lunes, 3 de mayo de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ LUNES 03/05/2021



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TITULARES

OFELIA AVELLA: EL MÉDICO DE TODOS

A José Gregorio lo llamamos el “médico de los pobres” por el gran espíritu de servicio que le llevó a atender, sobre todo, a los que carecían de medios para procurarse la salud. Para mí, sin embargo, es el médico de todos, pues no solo sabemos que atendía a cualquiera sin distinción, sino que yo, que no soy propiamente de esos más pobres sin ningún tipo de recursos, también fui sanada por él.  Esto es relevante en un momento como el que vivimos, pues las caracterizaciones que estereotipan a los hombres por sus creencias o filiaciones políticas, por su nivel cultural o adquisitivo, abren zanjas que destruyen la vida en común. Estas percepciones erradas confunden y dirigen la atención a lo puramente físico y material; a lo aparente y no a lo esencial.
 
En el país hay mucha bondad oculta, pero también hay mucha destrucción. Hay necesidad de salud espiritual, porque pesan fuerzas muy contrarias al amor. 

Y esta palabra, tan necesaria para ser feliz y responder a la vida; tan fundamental para reconstruir sociedades rotas y apaciguar la violencia, es fuerte. No es blanda. Tiene un significado con mucho peso, porque aunque todos tendemos muy naturalmente a amar y a desear ser amados, el que necesitamos para derribar tantos muros es elevado: no es nuestro. Será un don de Dios, porque Él es el que hace nuevas todas las cosas. No hay amor sin verdad; por eso, para poder superar tantas diferencias tenemos que lograr reconocer que hay derechos fundamentales que deben ser respetados porque derivan de la dignidad humana: la vida, la libertad religiosa, el libre pensamiento, la educación, la salud, el trabajo.
 
Dios necesita de nuestra apertura interior, de nuestra humildad, de nuestra buena voluntad, para abrirnos el camino hacia la posibilidad de un diálogo honesto por el bien de todos. Su misericordia es más grande que nuestras miserias, pero Él necesita que se las entreguemos para obrar. Sus caminos son extraños; tanto, como lo fue el itinerario de José Gregorio, quien sufrió mucho discerniendo su vocación. Él sabe de caminos tortuosos y sabe también cómo Dios lo reconduce todo a un fin que lo explica todo. Por eso pienso que desde el cielo será un buen intercesor de nuestros intentos por enrumbarnos.
 
La reconciliación pasa por ver al país como las dos ciudades de san Agustín: el trigo está mezclado con la paja, porque hay corazones buenos, y otros más duros, en todas partes. Por eso, los capaces de lograr una comunicación con los que difieran de su particular modo de pensar, háganlo, pues toda aproximación al otro pasa por el diálogo. De lejos no es posible conocer a alguien, así como tampoco es posible evaluar su conciencia. Por eso el acercamiento es siempre el camino para cruzar ese río que nos separa en bandos, sobre todo cuando han abundado las sospechas que distancian.
 
El cambio que tanto anhelamos es fruto de una conversión interior: de saberse amados, comprendidos y sanados por Dios. La verdadera raíz de nuestros males es el pecado. La verdadera destrucción es la moral y pasa por el corazón. Por eso, la verdadera sanación en la que José Gregorio puede mediar es en la curación de nuestras almas. Yo no dudo de que Dios tendrá misericordia de su pueblo, pero espera esa renovación moral tan necesaria. El milagro consistirá en remover las conciencias y provocar deseos de mejora; no en transformarnos en ángeles sin que intervenga nuestra buena voluntad.

Ofelia Avella
ofeliavella@gmail.com
@ofeliavella
@ElNacionalWeb
Venezuela
 

LUIS MANUEL AGUANA: EL TIEMPO DE LA EXPERIENCIA

 
Nadie en su sano juicio, salvo que no tuviera de donde escoger, se dejaría abrir el pecho para operarse del corazón por un estudiante de medicina, y mucho menos por un camillero del hospital. La gente por lo general busca la mejor experiencia que pueda encontrar para una intervención quirúrgica. Lamentablemente en otras cosas de igual o mayor importancia no se sigue la misma lección. Por ejemplo, se buscan a los peores capacitados para administrar un país.
 
En algún momento alguien propuso que en Venezuela no se podría seguir poniendo como condición para acceder a la Presidencia de la Republica los mismos requisitos de siempre: venezolano por nacimiento, no poseer otra nacionalidad, mayor de 30 años, de estado seglar y no estar sometido a condena mediante sentencia definitivamente firme (Art. 227 Constitucional). Incluso para un puesto de portero piden que los aspirantes tengan al menos un título de bachiller. Es claro que Maduro no hubiera calificado en ningún sentido si se hubiera establecido que el aspirante a Presidente tuviera una carrera universitaria, porque ya de hecho no calificaba por tener doble nacionalidad.
 
