domingo, 15 de mayo de 2022

AQUÍ TITULARES DE HOY DOMINGO 15/05/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR EN ROJO

  

  HOY - OPINIONES TEMAS INTERNACIONALES Y NACIONALES - 15/05/2022 

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: ¿MENSAJEROS SIN MENSAJE?. DESDE VENEZUELA


CARLOS PADILLA: APUNTES PARA UN PROGRAMA DE RECONSTRUCCIÓN NACIONAL DESDE VENEZUELA




MIBELIS ACEVEDO DONÍS: ¿MENSAJEROS SIN MENSAJE?. DESDE VENEZUELA

Una eclosión de aspirantes a candidatos para las elecciones presidenciales de 2024 de pronto se ha puesto de manifiesto. No faltan allí, incluso, figuras de oposición que hasta hace poco encajaban sin miramientos el “no lo llames elección” o que recurrían a la abstención como arnés moral, irrenunciable. Todo lo cual, por cierto, hace más llamativa la precoz primavera candidatural.

De ningún modo es censurable la vocación de poder, claro, la movida que -eso esperamos- respondería al afán de concretar una democratización por vía del voto. La eventual elección fundacional, está visto, cunde en incentivos que otros comicios no tuvieron. En todo caso, aunque tardía y con tropiezos, la reorientación sensata, pragmática, es lo deseable. Pero de nuevo sorprende el brinco, la mudanza intempestiva, el giro que, más que estratégico, luce más bien reactivo. Ah, y el empeño en comenzar por el final: buscar quien encarne un proyecto de nación, cuando ni siquiera hay claridad respecto a cómo será esa oferta política o de qué forma se le garantizará apoyo amplio. El carisma, el encanto personal o la popularidad parecieran volver a puntear la lista de requisitos para tal encargo, y no la serie de propuestas e innovaciones relacionales que la circunstancia obliga a desplegar.

Lo que algunos subestiman a la hora de responder al “aquí y ahora”, al presente que siempre amenaza con cortar la cuerda donde se columpia la efímera ocasión, no parece tan insignificante, sin embargo. Un plan que prefigure una visión de Estado, surgido de un consenso político robusto, no es poca cosa a estas alturas ni puede despacharse a cuenta del consabido “como vaya viniendo…” Así, nuevamente, lo urgente amenaza con aplastar a lo importante. Abrazar los modos democráticos de relevo del poder sin blindar las cualidades de ese cambio, podría meternos en nuevas calles ciegas. Lejos de apuntalar el largo plazo, el síndrome del “Yo también soy candidato” -como el sainete que Rafael Guinand, maestro caraqueño de la guasa, escribió en 1939- muestra a una oposición que en lugar de madurar, sigue siendo seducida por la improvisación. (Cabe recordar la punzante sentencia de Giulio Andreotti: “El poder desgasta al que no lo tiene”…)

Lo cierto es que tras la historia de desguace literal y simbólico que dejan estos años, la idea de reconstruir la nación política, la de una integración que se sintetiza en la figura del contrato social, no es asunto menor. Una visión realista del poder debería considerar entonces no sólo la dramática distancia que nos separa de otros momentos de puja pareja o desigual entre el chavismo y la oposición, sino la reconfiguración de motivaciones y expectativas de la ciudadanía. El de 2024 muy posiblemente sea un electorado distinto, uno que ha purgado su hartazgo volcándose a la solución de los problemas de la supervivencia y que, aun instado por su cerebro emocional, no dejará de apelar a la elección racional (A. Downs, 1957). Esto es, su decisión dependería de que las ganancias de votar superen las de no hacerlo. Una maximización de beneficios que, básicamente, contempla elementos como el valor efectivo del voto para el individuo, la posibilidad inmediata de ganar algo con él; así como el valor per se de votar, los beneficios que, en el marco ideal de un sistema democrático, percibirían los ciudadanos en el largo plazo.

Basados en la aspiración de acompasar lo plural, reconfigurar una oferta que atienda a ambos elementos hoy es esencial. No se trata de embullar al escamado votante con fórmulas efectistas que funcionaron en otros momentos, el manoseo de la rabia, la queja épica y la supresión mañosa de la solución. Tampoco de pre-fabricar líderes a punta de marketing, sin estar seguros de que poseen los atributos que anticipan al estadista necesario. La experiencia nos dice que frente a un feroz adversario que prospera en la crisis gracias a su antifragilidad, una oposición que menosprecia la agregación de fortalezas se vuelve enemiga de sí misma. Enemiga, por ende, de la posibilidad de impulsar estos cambios que forzosamente demandarán la “incorporación histórica” -como afirmaba Ortega y Gasset- de muchas unidades sociales preexistentes en una nueva estructura.

