jueves, 23 de enero de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, VIERNES 24/01/2020

MARYCLEN STELLING: ¿CONDENADOS A LA VIOLENCIA?

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 4 minutos
La crisis multidimensional, una institucionalidad desgastada y deslegitimada; la desesperanza, indefensión y la hiperanomia, más el juego político -entre otras condiciones objetivas y subjetivas- trazan la ruta hacia el agotamiento de la política y dan puerta franca a la violencia. Así lo demuestran los recientes sucesos políticos en torno a la disputa por el Poder Legislativo. Tragicómico espectáculo parlamentario de violencia y represión que ha desatado miedos, fantasmas, presagios y vaticinios en torno a un posible escenario de violencia generalizado. El poder legislativo en d... más »

TRINO MÁRQUEZ DOLARIZACIÓN Y DEPAUPERIZACIÓN

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 7 minutos
El volumen de transacciones en dólares creció de forma exponencial durante 2019. Al cerrar el año, más de 40% de los intercambios comerciales se realizaban con la divisa norteamericana o con euros, la otra moneda en la que se han refugiado los venezolanos para huir del escozor que les produce la tenencia de bolívares. El modelo del socialismo del siglo XXI, tan promovido y celebrado por Hugo Chávez y Nicolás Maduro, terminó por decapitar nuestro signo monetario, uno de los más sólidos de la región y del planeta, cuando el Pacto de Punto Fijo fijaba las fronteras de la gobernabilid... más »

CARLOS BLANCO: LA GIRA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 12 minutos
1. La gira iniciada por Guaidó mueve el cuadro político del país. Hasta comienzos de enero, parecía que se había alcanzado un inestable equilibrio: un gobierno interino envuelto en las ambigüedades de su fugacidad continua, y un régimen minado de cáncer y de viruela que a trancas y barrancas ha logrado mantenerse. 2. La creación de una Asamblea Nacional paralela y adulterada generó una reacción afortunada e inmediata de la mayoría de diputados, los cuales juramentaron a Guaidó extramuros, y expresaron la decisión de no dejarse arrebatar la legitimidad que ostentan, con un v... más »

ALFREDO M. CEPERO: LA SEMILLA ROJA DE LA POLÍTICA CHILENA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 17 minutos
El estallido de las protestas generalizadas en el país hizo que la popularidad del presidente Sebastián Piñera cayera tan baja como el 6%, su nivel histórico más bajo, de acuerdo a una encuesta del Centro de Estudios Públicos. La crisis que experimenta Chile en estos momentos comenzó hace 50 años con las elecciones de 1970 en que Salvador Allende fue declarado presidente por el Congreso chileno. La semilla roja sembrada por aquel aliado y admirador de Fidel Castro germina periódicamente en la política y en la sociedad chilenas. Al igual que Donald Trump en los Estados Unidos, Jair ... más »

GABRIEL S. BORAGINA: COMBATIENDO AL CAPITAL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 20 minutos
No hay una sola manera de llegar al socialismo, sino que -al menos- hay dos. Luego de describir el primero de los dos patrones para establecer el socialismo (el patrón ruso -o más precisamente- soviético) L. v. Mises explica cuál es el segundo de ellos: "El segundo patrón (podemos llamarlo el sistema alemán o Zwangswirtschaft) difiere del primero en que, aparente y nominalmente, mantiene la propiedad privada de los medios de producción, el emprendimiento y el intercambio de mercado."[1] El procedimiento tiene una apariencia similar a uno de mercado, pero eso es sólo la superficie,... más »

RICARDO VALENZUELA: CHINA VS EU. ¿QUIERES QUE TE LO CUENTE OTRA VEZ? PRIMERA PARTE. REFLEXIONES LIBERTARIAS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 22 minutos
Los EU en su joven vida republicana ha tenido que enfrentar grandes amenazas a su hegemonía y seguridad, pero siempre han emergido victoriosos. Han sido tres las más importantes. La primera sería la amenaza nazi de Hitler que se definiera a través de la guerra, muerte y destrucción. La segunda fue el comunismo y expansionismo de la Unión Soviética que se enfrentara con estrategia económica. Y en estos momentos tiene tal vez la más peligrosa que asoma con perfiles diferentes. Con la misma estrategia usada para seducir a la URSS, comercio, apoyos, capital, se ha tratado de cambiar la... más »

MARYCLEN STELLING: ¿CONDENADOS A LA VIOLENCIA?


La crisis multidimensional, una institucionalidad desgastada y deslegitimada; la desesperanza, indefensión y la hiperanomia, más el juego político -entre otras condiciones objetivas y subjetivas- trazan la ruta hacia el agotamiento de la política y dan puerta franca a la violencia.


