
EL REPUBLICANO LIBERAL II - DIARIO DE OPINIÓN - NACIONALES – INTERNACIONALES -EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS, TWITTER Y/O PAGINAS WEB QUE SEGUIMOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, - ACOMPAÑAMOS LA GESTIÓN DE LAS FUERZAS OPOSITORAS Y DISIDENTES EN EL PROCESO DE LOGRAR UNA DEMOCRACIA REAL MEDIANTE LA UNIDAD CIUDADANA Y SU ORGANIZACIÓN EN UNA NUEVA MAYORÍA EN LUCHA CON MORAL DE VICTORIA.
sábado, 25 de junio de 2022
AQUÍ TITULARES DE HOY SABADO 25/06/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR ESPECIFICO
BEATRIZ DE MAJO: PETRO: ARRANCAR CON PIES DE PLOMO. COLOMBIA EN CAPSULAS. DESDE VENEZUELA - ESPAÑA
Si algo aprendió Gustavo Petro a lo largo de sus muchos años de ejercicio de la política y de candidato a la presidencia de su país fue cómo organizar una campaña electoral capaz de generar sintonía con los colombianos inconformes. Ya lo logró y le toca ahora cumplirles. Hagamos, sin embargo, una precisión: al cordobés lo llevaron al palacio de Nariño los votos de poco más de uno de cada cuatro (28%) de sus compatriotas habilitados para elegir. La promesa de transformación se la hizo al país entero y el país entero se la va a reclamar.
La tarea de la refundación de un Estado cuando solo cuenta con una solidaridad electoral precaria no es precisamente cantar y coser y, lo que lo hace más complejo es que el mundo en el que se inserta su país es uno turbulento y con una perspectiva de avance nada alentadora dentro del corto plazo.
Le tocará, entonces, al nuevo presidente, priorizar metas y diseñar una cronología de actuaciones en el espacio económico y social de Colombia, dentro del cual comience a mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía menos favorecida de manera temprana para mantener el viento de cola que lo llevó al poder. Deberá ser muy austero con el uso de los recursos y no caer en la tentación de la dádiva inmerecida y del reparto fácil, porque las arcas nacionales no alcanzan para ello.
Tiene a su favor que su país está dotado de un conglomerado humano aplicado y trabajador. A Colombia la han hecho sólida en lo económico los hombres y mujeres del común y son éstos los que la han colocado al frente del continente en materia de crecimiento en épocas complejas como la actual. Pero mantener despiertos y estimular nuevos procesos económicos generadores de fuentes de trabajo en el campo y en la industria se vuelven necesidades vitales inaplazables para cumplir con la promesa de mejores ingresos para sus connacionales en situación de pobreza. Soñar con autosuficiencia alimentaria y poner al país en la senda de conseguirla es lo correcto, pero solo es posible si se efectúan inversiones muy cuantiosas de fuentes privadas a las que es preciso ofrecerles estabilidad y garantías. Por fortuna, también, Colombia cuenta ya con un marco regulatorio favorecedor y un ambiente de negocios que no debe sino ser fortalecido.
Al propio tiempo, se torna imperativo ofrecerle al trabajador del campo un ambiente de paz. El esfuerzo por poner mas comida en el plato de los pobres debe ir acompañado por la tarea ciclópea de generar un entorno menos inseguro dentro del cual sea posible ganarse el pan, educar a los suyos, ahorrar y disfrutar de una mejor calidad de vida. Para ello hay que comenzar por deshabilitar la insurgencia armada – Petro dice estar bien equipado para la tarea, refiriéndose al ELN- y desterrar los carteles y las bandas criminales, lo que va de la mano con la empinadísima cuesta de la desnarcotización del país. Esta tarea es imposible sin contar con los mejores aliados de Colombia, los Estados Unidos.
Hay que creerle al nuevo mandatario cuando habla de que batallará contra la corrupción y respetará, por encima de todo, los derechos de los individuos. No es difícil apuntalar la honestidad si se persiguen y castigan los dislates con mano dura. El contubernio con la Venezuela madurista no abona en favor de buenos resultados en este campo y por ello la relación con los vecinos deberá ser rediseñada. Una buena distancia con Miraflores es lo que cuadra de manera de no contaminar a una
administración naciente en Colombia con las muchas lacras y crímenes del madurismo.
Si dentro de este giro a la izquierda el gobierno que se inicia en unas semanas consigue generar confianza del empresariado local y extranjero, cuatro años son suficientes para colocar en el país en una senda de progreso y no perder el sitial prestigioso que Colombia ha logrado fraguarse en el ambiente latinoamericano a pesar de las muchas dificultades que enfrenta. Así lo ha verbalizado el mismo al prometer no eternizarse en el poder.
Vistos los radicalismos expresados en su Plan de Gobierno como candidato no resulta sencillo creer de entrada en que la moderación sea lo que prime, pero más le vale al ya presidente, arrancar con pies de plomo. Ya Colombia hizo su apuesta. Ganarse el respeto y el respaldo del país que no lo favoreció con su voto debe ser su meta y eso solo se consigue con amplitud, moderación y montañas de trabajo.