Al tanto de un pasado ilustre al que no corresponde volver, no duele repasar los referentes de otras épocas, su estilo de abordaje de la dificultad. Es el caso de Betancourt, inmerso en la comprensión a fondo de la realidad venezolana, su interés en detectar debilidades y potencialidades de la economía para insertar al país en los cauces democráticos de la modernidad, por ejemplo. Un olfato agudizado por el estudio, que lo llevó a evolucionar desde la impronta marxista del Plan de Barranquilla a la concepción madura de una socialdemocracia “autóctona” y fundada en el consenso, persiste como modelo de plasticidad, de capacidad para abrazar el cambio sin perder la brújula democrática. “Para realizar desde el poder una política programática se necesita algo más y algo más difícil que los arrestos testiculares”, afirmaba. Sirva la cita para invitar a pensar en ese irresistible proyecto de nación que, antes de contar con habilidosos mensajeros, se debe primero delinear, saber qué sólidos pilares lo sostendrán.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela

CARLOS PADILLA: APUNTES PARA UN PROGRAMA DE RECONSTRUCCIÓN NACIONAL DESDE VENEZUELA

Por petición de algunos apreciados lectores repito sin ningún arrepentimiento el siguiente texto que ya fue publicado por esta vía y algunos otros medios en abril de 2022.
Con dedicatoria especial para Mibelis Acevedo, Román Ibarra, Gamal Sol, Raúl Amiel, Néstor Suarez, Luis Holder y Eduardo Hirsch


¡QUIEN TRABAJA PARA A LA GLORIA DE DIOS NO COMPITE CON NADIE!

Aprovecho esta oportunidad para significar que la democrática contienda para decidir un representante unitario de las fuerzas que se oponen al actual estado de cosas debe ser lo más amplia posible, sin mucha parafernalia, y alejada del manejo de sectores excluyentes y grupos hegemónicos que quieran apropiarse del procedimiento que, bien llevado, de manera cristalina, seguramente llevara a las fuerzas democráticas con moral de victoria, al triunfo sobre el continuismo que pretende perpetuarse.

Como una sugerencia me permito ofertarles a todos un programa, para su discusión y mejoramiento, que estaría centrado en los siguientes aspectos libertarios, todos alejados del populismo y del mercantilismo.

1.- Recuperar la institucionalidad en Venezuela haciendo énfasis en lo que ha sido mi lema de combate de lograr el cumplimiento más estricto de las leyes para hacer efectivo el Estado Federal Descentralizado, un gobierno limitado, la libertad en todos los sentidos y aspectos, el más absoluto respeto a la propiedad privada, así como la defensa a ultranza de los derechos individuales y de un Estado de Derecho que garantice la igualdad jurídica y el progreso económico del país y de los ciudadanos.

2.- Rodearse de la inteligencia de los venezolanos más capaces en absoluto apego a la meritocracia, mediante concursos coordinados por la Presidencia, para ocupar los más altos cargos de responsabilidad de conducción de los distintos renglones en que esta subdividido racionalmente el ejecutivo nacional, atendiendo al criterio del Gobierno Limitado, eliminando los ministerios que hasta ahora han resultado burocráticos e innecesarios.

3.- Atender prioritariamente las sugerencias de los distintos gremios para una eficiencia, efectividad y eficacia en el desempeño gubernamental dándole las responsabilidades que corresponde a su naturaleza profesional.

4.- Designar a todos aquellos que en sana competencia hayan participado en el proceso de primarias para optar a ser un candidato unitario como integrantes de un Consejo Asesor Permanente que se reuniría mensualmente para evaluar la marcha de los objetivos que a continuación se indican y recomendar los correctivos necesarios.

5.- Reactivar tantas comisiones tripartitas como sean necesaria para los consensos entre sindicatos, empresarios y gobierno en todas las materias que se relacionan con el trabajo.