Así lo demuestran los recientes sucesos políticos en torno a la disputa por el Poder Legislativo. Tragicómico espectáculo parlamentario de violencia y represión que ha desatado miedos, fantasmas, presagios y vaticinios en torno a un posible escenario de violencia generalizado. El poder legislativo en debate -lesionado, castigado, sometido a una disputa política, simbólica y territorial- anuncia la posible instauración de la violencia condicionada por el fracaso de la política y sus actores.

Debilitado y frustrado el diálogo, agotados los mecanismos políticos, fracturados los poderes; la violencia hace su aparición y se apodera de las pautas y prácticas de la lucha por el poder. Nos habituamos a la violencia política, a las situaciones violentas que se producen en el curso de la resolución de conflictos políticos de poder y dominación. Se disparan las alarmas sobre la violencia en tanto peligrosa ruta hacia la cancelación de la política y el debilitamiento de la democracia. +

Desde la ciudadanía surge la necesidad de impulsar un debate serio en torno a las relaciones entre política y violencia; una discusión responsable sobre la violencia que se asoma amenazante y parece incorporarse a prácticas habituales. Emergen entonces una serie de interrogantes a ser abordadas valiente y descarnadamente.

¿Está entronizada e instalada la violencia en la sociedad venezolana? ¿Es un perverso componente de las relaciones sociales? ¿Se consolida la violencia en las pautas y prácticas de la lucha por el poder? ¿Irremediablemente la solución a la disputa por el poder debe ser violenta? ¿Es la única alternativa? ¿Es la política una cuestión de fuerza? Y, finalmente, ¿Es expresión de la profunda anomia que nos aqueja? O, por el contrario ¿Nos enfrentamos a una violencia planificada de forma estratégica?

De ser así, estaríamos en presencia de prácticas, reglas, discursos y narrativas que prescriben, justifican y legitiman el uso político de la violencia.
Para iniciar la discusión cerramos con otra interrogante ¿No hay salida?

Maryclen Stelling
@maryclens
@UNoticias

TRINO MÁRQUEZ DOLARIZACIÓN Y DEPAUPERIZACIÓN

El volumen de transacciones en dólares creció de forma exponencial durante 2019. Al cerrar el año, más de 40% de los intercambios comerciales se realizaban con la divisa norteamericana o con  euros, la otra moneda en la que se han refugiado los venezolanos para huir del escozor que les produce la tenencia de bolívares. El modelo del socialismo del siglo XXI, tan promovido y celebrado por Hugo Chávez y Nicolás Maduro, terminó por decapitar nuestro signo monetario, uno de los más sólidos de la región y del planeta, cuando el Pacto de Punto Fijo fijaba las fronteras de la gobernabilidad, y la democracia  surgida el 23 de enero de 1958 luchaba por derrotar a las facciones insurgentes que pretendían trasladar a Venezuela el modelo fidelista impuesto en Cuba. 

Esos grupos, luego de ser derrotados por Betancourt, Leoni, Caldera y Carlos Andrés Pérez, terminaron llegando a Miraflores, gracias a la irresponsabilidad de un sector de la élite, incapaz de percibir el peligro que representaba Chávez para la libertad en todos los campos.

Durante 2020, el uso del dólar como medio de pago crecerá. Superará fácilmente 50% de las operaciones. Ese aumento no será el resultado beneficioso de una economía saludable, sino una expresión perversa de las enormes distorsiones que sufre el aparato económico. 

La dolarización seguirá siendo salvaje y caótica. No será el resultado de políticas macroeconómicas orientadas a estabilizar la economía, atraer inversiones extranjeras, impulsar la expansión de la industria, la agricultura, la agroindustria, el turismo y los servicios. Estos renglones se mantendrán tan deprimidos como durante los últimos seis años. El Producto Interno Bruto, tal como vaticinan los economistas y expertos más conocedores de la materia, seguirá su marcha descendente. 2019 cerró con una economía reducida a un tercio de lo que era en 2012. De acuerdo con Víctor Salmerón, uno de los mejores periodistas del área económica, el tamaño de la economía venezolana, medida por el PIB per cápita, se contrajo a niveles de 1944. El socialismo de Maduro nos hizo retroceder 76 años. Una catástrofe nunca vista en los anales de la historia latinoamericana.

