miércoles, 29 de abril de 2020

ACTUALIZACIÓN, NACIONALES, EL REPUBLICANO LIBERAL II, JUEVES 30/04/2020

THAYS PEÑALVER, VENEZUELA RUMBO AL COLAPSO TOTAL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 12 minutos
El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, anunció el 8 de febrero de 2019 la llegada de la ayuda humanitaria a la ciudad colombiana fronteriza de Cúcuta y afirmó que ahora toca la fase de acopio para que pueda llegar a los más necesitados. Tras un mes desde el anuncio de amnistía a los militares, el planeta entero se pregunta, ¿qué tan factible es que el régimen se desplome rápidamente? ¿Qué ocurrirá en Venezuela: el quiebre militar, la negociación política para unas elecciones o Nicolás Maduro se saldrá con la suya? Lo primero que debemos tomar en cuenta es que el régimen ... más »

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ, ¡CUÍDATE!

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 28 minutos
Para Angel Rangel, quién me acercó al tema El Covit-19 convirtió la palabra ¡cuídate! en sustituto de saludos y despedidas. Pensar que personas queridas corren riesgos o están el peligro –cosas diferentes- la convierte en deseo salido de lo más recóndito, del órgano de la fuerza vital para los griegos, el corazón. Dice el fundador de la sociología del riesgo, Ulrich Beck: riesgo asumen los que dirigen y peligro corren los dirigidos. El chofer irresponsable que al frente de un autobús con sesenta personas pasa otro vehículo en curva, toma un riesgo consciente (aunque sea un “inconsc... más »

AMÉRICO MARTÍN, LA PALANCA DEL INTERÉS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 33 minutos
Para entender las razones que moverían las presuntas conversaciones que estén por tomar fuerza entre la cúpula de Miraflores y la Asamblea Nacional presidida por Juan Guaidó, hay que comenzar por determinar cuál pudiera ser el interés que mueve a cada uno de los protagonistas de la sugerida negociación. No dudo que haya actores menores cuyo interés sea poco sostenible desde el punto de vista ético, pero de hecho la marcha del mundo frecuentemente se ha desentrabado por acuerdos entre archienemigos que escaparon de la ruina y la muerte mediante sabias negociaciones. Como en recient... más »

GLORIA CUENCA, LA MENTIRA FORMA DE VIDA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 44 minutos
Joven viví la experiencia de conocer gente que prefería la mentira a la verdad. En mi familia, mentir era terrible. Llamar mentiroso a alguien podía ser grave y te quedarías sin paseo en la semana. Alguien a quien quería, con autoridad, me cuestionó: “¿Quién te ha dicho que decir la verdad es mejor que la mentira?” Respondí: “Papá y mamá me enseñaron a ser responsable y a decir la verdad. No a mentir”. La respuesta, extraña para mí: “Las mentiras son mejor que la verdad”. A partir de ese momento, empecé a estar inquieta; averiguar esa contradicción, de la que me di cuenta, tardíam... más »



REINALDO AGUILERA R., EL RETORNO DEL BACHAQUERO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 55 minutos
Con toda seguridad, al leer el título de nuestro artículo, los conocedores de la cinematografía mundial habrán efectuado la conversión y pensado en las famosas cintas de George Lucas “Star Wars”, al igual que en el llamado “Lado Oscuro de la Fuerza” etcétera; pues pareciera algo de película lo que sucede a diario en nuestro país, cuando el problema de abastecimiento en mi opinión indicara estar medianamente solucionado, el asunto se reduciría a tener dinero o no, pero resulta que ahora, las joyas del régimen que ha destruido cualquier cantidad de empresas que expropia o intervien... más »

LUIS FUENMAYOR TORO, CORONAVIRUS Y CONSPIRACIONES

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
En este cotidiano proceso tienen mucha influencia el nivel de conocimientos y la cultura general de las personas, su educación formal, su práctica laboral o profesional, pero también sus creencias, supersticiones y afectos y las posiciones ideológicas y políticas que se defiendan. Ni que hablar del papel de los medios de comunicación, la Internet incluida, en la transmisión de informaciones ciertas o falsificaciones desinformativas y la manipulación de voluntades, con propósitos que van desde los económico-mercantiles hasta los políticos nacionales y mundiales. Se trata de una pléy... más »



THAYS PEÑALVER, VENEZUELA RUMBO AL COLAPSO TOTAL

El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, anunció el 8 de febrero de 2019 la llegada de la ayuda humanitaria a la ciudad colombiana fronteriza de Cúcuta y afirmó que ahora toca la fase de acopio para que pueda llegar a los más necesitados.

