miércoles, 5 de mayo de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ MIÉRCOLES 05/05/2021




TITULARES PULSA SOBRE LA LINEA PARA LEER

   


TITULARES

BEATRIZ DE MAJO: “ES MEJOR CRIAR CISNES ...”. CHINA HOY

Una de cada dos ciudadanos chinos es mujer. El Banco Mundial en sus indicadores de desarrollo poblacional señala que la población femenina en 2019 fue de 48,69 %.
 
La modernización acelerada del país ha permitido a los gobiernos mejorar la calidad de vida de todos sus administrados pero las ganancias para hombres y mujeres no han sido parejas. No ocurre allí nada diferente al mundo exterior en el que los ingresos por trabajo remunerado tampoco similares y donde su representación política también está desbalanceada. El desarrollo socio económico del gran coloso de Asia sí se encuentra orientado a disminuir la distancia entre ellos y conseguir un ambiente más igualitario pero le queda aún un largo trecho por recorrer.
 
Los índices chinos que tienen que ver con el posicionamiento de la mujer están lejos de ser satisfactorios en terrenos como la expectativa de vida o la inserción en el sistema educativo, donde países cercanos como Japón o Corea del Sur han alcanzado avances bien significativos. Lo que si es necesario subrayar es que el universo a atender es tan vasto, dado el tamaño de su población, que los logros sanitarios pueden ser calificados de hazañas. Desde hace 10 años, 95% de los ciudadanos reciben un modesto nivel de cobertura de salud. Hoy está en ejecución un Programa Nacional para el Desarrollo de la Mujer que atiende necesidades muy sustantivas del universo femenino como educación nutricional, salud preventiva y que ha traído importantes ganancias.
 
Hay, sin embargo arraigos culturales contra los que no es fácil batallar. La inclinación fuertemente atornillada a preferir hijos varones, sobre todo en las áreas rurales, lo que es una reminiscencia de la política de “un solo hijo”, hace que persista un desbalance en las tasas de natalidad por género, de nuevo a favor de los hombres. Esto deriva en un escollo socio-económico preocupante para las autoridades ya que se traduce, por ejemplo, en que hoy se encuentren en China más de 30 millones de hombres adultos solteros. Peor que ello, la existencia del recurso a las ecografías durante los embarazos provoca aun hoy, la supresión de la vida de cientos de miles de fetos de niñas al año.
 
Una visión del tema de salud en cuanto al desbalance de los géneros dentro de la sociedad china es muy parcial para calificar el problema, pero nos provee elementos para comprender porque las mujeres continúan en desventaja a pesar de que la liberación de la mujer y la utopía igualitaria fueron parte del sueño inalcanzado y del ideario de Mao. Los retos son aun inmensos.
 
Hay que remarcar que el contingente femenino profesional por si solo ha podido avanzar notablemente en algunos terrenos contraviniendo el viejo adagio tradicional de que “es mejor criar cisnes que tener hijas”. Fe de ello es que de acuerdo a informes de Grant Thornton la mitad de las mujeres billonarias del mundo hechas por si mismas son chinas y que de las cuatro empresas billonarias del mundo que tienen Consejos de Administración formados exclusivamente por mujeres, la mitad son chinas.
 
Ello nos lleva a concluir que lo que el modelo comunista no ha inhibido es la determinación de la mujer con formación suficiente, de perseguir su propio crecimiento profesional y el éxito financiero. No es infrecuente encontrar en las ciudades mujeres que no solo son independientes económicamente, sino que se ha convertido en muchos casos en el sostén familiar.

Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
Venezuela – España 

LEANDRO AREA PEREIRA: VENEZUELA, COLOMBIA Y DEMÁS: LA POROSA PELIGROSIDAD

La especificidad, “originalidad” y peligrosidad de los inéditos eventos que ocurren actualmente en la fachada occidental del territorio venezolano, requieren del análisis profundo y obligan a la caracterización académica y a la determinación e intervención política, nacional, binacional e internacional.
 