Lo de arriba tiene cierta lógica. Pero al parecer en el campo de la política venezolana asombrosamente eso no aplica. Los peores especímenes que han fracasado en cualquier actividad pueden en realidad conducir lo más difícil y más delicado como lo es el futuro de millones de personas si se aplican a la charlatanería política. Asombroso, ¿verdad? No sé cómo será en otros países, pero en Venezuela es así. Y como venezolano disiento en que siga siendo de esa manera. En un mundo tan complejo, los liderazgos deben tener el mínimo estándar educativo para poder siquiera entender lo que pasa al frente de sus responsabilidades como dirigentes de un país. Parece obvio pero no lo es.
 
Pero voy más allá. Adicionalmente a lo anterior un aspirante debería tener una experiencia mínima. Ese es otro requisito por el que pasa todo el que aspira a una posición laboral, porque el que no la tiene, si se le da el empleo, debe aprender a realizar el trabajo de los más experimentados. No basta con poseer un certificado de cualquier tipo, tienes que demostrar que sabes cómo se hacen las cosas. Y si no sabes hacerlas porque acabas de salir de la escuela, entonces tu proceso de formación profesional recién comienza.
 
Entonces el proceso político, económico y social de un país normalmente se realiza con el concurso de lo más experimentado de la población que se disponga, con la segura participación gradual del relevo generacional. Pero Venezuela está lejos de ser un país “normal” desde hace más de 20 años, si es que podemos decir que alguna vez lo fue con todos sus altibajos en un periodo de relativa estabilidad política y económica que duro unos 40 años después de 1958. En todo caso durante ese periodo de relativa estabilidad económica no existía un fenómeno que apareció años después con el castro-chavismo-madurismo: la emigración masiva.
 
De acuerdo a las cifras de ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, para junio de 2020 “el número de personas que han tenido que huir de Venezuela llegó a los 5.082.170”, numero superado en el mundo solamente por Siria con 6,6 millones. De acuerdo al informe es probable “que la cifra total sea mayor”  (ver ACNUR, la Situación actual de los migrantes y refugiados de Venezuela, en https://eacnur.org/blog/la-situacion-actual-de-los-migrantes-y-refugiados-de-venezuela-tc_alt45664n_o_pstn_o_pst/).
 
Lo anterior es una demostración clara de que nuestra juventud está abandonando el país en busca de mejores oportunidades de vida. Ese fenómeno no es nuevo. Ha ocurrido en el mundo después de grandes tragedias como la guerra y la aplicación masiva de regímenes totalitarios de cualquier polaridad. Y esa es la magnitud de la tragedia que estamos viviendo en Venezuela. ¿Quién se va a quedar en el país para hacer algo para quitarnos de encima esta peste? No será una juventud que no ha vivido lo suficiente para saber que significa una democracia con un Presidente nuevo cada 5 años. Que nunca han vivido la libre convertibilidad de una moneda, que no saben que es poder comprar una vivienda con un crédito bancario que puedan pagar con su sueldo. Que nunca han vivido una inflación estable de menos de dos dígitos. No saben qué es eso. En consecuencia no pueden ser ellos los que tengan éxito en manejar este problema, sin la experiencia debida.
 
Lo anterior no lo estoy diciendo para descalificar a nuestros jóvenes. Son ellos los únicos que han puesto la sangre en las calles para salir de este régimen de la mejor forma que conocen, la lucha frontal en las calles. Pero esta confrontación vital requiere mucho más que eso. Requiere de la sagacidad, la paciencia y el kilometraje en la vida que solo la experiencia puede dar, y que incluye no solo lo académico, sino la hoja de vida en lo laboral. En este momento estamos en un punto que quien dirija los destinos de lo que vaya a ocurrir en el país, debe ser el mejor cirujano que podamos hallar para que le abra el pecho a Venezuela, como señalé al inicio, acompañado del mejor equipo médico disponible en todas las especialidades porque el paciente se nos está muriendo. No es el tiempo de la improvisación de los jóvenes. Es el tiempo de la experiencia. Los jóvenes deberán ocupar un sitio en el autobús pero no el asiento del conductor. A ellos se les entregará el país una vez que la experiencia haya realizado la operación y salvado al paciente, para que el país pueda encaminarse para el futuro de mano de las nuevas generaciones.
 
