sábado, 2 de enero de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II, DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ DOMINGO 03/01/2021


 





MIBELIS ACEVEDO DONÍS, TIEMPOS DE OSCURIDAD

Cuando la oscuridad se instala, cuando metida en la piel de las horas que corren se vuelve cosa de todos los días, es difícil alzar la vista para ver más allá del presente. Equivale a estar perdidos en un bucle de tiempo, un instante que nunca pasa, que aprisiona. Es retornar al martirizado Tántalo, cuya eternidad se ha atorado en un hambre sin certezas ni cura, en el anhelo del fruto que ve pero que ni siquiera logra tocar. ¿Cómo, dónde se consumó el extravío? Para el desesperado eso cada vez importa menos. El futuro, incluso el pasado remiten a una noción exótica y distante, algo que pierde significación en virtud del nudo, el aquí y ahora triturando cualquier expectativa. 

El entorno hostil, fuente de insatisfacción endémica para el venezolano, se volvió una tarasca que todo lo arropa, y que en la medida en que progresa tiende a crear nuevas brechas, a tender nuevas celadas. Entre otras cosas porque la polis ha perdido su rostro constructivo y sanador, mermada en su capacidad de oponer cedazo al conflicto y dar curso a la necesidad de asociarnos; desplazada por la sensación de que la básica supervivencia es asunto que hoy precisa cada respiro (acá es inevitable recordar a Huntington: aquellos a quienes sólo preocupa su próxima comida no se inquietan demasiado por las grandes transformaciones de la sociedad). Sí, “la maldita circunstancia” -frase con la que el cubano Virgilio Piñera retrató los atascos de la insularidad- nos ha dejado a merced de un espacio y un tiempo finitos, ambos también castigados por el desgaste en el tenor de nuestras apetencias. 

Hay que decirlo, sí, para librarse de una buena vez de ese íncubo que se sienta en el pecho y no deja ni respirar: tanto despojo nos va quitando las ganas de resistir. Se trata del estropicio íntimo, la procesión que no se ve, que adentro se abre paso como clavo candente. A santo de la imagen de un niño desnutrido (otro, otro cuerpecito seco dando cuenta del descomunal abandono por parte de un Estado que a nadie garantiza nada) alguien concluía recientemente: “da lo mismo que sea diciembre, en esta situación todos los días son igual de tristes”… se pide unidad, esperanza, solidaridad, tolerancia, pero, “¿cómo dar lo que no se tiene?” 

Más que un terminante epitafio, hay allí un reto. “Todas las pasiones, hasta las más desagradables… nos hacen más conscientes de nuestra existencia, nos hacen sentir más reales”, reflexionaba Lessing. Ya que el mundo exterior opera esta vez como un carcelero diestro en el arte de taladrar nuestra interioridad para hacerse también de ella, aún agujereada, sería un sinsentido ceder esa última atalaya. Perdernos a nosotros mismos es, incluso, estratégicamente inexcusable. Pero, atención: pues tal defensa pasa además por evitar la pérdida de los referentes de humanidad. El “cuidado del Yo” del cual habla Foucault, práctica ética per se; el cultivo de la resistencia individual en situaciones límite debería hablar menos de una psiquis ensimismada que de un sujeto que al conocerse y ser capaz de cuidar de sí, se ejercita también en la eventual tarea de acoger al otro, de reconocer su dolorosa presencia. 

Maniobrar con la tensa puja entre el mundo externo e interno, entonces, parece especialmente crucial cuando se sufren estos tránsitos, esta suerte de tenebroso déjà vu. Recordemos que los tiempos de oscuridad -lo advierte Hannah Arendt en su célebre compilación de ensayos sobre figuras que trajinaron con las sombras de la primera mitad del siglo XX- ”no sólo no son nuevos sino que no son una rareza de la historia”. Sin embargo, “aún en los tiempos más oscuros tenemos el derecho a esperar cierta iluminación”. 

