sábado, 20 de febrero de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ DOMINGO 21/02/2021


MIBELIS ACEVEDO DONÍS, LA ESCISIÓN PROVECHOSA

El debate en torno a los procesos de polarización a veces omite que los clivajes que producen las condiciones materiales de existencia no siempre tienen un correlato político lineal, previsible. O que la base estructural y de identidad sólo acumulan potencial de movilización cuando hay una base organizativa que las aprovecha. El caso venezolano da fe de ello, sin duda. La evaluación negativa de la gestión de Maduro tiende a tocar topes escandalosos (81% para nov-2020, según Datincorp); pero como muestran también los mismos sondeos, tal alineación no necesariamente muta en confianza y apoyos a favor de la dirigencia opositora. Siguiendo a Stein Rokkan: sin una politización de esa fractura profunda que separa a los grupos de una sociedad -politización traducida en efectiva representación de intereses- no habrá mayoría con capacidad de introducir transformaciones estructurales en el sistema. 

Para efectos del cambio pacífico al que el demócrata debe/puede aspirar, el problema que de allí se deriva no es nuevo, ni simple. ¿Cómo convertir una multitud dispersa y sometida por la precariedad en mayoría políticamente útil? ¿Cómo enlazar la lucha por reivindicaciones sociales con la brega política contra el autoritarismo? ¿Cómo conectar “los problemas de la gente”, la atención de las urgencias de la sociedad civil con la razón de ser de líderes y partidos, esa legítima aspiración de acceder al poder? 

Por eso, aunque nutrida por lo social, la labor integradora de lo político tiene pulso propio. Historias como la de Polonia, el salto de “Solidaridad” desde la arena de la lucha sindical a la del partido, por ejemplo, sirven para ilustrarlo. Las huelgas de astilleros de Gdansk en país sometido por el yugo soviético y con gremios profesionales controlados por el Estado; con una iglesia que se hizo cada vez más influyente y grupos de intelectuales que iban surgiendo y engrosando el movimiento social; todos elementos que abonaron a la transición de 1989, una vez que aquellos enviones fueron acoplados por la conducción de un despabilado liderazgo. 

No fue este un salto súbito, en fin. Tampoco una maniobra libre de caídas, tanteo y virtuosismo. A las jornadas iniciales de protestas por el alza de los precios siguió un creciente proceso de organización impulsado desde las bases; esto en el marco del inicio y fin de sanciones internacionales, y una liberalización de la economía que el gobierno ensayó, pero que no remedió el estancamiento político. La hora fue entonces propicia para plantear negociaciones enfiladas a elecciones (sub-óptimas, pero posibles) que abrieron espacios para reformas progresivas. Una política del “zig-zag”, a decir de Jane L. Curry; de idas y venidas hasta que “la virtù que nace de la ocasión” (Maquiavelo) selló el casorio entre las demandas de lo social y la labor articuladora de lo político. 

Lo descrito abunda en méritos que en Venezuela se han ido esfumando. Preocupa distinguir acá una ciudadanía cada vez más distanciada de la oferta del liderazgo político, y un liderazgo que a su vez luce casi catatónico, divorciado de su misión, incapaz de ubicar el siguiente escalón. 

Desleídos tanto por causa de la tenaza autoritaria como por crisis internas acumuladas y evadidas, los partidos siguen acuciados por los mismos dilemas estratégicos. ¿Negociar o esperar a que el colapso produzca el quiebre? ¿Participar o abstenerse? ¿Usar las elecciones viciadas como vía para crear condiciones que no existen, o supeditar la participación a los efectos de una presión incierta? ¿Cooperar con sentido pragmático para contrarrestar el raquitismo de las partes, o seguir levantando barricadas que separen a la “oposición verdadera” de la “falsa”? ¿Ganar gobernaciones para habilitar alguna mínima interlocución entre una población castigada y un Estado indolente, o abandonar a priori la tarea por el “coco” de los protectorados? ¿Fomentar confianza en virtud de la capacidad para impulsar mudanzas institucionales, o renunciar a la zona de oportunidad mientras Maduro siga en el poder? 

Mientras persiste nuestro atasco político, sectores de la sociedad civil no dejan de alzar sus voces, de movilizar clivajes para visibilizar la exigencia razonable: la necesidad de atender en lo inmediato a una población víctima de la privación. Condicionar tal atención a la resolución de la crisis política equivaldría, según ilustra Luis Vicente León, a “rescatar a un cadáver”. Sí: lejos de ser una abstracción, como una vez escribía Jorge Luis Borges, esa “masa de oprimidos y parias” habla de individuos mortales y sufrientes. Temas como la vacunación masiva contra el Covid-19 obligan a los actores internos y externos a facilitar acuerdos urgentes. Un ejercicio puntual de toma y daca, de paso, que quizás generaría ventajas para una puja por acuerdos integrales. 

De modo que esa gestión pinchada por la supervivencia y por tanto impensable fuera del corto plazo, debería ser vista como parte de un trabajo mucho más amplio, la articulación que sólo prosperaría en el mediano-largo plazo. A eso remitiría el exhorto a “volver a hacer política” que desde la sociedad civil se extiende a los responsables de tales menesteres. En atención a este criterio no caben “batallas definitivas”, sino la faena que, en sensible sintonía con los tiempos de lo social, avanza con tenacidad, astucia, foco. 

Hay que saber distinguir entre aquello que pide un “alto al fuego”, la pacificación de la escisión, en fin, y lo que se nutre de la fractura éticamente aprovechable para la movilización/participación colectiva, la lucha agonista por el poder. Asimismo, los nuevos desafíos exigirán recomponer fuerzas no para aspirar “ya” al “todo” -lo contrario sería apelar a un optimismo candoroso- sino para poder impulsar con éxito una transformación sostenida y profunda del estado de cosas. He allí una dinámica de intervención virtuosa de lo social que sin los apoyos de una ciudadanía física y espiritualmente solvente, por cierto, difícilmente eludirá la cuneta del eterno retorno.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela

JEAN PASQUALI, VENEZUELA: ATENDIENDO AL LLAMADO, INTRODUCCIÓN (CONTENIDOS EN PRÓXIMAS EDICIONES EN DOS PARTES)

El 28 de noviembre de 2020, en [Noticias Universitarias], el Profesor Agustín Blanco Muñoz, de la Cátedra Pio Tamayo de la Universidad Central de Venezuela, hizo público, vía la Profesora Mery Sananes, un artículo intitulado El 06 y 12D: ¿LA MISMA COSA? El mismo artículo fue publicado en el blog: https://historiactual.blogspot.com/2020/11/el-06-y-12d-la-misma-cosa.html y consta de 378 palabras. Todas son útiles y necesarias.

Yo voy a intentar cumplir con el llamado que hace en su primer párrafo el Profesor Blanco Muñoz: “El análisis a nivel de Historia Actual, en este tiempo complejo y terrible, reclama el aporte de los actores, el debate de ideas para crear conocimientos que sirvan para trazar líneas táctico-estratégicas portadoras de firmeza y perspectivas”.

En primer lugar, considero que el tiempo terrible y complejo por el que está pasando la población venezolana puede resumirse en la pérdida del orden Constitucional. Es decir, la Constitución actual está vigente en teoría, más no en la práctica.

En segundo lugar, hay muchas maneras de adquirir de nuevo un orden Constitucional. Al considerarlas y visualizar formas de llegar a ellas, me he convencido de que la forma más conveniente, menos destructiva y menos traumática es en primera instancia, reinstituir la Constitución que debería estar vigente.

El Profesor Blanco Muñoz reclama un debate para crear conocimientos para trazar líneas de acción que lleven a una aceptable solución de nuestro gran problema. Yo voy a presenta una vía de acción que se deriva de la consideración de formas de resolver conflictos humanos que aparecen en la literatura. Voy a dividir mi contribución en dos partes. La primera identifica las partes en conflicto, establece las posiciones a que han llegado e intenta formular un escenario en donde esas partes pueden coincidir y llegar a un acuerdo que favorezca a ambas. La segunda parte presenta algunas ideas —derivadas mayormente de datos obtenidos a través de encuestas hechas a la población venezolana— acompañadas de reflexiones que pudieran servir de guía en la elección o selección de los directivos de un nuevo gobierno, de tal manera que los intereses de la población estén bien representados.