Esa involución no es uniforme. No afecta a todos los grupos sociales  por igual. Las capas más pobres de la población son las más afectadas. El disparatado esquema de estatizaciones y controles aplicado, o mantenido, por Maduro, acompañado por una reducción criminal del gasto público en áreas fundamentales, ha hecho que la inversión en educación, salud, transporte público, electricidad, agua y, en general, servicios para atender las necesidades de los ciudadanos, se hayan reducido a cifras insignificantes.  

Ya no se trata sólo de que el gobierno no moderniza el Metro de Caracas, por ejemplo. O que no repara los hospitales, las escuelas y las vías de comunicación.  La cosa es  mucho peor. Es que no se ocupa de reparar las escaleras mecánicas del Metro para que los discapacitados sufran un poco menos el calvario que significa desplazarse en el medio de transporte que fue motivo de orgullo de los caraqueños. Tampoco les coloca aire acondicionado a los quirófanos para preservar las condiciones mínimas de asepsia que debe poseer un quirófano. No es que abandonó la formación de los docentes o no dota de computadoras los centros educativos; es que no refacciona las escuelas para evitar que el agua de lluvia inunde los salones. Ni siquiera  repara los semáforos de las avenidas.  Los niveles de incuria alcanzan cotas insospechadas. 

Con la dolarización anárquica auspiciada por el régimen, Venezuela se convirtió en el país más caro para los pobres, y el más barato para los ricos. Los desequilibrios se expresan en desigualdades abismales respecto a la capacidad de consumo. Hay un reducido segmento, entre 10% y 15% de la población, con posibilidades de acceder a los bodegones, convertidos en símbolos de la opulencia socialista, adquirir productos importados de lujo y comprar cualquier  medicamento o acceder a la medicina privada.  Frente a estas capas exclusivas, se encuentra la inmensa mayoría de los venezolanos: los funcionarios públicos, los maestros y profesores, los soldados, los pensionados del Seguro Social, los docentes universitarios, los vigilantes privados, y toda la amplia gama de personas que desempeñan algún oficio por el cual reciben bolívares o pequeñas cantidades de dólares, utilizadas de inmediato para satisfacer necesidades urgentes.

El bolívar desaparece y el dólar se fortalece al mismo ritmo que la pobreza se extiende. El abismo entre la nomenclatura oficialista y la plebe constituye un rasgo típico de los modelos socialistas. Maduro lo que ha hecho es reproducir en el siglo XXI lo que las miserables y oprimidas naciones comunistas vivieron durante el siglo XX, y Cuba ha padecido desde hace sesenta años. La dolarización forma un vínculo indisociable con la depauperación.

Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc

CARLOS BLANCO: LA GIRA

1.     La gira iniciada por Guaidó mueve el cuadro político del país. Hasta comienzos de enero, parecía que se había alcanzado un inestable equilibrio: un gobierno interino envuelto en las ambigüedades de su fugacidad continua, y un régimen minado de cáncer y de viruela que a trancas y barrancas ha logrado mantenerse.

2.     La creación de una Asamblea Nacional paralela y adulterada generó una reacción afortunada e inmediata de la mayoría de diputados, los cuales juramentaron a Guaidó extramuros, y expresaron la decisión de no dejarse arrebatar la legitimidad que ostentan, con un vasto apoyo internacional.

3.     En el marco de una nueva jornada de resistencia –esta vez de carácter institucional– Guaidó emprendió su sorpresiva gira, la que lo ha llevado a Colombia y al Reino Unido hasta la hora de estas líneas. Esa salida colocó el tema de Venezuela otra vez en los titulares. Hay que hacer notar que aunque el apoyo a la Venezuela democrática se ha mantenido, el equilibrio inestable al cual aludimos más arriba, ha llevado a desplazar a niveles secundarios en muchos países el combate contra el régimen de Maduro. El entusiasta apoyo del primer trimestre el año pasado en muchos países se convirtió en una rutina burocrática.

4.     La gira de Guaidó despierta agendas postradas o que han estado centradas en las urgencias domésticas que han aparecido en América Latina con motivo de protestas simultáneas, que sin dejar de tener componentes domésticos tienen la turbina del Foro de Sao Paulo. De tal manera que es una gira cuyos desenlaces no sabremos pero que tiene los aspectos positivos que enuncio.


5.     Sin embargo, cabe hacer notar que hay importantes deficiencias. No me refiero al desempeño personal de Guaidó, que debe superar aspectos en los cuales es de suponer que trabajen arduamente sus asesores junto con él. Me refiero a elementos políticos significativos. El primero de los cuales es haber traducido mucha soledad. Al menos en Colombia no se veía un equipo en acción entre otras cosas porque no se había preparado esa gira con la asesoría que merecía. ¿Premura? ¿Seguridad?