Hablamos de los alcances de esa humanidad que florece inadvertidamente en las horas menguadas; de esos seres capaces de arrojar una “luz incierta, titilante y a menudo débil” sobre una época signada por la incredulidad en el porvenir, por el desencanto y el retroceso anímico. Hombres y mujeres de excepción, sin duda, capaces de trascender la catástrofe, el descalabro moral del momento en el que están inmersos para revelarse -incluso a pesar de sí mismos- con ideas, con obras, con su transgresora aparición. Nunca faltan personas así cuando el escepticismo aprieta, y la historia lo confirma. Una mirada atenta a nuestro contexto, de hecho, nos dice que Venezuela no es la excepción. 

Quizás cueste verlo, sitiados como estamos por la empalizada de la “maldita circunstancia”. Pero si algo debería movilizarnos es ese llamado a ser hombres y mujeres empeñados en encender al menos una vela para debilitar la penumbra que porfía, y reconocernos. Todo indica que “nuestro presente es enfáticamente, y no sólo lógicamente, el suspenso entre un no-más y un no-todavía”, como diría Arendt; no es sencillo juntar bríos frente a tal incertidumbre, pero recomponer la esperanza a punta de sensatez, no rendirse, siempre será una bendita obligación. 

Que el nuevo año nos ayude a descifrar cómo hacerlo. 

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
Venezuela

CARLOS BLANCO, VENEZUELA, ¿DÓNDE ESTÁ?

1.- En estos tiempos la nostalgia hace su oficio. Las navidades siempre fueron la confluencia de familia, amigos, música, buena comida y afecto derramado como miel –así de pegostoso– sobre la gente querida. Esto ha sido destruido durante 20 años.

2.- La desorganización de la sociedad es el efecto de una dinámica muy profunda, ligada a los objetivos que se propuso el chavismo: el control social. No han buscado y obtenido solo el dominio político sino también el de las fuerzas intelectuales y espirituales de la nación. No han vencido finalmente porque hay resistencia; pero, no hay que engañarse, tienen ese control sobre el país. Su lenguaje se ha impuesto; la terminología falsamente épica de Chávez y la forma de nombrar las cosas han forzado su imperio, el de la palabra. La diferencia se ha transformado en hostilidad; los adversarios en enemigos. No es solo el régimen el que desarrolla y vive el encanallamiento, sino la sociedad en general lo que incluye, en buena medida, las élites democráticas.

3.- Como todos, participo de muchas de las redes sociales, estoy en chats de gente más o menos afín, y muchas veces veo que se han deshecho los nexos básicos que permiten la comunicación inteligente. Hay opositores que se tienen como luchadores por la libertad que cuando les mencionan el nombre de algún adversario lo que les emerge del alma es la destrucción. No es un fenómeno individual, producto de la exasperación de una sociedad asediada por la crisis y la pandemia; es más que eso.

4.- Hemos visto cómo los exilios de toda naturaleza han averiado las familias. La diáspora tiene una dimensión grandiosa en la medida en que hay compatriotas en todas partes haciendo cosas buenas en su inmensa mayoría. Sin embargo, la diáspora es expresión de una honda ruptura del tejido familiar y social que no puede ser sustituido por Zoom, Skype o WhatsApp. La ausencia del reflejo de nuestra mirada en el otro, la lejanía de la piel fraterna, la inexistencia del plato compartido, son minitragedias que se suman a la gran tragedia del hambre, la privación, la incertidumbre y algo que ha sustituido al cese de la usurpación que es el cese del futuro.

5.- El tejido social está constituido por la miríada de conexiones entre las personas, amasadas a lo largo de la vida familiar, amistosa, laboral e institucional. La existencia se da allí desde que se nace, como parte de una red en la que el ser humano se constituye. El régimen lo que ha hecho es destruir esa estructura de pertenencia: ha pasado el escalpelo por los bordes de cada ser humano y lo ha dejado íngrimo y solo, en sus necesidades materiales y espirituales; individuos solo aptos para asistir a sus propios funerales que, ahora, duran años.