Frente al espacio terrestre colombiano, complementario al nuestro, en los binomios estatales o departamentales constituidos por el Zulia- Guajira, Táchira-Norte de Santander, Apure-Arauca, Amazonas-Vichada, ocurren eventos protagonizados por actores y factores violentos que asolan sin más, yendo y viniendo, destruyendo a la libre, a personas, poblados, recursos naturales e instalaciones públicas y privadas, además de animales y tierras.
 
Es más que necesaria pues, obligante la actuación exclusiva en principio de autoridades venezolanas para poner fin a lo más parecido a guerra entre mafias por el control de territorio. Allí delinquir libremente o con la participación de autoridades locales o nacionales en el despliegue compartido de sus fechorías, es la gimnasia diaria, ahí radica su santuario. Esas bandas parecen estar mejor dotadas de apoyos, pertrechos e inteligencia, que nuestro ejército en la zona, mientras la gente huye despavorida, se desplaza forzosamente, protegiendo cuando puede vidas personales, animales y enseres.
 
Ante la precaria presencia del Estado venezolano para proteger y preservar soberanía y defensa de dignidad nacional, el discurso del gobierno deambula torvo en el Olimpo, mientras el conflicto crece estrepitosamente a la vista cómplice de todos. El mismo ha sido denunciado por la ONG FundaRedes de manera minuciosa, aportando pruebas a través de la “curva de violencia”, que se muestra a diario, que si no fuera por ellos quedaría esa realidad tapiada por el olvido y en la mayor impunidad.
 
Todo hace pensar en la coparticipación de actores y factores que atentan gravemente contra la paz y la estabilidad de la República y de la región que se incendia, además de la pandemia, por graves conflictos sociales.
 
No obstante, no se observa la intervención clara y definida de quienes debieron, desde hace tiempo, actuar con claridad para no dejar crecer aún más las malas hierbas que hacen a su antojo y rastrojo en lo que fue la frontera occidental venezolana, la más viva y pujante de América Latina de otros tiempos, hoy en manos ajenas.
 
Dentro de esta caracterización cabría sumar que es un conflicto interno que se da en una región que involucra a dos estados nacionales, Colombia y Venezuela, que entre esos dos gobiernos, imperdonablemente, no existen desde el 23 de febrero de 2019 relaciones diplomáticas y consulares, ni tampoco políticas o económicas.
 
Que coexiste además un nexo de penurias, que se ha trasladado explosivamente desde Venezuela hacia el vecino o a través de él, en una población que se calcula en 6 millones de personas de las cuales se tienen registrados alrededor de 2 millones de seres humanos que permanecen en territorio colombiano.
 
 
Otro asunto no menor a resaltar es que desde 1830, año en que se separaron ambas naciones  de la Gran Colombia, no ha habido conflicto en la frontera terrestre más preocupante y revelador que este.
 
Ni siquiera comparable a la masacre de El Amparo en 1985, o la de Perijá en 1987, o la de Cararabo en 1995, o las voladuras de oleoductos por parte de la guerrilla colombiana, o el secuestro y la extorsión, o el cobro de vacuna, o la persecución en caliente, o la violación del espacio aéreo y demás circunstancias conflictivas, ni siquiera todas juntas a la vez, son a mi manera de ver tan devastadoras y peligrosas como las que ocurren actualmente.
 
Y aparte valga la pena acotar que el otro conflicto de tanta envergadura, pero aquel entre ambas naciones y que llamó la atención del mundo, fue el ocurrido en áreas marinas y submarinas del golfo de Venezuela, sobre las cuales Venezuela ha ejercido y ejerce soberanía plena. 
 
En esos territorios marítimos, en los que incursionó arteramente la corbeta ARC Caldas, se creó un estado de pre guerra entre ambos países que a fin de cuentas fue resuelto por manos sabias y prudentes, pero que quedó grabado en la conciencia histórica del pueblo venezolano. Pero eso fue en agosto de 1987, fundamentalmente sobre el mar Caribe y en el golfo de Venezuela, y lo que ahora ocurre es sobre tierra firme creando una situación política internacional y de crisis humanitaria muy particular.
 