Jean Pasquali
38jcaj@gmail.com
@JeanPasquali1
Venezuela

VICENTE BRITO, VENEZUELA ¿DEFINICIÓN DE RUMBOS O LA CONTINUIDAD DEL MODELO POLÍTICO?

La nación Venezolana está entrando en una de sus coyunturas políticas más complejas y de mayor trascendencia para sus ciudadanos. Lo podemos observar en donde los que ejercen el poder definen rumbos, pero sus decisiones tomadas en las últimas semanas nos indican que lo que establecen es la continuidad del modelo político, así lo indican distintos voceros de los que conforman la Asamblea Nacional y otros integrantes del bloque oficialista donde hablan del estado comunal como la panacea a la multiplicidad de problemas que aquejan a la nación. Lo cual nos indica una continuidad más radical del modelo político que ha definido el rumbo de la nación en estos 21 años, donde las decisiones tomadas han sido orientadas en obtener y concentrar más poder por parte del estado, resultando que ellas son antagónicas y siempre limitativas de los derechos ciudadanos. 

Hemos observado los distintos llamados a participar en las convocatorias realizadas por actores oficiales, hacia distintos sectores de la sociedad civil que incluye a sindicatos, instituciones académicas, gremios empresariales, entre otros, para promover un diálogo que busca soluciones a la crisis que nos agobia, la cual ha sido causada principalmente por la aplicación de políticas públicas que nos han conducido a la compleja situación en la cual nos encontramos. Ya han transcurrido algunas semanas de esos intercambio de opiniones y propuestas, sin que se hayan logrado a la fecha, algunos resultados que nos indiquen algún tipo de soluciones a la complejidad que afecta a la sociedad Venezolana en su conjunto. 

Diversos anuncios indican que a través de la ley antibloqueo, se realizan negociaciones con inversionistas privados internacionales para ceder el control de empresas estatizadas que no están funcionando adecuadamente, se habla que son decenas las que están siendo ofrecidas a estos grupos interesados, hasta el momento no se observa una destacada participación de inversionistas nacionales en tales negociaciones o asociados con estos grupos internacionales. Lo cual solo significa que esas empresas a las cuales se les cedan a estos grupos de inversores tienen como objetivo mejorar su producción y ya dejen de ser una carga financiera para el Banco Central, que es el organismo responsable de proveer el dinero, vía pagarés para cubrir las inmensas pérdidas del conglomerado empresarial público. Este sostenimiento financiero por el BCV es el causante de la hiperinflación que empuja hacia arriba el costo de vida y afecta el consumo de las familias. 

Pero lo que observamos en esta radicalización del modelo político es que no existe ninguna disposición para cumplir con las expectativas creadas, a las solicitudes expresadas públicamente por distintos voceros de esa sociedad civil al cual se convoca, al no ser consideradas o simplemente son echadas en saco roto. Tales como la devolución de las empresas, haciendas, hatos y fincas tomadas sin ningún pago a sus propietarios privados. Los constantes pedimentos de las asociaciones de productores de que se les doten de los insumos necesarios para la activación de la producción nacional la cual se encuentra en sus mínimos históricos de los últimos 120 años. Garantizar la seguridad jurídica y que cesen las invasiones que se siguen produciendo a lo largo y ancho del país, sobre todo en viviendas y fincas. Lo más preocupante es el control por parte del partido oficial de todos los consejos comunales existentes en el país, concentrando todos los recursos públicos asignados para ser invertidos a través de los bancos comunales o cualquier organismo público bajo su tutela, lo cual incluye la totalidad de los planes productivos públicos para mejorar la producción nacional. 

Todo lo cual nos indica que no hay definición de rumbos que conlleven a una modificación del modelo, sino lo que se observa es una radicalización del mismo, sostenido en el poder comunal donde el estado se convierte en el que todo lo puede y hace.

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución Vicente Brito
Venezuela

LUIS FUENMAYOR TORO, UNA CESTA DE VACUNAS

Venezuela, tal y como han hecho varios otros países, debería tratar de disponer de una cesta de vacunas y no de una sola vacuna, como pareciera su decisión hasta ahora. Es meridianamente claro que, en forma inmediata, el mundo no dispondrá del número de vacunas que se requieren para inmunizar a un 70 por ciento de la población y así poder detener la pandemia del SARS-CoV-2, virus causante de la enfermedad CoVid-19. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado lo que podríamos llamar el acaparamiento de vacunas por parte de los países ricos, quienes toman previsiones en orden de proteger a sus habitantes. Este es un problema de índole mundial, con el que tropezarán todas las naciones pobres del mundo, entre ellas la nuestra, a menos que se busque la forma de resolverlo.

Nuestro país parece haber puesto sus esperanzas en la aplicación de la Sputnik V, vacuna de 92 por ciento de eficacia, producida por el Instituto Gamaleya de la Federación Rusa, posiblemente por los nexos económicos y políticos entre el gobierno de Maduro y el de Vladimir Putin. Esa decisión no reviste ningún problema siempre que se tenga el número de vacunas que se requieren según el programa de inmunizaciones del Ministerio de Salud, el cual aún no se conoce. Se sabe que se inició la vacunación del personal de salud con esta vacuna, pero no se sabe nada más. Sólo rumores que, además de no significar información verdadera, contribuyen a la manipulación politiquera de falsedades y a enturbiar lo que debería ser un proceso totalmente transparente y confiable.

El gobierno ayuda a mantener las dudas, el misterio y la incertidumbre en esta materia tan trascendente, lo cual le debe servir a sus propósitos políticos de mantener el absoluto control de la población y de actuar luego en la forma que mejor crea convenientes. Se dice que no dispones de recursos para la compra de las vacunas y se ha dejado correr, nada menos que a través de una declaración del propio Presidente, que se permitiría que el sector privado venezolano procediera a comprar vacunas y a vacunar a quienes tengan recursos para pagar. Ya incluso han surgido sus legitimadores de oficio a decir que no hay que vacunar gratuitamente a quienes tienen recursos. En realidad, otras vacunas se administran en clínicas y consultorios médicos privados, además de existir la vacunación gratuita en los centros de salud gubernamentales.

En el caso de la CoVid-19, la vacunación en clínicas y consultorios privados, a la cual en absoluto me opongo, sería una clara aceptación del Ejecutivo de su fracaso en materia de salud y dejaría sin efecto toda esa discusión sobre los sectores prioritarios de ser vacunados. La prioridad la tendrían quienes tengan forma de financiarse sus vacunas; ellos serían los primeros vacunados. No sé si el gobierno está pensando sólo en disminuir los gastos de adquisición e inoculación de las vacunas o si, además, pretende obtener recursos financieros para ser incorporados en los programas de vacunación del resto de los habitantes del país. En todo caso, lo que se decida debería ser explicado claramente a la población, para que ésta sepa a qué atenerse.

Sobre la cesta de vacunas, además de la ya mencionada vacuna rusa, cuyo costo es intermedio, se debería contar con la vacuna AstraZeneca/Oxford de Inglaterra, que es la utilizada en los programas de la OMS, tiene una eficacia del 70 por ciento, se puede almacenar y transportar a temperaturas de refrigerador y además es la más barata. No se tiene información sobre la existencia de negociaciones con China, país con el que el gobierno tiene relaciones económicas importantes, para la compra de alguna de sus tres vacunas. La Sinopharm, con 79 por ciento de eficacia, es muy costosa, y la CanSino es barata, pero de menor eficacia. Por último, se podría considerar en esta cesta la vacuna cubana Soberana 2, actualmente en fase III. La cesta tendría tres o cuatro vacunas a ser utilizadas.   

No estamos en posición de escoger la que, por alguna razón, prefiramos. Toda vacuna con sus resultados de investigación publicados, incluyendo los estudios de fase III, es perfectamente adecuada. A vacunarse con la primera que tengamos a mano.

Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Venezuela

DOMINGO ALBERTO RANGEL, PETARE CUMPLE 400 AÑOS…

La parroquia de Petare, en las cercanías de Caracas, hace tiempo fagocitada por nuestra capital federal, arriba a sus 400 años y a pesar de los cambios que se suponen ocurridos en mi país, la celebración luce copia de cualquiera de las anteriores. 

Entre cachitos y licor barato, con la presencia del gobernador y del alcalde, aprovechando la vecindad del Carnaval… nuevamente como suele ocurrir en esta fecha… se escucharon con fondo musical discursos manidos, de los cuales salvo por adaptaciones a los tiempos se pudiera decir que son piezas oratorias copiadas de cualquier populismo anterior. 

Mucho ditirambo soltaron los oradores e invitados a las radios y la TV, recordando orgullosos que “Petare es el mayor de los barrios latinoamericanos”… como si esa colección de pobreza fuese motivo para presumir en vez de estar avergonzados. 

Y por supuesto la polarización hizo también en este año sus estragos: unos señalando al gobierno como gran culpable… mientras que el oficialismo bolivariano se apegó al guión culpando a los gobernantes anteriores… de los que pocos se acuerdan porque 20 años pesan aunque un tango famoso pretenda lo contrario. 

Si se quiere ser útil cuando uno emborrona estas líneas me siento obligado a decir que Petare no es  motivo de orgullo y más bien es un desastre en el que casi obligados viven cientos de miles de venezolanos y extranjeros… desastre cimentado durante los 40 años del Puntofijismo… y engrandecido si se quiere en los 20 del chavismo. 

Dos días antes del cuarto centenario de Petare, en uno de sus casi 100 barrios, la policía asesinó a sangre fría un joven cuyo delito era haber acompañado a otro compinche que en medio de una pelea de “champeta” asesinó al tío de uno de los policías que cual vaqueros yanquis desaforados… tomaron venganza con el primer bobo que agarraron. 

Los detalles dan para escribir una novela que incluye al joven delincuente asesinado… arrodillado en medio de una redoma… con los policías ordenando armas en la mano a los vecinos… “cierren las ventanas o no respondemos”… una escena del crimen preparada para simular enfrentamiento… y los investigadores del CICPC negándose a firmar el acta porque una valiente galena forense gritaba “esto no es así”. 

En descargo de Petare señalo que pocos días antes… en Baruta… durante otra “champeta” que duraba los 2 días del Carnaval… hubo un enfrentamiento entre bandas rivales con un saldo de 4 muertos y 10 heridos. 

Antes de volver a Petare doy fe que los barrios de Baruta no están tan densamente poblados como los de Petare… a pesar de que ellos también son producto de la irresponsabilidad de concejales y alcaldes que en estos lares han permitido que invasiones que pudieron con el tiempo ser urbanismos… se convirtieran en sitios inhóspitos de los que la gente si pudiera… huiría. 

Igualmente aclaro que esas fiestas “de champeta” donde se vende cerveza en las calles y no se deja descansar a los vecinos con el nivel del sonido ensordecedor… aparte de ser de importación colombiana y con logo del narco… están prohibidas por las ordenanzas municipales… metropolitanas… y leyes nacionales. 

Bien: Petare y en general todos los conglomerados populares en las ciudades nuestras –salvo pocas excepciones- son producto de invasiones a terrenos “de las afueras”… patrocinadas por los partidos de la democracia… en tiempos en que el dueño de los terrenos permitía tan democrática invasión… “porque los gobiernos resarcían las pérdidas… con ayudas nunca pagadas”. 

Invasiones en las que la demagogia politiquera de aquellos tiempos, a los que algunos buscando pescar en río revuelto, les dedican odas como si el objeto de tanta poesía no fuese la base del actual desastre… careció de voluntad para organizar los lotes de terreno entre las familias invasoras… y tiempo después concejales y alcaldes irresponsablemente permitieron… a cambio de votos… que donde pudo vivir dignamente una familia… se metieran siete… o más.

El Petare actual no tiene la culpa de que políticos de los que ya nadie recuerda sus nombres irresponsablemente permitieran que un terreno propicio para ser ocupado “dignamente”… se convirtiera en guarida de malandros que a pesar de ser una minoría… tienen acoquinada a la población decente que es la inmensa mayoría. 

Uno de estos delincuentes… asociado políticamente con el autojuramentado y supuesto interino… se permitió retar al Presidente “a que lo fuese a buscar aquí”… dando a entender que Petare para ellos no es Venezuela… sino Somalia. 

De eso no es responsable Petare o cualquier otro sitio… pero sí lo es por elegir lacras demagogas… incapaces hasta para aplicar las ordenanzas que ellos conciben. 

El dilema no es votar o no… es elegir un futuro digno… o seguir con la guachafita… y para ello quizás lo primero no sea lograr un CNE “equilibrado”… sino un Poder Electoral apegado a la ley que salvo la cambien… prohíbe militantes partidistas como Rectores. 

Esa si sería una condición por la cual vale la pena luchar “hasta vencer”.

Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR
Venezuela

ROMÁN IBARRA, AUXILIO

En el artículo anterior me referí a la importancia que tiene la solidaridad entre los países para atender con prontitud el drama que significa vivir en una sociedad atrapada por crisis socioeconómicas, sin que los ciudadanos reciban de sus respectivos gobiernos el trato humanitario adecuado a los términos de la Constitución, y los tratados internacionales que les cobijan como marco jurídico y político.

Obviamente es el caso venezolano, y recurrí al término que a tal efecto acoge la Real Academia de la Lengua (RAE), conocido como Aporofobia, es decir, ¨La Fobia a las personas pobres o desfavorecidas¨, para poner en evidencia que algunos ciudadanos de nuestros vecinos del Sur están desarrollando crecientemente conductas violatorias de los DDHH de nuestros compatriotas que se han visto en la necesidad de emigrar.

Hoy nos vemos en la necesidad –otra vez- de llamar la atención sobre este tema, en vista de que son varios los casos conocidos de maltrato a venezolanos en Argentina, como el de la muchacha violada por su empleador; luego el homicidio de otro joven en Perú, y hasta el linchamiento de otro, también en Perú, al que no solo  golpearon salvajemente, sino que luego lo lanzaron desde un puente causándole la muerte. Otro tanto ocurrió con la deportación de nuestros compatriotas en Chile.

Ya incluso han convocado públicamente actos de repudio contra los venezolanos, sin que hasta el presente haya habido pronunciamiento alguno de esos gobiernos para sancionar estas conductas criminales de sujetos que se creen con derecho a disponer de la vida de otros seres humanos, por el solo hecho de ser extranjeros, sin detenerse a pensar que personas de esos mismos países han recurrido también a la migración cuando sus respectivos sociedades han estado atrapadas por situaciones similares.

Repito que ese maltrato es especialmente contra los venezolanos que huyen de la pobreza extrema, porque en sentido contrario han mostrado agradecimiento con nuestros médicos y también con los profesionales y técnicos de la industria petrolera que han contribuido con sus amplios conocimientos y formación al desarrollo de la salud, y la industria en esas naciones.

Hemos dicho que los nuestros no son invasores, ni pretenden crear malestar en la tierra que aspiran alcanzar, son solo seres desesperados por la destrucción a que ha sido sometida Venezuela por la crueldad de quienes nos han gobernado en los últimos 22 años, bajo la influencia criminal y corrompida de la dictadura cubana, a los cuales, se arrodilló Chávez en gesto de genuflexión abyecta; imperdonable.

Hoy, esa crueldad se multiplica bajo la dirección de sus sucesores, también insensibles al dolor ajeno.

Es una pena que organismos tan importantes como la OEA, la ONU, el Grupo de Lima, entre otros no se expresen abiertamente en la exhortación a los países miembros de esas entidades para tratar de frenar el drama que se vive en Venezuela, y el que viven los venezolanos en las naciones que han venido acogiendo a quienes huyen.

Exhortamos a los señores Almagro, como Jefe de la OEA,  al señor Guterres, como Jefe de la Naciones Unidas, y también a su santidad el Papa, para que dialoguen, tanto con el presidente Maduro, como con los mandatarios de los países hacia donde huyen los venezolanos.

Reiteramos nuestro reconocimiento al gobierno del Presidente Duque en Colombia por la aprobación de un estatus de protección temporal, e instamos a los demás países a hacer lo propio.

Por último, recurrimos a la conciencia social de los ciudadanos del mundo para que cese el hostigamiento y maltrato contra nuestros compatriotas. Es un asunto humanitario, por lo cual, pedimos comprensión.

Al gobierno y a la oposición toda, pónganse de acuerdo para detener tanto sufrimiento. Negociación urgente.

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela