miércoles, 23 de enero de 2019

BEATRIZ DE MAJO, EL PAPA QUE CLAUDICÓ, CHINA HOY


En el año 2030 China será el país con la mayor población cristiana del mundo, con 247 millones de creyentes. Hoy se cuentan 88 millones de católicos entre ellos. Sin embargo las relaciones entre Pekin y el Vaticano están rotas desde hace casi 70 años cuando Mao expulsó de China, en 1951, al Nuncio apostólico junto con sus misioneros. Con ello, igualmente desconocieron al Papa como jefe único de la Iglesia y a los obispos nombrados desde la Santa Sede.
  
De entonces a esta parte, con una regularidad inusitada, cada seis meses la jerarquía diplomática de ambos lados se han sentado en torno a una mesa para tratar de dirimir sus ancestrales diferencias, mientras dos iglesias católicas, una regular y una clandestina, se han mantenido en suelo chino, enfrentando diferentes formas de persecución.  

En el lado ilegal ejercían 30 obispos que reportaban al Vaticano y, del otro, 60 obispos eran considerados los regulares por el Partido Comunista y reportaban a lo que se dio en llamar la Asociación Patriótica, una institución creada por el Estado para tutelar los asuntos católicos dentro del país.  

En septiembre del año pasado los dos países firmaron un acuerdo en el que, en la opinión de los estudiosos, se da un paso muy determinante para la recomposición de las relaciones a futuro. Que ello haya sido a costa de doblegar el ánimo del Vaticano es harina de otro costal.  En lo sucesivo, el Vaticano se plegará en reconocer a los obispos ya nombrados por el régimen y, de la misma manera acordará con Pekín el nombramiento de los nuevos. El acuerdo es, sin embargo, reversible. 

El Vaticano a esta hora se empeña en considerar un éxito este avance porque con el acuerdo se ha creado una diócesis nueva dentro de la cual las autoridades eclesiásticas serán propuestas por Pekín pero con el acuerdo del Papa, quien ha podido reservar para si un derecho de veto. Para Francisco I lograr unificar en una sola iglesia a los creyentes y practicantes de China ha sido un logro de envergadura.   

Sin embargo el único condicionamiento impuesto por el régimen de Xi al Papa no fue el de renunciar a su capacidad de iniciativa en el nombramiento de las autoridades.  China espera que, desde el Vaticano, apoyen algunas de los temas políticos que son cruciales para al Partido Comunista a escala global. Uno de los tópicos más espinosos es el de las tensas relaciones con los Estados Unidos en materia comercial donde Pekín esperaría que el Papa materializara un apoyo decidido. 

La realidad es que en las vísperas de una nueva reunión bilateral de avance para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, son los católicos locales quienes están divididos en torno a la posición asumida por el Papa. Son unos cuantos obispos disidentes los que consideran que los temas de fe deben diferenciarse de los políticos. Pero éstos se enfrentan a un prelado de características revolucionarias quien, por ejemplo, no ha vacilado en mostrar su desafección con Donald Trump de una manera agresiva, ni parece tener empacho en considerar la ruptura de relaciones con Taiwán para facilitar la relación con el gobierno chino.  

Hoy por hoy su Santidad Francisco I no las tiene todas consigo. China se ha valido de su debilidad para continuar con una persecución bien orquestada a la feligresía católica. Los derribamientos de cruces en las Iglesias continúan, la prohibición de la venta de la Biblia en Internet por igual, la demolición de barrios enteros de familias católicas también, y el Partido Comunista en su último Congreso dejó claro que uno de los grandes enemigos del régimen comunista es el catolicismo.

Beatriz de Majo
@beatrizdemajo1

JESÚS ALEXIS GONZÁLEZ, PARÁFRASIS DEL CÍNICO DISCURSO ECONÓMICO DEL USURPADOR


Nicolás Maduro (en lo adelante el “usurpador”), en su cínico (adjetivo aplicable a la persona que tiene una actitud irónica o sarcástica propia de individuos que interesan en disimular su descaro) mensaje del pasado 14/01/19, que será recordado, si acaso, más por el eructo (conjunto de gases del estómago expulsados por la boca de manera ruidosa) que por las “bondades” de los argumentos expuestos; a pesar de lo cual haremos un esfuerzo de paráfrasis (explicar con palabras sencillas y con menos tecnicismos las ideas obtenidas de un texto) en función de escribir el presente artículo.