6.     Una de las cuestiones fundamentales que alguien debería comunicarle a Guaidó es que las relaciones internacionales constituyen una disciplina en la que hay muchos venezolanos expertos, unos por formación académica y otros por entrenamiento a lo largo de sus vidas. Esa experiencia no la provee la militancia en un partido ni la amistad cercana con el presidente encargado.

7.     La otra carencia fundamental es que un jefe político como Guaidó debe ir a reuniones de Estado con un objetivo, con una estrategia y con propuestas para lo que aspira que los países hagan. No se trata de qué quiere Estados Unidos que el interinato haga, sino qué propone este a Washington para salir del régimen. Es la dirección opositora venezolana la que tiene que articular la coalición internacional y no al revés.

Carlos Blanco
@carlosblancog
@ElNacionalWe

ALFREDO M. CEPERO: LA SEMILLA ROJA DE LA POLÍTICA CHILENA

El estallido de las protestas generalizadas en el país hizo que la popularidad del presidente Sebastián Piñera cayera tan baja como el 6%, su nivel histórico más bajo, de acuerdo a una encuesta del Centro de Estudios Públicos.

La crisis que experimenta Chile en estos momentos comenzó hace 50 años con las elecciones de 1970 en que Salvador Allende fue declarado presidente por el Congreso chileno. La semilla roja sembrada por aquel aliado y admirador de Fidel Castro germina periódicamente en la política y en la sociedad chilenas. Al igual que Donald Trump en los Estados Unidos, Jair Bolsonaro en Brasil e Iván Duque en Colombia, Sebastián Piñera se encuentra por estos días bajo el fuego cruzado de sus enemigos de La Habana y Caracas. Su delito ha sido enfrentarse a unas izquierdas vitriólicas y fanáticas empeñadas en controlar el gobierno, los recursos nacionales y hasta la conducta de los ciudadanos para beneficio de un puñado de zánganos que dilapidan las riquezas creadas por otros. 

Para los hombres de pensamiento pragmático, resulta inaudito que algunos pueblos ignoren la prosperidad que generan los gobiernos conservadores y opten por los sistemas fallidos de tiranías comunistas que sólo reparten hambre, miseria, opresión y muerte como los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Quizás todo se deba a que, para esa gente, la ideología equivale a un dogma casi religioso que no puede ser confrontado ni cuestionado. Que están tan cegados por su fanatismo que, como Jalisco, "cuando pierden arrebatan".

Ahora bien, Chile no siempre fue así. Durante muchos años fue un ejemplo de civismo, madurez y estabilidad para el resto del Continente Americano. Los dos gobiernos que precedieron al de Allende, como el de Jorge Alessandri, en 1958 y el de Eduardo Frei Montalva, en 1964, estuvieron dentro de esos parámetros. Pero la década que comenzó en 1970 trajo consigo una inestabilidad social y una crispación política que se reflejaron en las elecciones presidenciales de ese año.

La elección presidencial chilena de 1970 fue realizada el viernes 4 de septiembre. El porcentaje más alto de votos fue para el candidato Salvador Allende Gossens de la coalición de izquierda denominada Unidad Popular. Allende, quién había fracasado en sus intentos de ser presidente en las elecciones de 1952, 1958 y 1964, se impuso al expresidente Jorge Alessandri (candidato del Partido Nacional) y a Radomiro Tomic, nominado por la Democracia Cristiana.

Según la constitución vigente, si ninguno de los candidatos obtenía la mayoría absoluta, la elección debería ser realizada por el Congreso Pleno entre los dos candidatos que obtuvieran la más alta votación. Lo estrecho de los resultados, con menos de cuarenta mil votos de diferencia entre Allende y Alessandri, puso a la Democracia Cristiana como el árbitro de la situación. Las fuerzas conservadoras pidieron a los demócratas cristianos que apoyaran a Alessandri en la votación del Congreso para salvar así a Chile del marxismo.

El Partido Demócrata Cristiano (PDC) se negó y optó por dar su apoyo a Salvador Allende. Todo esto, a pesar de que los votos de centro derecha emitidos a favor de Jorge Alessandri y de Radomiro Tomic superaban con creces a los de la izquierda que votó por Allende. La votación en el Congreso fue de 153 votos a favor de Allende y 35 para Alessandri. Con ello, los demócrata cristianos se hicieron cómplices de una crisis económica, social y política que puso a Chile al borde del abismo comunista.