Tras un mes desde el anuncio de amnistía a los militares, el planeta entero se pregunta, ¿qué tan factible es que el régimen se desplome rápidamente? ¿Qué ocurrirá en Venezuela: el quiebre militar, la negociación política para unas elecciones o Nicolás Maduro se saldrá con la suya?

Lo primero que debemos tomar en cuenta es que el régimen está asesorado por quienes han sobrevivido a 10 administraciones estadounidenses, invasiones, bloqueos navales (crisis de los misiles incluida), bloqueos económicos y financieros, planes de austeridad durísimos y amenazas durante 60 años. Los mayores especialistas en el mundo en torcer la realidad y ganar tiempo. En fin que más vale el diablo por apellidarse Castro, que por diablo.

Por lo tanto el “bluff” no funciona, porque el régimen sencillamente sabe, gracias a los cubanos, que los portaaviones no llegan vía “Twitter”. Los cubanos saben perfectamente que tan solo para someter en Granada a 1,000 hombres descalzos, necesitaron a más soldados que los que había en la famosa libreta amarilla; para sacar a Manuel Noriega, con un ejercito mal armado y destruido, fue un despliegue cercano a los 30,000; por no hablar de los cientos de miles requeridos en Irak. Y Hugo Chávez, quien se preparó para este escenario, se encargó de que sus 5,000 misiles portátiles rusos sean más que suficientes para disuadir una aventura de menor escala.

Por eso, el régimen no ha tomado mayores precauciones, no ha activado la alerta general, ni llamado a la movilización nacional, como lo exige el protocolo de Defensa porque sabe que falta mucho para los preparativos de una invasión y la usa para sus fines nacionales e internacionales. Así que el régimen venezolano, por mas que le recuerden diariamente la opción nuclear, está claro que lo que tiene que enfrentar precisamente son las otras “opciones sobre la mesa”. Entendidas como evitar un golpe de Estado y más aún, lo único que los puede sacar, un pronunciamiento militar masivo.

Para lo primero, basta con controlar tres o cuatro batallones claves de Caracas y cercanías, fortalecer a sus cuadros paramilitares y enviar a la frontera a buena parte de la infantería. Con lo que hace prácticamente imposible un golpe de Estado. Mientras que el peor escenario, es el que estamos viendo, unos pocos oficiales apareciendo en videos, marchándose en supuesto apoyo a la oposición, asunto que es la peor demostración de que si hubiera un levantamiento en puertas, jamás saldrían como lo están haciendo. Por otra parte va a jugar en estos 90 días con Europa y algunos países americanos, para ganar tiempo, a sabiendas que mientras esto ocurra, ninguna otra opción será posible y quizás “gracias al diálogo” permita entrar la ayuda humanitaria.

El problema que quizás enfrenta la comunidad internacional es el mismo que la mayoría opositora. No están conscientes del verdadero tamaño de su adversario y tienden a simplificarlo, a ridiculizarlo y a minimizarlo constantemente. Hablan de que los cubanos controlan todo, pero en el fondo, no lo creen. Y nunca actúan en consecuencia, aunque ese adversario haya superado siempre todas las crisis, e incluso demostrara que está dispuesta a asesinar a cientos para mantenerse.

Pero en especial, creen que el problema radica en un solo hombre y no en un sistema creado durante 20 años, copiado a imagen y semejanza no de la Cuba satélite y revolucionaria, sino de una más peligrosa, la Cuba superviviente postcolapso soviético. La revolución no es socialista. Es un gigantesco entramado de negocios para decenas de miles en lo que el expresidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, atinadamente definió como “El Pingüe Negocio del Coronelato”.

¿Es factible el quiebre? Sin duda, pero hay que jugar más y mejores cartas, porque el cortoplacismo es el peor de nuestros aliados.

Lo que percibo es que nadie está preparándose, ni preparando a los venezolanos para el impacto de lo que viene de no darse en la primera apuesta. Ambos bandos han escalado y el efecto de las sanciones así como la reacción económica del régimen —que parece la misma de Saddam Hussein antes de salir de Kuwait— tendrán un efecto gigantesco en la población venezolana y más aún en la oposición, urge contrarrestar sus efectos, porque la parálisis económica me temo que será general y el régimen ha optado por subirle el costo político a Juan Guaidó, cargándole la cuenta a la oposición de todo lo que va a ocurrir.