Es así, que el usurpador afirmó que en su “nuevo período presidencial” (¿?) llevará la producción petrolera a 25 millones de b/d en el 2025 (¿?), para lo cual, agregó con desfachatez (actitud de una persona que habla con excesiva desvergüenza y falta de respeto) que “estará al frente de la lucha contra las mafias que han operado en PDVSA” (¿?), e igualmente indicó (en evidente desprecio a la inteligencia de los ciudadanos) que “está revisando las inversiones internacionales para alcanzar la meta prevista” (¿?); en otro descomunal cinismo ya que la Asociación Internacional de Energía (AIE) estimó en noviembre 2018 que Venezuela tardará 20 años para recuperar su producción petrolera, mientras que la utópica (proyecto de muy difícil realización) afirmación de estar produciendo 25 millones de b/d para 2025 implica, según expertos, la necesidad de incrementar la producción en 4 millones de b/d cada año ¡durante 6 años!. Es pertinente recordar que el usurpador en el Plan de la Patria 2013-2019 también fijó una meta de 5 millones de b/d y la realidad reflejó que la producción de crudo descendió en los últimos tres años desde 3,6 millones de b/d a 1,13 millones de b/d.

Vale acotar, que previamente el usurpador publicó el 25/12/18 en su cuenta de Twitter un mensaje de Navidad donde, entre otras insolencias (actitud de una persona que habla con excesiva desvergüenza y falta de respeto) afirmó que “con más fuerza y la esperanza renovada, nos preparamos para las nuevas batallas por la estabilidad y la prosperidad de la Patria, en el próximo año” (¿?); complementando con un irónico (forma de dar a entender algo expresando lo contrario de lo que piensa) señalamiento: “junto al pueblo, haremos de Venezuela una gran potencia” (¿?). De igual modo, en su discurso de usurpación (10/01/19) expresó: 1.- “Venezuela es una democracia de nuevo tipo, es una democracia en construcción (…) una democracia revolucionaria y participativa (…) somos una democracia de verdad, y yo soy un presidente demócrata de verdad”. 2.- “Estoy obstinado de la indolencia y del burocratismo que daña la vida del pueblo”. Nota: Indolencia (persona poco sensible a las cosas que interesan a los demás individuos). Burocratismo (influencia excesiva de los funcionarios públicos). 3.- “Yo quiero un nuevo comienzo de la revolución bolivariana.

Complementariamente, y para ponernos al borde de un colapso metal, el usurpador al momento de leer ante la ANC (14/01/19) el Plan de la Patria 2019-2025 (¿?) anunció un cambio organizativo, político y económico en las empresas del Estado para su recuperación: “Voy a generar un sacudón completo en toda empresa del Estado (…), tienen que estar productivas, al servicio del país y no de mafias que se roban las riquezas” (Nos surge una duda: leía como candidato presidencial?). En aras de apuntalar la “firmeza” de sus argumentos, el usurpador afirmó ante las Fuerzas Armadas (18/01/19): “Tengan la certeza de que todo saldrá bien y de que saldremos más fuertes y más sabios de toda esta coyuntura, yo ya fui al futuro y volví” (¡sin comentarios!).

Es propicio destacar, que el año 2005 Chávez inició la instrumentación de una “política de Estado” de expropiaciones (hacerse de la propiedad por motivos de interés público a cambio de una indemnización), de apropiaciones (acción de adueñarse de cierta cosa) y de confiscaciones (privar a alguien de sus bienes bajo alguna figura legal) de empresas a efectos de impulsar un modelo productivo socialista de corte heterodoxo (diferente de las ideas de cualquier doctrina) a la luz de un indefinido socialismo del siglo XXI (como “vitrina” de un subyacente totalitarismo); una acción que propició que para el 2018 cerca de 2.000 empresas habían pasado a manos del Estado (al presente la mayoría están paralizadas),  adicionalmente el número de industrias cayó en más de un 70% y unas 19.000 empresas cerraron sus puertas lo cual en su conjunto configuró una obvia destrucción del tejido empresarial nacional. A pesar de haberlos destruido, el usurpador llamó a los empresarios privados a invertir en la Nación durante su segunda gestión 2019-2025 (¿?) “Acompáñenme y aprovechemos estos seis años para hacer de la economía boyante 100 por ciento productiva (…) les ratifico quiero trabajar con ustedes” (¡!).