Porque además la guerra que allí y ahora se libra tiene unas connotaciones intolerables sobre la población que huye, que anda perseguida para colmo de males por la pandemia, la dictadura y la carestía material, espiritual y política de estos ingratos tiempos. Por que esa guerra no es suya, población civil desprotegida, sino entre bandas subversivas enfrentadas por razones poco ideológicas, por intereses en tensión entre narcotraficantes que se pelean por el control de zonas donde ejercer a la libre sus inocultables negocios de tráfico de drogas, de armas y de todo lo demás.
 
Agreguemos que según observan algunos analistas la presencia de estas bandas ya avanza por buena parte del territorio nacional creando así, si no se detiene esta plaga a tiempo, un estado de disolución de la nación que antes se conocía con el nombre de Venezuela. No agreguemos el tema de Guyana a esta letanía que multiplicaría aún más la preocupación sobre el análisis de la situación planteada.
 
Agreguemos y alertemos si a todos con un llamado de atención porque las repercusiones que a nivel hemisférico puede tener este ejemplo, en tiempos de desinstitucionalización generalizada, crecimiento exponencial de la pobreza, desplazamientos forzosos, crisis de los valores democráticos y avance del populismo, demagogia y mesianismos políticos, pueden ser devastadoras.
 
Quede claro que esta situación se da cuando Venezuela y Colombia no tienen relaciones sino de conflicto y en donde las posibilidades de diálogo por encima de coyunturas, hoy convertidas en constantes, están canceladas por distancias ideológicas, personales y viscerales. 
 
Las relaciones entre Colombia y Venezuela están más allá de ser hoy por hoy una excelsa necesidad espiritual, un ostentoso apremio existencial, una frase feliz dentro de un discurso protocolar y enjundioso, pues la farisea cortina de hierro establecida entre dos países vecinos que rechazan los canales diplomáticos e institucionales para solucionar conflictos y atender emergencias humanitarias o catástrofes naturales si fuese el caso, están levantadas y son muy altas.
 
Porque si bien es una verdad a medias que el problema se está produciendo en territorio venezolano, el mismo posee una urdimbre multiplicadora, una maraña siniestra de actores proclives al conflicto, su negocio, que involucra energías de uno y otro país y tal vez más, que pudieran estar jugando a un plan regional de desestabilización pendenciera que en el fondo hace girar la ruleta de la posible aparición de soluciones de fuerza como ha ocurrido en otros momentos en América Latina en tiempos de crisis y radicalización.
 
La situación es grave, compleja y de repercusiones insospechadas. El gobierno venezolano fiel al discurso según el cual siempre la culpa está en los demás, quiere achacar al gobierno colombiano y al imperialismo norteamericano la razón de estos y demás males. Pero a la vista de todos está la terrible y porosa peligrosidad de los actores involucrados en lo que ocurre en la frontera occidental de Venezuela y que sigue su curso. El gobierno venezolano, el colombiano, además de la comunidad internacional, tienen la palabra.
 
Leandro Area Pereira
leandro.area@gmail.com
@leandroarea
Venezuela

ARIEL PEÑA: EL ATAQUE A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ES UN MÉTODO MARXISTA

El ataque en contra del Canal RCN y la Revista Semana el pasado 28 de abril, por parte de grupos terroristas que los grandes medios de comunicación llaman eufemísticamente desadaptados, pero que están bien adoctrinados por la dogmática más genocida que conoce la humanidad en toda la historia como es el marxismo leninismo; dicho ataque representa una campanada de alerta para la libertad de prensa, pues si eso hacen sin estar en Colombia en el poder del Estado, ¿Qué no harán si a partir del 7 de agosto de 2022, se monta en la presidencia de la república una persona como Gustavo Petro?.
 
De tal suerte que los medios de comunicación que defiende la libre expresión, deben de fortalecer su vocación democrática para empezar a impulsar debates en contra de las fuerzas totalitarias del comunismo, que con diferentes disfraces engañan a la ciudadanía prometiendo supuestas transformaciones, que indefectiblemente conducirán a un sometimiento político, social, económica y moral, ya que esos son los resultados de una dictadura igual a la que domina a Venezuela.
 
Para que no quepa la menor duda, tenemos que recordar que el sicópata marxista del Che Guevara, expresaba: “Hay que acabar con todos los periódicos. Una revolución no se puede lograr con libertad de prensa”, a lo que se debe agregar que los atacantes de los medios de comunicación agredidos el 28 de abril son admiradores del genocida cubano-argentino y portan orgullosamente efigies en sus indumentarias de semejante criminal, por ello empresas periodísticas y trabajadores de ese sector están completamente notificados de lo que les espera con un gobierno, que también denominan como alternativo o progresista, pero esos son simples remoquetes para ocultar el marxismo.
 
El adoctrinamiento comunista en centros educativos lleva cerca de 70 años, sin que la democracia le haya puesto un muro de contención con una lucha ideológica que desnude las falacias y los embelecos que venden los marxistas, especialmente en la juventud con la lucha de clases y el materialismo histórico, que mediante la superstición y el encantamiento, embrutecen a personas que por falta de discernimiento son llevadas a cometer acciones violentas en contra de la sociedad y las instituciones, que se convierten en el objetivos del terrorismo.
 
Dentro de las enseñanzas del Che Guevara, como referente terrorista, además decía: “Al enemigo hay que impedirle que tenga un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego, atacarlo donde quiera que se encuentra, hacerle sentir como una hiena acosada, pues el odio es un factor de lucha, el odio intrínsecamente al enemigo”, en donde el enemigo es el que está en contra del proyecto liberticida comunista. Quedando evidenciado que el adoctrinamiento totalitario en los centros de la educación pública en particular, vine desde hace mucho tiempo y no se le ha dado una confrontación intelectual como corresponde.
 
En la democracia la protesta social es fundamento de las libertades individuales, pero la mamerteria con todos sus aparatos y siglas, busca que las protestas se conviertan en una “huelga política general” al mejor estilo comunista, esperando su día de suerte para desarrollar una aventura insurreccional, con la revolución molecular disipada teniendo de objetivo acabar con la institucionalidad y con el Estado de derecho, aprovechando los apremios que tienen los gobernantes.
 
La defensa de las instituciones es fundamental para el bienestar de los colombianos, de ahí que hay repudiar las acechanzas del comunismo totalitario, que con métodos terroristas busca crear el desconcierto en la ciudadanía con individuos adoctrinados en la violencia, para conspirar en contra de la democracia que es la única alternativa real y posible frente a cualquier forma de dictadura, especialmente la marxista que envilece en grado sumo al ser humano.
 
Así que los medios de comunicación no pueden echar en saco roto, las agresiones de que fueron objeto el Canal RCN y la Revista Semana el 28 de abril, dado que eso no es algo espontaneo por parte de grupos exaltados ajenos a un programa político absolutista, sino que por el contrario detrás de esos acontecimientos se mueve la mano siniestra del totalitarismo marxista que se focaliza en destruir la libertad de prensa desde ya, para que en caso de que se monte un gobierno alternativo de la llamada izquierda en el país, tener un camino bastante bien recorrido para consolidar una tiranía comunista en el menor tiempo posible y, que mejor que amordazando de una vez a la prensa libre.
 
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia

JOISE MORILLO: EL SECUESTRO DE UNA NACIÓN

Con motivo de la reciente beatificación del Doctor Jose Gregorio Hernandez, la periodista Carla Angola, emitió una carta abierta al Papa Jorge Bergoglio (Francisco I), en cuya letra dice lo siguiente:
 
“Nuestro pueblo celebra al Doctor José Gregorio Hernández porque ha sido en Dios y en sus Santos en quienes mi país ha podido refugiarse ante la terquedad de un mundo que se empeña en tratar nuestra tragedia como una crisis política y no como *el secuestro de una nación*. 
 
(...) ¡No!, Su Santidad,¡Venezuela no tiene "problemas" procurados por quien "nos mira mal"!, los venezolanos son asediados, acosados, callados, torturados, asesinados y desaparecidos por criminales de lesa humanidad.
 
Eso también debe ser dicho en cada discurso porque, ¡No!,mi pueblo no desea venganza, claro que no!, simplemente, porque jamás querrá parecerse a su verdugo. 
 
Pero mi pueblo sí exige justicia y esa será la única forma respetuosa de pedirles perdón.
 
Mi pueblo noble, tan noble como nuestro Beato, por supuesto que rezará por usted y por este mundo, *Su Santidad*. 
 
Le suplicaron a Dios que dejen de privar de decisiones determinadas por coincidencia ideológica de las que solo emanan frases fraternas para las víctimas, y al mismo tiempo, reconocimiento y convivencia con sus martirizadores. 
 
¡No!, no todos cabemos en Venezuela, allí no todos somos iguales, ¡Su Santidad! Si fuera diferente, estas líneas no hubieran sido escritas a kilómetros de ella. 
 
En Venezuela no nos "acusamos unos a otros", ¡Su Santidad! . Allí unos pocos exterminan al resto, sin necesidad de una acusación. 
 
"Pido que ninguna intervención de afuera les impida caminar a la unidad nacional". 
 
¡Su Santidad!, esa intervención la han ejecutado FARC, ELN, Fuerzas Quds, Hezbollah, Hamas, militares rusos, chinos, cubanos y otros de los que usted seguro ha leído en infinidad de informes que deben haber llegado a sus manos en el Vaticano.” 
 
Esto anterior es totalmente cierto, la única verdadera injerencia intervencionista en los asuntos de Estado que padece Venezuela; con la anuencia de los secuestradores de la nación, es la de los cubanos castristas y sus cómplices terroristas. 
 
Es un excelente análisis, postulación y denuncia de la triste verdad que atañe a Venezuela. Estas palabras, emitidas por una verdadera comunicadora social y no por una adlátere o flavistana, como lo son los que prodigan que: "las noticias no deben ser objetivas sino en defensa de la revolución" (S. Allende); son sin duda respaldadas fuentes fidedignas y por denuncias, incluso, de quienes fueron también asociados al chavismo (Guaicaipuro Lameda) antes de darse cuenta que el chavismo era una total farsa a-política. Dónde intereses mezquinos entre megalómanos (los Castro de cuba), narcisistas ególatras (Maduro) y resentidos sociales vengativos (Chavez y su combo del PSUV) se juntaron para secuestrar una nación potencialmente próspera y noble. Si, ha sido un secuestro al estilo del Parricidio tiránico de Platón.  "La república o el estado Libros VIII y IX". 
 
Tristeza da que intelectuales todavía sigan engañados por la farsa del socialismo, que incluso es tan efímero, que ya no hallan que nombre ponerle al bodrio de espíritu provisional e improvisado que constantemente impulsan en función enajenante y con el manejo de la necesidad del desposeído según Freire, y de la ignorancia misma que padece. Si han acabado con el índice de pobreza pero de sus miembros elitistas porque el chavista de a pie es otra victima mas de la indolencia de estos siniestros diabólicos. 
 
Joise Morillo
kaojoise@gmail.com
@kao_joi_lin
Venezuela EEUU

HUMBERTO SEIJAS PITTALUGA: HAY QUE ACLARAR ALGUNOS TÉRMINOS

Gracias a Dios, el castellano es muy rico en matices y distinciones.  Unos y otras se han modelado por el afán de precisión a lo largo de generaciones de hablantes.  Lamentablemente, el desenfado al hablar, la flojera mental, los guasaps más llenos de emoticones que de términos, están arruinando la riqueza del vocabulario actual.  Mucho del empleo actual del idioma desvertebra las posibilidades de expresión y el lenguaje ha devenido en “jetabulario”.

A estas alturas, quienes no han abandonado la lectura estarán diciendo: “¿por dónde viene el tipo hoy”?  Pues por la precisión que debemos utilizar cuando hablamos o escribimos para endilgarle al régimen términos como “dictadura” o “fascista”.  Y lo hago porque, recientemente, un buen escritor y querido amigo, Eddy Barrios, sacó un artículo dedicado a clarificar los vocablos “dictador” y “tirano” afincándose en la historia de Cincinato.  Hoy, lo que haré es seguir la estela que Eddy, como buen marino, dejó.
 
Lucio Quincio Cincinato era un romano que, según Catón el Viejo representaba el arquetipo de la rectitud, honradez e integridad romanas.  A ellas se sumaban su falta de ambición personal, y capacidad estratégica militar.  En el año 458 antes de Cristo, el Senado, que estaba desesperado por la inminente invasión de unas tribus foráneas, discutió como enfrentarla y encontró sólo una solución: concentrar todos los poderes en manos de un solo hombre.  Y eligieron a Cincinato para concederle el título de dictador por seis meses y pedirle que salvara a Roma.  El elegido estaba en su finca al otro lado del Tíber, arando, cuando se le hizo llegar el requerimiento. A día siguiente se presentó en el Foro, llamó a todos los ciudadanos a las armas, los organizó en legiones y se puso al frente de ellas. En solo dieciséis días logró la victoria sobre los invasores. Cumplida su misión, el dictador —aunque le quedaban cinco meses y medio de poder absoluto en la ciudad— se despojó de la toga orlada de púrpura, rechazó todos los honores y se reintegró a su tierra para seguir arándola.
 
Por eso, el Diccionario de la RAE trae como tercera acepción de “dictador”: “Entre los antiguos romanos, magistrado supremo y temporal, que se nombraba en tiempos de peligro para la república”.  El problema radica en que la primera acepción del mataburros se adecua más a la circunstancia contemporánea: “En la época moderna, persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos y, apoyada en la fuerza, los ejerce sin limitación jurídica”.  Y a “dictadura” como: “Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales”.  Estarán de acuerdo conmigo en afirmar que ambas definiciones son el vivo retrato de la circunstancia venezolana de los últimos veinte años.
 
Los primeros, aunque basados en el bajeo del encantador de serpientes que pedía “un millardito”, tenían un cierto baño de legalidad.  Claro que si uno lo rasguñaba un poquito, se le caía el gold filled y se le veía el cobre.  Era el abuso del empleo de las leyes habilitantes.  Que la Constitución reserva para cosas muy específicas pero que Boves II las pervirtió y las empleó para todo lo que le diera su real gana.  El heredero no ha actuado distinto.  Por el contrario, a punta de “decretos de emergencia” —que tienen una finalidad muy específica y una vigencia limitada— y alcahueteados por un Tribunal Supremo (omito lo “de Justicia” porque es muy poquito lo que hacen por ella) he empeorado la situación que encontró.
 
Hoy, Venezuela, por culpa de él y su manga de cómplices, está peor; en tal inopia que estamos por debajo de Haití como país más pobre del hemisferio.  Tanto, que el más reciente Índice de Miseria de Hanke nos coloca como el primero; el más miserable de todos, casi ocho veces peor que Zimbaue, veinte por encima de Sudán y ochenta sobre Argentina, que ya es mucho decir por lo bajo que la ha llevado el kirchnerismo.
 
Ya llevo casi setecientas palabras y no he hablado del otro término que anuncié al principio: el fascismo.  Que es una palabreja que Jorgito Audi Rodríguez se lo pasa endilgando a los de la acera de enfrente.  Es algo que los psiquiatras, como él sabe bien, llaman “proyección” y que consiste en un mecanismo de defensa de los psicóticos que les atribuyen a otras personas los impulsos censurables que aquellos sufren.
 
Para caracterizar al fascismo, lo mejor es recordar la enumeración que hizo Umberto Eco en 1995, cuando se conmemoraba el quincuagésimo aniversario de la derrota del fascismo en Italia.  Dijo que sus rasgos más significativos de ese sistema político son: que el fascismo no tiene una filosofía, ni un pensamiento rigurosamente estructurado, pero se basa en un totalitarismo impreciso, cruel, intolerante y dictatorial en el cual: se exacerba el culto a la nacionalidad y los prohombres de la historia patria.
 