Lo bueno es que vivimos el final de un periodo histórico. La revolución por una vía u otra llegó a su final, más aún si Venezuela enfrentará en los próximos meses el colapso total, pero es momento de la calma olímpica, de pensar en todos los escenarios y de no perder la iniciativa.

De cómo sortee la oposición este mediano plazo es de lo que dependerá que el cambio sea irreversible.

Thays Peñalver
thays.penalver@me.com
@thayspenalver

Este artículo, originalmente, fue publicado en “El Nuevo Herald” de Miami.

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ, ¡CUÍDATE!

Para Angel Rangel, quién me acercó al tema

El Covit-19 convirtió la palabra ¡cuídate! en sustituto de saludos y despedidas. Pensar que personas queridas corren riesgos o están el peligro –cosas diferentes- la convierte en deseo salido de lo más recóndito, del órgano de la fuerza vital para los griegos, el corazón. Dice el fundador de la sociología del riesgo, Ulrich Beck: riesgo asumen los que dirigen y peligro corren los dirigidos. El chofer irresponsable que al frente de un autobús con sesenta personas pasa otro vehículo en curva, toma un riesgo consciente (aunque sea un “inconsciente”) y pone en peligro vidas que dependen de él.

Quien sale sin mascarilla se arriesga, y sus familiares y paseantes, peligran. Si desde La Bauhaus y el diseño industrial, se construye conforme patrones estéticos, la sociología del riesgo empapa la vida moderna y nada se hace sin agotar el estudio de los peligros para los usuarios, la población en general, y prever los elementos para su cuidado, su cura.

De allí términos técnicos popularizados por el uso: contingencia, plan B, siniestralidad, vías de evacuación, resiliencia, control de daños, riesgo residual. El estudio del riesgo político, ayuda a evaluar a los que aspiran liderazgo, y es de mucha utilidad en era de populismo, antipolítica, neopolítica y sus hijas legítimas, post verdad, fake news, xenofobia, antiglobalización, corrección-política, diferencialismo.

La tontería arrastra incluso a importantes creadores de opinión con el perogrullazo de que la sociedad “no estaba preparada para la pandemia”. No estaba ni nunca podrá estarlo para una contingencia que obligaría a que cada país mantuviera millares de salas de terapia intensiva y respiradores ociosos con costos impagables, por si acaso.

El irresponsable en acción

Pero la sociedad enfrentó el reto, pese a mermados mentales, ideólogos e irresponsables en el poder, otra contingencia imprevisible. Tan mal los socialistas españoles como los conservadores británicos. Uno que se burla del confinamiento contra la pandemia. Otro convoca a las calles para pedir un golpe de Estado contra el Congreso y la judicatura. Un tercero llama a la población desarmada a una insurrección o un golpe de Estado y pide sanciones económicas para su país.

Esas son desgracias que las sociedades propician, por poner su confianza en manos de politiqueros. Los aspirantes a líderes deben esmerarse en el cuidado de sus dirigidos. En la mitología romana cuando Júpiter creó al hombre, hubo una importante polémica entre los dioses. Como lo hizo de arcilla, Tellus (la diosa tierra) lo reclamó para ella. Pero Júpiter, quien lo creó por su voluntad y le otorgó el alma, defendió su derecho.

Finalmente acordaron que, al morir, el cuerpo volvería al barro y el alma a su creador. Pero irrumpe Cura (el cuidado, la prudencia) y aclara que aceptaba el acuerdo, pero si querían que la criatura sobreviviera, debía estar bajo su mando en el mundo. Después, podrían tomarla Júpiter y Tellus. El clásico del siglo XX, El Padrino (Coppola-Puzo:1972), retomado en cuarentena, pone las categorías en movimiento y corrobora que el poder triunfante conjuga voluntad y cura.

Don Corleone no apoya el tráfico de drogas en Nueva York, contra otros jefes de la mafia, una decisión racional de alto riesgo. El argumento es contundente: perderían así el respaldo o la indiferencia de policías, políticos, jueces y eclesiásticos que no se metían con apuestas, casinos, venta de alcohol o incluso trata de mujeres, pero que si combatirían el narcotráfico.