Reflexión final: Ante la verdad incontrovertible referida a que nuestra economía se encuentra literalmente destruida, se hace necesario formular un plan de reconstrucción sustentado en postulados de la economía ortodoxa definido en términos de racionalidad-equilibrio, racionalizando el curso de acción mediante resultados previsibles a la luz de un obligante equilibrio que ha de existir entre los sectores económicos y las funciones empresariales: A.– Productiva referida a la elaboración de bienes y servicios; B.- Comercial referida a la identificación de las necesidades y deseos de los consumidores; y C.- Financiera entendida como la segmentación y obtención de los variados tipos de inversión.

Jesús Alexis González
@jesusalexis_gon

NELSON CASTELLANO-HERNANDEZ, EL CLAMOR DE LA PATRIA


La Asamblea Nacional enfrenta un desafío histórico: acompañar su Presidente el Diputado Juan Guaidó para que asuma la Presidencia Interina de Venezuela. Guaidó es Constitucionalmente el Presidente, falta la ceremonia de investidura y su juramentación.

El hombre no ha escurrido el bulto, asume su destino histórico. Solo que está consciente que debe poner la mayor cantidad de cartas de su lado, para no poner en peligro la jugada final… el jaque mate.

La vida de un dirigente político está sembrada de disyuntivas ¿Cuándo tomar las decisiones? ¿Cómo saber si es el momento? o ¿Cuál es el instante ideal? En todo caso es preciso actuar con prudencia, pero no es posible prolongar una situación hasta el infinito, sin poner también en peligro el resultado.

Existe un proverbio francés que dice: “antes de la hora no es la hora, después de la hora no es más la hora” y aunque se refiere a la puntualidad, cae como anillo al dedo para la situación que vivimos.

Se viven tiempos críticos, el pueblo venezolano ha soportado la humillación, la invasión cubana, ha visto como el régimen destruyó sus sueños. Ha pasado hambre, ha fallecido por falta de medicinas, perdió el trabajo, no cuenta con servicios públicos ha visto a sus hijos asesinados por colectivos, bandas chavistas y por los uniformados que un día juraron defender la Patria.

Sin embargo, en medio de tanto dolor, un hombre le ha devuelto la esperanza. Aunque enfrenta una gran responsabilidad, no puede paralizarse ante el tamaño del desafío.

El escenario es ideal, convergen las condiciones para la salida constitucional y no tenemos mucho tiempo que perder. Así como necesitamos apoyos, también se necesitan símbolos.

Son necesarios para investirse de autoridad, para anclarse en el imaginario popular. Para facilitar acuerdos internacionales, para exigir el sacrifico que eventualmente la salida pueda representar.

La Patria tiene años esperando el que encarne el rescate de Venezuela. Ese hombre está escribiendo nuevas páginas de la historia, es Juan Guaidó, el Presidente de Venezuela.

No escribo por adular su ego; de hecho, su momento histórico es corto. Se trata de una función interina… pero de ella depende nuestra supervivencia como País.

El proceso de liberación de manos del Usurpador, se sostiene en tres columnas: pueblo, apoyo internacional y los militares patriotas. El objetivo de esta acción conjunta: Cumplir la Constitución Nacional y las leyes de la República.

El reconocimiento internacional ya es una realidad, que será mayor a medida que se adelanten los pasos necesarios. La estrategia de los cabildos regionales, despierta la esperanza que parecía dormida y suma el arrollador y enérgico apoyo del pueblo venezolano.

Duro despertar para el régimen, quien estaba convencido que había ganado la partida; que se había impuesto al ciudadano y que este aceptaba su tragedia como algo irreversible.

El tercer pilar es la incógnita, los militares; aunque huele a pronunciamientos. Lo único cierto es que nos encontramos en el momento de definirse, a partir de ahora no hay vuelta atrás; el tiempo se cuenta en días, de aquí al 23 de enero… luego la salida será diferente.

Llegó la hora de mostrarle a Maduro cuan equivocado estaba; de decirle que, dentro de cada venezolano, sigue viva la esperanza y las ansias de libertad. Que no nacimos para para ser dirigidos desde la Habana, ni mucho menos para trabajar al servicio de su proyecto.

Es el momento de gritar libremente que estamos hartos, de la corrupción, del abuso de poder y de las balas asesinas. Llegó la hora de verlos correr en retirada.

Tenemos la oportunidad de cambiar, de lograr ser lo que realmente podemos ser. Venezuela no es el país que ellos intentaron instaurar; lleno de espías cubanos, de colectivos, militares y policías asesinos.