Esto último siempre me recuerda cuando el precandidato presidencial Diego Arria les decía a todos los jóvenes que le acompañaban como precandidatos, y a toda la audiencia de la Universidad Católica Andrés Bello en un debate ocurrido en su sede, el 14 de noviembre de 2011, estas palabras en sus dos primeras intervenciones:
 
“Tengo miedo porque conozco bien las consecuencias que el odio y la violencia desatadas por este régimen puede traer en una sociedad. Es el miedo que tiene la gente de salir a la calle, de ir al trabajo de ir a una escuela. Ese es el miedo que hay que acabar en Venezuela. Yo sé cómo hacerlo. Yo propongo presidir un gobierno de dos o tres años que derrote la violencia, que rescate la paz, la seguridad y la esperanza para todos”…”Es imposible no avalar todas las propuestas de mis compañeros, son absolutamente acertadas. El problema es que Venezuela está enfrentada a un problema distinto. Venezuela está enfrentada a un régimen que cohabita con una Fuerza Armada contaminada con los elementos de la delincuencia internacional criminal, con las mafias incrustadas dentro de los sectores del Ejercito, sectores de la Guardia Nacional, sectores que al ocupar incluso nuestras fronteras, han permitido que ingresen a Venezuela toda clase de delincuentes bajo el cobijo del Estado, al punto que el 70% de los jóvenes que mueren en Venezuela son menos de 25 años y son por ajustes de cuentas, y esto tienen origen directo en la correlación, de la cohabitación de las fuerzas de las mafias internacionales que operan en Venezuela bajo el amparo de las Fuerzas Armadas, de sectores de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Nacional y el régimen. Es imposible que el Jefe del Estado no conozca la extensión, la implicación y la profundidad de cómo Venezuela ha sido tomada por mafias internacionales que han penetrado, no solo las Fuerzas Armadas, los poderes judiciales, el poder legislativo, político y fiscal. Eso hace que no es un problema de cambio de jefe de gobierno, un cambio de todo el régimen….”  (ver Debate 14N-2012 Precandidatos a las primarias, en  https://youtu.be/skS4u8DM3RE).
 
Esto lo dijo un venezolano curtido con una experiencia política nacional e internacional inigualable y no comparable ni de lejos con cualquiera de sus competidores en ese debate, y quien tuvo en su haber la Presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Arria se adelanto 10 años al discurso que cualquier venezolano tiene ahora. Los venezolanos ni el resto de los precandidatos tenían idea de lo que estaba diciendo Arria ni las implicaciones de esas palabras. Pero ahora, a la luz de todo lo que ha pasado hasta el 2021 si pueden ahora entender el porqué la experiencia va primero. Todos esos jóvenes precandidatos, que tienen ahora ese mismo discurso después de haber comprendido todo lo que ha sucedido en Venezuela, debieron haber declinado inmediatamente cualquier aspiración y endosarle su respaldo a esa experiencia incomparable para la elección presidencial del 2012. Pero no lo hicieron. La juventud y las aspiraciones a esa edad superan cualquier cosa, hasta el bienestar de todo un pueblo.
 
Ahora Venezuela enfrenta agravado y en grado extremo el mismo caso. Las Conferencias para el Restablecimiento Constitucional y Democrático, que reúnen a las organizaciones firmantes del Pacto Ciudadano del mismo nombre, tienen en su haber personas con siglos acumulados de experiencia en todos los órdenes para llevar a cabo la monumental tarea de localizar la mejor forma para sacudirnos este régimen. No volvamos a cometer el mismo error de esos jóvenes que en 2011 no entendían por inexperiencia que pasaba en Venezuela y pusieron sus aspiraciones por encima del bienestar del país. Ojala que definitivamente entendamos el tiempo de la experiencia y acortemos la tragedia de Venezuela.
 
Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
https://ticsddhh.blogspot.com/
@laguana
Venezuela

LUIS "BALO" FARÍAS: LEY DEL CICLO DE VIDA DE LOS MODELOS DE ESTADO FEDERAL DE PODER CENTRALIZADO

Existen leyes empíricas en pedagogía política, extraídas de la experiencia histórica; por ejemplo:
 
"El poder corrompe y el poder absoluto corrompe  absolutamente"...
 
"Sin electrificación y ferrocarrilización no hay desarrollo industrial"
 
... bajo esta óptica la "Ley del ciclo de vida" de los estados federales centralizados, tienen las siguientes particularidades:
 

Video YouTube: El ciclo cumplido del Centralismo en Venezuela: 
https://youtu.be/Edcz4ALT9Z8

 
1) Los Estados Federales de poder Centralizado nacen por pactos o acuerdos políticos explícitos o encubiertos para fundar países mediante Constituciones que centralizan el poder político, en gobiernos fuertes y autoritarios.
 