6.- Restituir las autonomías de las instituciones de educación en todos los niveles superior, media y básica dentro de un plan maestro de superación y actualización a las nuevas realidades de un mundo que tiende a la excelencia humanística y tecnológica. Ellas serán evaluadas por sus comunidades, en procura de la excelencia, y serán responsables de los logros alcanzados y las rectificaciones a que haya lugar.

7.- En un año no habría en ningún espacio del país con ausencia de electricidad, agua, gas y acceso a una alimentación digna de un ser humano con salarios indexados mínimos de acuerdo a la llamada canasta familiar tanto en la administración pública, sector educativo y empresas privadas.

8.-Reconstruir el parque industrial del país incluyendo lo que se ha dado en llamar empresas básicas, logrando así el pleno empleo.

9.- Hacer valido a los dos años y medio el llamado a un Referendo que evaluaría la gestión cumplida y el plan para dos años más, siempre y cuando el resultado sea de continuidad de cumplir el lapso constitucional establecido.

10.- Compromiso a no aspirar a una reelección para darle espacio a las nuevas generaciones para que asuman la responsabilidad de gobernar a un pueblo siempre sediento de mejoras en lo social e individual.

Carlos Padilla
@carpa1301
Venezuela

VICENTE BRITO: ¿HACIA DÓNDE VAMOS? . DESDE VENEZUELA

El tema del diálogo adquiere prioridad en el país, ante el deseo de la gente de que se logren soluciones a los temas de mayor prioridad para los Venezolanos en lo social y económico, de manera que lo político no ocupe todos los espacios de la vida pública nacional como sucede actualmente.

Lo que observamos es que las posiciones políticas se radicalizan donde cada sector insiste en sostener las mismas propuestas que se han venido planteando en los últimos años. Hoy él país nacional luce como un convidado de piedra en este estéril tira y encoje político y que a la vez siente que sus llamados para lograr resultados urgentes para facilitar soluciones a sus limitaciones, son ignorados o no tomados en cuenta por los actores políticos en pugna, lo cuál se demuestra ampliamente en los índices sociales actuales,  los cuales no indican mejoras en las condiciones de vida de la mayoría silenciosa de este país.  

  

En lo económico la estrategia oficial se sostiene en promover la recuperación de las actividades comerciales y otros sectores de la economía, sostenidas por las proyecciones de crecimiento del producto interno bruto previstas para este año. El aumento de la actividad comercial es presentado como un resultado positivo de ese crecimiento,  el cual se ha logrado al poder importarse buena parte del consumo al país poder disponer de mayores recursos en dólares,  otros sectores como el turismo y la producción agropecuaria hablan de mejoras en sus actividades. Los niveles de importaciones siguen aumentando al crecer la actividad comercial, lo cual limita la creación de nuevos puestos de trabajo al no producirse en el país esos productos que se importan, ya que la actividad comercial por sí sola no genera los suficientes empleos sin la participación de los sectores productivos.  

  

La  angustia social crece al observar como las familias no logran mejorar sus niveles salariales,  al no poder contar con un mercado laboral competitivo y que ofrezca empleo bien remunerado.  Los indicadores sociales previstos para el segundo trimestre del presente año 2022, proyectan una mayor desmejora a la del primer semestre.  

  

El país nacional exige a quienes les corresponde la responsabilidad de lograr un avance en lo político, que den las soluciones sociales y económicas que todos deseamos y nos permitan definir ¡HACIA DÓNDE VAMOS! 


Vicente Brito
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución 

Venezuela

JORGE PUIGBÓ: NACIÓN Y PETRÓLEO. DESDE VENEZUELA

Pros y contras, ventajas y desventajas, existen en todo negocio; el petróleo es una bendición para los venezolanos, la maldición ha sido la pésima administración del recurso y por tanto la imposibilidad de implementarlo como herramienta para el desarrollo del pueblo. Nunca hubo un despilfarro y una corrupción mayor.

Desde hace más de cien años, la economía venezolana está condicionada por una substancia viscosa de color oscuro que naturalmente brotó en el estado Táchira y existía libremente en un lago del estado Sucre llamado Guanoco. Miles de miles de páginas se han escrito contando esa historia y cómo el asfalto y el petróleo se integraron a nuestro desarrollo económico y social, cambiando totalmente nuestras condiciones de vida. 