Acción y reacción

La reacción es el atentado contra Don Corleone y el asesinato de Luca Brasi, uno de sus hombres de confianza. Los gánsters del agonizante Don Vito no saben qué hacer y se acobardan, pero Michael Corleone (Al Pacino) entiende que el dilema no es entre guerra y paz, sino entre ganar la guerra o desaparecer. O se imponían, o se extinguían los Corleone. Tuvo razón frente al desconcierto de la familia y eso lo convirtió en el nuevo Padrino.

La prudencia sin voluntad para luchar conduce al fracaso, la rendición, tal vez Tom Hagen (Robert Duvall), il conciglieri, en un momento de la obra. La prudencia vacía, sin voluntad, que renuncia al objetivo, pierde todo, deja que otros nos arrastren a lo que no deseamos, por no actuar. Sacrificamos fines esenciales para nuestra realización. Igual fracaso es la acción sin prudencia ni cuidado. Sin cura.

Sony (James Caan) el primogénito y heredero del poder Corleone, por su desbarajuste y falta de cuidado, deja indefenso a su padre herido en un hospital, incurre en el ridículo en reuniones serias de los capos y se hace matar en una reacción de violencia irresponsable por un incidente doméstico. Michael, por el contrario, encarna con su padre la voluntad con cura, la capacidad para obtener los objetivos de la manera eficaz y eficiente, al menor costo.

Toma decisiones de alto peligro para sí mismo, como ponerse en manos del gánster Sollozzo y del narcotraficante jefe de la policía, para liquidarlos con sus manos en una cena. Este episodio es esencial para ver cómo el cuidado no consiste en eludir acciones difíciles sino hacerlas bien. Todo paso implica riesgos y quien no los da, no vive. Según Pascal los problemas nacen de que la gente no se queda quieta en su hogar. 

Carlos Raul Hernandez
carlosraulhernandez@gmail.com
@CarlosRaulHer
@ElUniversal

AMÉRICO MARTÍN, LA PALANCA DEL INTERÉS

Para entender las razones que moverían las presuntas conversaciones que estén por tomar fuerza entre la cúpula de Miraflores y la Asamblea Nacional presidida por Juan Guaidó, hay que comenzar por determinar cuál pudiera ser el interés que mueve a cada uno de los protagonistas de la sugerida negociación.

No dudo que haya actores menores cuyo interés sea poco sostenible desde el punto de vista ético, pero de hecho la marcha del mundo frecuentemente se ha desentrabado por acuerdos entre archienemigos que escaparon de la ruina y la muerte mediante sabias negociaciones.

Como en recientes artículos, destinados a los acuerdos de paz y sorprendentes alianzas enhebradas por países poderosos dirigidos por líderes históricos, pudiera pensarse que tales flexibilidades les están negadas a regiones débiles, autocensuradas en nombre de consideraciones morales. Vale decir, que lo que es fundamental para el progreso de las naciones desarrolladas no lo es para las sub e infradesarrolladas. No obstante, demostraré la falacia que envuelve este argumento aludiendo al ejemplo más cercano a nuestras realidades.

No ha habido rencor más largamente sostenido que el derivado de la pugna árabe-israelí. Para la mayoría de los países enfrentados a Israel la reconciliación era imposible, a menos que el pequeño país judío fuera borrado del mapa. Pero como la inteligencia política no tiene nacionalidad, después de las enormes pérdidas territoriales en la Guerra de los Seis Días en el Sinaí y en las alturas del Golán, el sucesor del caudillo Nasser, Anwar Al Sadat, el líder judío Menachem Begin y el presidente Jimmy Carter, lograron un impactante acuerdo que le devolvió el Sinaí desmilitarizado a Egipto y consolidó relaciones diplomáticas entre las dos partes, que se suponían condenadas a no dialogar ni negociar nunca más.

Negociaron, pactaron y Egipto recuperó la integridad de su territorio, mientras que Israel rompía el cerco diplomático que lo asfixiaba y mantenía en perpetuo peligro.

Los intereses de los tres firmantes de Camp David fueron colmados, incluso el de EEUU, país cuyo logro fue estupendo, pudo mantener relaciones con dos enemigos que sellaron una amistad inquebrantable mediante un expresivo apretón de manos.

¿Y dónde quedaron las enfurecidas invectivas contra el colaboracionismo egipcio?

Han sido olvidadas, porque de nuevo el interés de preservar lazos fraternales con el poderoso líder tradicional del mundo árabe, es más sólido y consistente que el de unirse a la grita maximalista que a nada ha conducido ni conducirá.

¿Mentían cuando agredían o mienten cuando negocian?