2) Los EFCentralizados crecen por multiplicación de organismos gubernamentales centrales y obras nacionales para consolidar los países
 
3)  Los EFCentralizados se desarrollan y dan paso a democracias  representativas que muestran lo mejor de este modelo y que debe dar paso a un estadio superior de desarrollo social, que se llama EFDPDescentralizado.
 
Era este el momento en Venezuela (década 1980) de hacer el salto cuántico al modelo superior, pero los líderes del momento, con algunas excepciones no lo supieron identificar, era el momento de haber potenciado las maravillosas sugerencias de la comisión para la reforma del estado a través de la descentralización de país (La COPRE)
 
4) Los EFCentralizados mueren técnicamente ahogados en la pobreza, corrupción, miseria, ignorancia, injusticia, exclusión social y malversación acumuladas que ellos mismos generan, por la incapacidad estructural y funcional que le son inherentes que resultan en mega crisis y devastaciones integrales ante las cuales son  impotentes.
 
En nuestro país se cumplió  el  ciclo  de  vida  de  los EFCentralizados
1) Nacieron por pacto y reparto de poder entre los dirigentes políticos caraqueños y J. V. Gómez (1908-1935). Sirvieron a este último para fundar un país partiendo de nueve (9) regiones anarquizadas y desvinculadas entre sí, previa liquidación militar del caudillismo regional y la subsiguiente conformación de un Estado federal centralizado con un fuerte gobierno autoritario, una economía centralizada  con base en la  naciente  renta petroestadal y un modelo educativo e investigativo centralizado. Todo debidamente legalizado con la Constitución centralista de 1901, con retoques sucesivos que culminaron en laConstitución hipercentralizadora de 1925, cuyos principios centralistas se trasladan a la próxima Constitución. (La población nacional era muy pequeña. La pobreza, ignorancia, exclusión  social,  corrupción  administrativa y malversación eran  altas).
 
2) Crecieron por inercia. Sirvieron a Marcos Pérez Jiménez (1948-1958); cuya caída dio paso a la democracia  representativa; para consolidar  el país mediante la construcción de grandes obras de infraestructura vial, industrial, urbanística, hospitalaria, energética, etc.; con cargo a  la renta petroestadal que se había incrementado significativamente. Todo debidamente legalizado con la  Constitución de 1953 cuya esencia centralista se trasladó a la próxima Constitución. (La población nacional creció, la pobreza e ignorancia acumuladas, exclusión, social, corrupción administrativa y malversación también crecieron).
 
3) Se desarrollaron (1961-1983)Los Presidentes puntofijistas de Betancourt a Caldera amparados en la Constitución centralista de 1961, cuyo principio centralizador del poder persiste en la Constitución actual, desarrollaron a su máxima expresión los modelos centralizados de Estado, Economía y Educación e Investigación; como expresión máxima de la democracia representativa, La población nacional creció entre 1970 y 1983 en que se obtuvieron índices de asistencia educativa, médica y tasas de crecimiento macroeconómico, paridad y estabilidad cambiaria, inversión, inflación y productividad, altamente satisfactorios.
 
4) Murieron (1983-2015) La población nacional creció a 30 millones de habitantes y estos índices y tasas de crecimiento favorables, a partir de 1983 se desplomaron en las décadas siguientes, (el viernes negro) así el modelo de EFC que heredamos de la colonia española, murió técnicamente ahogado, en la pobreza, corrupción, miseria, ignorancia, injusticia, y exclusión social que el mismo modelo género; revelándose en toda su extensión como momia generadora de la actual crisis y devastación, ante las cuales, patéticamente impotente.
 
La semana que viene escribiremos sobre el nacimiento de un nuevo caudillo: Hugo Chávez.
 
Luis Farias
balofarias@gmail.com 
@LuisBaloFarias
La Rebelión de las Regiones 
Venezuela

CARLOS ALBERTO MONTANER: ÁNGELA MERKEL, LA CANCILLER QUE NO ERA UNA MODELO

Ángela Merkel tiene la cabeza mejor formada del universo político mundial. Posee un doctorado en Física Cuántica de la Universidad de Leipzig. Se graduó con una tesis denominada “Influencia de la correlación espacial de la velocidad de reacción biomolecular de reacciones elementales en los medios densos”. Ante ese título me sucede como al torero del cuento, cuando le pidieron que explicara un verso de Rubén Darío del Responso a Verlaine (“que púberes canéforas te ofrenden el acanto”). Respondió: “no sé, solo entiendo la palabra que”. 
 