Como era de esperar, el desempeño de Allende en el ámbito económico fue un rotundo desastre. Los mil días de gobierno de Allende estuvieron lejos de ser la ansiada experiencia de revolución sin fusiles que proclamaba. En julio de 1971, Allende  promulgó la ley de Nacionalización del Cobre. Después llevó a cabo expropiación de haciendas, el aumento del control estatal de empresas y bancos, la nacionalización de compañías extranjeras y medidas de redistribución de la renta. Sus intentos de reestructurar la economía del país llevaron al aumento de la inflación y la escasez de alimentos, una penuria similar a la que hemos sufrido los cubanos por 61 años y los venezolanos por 21.

Afortunadamente, el 11 de septiembre de 1973 los patriotas chilenos se pusieron en marcha con una asonada militar encabezada por el general  Augusto Pinochet Ugarte. El pronunciamiento fue bien recibido por un amplio sector de la sociedad chilena, enemiga de las reformas y cansada de las penurias económicas. Por otra parte, la muerte de Allende en medio del bombardeo del Palacio Presidencial de La Moneda sigue siendo un misterio. Unos dicen que se suicidó con la AK-47 que le había regalado Fidel Castro mientras otros afirman que lo mató el general cubano Patricio de La Guardia por órdenes de La Habana.

Pasando a una nota positiva, bajo el gobierno del General Pinochet, entre 1973 y 1990, Chile experimentó un verdadero milagro económico, según describió las reformas adoptadas por ese gobierno el economista estadounidense Milton Friedman. Estas reformas responden fundamentalmente a la implantación de una economía de libre mercado, caracterizada principalmente por drásticas reducciones del gasto público y de la oferta monetaria, privatización de las empresas estatales, eliminación de obstáculos para la libre empresa, reducción del proteccionismo arancelario y fomento de la inversión extranjera.

El modelo sugerido por Friedman a Pinochet, aunque con algunas variaciones, se sigue utilizando en este momento. De hecho, ha producido un crecimiento del Producto Nacional Bruto en un 40% (en dólares de 2005), y un crecimiento anual promedio del 5% entre los años 2000 y 2010. En una carta del economista al general en 1975, Friedman manifestó: "Hace unos cuarenta años atrás, Chile, como muchos otros países, incluyendo el mío, se encausó en la ruta equivocada. El mayor error, en mi opinión, fue concebir al Estado como el solucionador de todos los problemas, de creer que es posible administrar bien el dinero ajeno".

Por su parte, en 1990, el General Pinochet dio muestras de patriotismo y de su respeto a las leyes presidiendo unas elecciones transparentes y justas en que resultó triunfador Patricio Aylwin. En los años siguientes se mantuvo el crecimiento económico iniciado por el gobierno de Pinochet. El medio anual osciló entre 4,7% y 7,3% cada año durante las administraciones de Aylwin, Frei, Lagos y Piñera. Pero la semilla roja sembrada por Allende hizo de nuevo  su aparición con la elección de la comunista solapada Michelle Bachelet. El crecimiento económico anual, durante la segunda administración de la Bachelet, fue un 1,9% promedio. Esta cifra es la más baja registrada por un gobierno desde la vuelta de Chile a la democracia.

En contraste, la política conservadora puesta en marcha en estos momentos por el Presidente Sebastián Piñera está produciendo resultados altamente positivos. A su primer año de gestión, el gobierno de Sebastián Piñera anotó un aumento sobresaliente del crecimiento económico, al llegar este al 4,0%. Estas cifras situaron 2018 muy por encima del 1,7% promedio anual obtenido por la gestión del segundo período de Michelle Bachelet, entre 2014 y 2017.

Como bien señala The Heritage Foundation: "Las expectativas de políticas más favorables para los negocios y el mantenimiento del largo historial de políticas macroeconómicas ampliamente sólidas de Chile por parte del gobierno de Piñera, contribuyeron a aumentar la confianza en 2018 y lograron una recuperación de la inversión, después de cuatro años de contracción".

Por desgracia para los pueblos, la izquierda fanática no está interesada en la prosperidad individual de los ciudadanos sino en el control de los recursos de la nación para beneficio de la minoría totalitaria que gobierna al país. De ahí las manifestaciones multitudinarias y la caída de los niveles de popularidad de Piñera.

En abril de 2018, el nivel de aprobación del mandatario llegó al astronómico 58%. El estallido de las protestas generalizadas en el país hizo que la popularidad del presidente Sebastián Piñera cayera tan baja como el 6%, su nivel histórico más bajo, de acuerdo a una encuesta del Centro de Estudios Públicos. Quiera Dios que a Piñera no se le aflojen las piernas en la lucha por la prosperidad y la libertad de su patria, porque la democracia chilena es un faro de esperanza para la democracia en América.