Tampoco un país de narco traficantes, volando desde la rampa presidencial. No es el país de guerrilleros colombianos, ni terroristas islámicos. No somos el país que destruye sus riquezas naturales; ni el que regala sus recursos a cambios de créditos leoninos, que sirvan para engordar sus cuentas bancarias en paraísos fiscales.

Por eso queremos un cambio profundo, por eso necesitamos ingenieros en PDVSA que sepan de petróleo y sirvan a los intereses nacionales. Es evidente que necesitamos economistas que nos saquen del desastre bolivariano.

Aspiramos a hospitales que funcionen, farmacias con medicinas y supermercados con alimentos. Necesitamos escuelas y universidades con recursos; respeto al trabajador; inversión privada que genere trabajo y diplomáticos en las embajadas, que sustituyan los agentes ideológicos de un partido.

Este régimen es autor de crímenes políticos, civiles, penales y aquellos que claman al cielo; el quinto mandamiento condena gravemente el homicidio. El que mata y los que cooperan voluntariamente con él, cometen un pecado que clama venganza al cielo.

Lo han ejecutado unos, pero lo han ordenado otros. Porque también existe el “homicidio de cuello blanco”, el asesino que no ensucia sus manos, pero que es más culpable que el que aprieta el gatillo.

Otro crimen bíblicamente abominable, es el denunciado por el clamor del pueblo oprimido, según la tradición eclesiástica, Dios no va a permanecer con los brazos cruzados ante el sufrimiento de su pueblo, en las escrituras se emplea la expresión: Yahveh no es vengativo; pero sí que tiene “la santa cólera”.

Súmele a esto los homicidios por hambre, medicamentos y el abandono de los hospitales, todos esos que atentan a nuestra condición de seres humanos.

La ruta está establecida, es un camino que nos necesita a todos. La ruta está dirigida “al cese de la usurpación, para construir un gobierno de transición y lograr unas elecciones libres en Venezuela”.

Ese es el mensaje de Juan Guaidó, un venezolano sencillo que viene del pueblo; que estudio y se preparó; que su cuerpo aún conserva proyectiles que demuestran su valentía. Sobre todo, un venezolano que si tiene partida de nacimiento… y que ha escuchado el clamor de la patria.

Que necesita de todos nosotros para enfrentar la dictadura, un hombre sin pasado turbio… un hombre providencial que no puede defraudar las expectativas.

Que, en estas horas menguadas de la democracia venezolana, nos convoca este 23 de enero a que vayamos todos, para que ganemos todo.

Nelson Castellano-Hernandez
Ex Cónsul de Venezuela en París
nelsoncastellano@hotmail.com
@venezuelafutura

GABRIEL BORAGINA, GOBIERNO, ECONOMÍA Y EDUCACIÓN.


Es casi un lugar común considerar que la educación debe prioritariamente estar a cargo del gobierno. Existe un consenso generalizado en cuanto a este aspecto. La función de educar se piensa esencialmente tarea a cargo del "estado" y sólo subsidiariamente de los particulares. Es posible que esta convicción resida en el hecho de que la educación se cree una actividad "no económica". Es bastante discutible este último aserto si lo observamos desde el ángulo de que quien se educa lo hace principalmente con el objeto de adquirir conocimientos que le den competencia en el campo laboral y le permitan no sólo subsistir financiando sus necesidades cotidianas, sino además darle mayores oportunidades de progreso que -necesariamente- se van a reflejar en lo económico. Por supuesto que, la educación no solamente sirve para conseguir buenas colocaciones laborales, sino también para obtener satisfacciones intelectuales y hasta espirituales. Pero una cosa no excluye la otra, y resulta -a nuestro juicio- apresurado descartar sin más los resultados económicos de la educación desde el punto de vista individual.


Lo mismo cabe decir -desde un enfoque praxeológico- de la "medicina, previsión social, arte, ciencia" etc. Sin embargo, hay autores que defienden la propiedad privada y que hacen esas distinciones. Citamos al respecto el siguiente párrafo:

"Propiedad privada. El éxito en educación, medicina, previsión social, arte, ciencia y otras actividades no económicas, se basa en los mismos dos principios anteriores. Por eso la propiedad privada, sostén y garantía de todas las libertades, debe ser respetada por todos, gobernantes y gobernados, no sólo en economía y finanzas, sino también en enseñanza y cultura, salud y deportes, cajas de jubilaciones y pensiones; y en los ámbitos de familias, partidos, iglesias y demás instituciones privadas."[1]

Debemos recordar que la propiedad privada es una institución fundamentalmente económica, que nace de un hecho natural como es el de la escasez de bienes y servicios. Si bien los valores últimos perseguidos por los seres humanos no son siempre ni completamente económicos, resulta innegables que los medios indispensables para concretar esos valores si lo son, mal que les pese a quienes discurran que la economía sólo se trata de una ciencia de números, gráficos y ecuaciones.

Iglesias, partidos y familias ("y demás instituciones privadas") necesitan de la economía para poder sostenerse y continuar creciendo, y más aún si pretenden desarrollarse. No se trata de un enfoque materialista el que hacemos, sino que reconocemos a la economía una función instrumental como medio idóneo para que el ser humano pueda desplegar sus facultades, tanto físicas, intelectuales, como espirituales. Es decir, la economía es el medio que permite al ser humano perseguir aquellos valores no económicos. No obstante, todas las actividades (y siempre desde el enfoque praxeológico) son económicas.

Pero si incluimos un análisis cataláctico, podemos preguntarnos: si los costos, tanto monetarios como de oportunidad para educarse, sea que lo afronten los padres del estudiante o el estudiante mismo, no son económicos ¿Qué tipo de costos son? ¿Cómo podría -en tal caso- considerarse la educación fuera del mundo económico?

"Los Gobiernos han usurpado funciones para las cuales sus rasgos esenciales son disfuncionales. ¿Cómo ha sido? ¿Cuándo comenzaron? 1) Empezaron en el s. XVIII con la educación, asumiendo que los padres no enviarían a sus hijos a la escuela si no fuesen forzados a hacerlo; que la educación estatal sería “gratuita”; y además “neutral” en materia religiosa. El primer supuesto es históricamente falso: por siglos los padres han enviado a sus hijos a la escuela sin ser obligados. La gratuidad no es tal, es financiamiento con impuestos. La neutralidad tampoco: Es catequización en la religión del Humanismo secular iluminista, evolucionista, idólatra y políticamente estatista. Además, la calidad de la educación estatal ha sido y es muy pobre en todos los países: los niños de primaria no salen bien en las pruebas de lectoescritura y comprensión, ni de aritmética elemental. Tampoco los bachilleres en las de ciencia y cultura general. Y la formación profesional de los universitarios es harto defectuosa."[2]

Compartimos completamente los conceptos que se vuelcan en el párrafo citado, y lo conectamos con nuestros comentarios previos en cuanto a las funciones e implicaciones económicas de la educación. ¿Por qué los gobiernos se comportaron -y aun lo hacen- como indica el autor en comentario? Pensamos que porque los gobiernos han comprendido que manejando la educación podían (y efectivamente pueden) manipular los recursos económicos de la gente que es gobernada. Sólo mediante la educación estatal logra convencerse al futuro ciudadano de la bondad y "necesidad" de -por ejemplo- pagar puntualmente los impuestos como si estos fueran una "necesidad social" o peor aún, una "obligación moral", señalando a quien los evade como el máximo de los delincuentes sociales. Es en las escuelas y universidades estatales donde se enseñan las bondades del mal llamado "estado benefactor" o "de bienestar" (verdadera contradicción en términos al decir del profesor Alberto Benegas Lynch (h) acertadamente); donde se instruye que la solidaridad sólo puede ser pública (o sea, estatal) y desafortunados conceptos por el estilo, que hoy en día casi nadie cuestiona o se lo hace en muy escasa medida.

¿Cuál es, pues, el objeto de los gobiernos al tomar (por si o por otros) las instituciones educativas e inculcar estas perniciosas doctrinas si no es el convencer a la gente de que entregue de buena gana el fruto de sus esfuerzos laborales al fisco a efectos de alimentar sus voraces arcas, siempre ávidas de fagocitar más y más recursos? ¿no es acaso económico? Creemos que sí. Y es en esto en que basamos nuestro convencimiento de la economicidad de la educación o si se quiere la de sus fines económicos.

Claro que la educación estatal no presenta ni expone tales fines de los gobiernos de la manera descripta en el párrafo anterior. En su lugar, hablará de "justicia social" solidarismo, confraternidad, conciencia social, y completará todo sustantivo posible con el adjetivo "social" que, como dice el fenomenal Friedrich A. von Hayek, no es sino la palabra comadreja que, como ese animal hace con el huevo lo vacía de contenido sin siquiera romper la cascara. 

[1] Alberto Mansueti. Las leyes malas (y el camino de salida). Guatemala, octubre de 2009, pág. 40

[2] Mansueti A. ibidem. P. 89

Gabriel Boragina
@GBoragina