Por esa universidad habían pasado Goethe y Friedrich Nietzsche. Cuando se graduó, en 1986, su Alma Mater se llamaba “Karl Marx”, y así fue desde 1953 hasta 1991. Cuando los berlineses derribaron el Muro y terminó la locura comunista, volvió a llamarse “Universidad de Leipzig”. Afortunadamente, la institución sólo fue víctima del “nominalismo”. Esa manía supersticiosa que tienen los ‘revolucionarios’ de cambiarles los nombres a las plazas, calles y edificios que tienen cierta entidad. Los revolucionarios franceses en los siglos XVIII y XIX llegaron a más: les cambiaron los nombres a los meses. 
 
En el 2018 Ángela Merkel anunció que su cuarto mandato, que termina en el 2021, sería el último. Lo va cumpliendo. Por ahora ha dejado el liderazgo del CPU, el Partido Democristiano. Al frente del partido queda Armin Laschet, un centrista, como era la señora Merkel, persona alejada de cualquier extremismo político, lo que la llevó, en su momento, a chocar con Donald Trump. 
 
Cuando, en circunstancias normales, se les pide a los electores de cualquier país que se sitúen en una tabla donde figura la extrema izquierda con el número 1, a la extrema derecha, con el número 10, la gran mayoría se sitúa entre el 4 y el 7, es decir, en el centro. Unas veces centro izquierda y otras centro derecha, pero en el centro del espectro político. 
 
La moderación es vital. Alemania es el país más importante de Europa. El que, con algo más de 83 millones de habitantes tiene una mayor población. Aunque su territorio (más reducido que el Estado de Montana en USA) es considerablemente menor que el de España o Francia, es el país que más exporta. El que más innova. El que más investiga. (Poca gente sabe que la reforma universitaria norteamericana del siglo XIX se hizo siguiendo el modelo alemán, no el británico). Es, por lo tanto, la cabeza de la Unión Europea, en compañía de Francia. 
 
Pero la ultraderecha y la ultraizquierda amenazan la existencia misma de la Unión Europea. ¿Por qué? Porque ambas coinciden en el anti europeísmo, en el proteccionismo y la anti globalización. Lo que parecía una rareza francesa con Jean-Marie Le Pen, luego continuada por su hija “Marine” Le Pen, se ha multiplicado y consolidado en la Liga Norte de Matteo Salvini, en la “Alternativa por Alemania” y, entre otros, el “Fidesz” húngaro de Viktor Orbán, quien comenzó siendo un joven apegado a los principios liberales moderados y se fue desplazando hacia la extrema derecha por su rechazo a los inmigrantes procedentes de Siria. 
 
Por su parte, la ultraizquierda apoya a los socialistas en Portugal, en España, en Finlandia, y respaldan con sus parlamentarios a los gobiernos suecos y daneses, pero tienen menos peso y brío que las formaciones de extrema derecha que crecen como la espuma. 
 
Ese fenómeno se frenó en la Alemania de Ángela Merkel. Tal vez por la honradez sin fisuras de la Canciller que ahora se retira. Saber que vive en el mismo departamento de siempre, y que ni siquiera cuenta con servicio porque dice no necesitarlo, le complace a los alemanes. En una oportunidad una periodista le preguntó a la Canciller por qué  se presentaba con el mismo vestido a distintas ceremonias. Merkel la miró con extrañeza y le respondió: “porque yo no soy una modelo, sino una Canciller”. Por respuestas como ésa la aplauden y la aman los alemanes.
 
Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
Cuba- Estados Unidos-España

ALFREDO M. CEPERO: LLEGÓ LA GUERRA DE LA IZQUIERDA

Nos han declarado la guerra y nosotros tenemos que complacerlos. Si no lo hacemos seremos nosotros quienes pongamos los muertos.

El 26 de noviembre de 1960 abordé un avión de la Pan American en el Aeropuerto José Martí, en La Habana, con destino a esta ciudad de Miami. Tenía 23 años de edad y me embargaba el miedo del que hace su primer viaje en avión. Pero, una semana después, todos los temores y dudas fueron sustituidos por la seguridad de encontrarme en la nación que consideraba la más poderosa , organizada y civilizada de la Tierra. Ni siquiera la traición de Kennedy en Bahía de Cochinos, cinco meses más tarde, me hizo cambiar de opinión. Consideré aquella traición como un incidente aislado provocado por la cobardía y la inseguridad del hijo mimado de un papá que le había comprado la presidencia.

Andando el tiempo, fui observando imperfecciones y defectos que le restaban grandeza a la nación en la cual había buscado refugio. Los derechos y oportunidades del hombre negro no estaban a la altura de los del hombre blanco. Así lo dijo con convicción y elocuencia aquel pastor de la esperanza que se llamó Martin Luther King.