Que entiende al líder carismático como un único y fiel intérprete del designio nacional y por eso es quien expresa la voluntad de la nación.  Que preconiza el estatismo y condena la democracia representativa. Que emplea la frustración individual o colectiva para exaltar y movilizar las masas a su favor.  Que mantiene una obsesión en creer en los complots y las amenazas de unos enemigos coligados que no están con la revolución: empresarios, gremios, iglesia, universitarios, medios de comunicación, ONG, etc.  Que tiene una fascinación por las armas y el militarismo.  Que busca el enfrentamiento permanente.  Que hace uso sistemático de la mentira.  Que invierte en su discurso la naturaleza real de las cosas, como convertir las víctimas en victimarios; en ser el golpista y acusar al otro de serlo.
 
Eco afirma que si un gobierno o un partido político muestra algunas de esas características, puede ser reputado como fascista.  El conflicto venezolano está en que en la fulana robolución concurren todas y cada una de esas características.  Ergo, son fascistas…
 
Humberto Seijas Pittaluga
hacheseijaspe@gmail.com
@seijaspitt
Venezuela 

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: BUKELE LO HA DICHO

El actual Presidente de El Salvador se encuentra en el ojo del huracán mundial tras realizar acciones que, según muchos analistas, colocan en riesgo la democracia de ese país, ha logrado destituir jueces y al Fiscal General bajo pretexto de “limpiar” la institucionalidad de esa nación centroamericana. Es inevitable comparar su acción con el caso venezolano, pues se teme el garrotismo con que actúa Bukele se emparente con el chavismo.
 
En febrero de 2020 Bukele asaltó el parlamento nacional con militares y policías fuertemente armados para exigir a los diputados el voto a favor de un préstamo para financiar su plan contra las pandillas, amenazando con insurrección popular sí el legislativo no cedía, pensamos ese abominable hecho debió haberle costado su cargo, lamentablemente, las democracias latinoamericanas son inmaduras, ese evento (des)institucional no fue penado.
 
Ahora en mayo 2021, el parlamento nacional (mayoría de Bukele) vota a favor de la destitución de jueces y del fiscal general, este evento provocó innumerables condenas nacionales e internacionales por quienes consideran dicha decisión atenta contra la independencia de poderes, además por forzarse su sustento legal. Ante estos eventos, Bukele se dirigió a la comunidad internacional vía Twitter, asegurando "Estamos limpiando nuestra casa… y eso no es de su incumbencia".
 
De este modo, opinamos, no importa cuáles sean las excusas, toda infracción a la ley cometida por cualquier persona debe ser castigada inflexiblemente, máxime cuando estas violaciones son cometidas por funcionarios públicos. Observamos cómo en los países nórdicos o el mismo Japón, la sola presunción de un delito contra algún funcionario acarrea, al menos, la separación del cargo hasta tanto se aclare el hecho, muchos renuncian para resguardar la honorabilidad de la institucionalidad… una diferencia abismal con las democracias latinas.
 
Lo complejo de todo esto es que, suponiendo Bukele tenga la razón en cuanto a la existencia de una institucionalidad viciada, ajena al interés nacional, ninguna persona debe autoconferirse la santidad, el mesianismo, situarse por encima de la ley y obrar por encima de ella. Basta ver cómo han terminado este tipo de experimentos, generalmente en regímenes totalitarios. Es muy temprano para saber cómo terminará la gesta de Bukele, pero existe honda preocupación internacional basada en las innumerables experiencias previas, pues en política lo que comienza mal, mal terminal.
 
Ahora bien, recientemente Bukele fustigó a Julio Borges porque éste último condenó las acciones del presidente salvadoreño, el líder centroamericano respondió en un contundente tweet lo siguiente: “Sí ustedes quieren llegar al poder para dejar al Fiscal de Maduro y a la Corte de Maduro, mejor díganle al pueblo la verdad. Díganles que apoyarlos a ustedes es igual que apoyar a Maduro”.
 
La gran diferencia es que Bukele llegó al poder democráticamente, mientras en Venezuela existe ruptura del hilo constitucional/democrático, al menos, desde 2013. Y aunque los escenarios aún son distintos, Bukele ha dicho una gran verdad: El chavismo no es una figura, Chávez murió y su proyecto continúa al pie de la letra. Creer el chavismo depende de una persona es un error garrafal, depende de toda su estructura, del régimen en pleno, de los poderes que preserva a través de la violencia institucionalizada.
 
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Vienezuela