De nuevo hay que decir que no es éste un infantil asunto de desahogarse en insultos, cuando está de por medio la sobrevivencia de los países.

Es clave para la victoria de una buena causa utilizar el lenguaje adecuado para la situación que lo exija. El exgobernador demócrata del estado de Nueva York, Mario Cuomo, acotaba que en las campañas electorales se empleaba el lenguaje poético y en el ejercicio del gobierno se hablaba el rudo lenguaje de la prosa.

No es cuestión de repetir insultos y descalificaciones, sino de defender el interés de una gran causa en peligro.

No es la reacción del muchacho irritado de Cipriano Castro, que le retiraba el saludo sin medir consecuencias a los embajadores que su grandilocuencia verbal descalificaba, sino la defensa del interés nacional que, afortunadamente, el canciller argentino Drago hizo valer la doctrina de la ilegalidad del cobro compulsivo de las deudas, incluso si están bien fundadas. Para obtener tan estupendo resultado, el dictador Castro, puso en libertad a muchos presos políticos, decisión inteligente que desarmó resistencias y mejoró su imagen.

En el caso venezolano de hoy, se ha pedido una decisión similar a la del cabito Castro, como un gesto preparatorio de un ambiente facilitador de negociaciones entre la AN y Miraflores, para afrontar la pavorosa crisis económico-social en la que han hundido a Venezuela, al tiempo que el coronavirus, la peste negra del siglo XXI, contribuye con ferocidad a agravar esta insólita realidad.

Miraflores está cercado por el mundo democrático que, asombrado por la decadencia de una rica nación petrolera que llegó a ser ejemplo de prosperidad, ahora es la punta del retroceso, incapaz de alimentar a su población.

Así como los países arriba mencionados salieron de conflictos espeluznantes, porque supieron identificar su fundamental interés nacional, dejando a un lado la poesía de sus campañas para aferrarse a la dura pero necesaria prosa de los verdaderos líderes, no se entiende por qué Miraflores, de cara a su comprometido futuro, no se afirma a en su verdadero, su obvio interés y procede a dar el paso de liberar a los presos políticos civiles y militares, permitir el regreso de los exilados y asumir con sinceridad y energía la seria negociación para el cambio de poder por vía democrática, sin violencia ni venganza, para abrir el camino de una convivencia civilizada capaz de afrontar la peste maligna y la recrecida incidencia del hambre, la inseguridad, la ruina hospitalaria, la debacle educativa y sanitaria.

Una Venezuela que no se sentiría atraída a huir de su propia tierra.

Américo Martín
amermart@yahoo.com 
@AmericoMartin 

GLORIA CUENCA, LA MENTIRA FORMA DE VIDA

Joven viví la experiencia de conocer gente que prefería la mentira a la verdad. En mi familia, mentir era terrible. Llamar mentiroso a alguien podía ser grave y te quedarías sin paseo en la semana. Alguien a quien quería, con autoridad, me cuestionó: “¿Quién te ha dicho que decir la verdad es mejor que la mentira?” Respondí: “Papá y mamá me enseñaron a ser responsable y a decir la verdad. No a mentir”. La respuesta, extraña para mí: “Las mentiras son mejor que la verdad”. 

A partir de ese momento, empecé a estar inquieta; averiguar esa contradicción, de la que me di cuenta, tardíamente. En efecto, hay quien prefiere la mentira a la verdad. No fue fácil aceptarlo. A lo largo de mi vida, comprobé que así era. Un problema de la cotidianidad. “Entorno inmediato e íntimo”, lo conceptualizó el maestro Daniel Prieto Castillo; lleva a un problema mayor, impuesto por estados totalitarios. 

Los comunistas, en la Unión Soviética, dijeron cualquier cantidad de mentiras por décadas. Cuando no lograron lo que se proponían, inventaron logros, realizaciones, éxitos. Transformaron la información en propaganda, si es que puede expresarse de esa manera. Al pensar que debían enfrentar al planeta entero, que iba progresivamente actuando cada vez con mayor cultura, avanzando en la democracia y en generaciones de Derechos Humanos, optaron por no decir la verdad. Omitirla, inicialmente ocultándola, después hasta llegar a transformar sus deseos en supuestas realidades y sus falsas creencias que ellos asumieron. 