Alfredo M. Cepero
La Nueva Nación 
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Desde Estados Unidos

GABRIEL S. BORAGINA: COMBATIENDO AL CAPITAL

No hay una sola manera de llegar al socialismo, sino que -al menos- hay dos. Luego de describir el primero de los dos patrones para establecer el socialismo (el patrón ruso -o más precisamente- soviético) L. v. Mises explica cuál es el segundo de ellos:

"El segundo patrón (podemos llamarlo el sistema alemán o Zwangswirtschaft) difiere del primero en que, aparente y nominalmente, mantiene la propiedad privada de los medios de producción, el emprendimiento y el intercambio de mercado."[1]

El procedimiento tiene una apariencia similar a uno de mercado, pero eso es sólo la superficie, en esencia no lo es. Incluso puede ser que muchos de los que participan en el mismo crean sinceramente que se encuentran dentro de una economía de mercado o de algo parecido a la misma, pero se engañan. La ilusión proviene de que se mantiene la propiedad privada de los medios de producción, pero la diferencia consiste en que esa propiedad es "privada" meramente en un sentido puramente formal, no real.

"Los llamados empresarios hacen las compras y ventas, pagan a los trabajadores, contraen deudas y pagan intereses y amortizaciones. Pero ya no son empresarios. En la Alemania nazi se les llamaba directores de tienda o Betriebsführer. El gobierno dice a estos falsos empresarios lo que quiere producir y cómo., a que precios comprar y a quién, a qué precios vender y a quién."[2]

Se tratan -en sustancia- de una especie de gerentes a las órdenes directas o indirectas del gobierno. No son los dueños reales de los medios de producción a pesar de que los mismos figuren en los registros estatales a sus nombres porque aún así ello, no pueden tomar las decisiones que estimen más convenientes sobre el destino y funcionamiento de los mismos. Son meros agentes burocráticos "privados" una curiosa figura contradictoria en si misma, por la apariencia de autónoma que les otorga la "titularidad" de los bienes que -en rigor- sólo se limitan a gerenciar, si bien a nombre propio, pero por cuenta y en beneficio del gobierno. En una palabra, no son estrictamente empresarios en el pleno sentido que este término tiene en una auténtica economía de mercado, sino, más bien, una especie de testaferros del poder político.

"El gobierno decreta con qué salarios deberían trabajar los obreros y a quién y bajo qué condiciones deberían los capitalistas confiar sus fondos. El intercambio del mercado no es más que una farsa."[3]

No hay en ese cuadro ajustadamente lo que se conoce como un mercado laboral. Es realmente sorprendente que esta característica de "propiedad" de la Alemania nazi y la Italia fascista sea a la que se converja en la mayoría de los países de occidente que -paradójicamente- se sigue denominando como la parte del "mundo libre", lo que exhibe hasta qué punto ciertas designaciones populares van perdiendo sentido frente a hechos que, analizados minuciosamente, revelan que de "libre" se tiene cada vez menos.

"Como todos los precios, salarios y tipos de interés están fijados por la autoridad, son precios, salarios y tipos de interés sólo en apariencia; de hecho son meramente términos cuantitativos en las órdenes autoritarias que determinan la renta, consumo y nivel de vida de cada ciudadano. La autoridad, no los consumidores, dirige la producción."[4]

Como veníamos diciendo, asombra que las características de esta economía nazi fascista sea la tendenciosamente adoptada por los países occidentales en su mayoría. Prueba cabal que lo de sistema "capitalista" nuestro mundo económico tenga poco y nada, y que sólo como espejismo pueda utilizarse dicha expresión.  Consiste de una ficción de "mercado" que se emplea solamente para engallar a los ilusos, para que les mas fácil admitir las medidas adoptadas por el gobierno y no las vea como lo que verdaderamente son una economía dirigida que al mismo tiempo procura de mantener la máscara de algo contrario a ella. El consumidor en este esquema no desempeña en absoluto ningún rol.

"El consejo general de dirección de la producción es supremo; todos los ciudadanos no son sino servidores civiles. Esto es socialismo con la apariencia externa de capitalismo. Se mantienen algunas etiquetas de la economía capitalista de mercado, pero aquí significan algo completamente distinto de lo que significan en la economía de mercado."[5]

Es importante destacar que lo hasta aquí descripto en modo alguno conforma una economía intervencionista. Se podría -utilizando un lenguaje propio- estar hablando de socialismo explicito (ruso) e implícito (alemán) o también de jure (ruso) y de facto (alemán). En ninguno de los dos casos es intervencionismo ni, desde luego, mucho menos capitalismo.  Lo importante es que, en el último supuesto, se lo quiere hacer pasar por tal. Mucho del desprestigio -de ayer y de hoy- del capitalismo real tiene que ver con esta clase de falso "capitalismo", que es el socialismo de facto implementado en la Alemania nazi y en la Italia fascista, y que pretende ser el régimen al que tiende -en última instancia- el mundo, de diferentes modos y grados.  

"Es necesario apuntar este hecho para evitar una confusión de socialismo e intervencionismo. El sistema de una economía de mercado intervenida, o intervencionismo, difiere del socialismo por el mismo hecho de que sigue siendo economía de mercado."[6]

Podrimos decir, entonces, que el intervencionismo representa una economía de mercado adulterada o restringida, pese a lo cual sigue siendo de mercado. En un símil ejemplificativo, sería como un reloj de arena al que se le saca un poco de arena, y en lugar de tener un 100 por ciento de arena se le deja un 80 por ciento o menos de arena. Indudablemente esta reducción no significa que el reloj de arena deja de ser un reloj de arena, sino que pasará ser un reloj de arena adulterado en su trabajo, que no será el de uno marchando con el 100 por ciento de su material.


[1] Ludwig von Mises, Caos planificado, fuente: http://mises.org/daily/2454 (Publicado el 3 de febrero de 2007). pág. 8

[2] L. v. Mises ibidem, pág. 8.

[3] L. v. Mises ibidem, pág. 8

[4] L. v. Mises ibidem, pág. 8

[5] L. v. Mises ibidem, pág. 8

[6] L. v. Mises ibidem, pág. 8

Gabriel S. Boragina 
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina 
Desde Argentina

RICARDO VALENZUELA: CHINA VS EU. ¿QUIERES QUE TE LO CUENTE OTRA VEZ? PRIMERA PARTE. REFLEXIONES LIBERTARIAS

Los EU en su joven vida republicana ha tenido que enfrentar grandes amenazas a su hegemonía y seguridad, pero siempre han emergido victoriosos. Han sido tres las más importantes. La primera sería la amenaza nazi de Hitler que se definiera a través de la guerra, muerte y destrucción. La segunda fue el comunismo y expansionismo de la Unión Soviética que se enfrentara con estrategia económica. Y en estos momentos tiene tal vez la más peligrosa que asoma con perfiles diferentes. Con la misma estrategia usada para seducir a la URSS, comercio, apoyos, capital, se ha tratado de cambiar la fisonomía de una China tiránica, opresora, igualmente expansionista, que no solamente no ha resultado, sino que, al igual que la URSS, todo ese apoyo lo ha utilizado para fortalecer su tiranía anti occidental.   

Roger W. Robinson, ex director de asuntos económicos internacionales de la NSA en la administración de Reagan, se convertiría en el arquitecto de la estrategia económica y financiera que provocaría la desintegración y caída de la Unión Soviética, acaba de publicar un artículo que, a quienes lo hemos leído, nos ha provocado el congelamiento de la sangre. Anterior a su estancia en la administración pública, había sido vicepresidente del Chase Manhattan Bank a cargo de la división de Rusia y Europa Oriental, en donde constantemente monitoreaba el grado de riesgo financiero de esa región. 

Explica cómo al inicio de la administración de Reagan los soviéticos mantenían un imperio que se extendía desde la Habana hasta Hanoi, pero su ingreso vía monedas duras era solo de $32 billones de dólares—una tercera parte del ingreso anual de GM en esos tiempos. Eso provocaba que con su nivel de gasto emergiera un faltante de $16 billones—pero los bancos occidentales lo financiaban dándole una urgente respiración artificial. El presidente Reagan entendía la vulnerabilidad económica de ese país por su falta de libertad, falta de emprendedores y de un dinamismo tecnológico. Pero cuando se enteró que el oeste financiaba a ese brutal régimen, tomaba la decisión de inmediatamente terminar ese flujo de dinero. 

Los europeos le daban una lectura diferente al problema. Ellos pensaban que era mejor construir un puente comercial con Moscú, del cual emergería la cooperación geopolítica y una nueva cara soviética. Si el oeste ofreciera financiamiento y comercio abriéndoles los mercados el resultado sería paz, prosperidad y la transformación de Rusia al capitalismo. Sin embargo, los rusos estaban usando los flujos de esos préstamos que le proporcionaba occidente—una cascada de moneda fuerte—y el soporte tecnológico para ampliar su fuerza militar, expandir su imperio y continuar involucrándose en todo tipo de actividades anti occidentales. Es decir, los europeos estaban rescatando y financiando la expansión de su enemigo más letal. 