A la misma sombra del monumento a Abraham Lincoln, el gran igualador de hombres, King proclamó: "Yo tengo un sueño, que mis cuatro hijos pequeños vivan un día en una nación donde ellos no sean juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter y trabajen por transformar el lenguaje pendenciero de nuestra sociedad en una hermosa sinfonía de hermandad." Una prédica de amor que contrasta con la diatriba corrosiva de mercaderes del racismo como Al Sharpton que viajan en aviones de su propiedad obtenidos por la extorción y del chantaje.

Martin Luther King no luchó por hacer una América negra sobre los cadáveres de otras razas. Luchó por hacer una América multicolor con justicia, libertad y esperanza para todas las razas. Su cruzada no fue excluyente sino incluyente. Lo de hoy es una diatriba racista, excluyente y destructiva. Se proponen nada menos que destruir nuestra historia, nuestra religión, nuestro sistema de educación, nuestro orgullo patriótico, nuestra familia y hasta a los americanos de raza blanca. Llegan al extremo de amenazarnos con que "mientras haya un blanco vivo no habrá paz." Nos han declarado la guerra y nosotros tenemos que complacerlos. Si no lo hacemos seremos nosotros quienes pongamos los muertos.

El juicio del policía Derek Chauvin por el asesinato del hombre negro George Floyd tiene ingredientes que ilustran lo que acabamos de decir. Nadie que haya visto el video de Chauvin aplicando presión sobre el cuello de Floyd puede albergar la más mínima duda de que se trató de un asesinato. Por lo tanto, no debe de sorprendernos que el jurado haya llegado a la misma conclusión. Pero así y todo, Chauvin tenía derecho a la presunción de inocencia y a un juicio imparcial que no fuera influenciado como lo fue por la intimidación de la chusma callejera. Y eso fue precisamente lo que pasó.

Un grupo de mercaderes del racismo se aprovechó de la emoción provocada por el video y de la muerte de Floyd para controlar al país y cambiarlo para siempre. Se apoderaron de las calles, atacaron a ciudadanos pacíficos e incendiaron propiedades para influir sobre el juicio y obtener un fallo de culpabilidad contra Derek Chauvin. Y esa es una conducta que no se puede permitir. Los países civilizados tienen sistemas de justicia imparciales. Es precisamente lo que separa a los países donde queremos vivir de los países que no queremos siquiera visitar. Los países civilizados se distinguen por aplicar el mismo sistema de justicia para todos los ciudadanos por igual sin tomar en cuenta la popularidad o impopularidad del acusado.

Contemplar a los amotinados tratar de influir sobre los resultados del juicio debió de habernos horrorizado a todos. Fue el espectáculo de un país dando marcha atrás a una velocidad vertiginosa. Pero lo más extraño es que la mayor parte de la ciudadanía no mostró reacción alguna.  Fue como si la gente entendiera el resultado que habría traído consigo la absolución de Derek Chauvin. Todos sabíamos que la condena de Chauvin nos compraría la paz.

Después de once meses de intimidación y violencia desenfrenadas por parte de Las Vidas Negras Valen (BLM) los americanos decidieron pagar el rescate. Todos entendieron que el sacrificio de Dereck Chauvin era una forma de lavar los pecados de la nación. Quién estaba sentado en el banquillo de los acusados no era el policía de Minneapolis Dereck Chauvin. Eran los Estados Unidos de América. Eran la historia, la religión, la cultura, las leyes y el sistema político de la nación más libre, más justa, más próspera y más inclusiva que jamás haya existido sobre la faz de la Tierra.

La izquierda, por su parte, aprovechó la oportunidad para derramar su vitriolo. Como de costumbre, la congresista Maxime Waters encabezó la lista instigando a las multitudes que incrementaran la intimidación y la violencia. Pero lo más inaudito fueron las declaraciones insidiosas de los principales funcionarios electos de la nación americana. Como leyendo del mismo libreto, Kamala Harris y Joe Biden no mostraron satisfacción con el fallo. Por el contrario, lo consideraron solamente como un primer paso hacia la total reestructuración de los valores y principios de la sociedad americana. El títere Biden leyó lo que le escribieron sus titiriteros;" Nadie debe de estar por encima de la ley. Ese es el mensaje del veredicto de hoy. Pero esto no es suficiente. No podemos detenernos aquí." A buen entendedor con pocas palabras bastan.

A mayor abundamiento, hay otro aspecto en todo este deplorable conflicto que debe de aterrorizarnos a todos. Después de la guerra civil del Siglo XIX, los principales conflictos de los Estados Unidos fueron con sus enemigos externos. Ahora es todo lo contrario y mucho más peligroso. No se trata de confrontar a China, Rusia, Corea del Norte o Irán. Se trata de confrontar a los enemigos que viven dentro de nuestra misma casa. Y está demostrado que las guerras entre hermanos han sido siempre las más sangrientas.