La primera concesión para explotar hidrocarburos se concedió en el estado Zulia en 1865 a un norteamericano llamado Camilo Ferrand, la cual fracasó. Posteriormente a la Compañía Nacional Minera Petrolia del Táchira, se le concede el poder explotar el petróleo que surgía libremente en la hacienda La Alquitrana; corría el año 1878, y cinco años después se otorgó la concesión del Lago Guanoco, que al final quedó en manos de la New York and Bermúdez Company. Ahora bien, no fue hasta el 31 de julio de 1914, cuando el pozo perforado por la VOC y denominado El Zumaque, técnicamente MG-1, cuya profundidad era de apenas 135 metros, comienza la producción comercial de petróleo en nuestro país. Un poco de historia nos ayuda a situarnos y a recordar la real influencia de los hidrocarburos en nuestra sociedad.

Todos deseamos una Venezuela recuperada económicamente y para ello necesitamos que el petróleo fluya nuevamente. La cuestión radica en que siempre se deja de lado lo que realmente es el objetivo primordial de una acción humana de ese tipo: el bienestar del individuo. El petróleo es un medio, no un fin en sí mismo, indudablemente sin la producción y su volumen no habría posibilidades de desarrollo, pero es el caso que siempre la tuvimos y en cantidades inmensas de barriles, es decir, lo logramos, el objetivo físico se cumplió con creces, pero su verdadera razón de ser, la distribución de sus beneficios entre la población, se olvidó. El ejemplo más patético han sido los gobiernos chavistas, que recibieron una industria de las primeras del mundo, con unas entradas en divisas nunca vistas, mediante las cuales se hubiera podido satisfacer plenamente las necesidades de una población no muy grande como la nuestra y las dilapidaron. El sistema socialista que se aplicó quebró la empresa y para completar, ahora los venezolanos cargamos una deuda impagable, la cual irremediablemente habrá que renegociar de rodillas. En fin, creemos urgente que, vistos los fracasos, se establezca un sistema político que resguarde el bienestar del pueblo y no se convierta en un nuevo aquelarre de corruptos, ladrones y favorecedores.

Los “lobistas”, los grandes tenedores de bonos, las compañías petroleras transnacionales y su corte inmensa, parecieran quererse desligar de los políticos y de la política, de una solución que necesariamente tiene que ser integral porque de lo contrario iría al fracaso. Pareciera que los visualizan como un escollo al no poder entenderse directamente con el régimen. Se prescinde de lo principal, se elude lo medular, sin un cambio del sistema y de rumbo, la paz y la estabilidad de la nación serían una quimera, a mediano plazo se haría inmanejable y la población seguiría igual.

A efectos pedagógicos es conveniente repasar alguna información acerca de la industria petrolera nacional frente a su posible reactivación:

-La producción diaria de petróleo en Venezuela, según cifras de la OPEP, se situó en febrero del 2022 en un promedio de 689.000 barriles diarios y en marzo de 697.000, cifra esta última, que según el gobierno fue de 728.000.

-En febrero de 2021, Petróleos de Venezuela dijo que buscaba socios venezolanos y extranjeros para recuperar la producción del país, plantearon nuevos modelos de contratos, llamados acuerdos de servicios de producción (ASP). –

-Chevron es la única empresa americana que se mantiene en el país y la que está solicitando al gobierno de EEUU mayor libertad de acción. Se le deben 2.000.000.000 de dólares, de allí su interés. Las compañías que operan en Venezuela denuncian altas cargas impositivas, la imposibilidad de repatriar activos e inmensas deudas que tiene el gobierno con ellos. Según rumores extraoficiales, los EEUU sopesaron el costo político de establecer una relación con el régimen y se lo están pensando.

-Desde hace tiempo no hay exploración y casi nada de perforación, así es imposible aumentar mucho la producción. Según el Instituto Baker (Texas) se puede llegar a 1.000.000 de barriles a corto plazo y a 2,5 o 3 millones en una década.

-La petrolera estatal venezolana PDVSA necesitaría entre 58.000 y 78.000 millones de dólares para reanimar su producción de crudo y llevarla a los niveles de 1998, unos 3,4 millones de barriles por día, las cifras varían de acuerdo a quien las calcule.

-La mayoría de los pozos petroleros abandonados tienen daños, se tendrán que perforar otros y eso requiere de tiempo, entre estudios y ejecución, de año y medio a dos años. Quienes hemos vivido el proceso de desmantelamiento de la industria y su venta como chatarra, todavía no salimos de nuestro asombro.

-El petróleo venezolano no es de la calidad del saudita, necesita diluyentes, su costo es muy alto y requiere refinerías especializadas por su alto contenido de azufre, 2/3 de la producción es pesado.

-Venezuela tenía 22 refinerías, seis en nuestro país y el resto repartidas por el mundo. Asimismo, participaba en oleoductos en toda Norteamérica y con 15.750 bombas de gasolina de CITGO manejaba el 10% de su mercado.


En cuanto al gas, Guyana será una fuerte competencia para Venezuela cuando decidamos producir. Grave error de Chávez fue paralizar el 13 de octubre de 1999 el proyecto Cristóbal Colón de gas no asociado en aguas del estado Sucre y luego un nuevo proyecto, el Mariscal Sucre, también lo paralizaron.

Pros y contras, ventajas y desventajas, existen en todo negocio; el petróleo es una bendición para los venezolanos, la maldición ha sido la pésima administración del recurso y por tanto la imposibilidad de implementarlo como herramienta para el desarrollo del pueblo. Nunca hubo un despilfarro y una corrupción mayor.

Jorge Puigbó
jorgeppuigbo@gmail.com
Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: SER POLITIQUERO “MANDAMÁS” . DESDE VENEZUELA

La historia política es la mejor testigo de cuántos errores cometen quienes se desesperan por ocupar y enquistarse en espacios de poder. Nicolás Maquiavelo, contrafigura del otro Nicolás, acertó al referir que “cuando se busca tanto el modo de hacerse temer, se encuentra primero el de hacerse odiar”. Es la cruda realidad que configura toda situación en la que la codicia por el poder político, encauza violaciones, contravenciones e ilegalidades de todo tenor. Sus efectos son de tal gravedad, que inducen agudas crisis de forma y fondo sin que sus consecuencias puedan solventarse más rápido que lo que sus motivaciones causan.

A propósito de lo que este prolegómeno busca exaltar, luce interesante y propio del actual momento crítico que atraviesa Venezuela, discutir algunas razones que animan este tipo de contrariedades. Sin embargo, la ocasión es válida para enfatizar algunas consideraciones sobre las cuales se asientan las razones que han generado los problemas que (por ahora) tienen ahogada a Venezuela.

Afirmar que el país necesita coherencia, más aún cuando se viven tiempos de la verdad, no significa otra cosa que plegarse al respeto que compromete el trazado de su Carta Magna. Siempre que ésta se reconozca y sea aceptada como el pacto social cuyo articulado refiere el modo jurídico, administrativo y organizacional de asegurar la soberanía, la ciudadanía, las libertades, derechos y deberes que cimientan la funcionalidad de una sociedad cuya forma política es el Estado, en toda su rigurosidad y extensión.

Sin embargo, debajo de lo que estos postulados de convivencia política, social y económica pueden alentar, calzan tentaciones, hechos y apegos que ocurren al margen de los que las leyes pueden dirimir. Sobre todo, de la ley fundamental. O sea, de la Constitución.

El problema se hace sentir cuando dicha Ley Suprema, ocultándose en la penumbra de lo que su manto puede exhortar en cuanto al resguardo, defensa y preservación de principios y valores, se dan transgresiones y desviaciones de los caminos de la legalidad y legitimidad que destaca el referido texto.

Así que en el marco de estas intenciones, hay quienes hurgan entre las inmundicias de la inmoralidad todo lo que lleve al encuentro con oportunidades, en cuyos atajos pueden obtener o hallar provechos, ganancias o privilegios propios de la corrupción o de la rapacería más grosera.

Es precisamente lo que la politiquería disfraza cuando forzosamente se arroga atribuciones para hablar en nombre de la democracia y del Estado de Derecho. Condiciones éstas que la politiquería no atina a desempeñar y a hacer respetar.

Es el momento en que los “paladines del mal gobierno” trazan rutas en contravía a manera de buscar salidas que les permita continuar imponiendo medidas de salvación a sus aberraciones. Todas ellas, dictadas al amparo de la corrupción y fraude al Estado venezolano.

Justo ahí, estos gobernantes buscan degradar el sistema político con el único propósito de enredar las cuentas del fisco nacional y atropellar la dignidad del gobernado. Saben que en la confusión encuentran el escape, aunque en retroceso, a sus tropelías y abusos cometidos. De ahí el interés de estos rufianes, enquistados en el poder, en acentuar el debilitamiento de la cohesión del ideario constitucional.