El año de 1959, Mao Zedong, obsesionado por lo ocurrido a la muerte de Stalin, impuso una consigna llena de fuerza ideológica, pero sin posibilidades: “el Gran Salto Adelante”. Cumplía la Revolución China 10 años. Supuestamente con éxitos y no ocurría –que se supiera– un proceso de gran represión. ¿En qué consistía el Gran Salto Adelante? Una especie de brinco político-ideológico-social: China dejaría de ser un país agrícola y se transformaría a la industria pesada. Debían pasar al sistema radical con la comuna, centro económico del país. El “Timonel Rojo” ordenó: los metales existentes, ollas, planchas, sartenes, carretillas y demás utensilios de metal, serían sometidos al fuego y derretirse. Pronto no hubo qué comer, tampoco dónde preparar o cocinar los alimentos. Abandonado el campo, no hubo productos, se produjo una crisis alimentaria que llevó a la hambruna y muerte de unos 40 millones de chinos.

Mi padre viajó a China en ese aniversario. Vio solo lo que le dejaron ver. No han cambiado su manera de ser, ni de pensar. Transcurrieron 61 años de esa terrible hambruna; ahora ha sido la epidemia, transformada en pandemia, amenazando al planeta entero. Dicen mentiras y ocultan la verdad. Son dignos de piedad: han perdido su condición de seres humanos. ¡Dios está al mando, Él los juzgará!

Gloria Cuenca
cuencag1511@gmail.com
@EditorialGloria

REINALDO AGUILERA R., EL RETORNO DEL BACHAQUERO

Con toda seguridad, al leer el título de nuestro artículo, los conocedores de la cinematografía mundial habrán efectuado la conversión y pensado en las famosas cintas de George Lucas “Star Wars”, al igual que en el llamado “Lado Oscuro de la Fuerza” etcétera; pues pareciera algo de   película lo que sucede a diario en nuestro país, cuando el problema de abastecimiento en mi opinión indicara estar medianamente solucionado, el asunto se reduciría a tener dinero o no, pero resulta que ahora, las joyas del régimen que ha destruido cualquier cantidad de empresas que expropia o interviene, salió con la genialidad de anunciar la regulación de precios y en dólares, sí no está leyendo mal, es en dólares americanos la cosa.

Observamos con estupor como el mismo régimen Chavista asume y reconoce que el bolívar no sirve para fijar precios ni nada, para sorpresa esta vez el mal gobierno decidió usar como referencia al “malvado dólar imperialista”, la moneda que satanizó Hugo Chávez y que durante 16 años por medio del control cambiario permitió entre otras cosas que muchos amigos del régimen se enriquecieran y hoy sean la nueva élite económica de una Venezuela destruida. 

Por ejemplo: El atún enlatado (170 gramos) quedó en 0,90 dólares, el kilo de carne (de tercera) en 2,40 dólares, la carne de cerdo en 1,88 dólares, el cartón de huevos en 3 dólares, el queso blanco duro en 2,30 dólares, la mortadela en 1,20 dólares y el kilo de sardina fresca en 1,80 dólares.

El mal gobierno fijó el litro de leche pasteurizada en 0,75 dólares, el kilo de leche en polvo en 2,30 dólares, el pollo en 1,74 dólares, la mantequilla (500 gramos) en 2,60 dólares, la sardina en lata (170 gramos) en 0,55 dólares, el kilo de arveja 0,70 dólares, la lenteja en 0,70 dólares, la caraota en 0,87 dólares y el frijol en 0,75 dólares.

El litro de aceite comestible costará ahora 1 dólar, el kilo de arroz blanco 1 dólar, la azúcar refinada 0,56 dólares, el café molido 1 dólar, la harina de maíz precocida 1 dólar, la harina de trigo familiar 0,75 dólares, la mayonesa (500 gramos) 0,65 dólares, la margarina (500 gramos) 0,65 dólares, la pasta alimenticia (medio kilo) 0,75 dólares, la salsa de tomate (400 gramos) 0,50 dólares y el kilo de sal 0,35 dólares.

Ahora bien, el plan así en el papel les puede parecer perfecto a los arquitectos del desastre que hoy viven millones de compatriotas, pero el caso es y voy en mayúsculas, los “VENEZOLANOS NO TIENEN SALARIOS EN DÓLARES” y si los tuvieran no les alcanzaría, pues el equivalente es irrisorio frente a la impactante realidad, sino que lo digan los pensionados y la gran cantidad de personas que no llegan a ganar mensualmente ni siquiera el equivalente a 5$.

Es así cómo una vez más, los criminales que tienen secuestrado al país, imprimen su toque siniestro para ejercer el control social, mediante el manejo alimenticio, antes eran las cajas del CLAP, al caerse el negocio por las sanciones impuestas y así impedir el guiso con las empresas mexicanas, no les ha quedado más remedio que dolarizar la economía y las consecuencias ya se están observando.

A horas del anuncio, durante el fin de semana pasado, en cualquier negocio de venta de comida, se pudo detallar la compra de artículos por bultos, es decir los “Bachaqueros” se surtieron y pronto, tanto como hoy mismo ya con seguridad están ofreciendo la mercancía, que en los anaqueles está agotada, pero que ellos sí tienen y al precio que a ellos les conviene para obtener ganancias fuera de lo normal, aprovechándose de los mismos venezolanos que pasan penurias y hambre, lo triste es que el régimen sabe de ésta práctica, la incentiva y la permite.

Mientras tanto, el país se enciende por los 4 costados, empiezan a proliferar nuevamente los saqueos, protestas y se agudiza el colapso económico, la crisis del coronavirus ayuda y avanza en el interior de Venezuela, al igual que una recesión mundial, sumada a la caída de los precios del crudo en medio de la pandemia acorralan al país también, todo éste escenario ayuda a que Maduro endurezca su política de controles de precios, para hacer más pobres a los desposeídos y más ricos a los amigos de su entorno, que incluye por supuesto al estamento militar que es el que lo apuntala en el poder.

Lo cierto es que la imposición de controles, en medio de una cuarentena mundial sin precedentes, son signos de “volatilidad social” en puertas y eso será inevitable, ojo no se trata de inducir a ese tipo de acciones, es algo que por lógica va a suceder, la gente está encerrada, sin que el dinero le alcance ni para 1 kilo de harina en muchos casos y para colmo si llegara a conseguirse el dinero entonces no la podrán comprar porque tampoco habrá, el resultado de la ecuación es casi automático.

Por otro lado, el desastre incontrolable del asunto de la gasolina pica y se extiende, por increíble que parezca, la gasolina de Venezuela pasa de ser la más barata a la más cara del mundo. Algunos venezolanos están diciendo que pagaron esta semana más de 2 dólares por un litro de gasolina en medio de la escasez de combustible y coloca tal precio como uno de los más altos del mundo en este momento.

Para tratar de ocultar la ineficacia e ineficiencia de un gobierno que no gobierna, Maduro aumenta el salario mínimo integral en Venezuela a 800 mil bolívares mensuales, lo que equivale a $4.67, algo indignante pues eso no es suficiente para ningún ciudadano y se verá en poco tiempo.

Todo lo que sucede y sucederá es la mezcla de un poderoso cóctel que puede hacer explosión en cualquier instante, la intervención de las principales empresas que aún producen alimentos como POLAR, COPOSA, PLUMROSE, por un período de 180 días (6 meses), es decir hasta prácticamente final de 2020, lo que prolongará la agonía de un pueblo que necesita salir de la locura iniciada por Hugo Chávez y continuada por la banda de criminales de lesa humanidad de Nicolás Maduro, todo definitivamente “Hecho en Revolución”, así de simple y sencillo.

Reinaldo J. Aguilera R.
reinaldoaguilera1968@gmail.com
@raguilera68  

LUIS FUENMAYOR TORO, CORONAVIRUS Y CONSPIRACIONES

En este cotidiano proceso tienen mucha influencia el nivel de conocimientos y la cultura general de las personas, su educación formal, su práctica laboral o profesional, pero también sus creencias, supersticiones y afectos y las posiciones ideológicas y políticas que se defiendan. Ni que hablar del papel de los medios de comunicación, la Internet incluida, en la transmisión de informaciones ciertas o falsificaciones desinformativas y la manipulación de voluntades, con propósitos que van desde los económico-mercantiles hasta los políticos nacionales y mundiales. Se trata de una pléyade de factores que terminan en el establecimiento de matrices generales de opinión. 

Las enfermedades y las epidemias, por afectar peligrosamente a los seres humanos, son un desencadenante importante de opiniones y elucubraciones diversas. La actual pandemia por el SARS-CoV-2, no sólo no es una excepción a la regla sino que ha sido el caso más brutal que se haya visto, en relación con su gigantesca difusión informativa mundial y nacional desde sus mismos inicios en enero de este año, lo cual es un hecho que tiene que llamar la atención independientemente de que no se tenga completa ni certera explicación del mismo. Por esta razón es que luce ridícula o motivada por otras causas, la acusación de Donald Trump contra la Organización Mundial de la Salud de que retuvo información inicial importante para el enfrentamiento de la pandemia.

Hay cuatro elucubraciones principales en relación a la existencia de conspiraciones mundiales detrás de la epidemia por el coronavirus. Ninguna tiene base científica, ni puede ser soportada en pruebas de ningún tipo. Es más, circulan como el viento en el mundo entero aun en contra de resultados, más que confirmados, de distintas investigaciones científicas realizadas en diferentes países. En el caso de Venezuela, me atrevo a afirmar que este fenómeno es incluso más intenso que en otras partes, pues se ha insertado en la confrontación política de las últimas dos décadas. Y no es sólo la gente común la que cree este tipo de fantasías, intelectuales y profesionales, muchas veces con excelente formación, nos sorprenden con gran frecuencia con una vehemente defensa de alguna de estas creaciones, cuyo origen no es tan inocente como se pudiera pensar.

Una primera elucubración, muy frecuente en Venezuela entre los opositores viscerales y extremistas del gobierno de Maduro, que odian a China porque la consideran un soporte del régimen, es que el virus es una creación científica de un laboratorio chino, para perjudicar la economía de EEUU y posicionarse como la primera potencia económica mundial actual. Algunos, los más fanáticos e ignorantes, llegan a decir que es la forma en que el comunismo chino se extenderá por el mundo. Se trata de gente muy conservadora, admiradores de Trump y de las “proezas” estadounidenses en invasiones de países atrasados. La expresión xenofóbica de Trump, cuando habló del “virus chino”, impulsó este tipo de conducta.

Para otros, adversarios ideológicos y políticos de los anteriores, pero con sus mismos prejuicios y limitaciones intelectuales, el virus es un arma biológica hecha en EEUU para detener el crecimiento económico de China, que ya los superó en valores absolutos, y que amenaza su hegemonía también en otros renglones. Con el VIH, hace muchísimos años, se dijo que era una creación estadounidense para acabar con los negros africanos. Y, así como hoy se estigmatiza la cultura alimentaria de los chinos, basados en el error de creer que el coronavirus actual es el mismo que existe en ciertos tipos de murciélagos comercializados en China, en el pasado se llegó a decir que el salto del HIV a los humanos era por la existencia de aberrantes conductas sexuales africanas.

Un tercera hipótesis, menos difundida pero más sólidamente argumentada, es que lo que actualmente ocurre es una conspiración del capitalismo mundial, que incluye a EEUU, Europa y a los tigres asiáticos, pero también a China y Rusia, que se han puesto de acuerdo en la necesidad de redefinir al mundo en sus relaciones futuras, en la necesidad de reducir la población mundial, en garantizar el total y absoluto sometimiento de los pueblos, los trabajadores incluidos, para una profundización de la explotación y una maximización de la ganancia y la acumulación. La cuarentena mundial sería el instrumento básico para la aceptación posterior de este nuevo orden. Las permanentes referencias a que luego de la pandemia “todo será distinto”, hechas por la prensa transnacionalizada y por muchísimas figuras mundiales, entre ellas Henry Kissinger, apoyan esta argumentación.

Una cuarta consideración hecha, aparentemente muy popular fuera de Venezuela, es que el virus es una invención de Bill Gates, el multimillonario dueño de Microsoft, quien en una conferencia en San Francisco en 2015 dijo que el mayor peligro para la Humanidad era la aparición de alguna enfermedad infecciosa producida por un virus. El video de esta declaración tiene millones de visitas mensuales y sobre las mismas la imaginación ha cimentado sus locuras. Existen además consideraciones diversas de carácter ético sobre la conducta de los seres humanos y el supuesto “respiro” dado a la naturaleza, con la paralización de la actividad industrial mundial, la caída en el consumo de combustibles fósiles, que deberían llamar la atención para una nueva forma de relación productiva con el planeta.

Lo cierto es que los coronavirus, incluso el actual, han estado entre nosotros desde hace décadas; han sido causantes de otras epidemias inclusive en este siglo, el Covid-19 no es una creación humana, las manipulaciones genéticas dejan huellas que los científicos pueden identificar y que, si bien existen investigaciones en virus, que pudieran ser usados como armas biológicas, con éstas pasa lo mismo que con las armas nucleares. Su uso conlleva el grave riesgo de destruir también a quien las tiene. Si se ve lo ocurrido con el Covid-19, se comprenderá lo que afirmamos.

Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro