idiotas útiles que perteneciendo al establecimiento piensan que hay que darles su oportunidad.

¿Cómo no pensar en la Venezuela de los noventa? Se podría repetir algo parecido? No tengo la menor duda, eso puede llegar por la vía menos pensada y no tan dolorosa, en principio. No sobra advertir que, los que nos dicen que eso no será posible, son los que nos quieren meter como sea el modelito chavista.


Ruben Dario Acevedo Carmona
rdaceved@unal.edu.co
@darioacevedoc
Colombia

SIMÓN GARCÍA - LA CALMA

APOYO A LA VALIDACIÓN

La protesta está en pausa. Hay una apariencia de calma. Pero es imposible que cualquier sociedad esté tranquila con la gravedad de la crisis económica, social e institucional que genera este gobierno. El solo agravio de gente, ¿importa el porcentaje?, obligada a buscar comida en la basura de la calle es suficiente para intuir que la violencia está comprimida en nuestros tuétanos. 
En términos políticos hay una situación de empate que mantiene a los contendores formales con los brazos abajo. Pero el gobierno sigue pifiando, intrigando, reprimiendo y deshaciendo su legitimidad y sus apoyos debido a su incapacidad y su corrupción.

La acción internacional ha pasado a ser la fuente de exigencia más activa para que Maduro se recoloque dentro de los cauces democráticos y el Gobierno vuelva a ampararse dentro de la Constitución. Donald Trump ha mostrado una amenaza creíble que tiene a los número uno del régimen en estado general de miedo. El ex general Carvajal no haya como pedirle al imperio un arreglo. Y no es el único en los exclusivos predios de Miraflores.

La cúpula oficialista está aislada en el país y en el mundo. Está obligada a construir su ruta de escape por si las cosas se le pasan de rojitas, porque duras las tiene todas desde hace rato. Buscará otra vez una foto con la oposición, treta que siempre  crea hacia afuera una expectativa de estabilidad.
Al país le conviene un acuerdo que suponga un restablecimiento de la democracia y la Constitución. Pero ya nadie cree en el baratillo de ofertas engañosas que muestra el gobierno cuando quiere ganar tiempo. A punta de vivezas de patas cortas dejo de ser confiable y debe ser tratado según sus hechos y no según sus cuentos.

Crece la convicción entre los seguidores del oficialismo que la cúpula se equivoca al aferrarse al poder en vez de abrirse a su transferencia progresiva a otras manos. La convocatoria y realización de las elecciones de gobernadores y alcaldes es un primer paso que el gobierno debe dar, si quiere conversar. Sin condiciones porque cumplir con la Constitución no es una concesión.

El oficialismo frente a este tipo de encrucijadas debe optar entre salvar el futuro de su proyecto político  o proteger hasta donde pueda a las figuras y grupos que se niegan a perder sus privilegios y sus impunidades.  Pero si toman esta segunda vía, debido a razones no políticas, ¿cuánto tiempo aguantarán los sectores, que forman parte de ese 90%  de la población, oficialistas incluidos, que siente que su situación está mal, para abandonar la pasividad? 

Por ahora la MUD y los partidos están en la validación. Hay que apoyarlos para que todos la logren y derrotar el esquema de ilegalización de la oposición que tienta a los radicales del gobierno. Si luchamos por el restablecimiento de la democracia, hay que pelear por el reconocimiento legal de uno de los instrumentos que contribuyen a su configuración.

Después habrá que encarar el tema pendiente que tienen los dirigentes de los partidos y la MUD con el país: ¿van o no a definir una estrategia de cambio, un plan conjunto de acciones, una verdadera articulación con la sociedad civil y una definición de los grandes objetivos que pueden unificar a los venezolanos con diferentes visiones de país?


Simon Garcia
simongar48@gmail.com
@garciasim
Caracas - Venezuela