Y esto ocurre cuando quienes investidos de gobernantes y funcionarios de nivel, insisten en seguir cometiendo los mismos desbarros de siempre. Sobre todo, cuando presumen ordenar las realidades arrogándose la autoridad que le confiere ser politiquero “mandamás”

Antonio José Monagas
@ajmonagas
Venezuela

ROMÁN IBARRA: SIN PROGRAMA NO. DESDE VENEZUELA

Lo que hasta hace poco era sospecha general, y conocimiento para todo aquel que tiene alguna vinculación con el mundo de la política, ahora se ha confirmado por la vocería de los propios ¨protagonistas¨ de semejante despropósito.

Resulta que en entrevista televisiva dirigida por la periodista Carla Angola desde Miami, el señor Leopoldo López, reconoce que tanto él, como Guaidó, Vecchio, entre otros, no solo pidieron la invasión de Venezuela por fuerzas militares extranjeras, sino que además culpan a los Estados Unidos de no haberlo realizado, como si se tratara de ¨pelar mandarinas¨.

Ellos, los ¨sabelotodo¨, y dueños de la verdad, creen poder hacer y deshacer sin consecuencias. No, no es así. Se trata de un delito de traición a la patria, entre otros muy graves.

Ahora queda de bulto que toda la política extremista diseñada por ellos, del Maduro vete ya; la Salida; Las Guarimbas; los Trancazos; el sacrificio de los muchachos de los escudos de cartón, asesinados por la crueldad de las fuerzas represivas del gobierno; los presos; los heridos; la Operación Libertad (la de Leopoldo), la Gedeón (los Topochos), y la guinda de la torta: La Abstención sistemática para regalar todo el poder a Maduro, es responsabilidad de ese grupo maligno, y perverso.

No obstante, y como si nada hubiera pasado, los mismos ¨caudillos¨ del G4 o lo que queda de eso, se van a Panamá para decidir un reglamento de selección del candidato ¨unitario¨. Ahora ya no creen en la abstención para deslegitimar a Maduro, y además no piden perdón por la torta inmensa que pusieron, con la cual, destruyeron vidas y posibilidades de ciudadanos inocentes, aumentando la agonía y el sufrimiento del país por la destrucción de los servicios y las instituciones.

Ahora si se puede votar en ¨dictadura¨, y hasta se puede negociar con el ¨narcorrrégimen¨, pero eso si, ellos solitos. Sin contar con el resto de la oposición, ni la sociedad civil, solo ellos los ¨Dioses del Olimpo¨!

Pues no, los que adversamos y siempre advertimos acerca de los peligros de esa manera de hacer política, nos resistimos a semejante locura, no solo porque ellos no tienen moral para encerrarse a decidir la escogencia de ningún candidato, y mucho menos excluir al resto de la sociedad, sino porque hay materias más urgentes.

Hemos dicho, que la primera necesidad que tenemos es la de discutir entre todos, un programa de políticas públicas creíble; realizable; posible, y que todos acompañemos, para poder concitar la confianza y el acompañamiento de la ciudadanía, a la que ni el gobierno, ni esa oposición, le han cumplido.

Un programa que explique cómo y con qué se va a resolver el drama de la electricidad; del agua; del transporte subterráneo, y superficial; de la seguridad de bienes y personas; el empleo y el salario de los trabajadores, y especialmente de los docentes desde preescolar hasta el sector universitario. La devolución de los bienes expropiados; la apertura de la economía, y el respaldo en la formalización de los trabajadores por cuenta propia. El rescate y preservación del medio ambiente para futuras generaciones.

Por ahí debemos comenzar, si en efecto se quiere actuar con seriedad. Es más, de la multiplicidad de quienes han asomado sus caras queriendo ser candidatos sin plan, ni propuestas, ninguno tiene aceptación real. Todos tienen altísimo rechazo.

Deberíamos pensar en un candidato de consenso que reanime la lucha opositora, que sume y no reste, que con serenidad, pero con firmeza enderece la economía sobre la base de un proyecto nacional e internacional. Que genere confianza en los organismos internacionales para atraer capitales fundamentales para el desarrollo.

En esta hora difícil de la República nos jugamos el destino de la nación. No más improvisaciones. Primero el programa, y solo después el candidato.

Roman Ibarra
@romanibarra
Venezuela