El problema más grande consiste en que la izquierda americana está empeñada en erosionan las fuerzas que hicieron grandes a los Estados Unidos tanto en lo material como en lo espiritual. Hoy estamos siendo testigos de un esfuerzo concentrado para alterar el orden constitucional y varios siglos de costumbres y tradiciones que han hecho grande a este país.

Como si fuera poco, los modernos Jacobinos tratan de borrar el legado de los padres fundadores de esta nación en 1776. Los amotinados destruyen estatus y monumentos con total impunidad. Tampoco existe razón alguna para el cambio de nombres de escuelas, calles e instituciones. En el orden material, en cien días los precios de la energía andan por los cielos. La Administración Biden ha cancelado el oleoducto de Key Stone y limitado los contratos de energía en las tierras federales. Esta medida amenaza con poner fin a la independencia energética y por ende debilitar la seguridad nacional de los Estados Unidos en unos pocos años.

Para encubrir todas estas medidas rechazadas por la mayoría de los americanos, estos terroristas de la izquierda se aferran a sus campañas de difamación. Acusan a sus adversarios de racistas y quieren privarlos de sus armas para la defensa, al mismo tiempo en que tratan de debilitar y eliminar a los cuerpos policiacos.

Para ello, mienten cuando citan estadísticas sobre la muerte de hombres de raza negra por la policía. Por ejemplo, los activistas de izquierda afirman que entre el primero de enero de 2021y el 22 de abril de este mismo año, 30 ciudadanos de raza negra murieron a manos de la policía. Lo cual es cierto. Pero lo que no dicen es que en el mismo período de tiempo 50 ciudadanos blancos murieron a manos de la policía. Y la estadística que la izquierda y su prensa parcializada quieren ocultar. Que en el mismo espacio de tiempo, 103 policía perdieron la vida cumpliendo con sus deberes profesionales.

Por mi parte, albergo la firme esperanza de que los lectores de estas líneas lleguen a mi misma conclusión de que la guerra ya empezó. Que, por lo tanto, no podemos esperar por las elecciones para contener el daño que estos fanáticos le están haciendo a las instituciones y a la sociedad americanas. Llegó el tiempo de la Ley del Talión, "ojo por ojo y diente por diente". Es cierto que los americanos que sudan la camisa, respetan las leyes, valoran la vida y protegen a sus familias son más numerosos que los amotinados que se han apoderado de las calles. Pero los bolcheviques no necesitaron mayorías para destruir a Alexander Kerensky y robarse la Revolución Rusa de 1917.

Las derrotas sufridas por John McCain, Mit Romney y hasta Donald Trmp en las últimas elecciones han demostrado que los buenos modales, la decencia y la caballerosidad no funcionan con la chusma que usa la violencia y la intimidación como sus armas para robarse el poder. Si los republicanos quieren sobrevivir como partido y, de paso, salvar a los Estados Unidos, tienen que dejar sus inhibiciones y pegar duro como lo hizo Donald Trump en 2016 y lo está haciendo ahora su aventajado discípulo Ron DeSantis en el estado de la Florida.

El gobernador DeSantis mantiene los negocios abiertos, le ha cortado las alas al sindicato de maestros, ha prohibido la reducción de fondos a la policía y le ha dicho a los violentos que quienes violen las leyes serán castigados con severidad. Y como para no dejar dudas de que hablaba en serio le dijo a los activistas disfrazados de periodistas que asistieron a la conferencia de prensa que no contestaría sus preguntas. Así hablan los machos y cuando los machos hablan las "gallinas" se callan. 

Alfredo M. Cepero
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Director de www.lanuevanacion.com
Cuba - Estados Unidos

ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO: GENOCIDAS, Y LADRONES REINCIDENTES

"Ver cometer un crimen en calma, es cometerlo",  José Martí.

Néstor Kirchner buscó revestirse con los fueros que otorga la izquierda; para lograrlo cooptó a los organismos de derechos humanos tuertos, a los que financió sin medida, y consiguió la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final que, sabiamente, había promulgado Carlos Menem para pacificar el país. A partir de entonces, el demostrado invento de los 30.000 desaparecidos se transformó en dogma, y María Eugenia Vidal, a la sazón Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, no vetó la ley que impide cuestionar, con datos y hechos, esa manifiesta falsedad.

El muerto evitó ser cuestionado por el saqueo que realizó hasta dejar exhausto al país, y que su viuda continuó, tal como demostró esta misma semana el Tribunal Oral Federal N° 4 en un fallo que ocupó más de 3000 fojas. Los anteriores gobiernos kirchneristas habían cometido un claro delito de genocidio al robar tantos fondos que, claramente, faltaron en hospitales, agua corriente y cloacas y hasta alimentos; la trágica situación de los wichi y de los qom, a los cuales se busca exterminar, y de los habitantes del Conurbano profundo, que siguen chapaleando en el barro y a los que el paco destruye, ratifica esta aseveración.

Pero nunca la vocación por el latrocinio había llegado a un punto como el actual, cuando la avaricia y el afán de acumular ha producido -según las propias informaciones del Gobierno- más de 63.800 muertes por la corrupción en el proceso de adquisición de las vacunas y que la Argentina sea de los tres países del mundo que peor han conducido el proceso. Y todo eso cubierto por una bruma que emula el escenario de la guerra de Malvinas, sin su maravilloso heroísmo pero con la épica habitual del relato, que pretende ocultar desde los responsables directos hasta la multitud de funcionarios, secretarios, choferes, amantes y demás que se saltaron la fila.

Nadie ha explicado por qué la Argentina no pudo acceder a los 13,3 millones ofrecidas por Pfitzer o renunció al 90% de las que puso a nuestra disposición el programa Covax, de la Organización Mundial de la Salud, a un precio muchísimo menor. En cambio, pagó a Hugo Sigman US$ 60 millones por vacunas de AstraZeneca que nunca llegaron y que, además, son resistidas por el primer mundo. Ahora, un funcionario confesó que, con ilegal información privilegiada, puso en carrera (y financiará) a Marcelo Figueiras, de Laboratorios Richmond, por la Sputnik V, que no ha autorizado Brasil por la falta de transparencia en los datos científicos que ofrece.

Lo mismo sucede con las razones que llevaron al Gobierno a pagar costosísimos viajes de Aerolíneas Argentinas a Beijin y Moscú, a ofrecer a Cuba financiar el proyecto de fabricar su vacuna "Soberana", y a la concesión exclusiva de los testeos en Ezeiza a una empresa (LabPax) recién creada, tal como sucedió en 2003 con la constructora de Lázaro Báez. Y con la infame politización de la vacunación en la Provincia de Buenos Aires, que se realiza en casas particulares de militantes de La Cámpora y de movimientos sociales, en desmedro de los establecimientos sanitarios disponibles, como salas de primeros auxilios y hospitales públicos.

Lo expuesto hasta aquí y las pruebas que todos los días aportan las investigaciones médicas y periodísticas bastaron para que un Fiscal federal, ante una denuncia privada, impulsara una requisitoria penal contra el Presidente Pinocho, el ex Ministro de Salud -Ginés González García- y su sucesora -Carla Vizzoti, a quien sólo llamó como testigo- y, por supuesto, los dueños de droguerías mencionados, tanto por la masacre que han producido -duplicamos los índices de contagio y mortalidad de India, y tenemos diez veces más fallecidos por cada millón de habitantes, después de la cuarentena más prolongada del mundo- cuanto por este nuevo desfalco. 

En este caso sí resulta aplicable la imprescriptibilidad del delito de lesa humanidad, descripto y sancionado por el Tratado de Roma, que entró en vigor el 1° de julio de 2002 y que, ratificado por la Argentina, fue aplicado aquí con retroactividad a los dos mil ancianos militares presos, algo prohibido en el propio tratado; pero no debiera sorprendernos, ya que el sistema penitenciario les impide acceder a la vacunación contra el Covid, a pesar de constituir claramente un grupo de enorme riesgo, tal como lo ha probado la mortal difusión del virus en las cárceles en que se encuentran.

Mientras la pandemia sigue golpeando, y aterrando, a la ciudadanía, la nefasta araña en que se ha convertido la PresidenteVice mantiene un estruendoso silencio sobre el tema, pero continúa tejiendo sus redes para lograr la impunidad para los innumerables crímenes que ha cometido. Ahora, la ofensiva la encabeza ante el H° Aguantadero el Ministro de Justicia, Martín Soria, que pretende terminar con la independencia de la Procuración General y llevarse puesto al Procurador interino, Eduardo Casal.

A los diputados más lábiles, esos tan proclives a estirar la mano para recibir sobres y favores, que simulan inocencia al aceptar las inconstitucionales posiciones del oficialismo pero introduciendo algunos cambios en el texto que recibió ya media sanción en el Senado, debemos recordarles que no pueden engañarnos ya que a éste, cuya mayoría obedece rastreramente las órdenes de Cristina Fernández, le bastará con insistir en su postura para convertir en ley el original.

Enrique Guillermo Avogadro

ega1@avogadro.com.ar

@egavogadro

Argentina