CARLOS ALBERTO MONTANER: EL DILEMA DE PETRO. DESDE CUBA . USA - ESPAÑA
ARIEL PEÑA: CON EL GOBIERNO DE PETRO NO SE ACABA LA LUCHA SOCIAL: DESDE COLOMBIA
Ante la fabula marxista de que “ la tierra será el paraíso bello de la humanidad” por los fetiches del materialismo histórico y la inevitabilidad, Eduardo Bernstein (1850-1932), proclamó: “el movimiento lo es todo; el objetivo final no es nada”, esa afirmación está contenida en el libro “Las Premisas del Socialismo y las Tareas de la Social Democracia”, lo que significa que en Colombia con la llegada de Gustavo Petro al gobierno, por ningún motivo queda cancelada la lucha social, que hábilmente ha sido utilizada por el comunismo para su proyecto político totalitario, pero nunca para las reivindicaciones más sentidas de las masas, lo que demuestra su oportunismo ramplón.
Y en Colombia lo vimos en los paros de 2019 y 2021, en donde se utilizó principalmente al sindicalismo para convocar las movilizaciones, sin embargo lo que se buscaba era acumular fuerzas para llevar al poder al denominado sector alternativo, como había sucedido en otros países de Latinoamérica, especialmente en Bolivia con Evo Morales, Ecuador con Rafael Correa y Chile con Gabriel Boric; lo que demuestra a las claras la inocencia de los dirigentes de la democracia liberal, que no saben percibir los momentos políticos, ante la astucia de las fuerzas totalitarias.
Así que el movimiento sindical, especialmente el democrático, tiene un gran reto para los próximos años en el país, siendo su
principal tarea conservar su autonomía ante el gobierno de Petro; a lo que se agrega que las convocatorias a las movilizaciones sociales deben genuinamente enfocarse hacia las reivindicaciones de la población y no a los intereses políticos partidistas de la llamada izquierda, que desvían completamente la esencia de la lucha y que buscan consolidar un bloque de poder hegemónico, como lo enseñó el comunista Antonio Gramsci(1891-1937), en atención a lo cual la independencia sindical es de capital importancia para la defensa de la democracia y la libertad, debido a que estas no solo se defienden desde un gobierno, sino que también se protegen desde las organizaciones populares y desde la oposición.
El movimiento sindical chileno, no se ha dejado obnubilar por las entelequias comunistas del presidente Gabriel Boric, quien participó activamente en las protestas de 2019, para materializar sus ambiciones políticas, sino que el sindicalismo chileno a través de la Federación de Trabajadores del Cobre(FTC) convocó el 22 de junio a un Paro Nacional indefinido en la estatal chilena Codelco, por el cierre de una planta llamada Fundición Ventanas, al ser altamente contaminante, pero sin dar soluciones adecuadas a los trabajadores, lo que demuestra que los caprichos burocráticos izquierdistas buscan imponerse por encima de las necesidades de los obreros; entonces hay que resaltar que cuando un Boric o un Petro llegan al poder, no significa que el pueblo es el que manda, ya que el termino pueblo es muy genérico y tiene muchas acepciones, y los comunistas saben utilizarlo de forma audaz.
Queda claro que al marxismo solo o aliado con otros partidos y movimientos, en el gobierno o en la oposición, nunca se ha interesado por el bienestar de las masas, porque históricamente lo que ha buscado es mantener y reproducir la miseria de la población, como estrategia para desarrollar su absolutismo; así pues, en sana lógica el sindicalismo debe asumir una postura libertaria frente a cualquier gobierno, especialmente si un régimen tiene en su ADN componentes comunistas, que pretenden crear nomenclaturas para expoliar a la sociedad.
Hay que estar alerta ante la Reforma Tributaria, que presentará el próximo gobierno que se instala el 7 de agosto, puesto que puede ser lesiva y nociva para los estratos medios y bajos, debido a que hay que superar esa falacia acerca de que hay gobiernos que representan absolutamente en todo al pueblo; porque así como en el pasado se movilizaron las organizaciones sindicales y sociales en la protesta, no habría excusa razonable para que próximamente no lo hagan, dado que no son las insignias de un gobierno lo que determina si se realizan o no, las luchas populares.
Son grandes los desafíos que tiene el sindicalismo democrático en Colombia, pues debe de convertirse en la fuerza fundamental que convoque al pueblo a la movilización, cuando se requiera, ya que es un instrumento pluralista que permite el avance cuantitativo y cualitativo del movimiento de los trabajadores, en aras del bienestar social y humano de la población, que es la aspiración sagrada y legitima de un sindicalismo de valores, rechazando todos las perversiones que encarna el totalitarismo comunista, cuyo fin es la esclavitud política.
Con la llegada de Gustavo Petro al poder, la ciudadanía no se va a tomar “el cielo por asalto”, en vista de que continuaran las dificultades, que se pueden incrementar grandemente, si se aplican a la rajatabla los dogmas comunistas, porque las ilusiones que ha vendido el próximo gobierno, se anteponen a lucha que desarrollan diariamente las personas del común para tratar de vivir dignamente, haciéndole elogio a las dificultades, como lo planteó sabiamente el filosofo colombiano Estanislao Zuleta(1935-1990), de manera que con el gobierno de Petro no se acaba la lucha social.