La administración Reagan pintaba la raya con el proyecto Siberian Gas Pipeline. Un proyecto de 3,600 millas de ductos gemelos que se extendía desde Siberia hasta la conexión con Europa Occidental. Si se completaba, sería no solo la pieza clave para que los soviéticos adquirieran la estructura para hacerse de un ingreso de moneda fuerte, pero también establecerían la dependencia de Europa por casi el 80% de su gas natural, debilitando las ligas de EU con el viejo continente y dejándolo abierto a las extorciones de la USSR. Ese proyecto estaba siendo financiado en condiciones de subsidio a cargo de los causantes, porque Alemania y Francia consideraban la USSR un país no desarrollado merecedor de tratos especiales e intereses por debajo de lo que cotizaba el mercado. 

En aquellos días, los EU tenían el monopolio de la tecnología para extraer petróleo y gas con la que se podía perforar en lugares que se pensaba imposibles, lo que les había permitido perforar las laderas del norte de Alaska. De inmediato Reagan se daba a imponer un embargo en equipos y tecnología para la USSR y compañías europeas que estaban ayudando a construir la tubería conductora de Siberia. A ese punto, a pesar de la tensión provocada en las relaciones con sus aliados de OTAN, los EU cerraban por completo sus mercados a compañías que continuaran surtiendo a los rusos. Cuatro de las seis empresas afectadas quebraban en los primeros seis meses y los europeos despertaban ante la encrucijada de hacer negocios con los soviéticos, pero no con EU. 

El resultado fue que se estableciera un límite del 30% en los envíos de gas de la Unión Soviética a Europa, dilatando años la primera fase del proyecto y prácticamente destruyendo la segunda y eventualmente secaran el torrente de crédito de occidente a la URSS. En un acuerdo secreto, EU convenció a Arabia Saudita de producir 2 millones diarios adicionales de petróleo enviando el barril a $10 dólares—algo significante puesto que, con cada dólar que bajaba el petróleo, los soviéticos perdían cerca de un billón de dólares. La Unión Soviética nunca se recuperaría de estos golpes y pasaba a incumplir el pago de $96 billones de préstamos con bancos de occidente, y poco después se iniciaba la desintegración y caída de su imperio.  

La historia de la China actual tiene muchas similitudes, pero con una gran diferencia: EU ha estado jugando el papel de los inocentes europeos de los años 80 que se dejaran explotar por la URSS. Desde que se adoptara la política de Kissinger en los 70s para cortejar y seducir a China, el gobierno ha operado asumiendo que relaciones económicas y financieras con Beijing resultaría una China liberada políticamente. Y, desde 2001, cuando EU apoyó su entrada a la Organización Mundial de Comercio, el ritmo que le daba el acceso a lo mejor de tecnología, capital, y mercados de EU, el intercambio se aceleraba. Sin embargo, China no muestra señales de abrazar libertades individuales ni el estado de derecho. 

Con el soporte y capital de EU, China ha lanzado una campaña masiva para convertirse en el único super poder que deba liderar el mundo retando directamente a Washington. A través de su “Belt Road Initiative” ha ubicado grandes segmentos geográficos del mundo bajo su influencia o su control. El llamado “Made in China 2025”, es una estrategia designada para dominar sectores tecnológicos clave—desde inteligencia artificial y computadoras quantum hasta misiles hipersónicos y 5G. Siempre con el capital de EU y con estrategias que distan mucho de la integridad y buena fe entre países. 

EU conoce las prácticas de China de forzar transferencia de tecnología obligando a compañías americanas compartir sus secretos comerciales y su R&D, como condición no negociable para hacer negocios en su país. Sus prácticas predatorias también son bien conocidas. Y nos hemos enterado de esta peligrosa situación solo porque el presidente Trump la ha puesto en el escaparate de la atención nacional, por lo cual merece crédito. Y la guerra de tarifas es una buena medida y necesaria con la cual finalmente EU ha asumido su defensa ante un país aprovechado, abusivo, sin escrúpulos, que transita por los mercados del mundo sin la ética y sin la moral que se requiere. ¡Y esto no se debía permitir!

Ricardo Valenzuela
chero@reflexioneslibertarias.com
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@elchero  

Los grandes hombres son como las águilas. Construyen sus nidos en una majestuosa Soledad. Porque un alto grado de intelecto tiende a convertir al hombre en un ser antisocial. Arthur Schopenhauer