6.- Una vez destruida la red o averiada mortalmente, el régimen lanza sus mecates para que los ciudadanos se agarren de ellos; así se da una nueva relación entre la gente, mediada no por el trabajo o los afectos, sino por las urgencias: las colas por la comida o las medicinas, por el pasaporte o la cédula, las bolsas de CLAP o los magros depósitos bancarios que valen lo que uno, dos o tres huevos.

7.- En las fisuras creadas por la destrucción del tejido social se instala el poder rojo. Allí, exactamente allí, donde se tiende una mano para encontrar la del familiar o el amigo, se instaló la Corporación Criminal que extiende su garra, con la que ciñe y somete.

8.- La diáspora de más de 5 millones y medio de venezolanos, sobre una población de aproximadamente 32 millones de habitantes, es más de 17% de la población que traspasó las fronteras. No son solo personas sino lazos deshechos, despedidas de quién sabe hasta cuándo, aventuras sin encanto; en centenas de miles de casos sin que la palabra futuro pueda o merezca ser pronunciada.

9.- También hay una diáspora interna. La movilización desde pueblos y ciudades hacia otros pueblos y ciudades a ver si el destino es mejor, donde se encuentran muchas veces rezagos de ese tejido que se desvanece a lo largo de los años. Todas estas diásporas, internas y externas, hablan de algo muy profundo que es irse, estar yéndose o querer irse, es desplazarse hacia algún lugar que no se sabe qué reserva al viajero. Esa idea de otear hacia lugares dónde vivir, aunque por condiciones de diferente naturaleza no se pueda o no se quiera hacer, es una huida de lo insoportable.

10.- La nación que fuimos está destruida. Su gente está en muchas partes del planeta, incluido el territorio de Venezuela. La vida se estructura con el sueño de la vuelta a lo entrañable, sea que se esté adentro o afuera, sea que se piense volver definitivamente o no, si se está en otro país. La vuelta a los sabores y olores, el retorno a los paisajes, a la puerta de la casa, al vecino, al domingo de celebración, a cierta forma de futuro, es lo que está en juego.

11.- La transición hacia el abrazo, los amores más cercanos, los planes dentro del país hacia los Andes, a Margarita, a Puerto La Cruz, a Barquisimeto, a Cumaná, a la Gran Sabana, a Caracas, están clavados como verdaderos propósitos de Año Nuevo. Allí, donde duele, está la patria y la tarea por hacer. 

Carlos Blanco
carlos.blanco@comcast.net
@carlosblancog
Venezuela

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ, UNA TEMPORADA ENTRE CIELO E INFIERNO

A Carmelo Casale
 

Rimbaud antes de los 20 años había escrito los textos más gloriosos de la poesía en occidente, pero la abandona por el desorden existencial de los cafés de París, absentia, ajenjo, la apasionada y destructiva relación con Verlaine concluida a tiros, descrita en el film Eclipse total con Di Caprio. Intenta una vida burguesa que inmediatamente abandona, para recomenzar como contrabandista de armas y esclavos en Harar hoy Yemen. “Es posible que jamás consiga la paz de espíritu, que ni moriré ni viviré en paz”. 

Estrella fugaz, murió terriblemente a edad de 37, pero su resplandor es rayo que no cesa. “Yo es otro”, había escrito: el cambio, el renacimiento, emblema de la bohemia de Saint Michel, donde fulguraban sus ojos adolescentes azul metálico, tanto que Víctor Hugo lo llamó “el Shakespeare niño”. Alguien dijo –todo está dicho, todo está pensao- que la vida es una continuidad de sobresaltos grandes y pequeños que termina en la misma mar. 

Un continuum, una corriente fluvial según Manrique y le adjudicamos comienzos, finales y recomienzos para disponer de juguetes nuevos que le den razón al ser. Año Nuevo, Navidad, nuevo gobierno, amores nuevos, amigos y enemigos que aparecen, nuevas etapas marcadas por fechas que pasan a ser históricas. La caída del Muro de Berlín, el derrocamiento de las Torres Gemelas, la toma de las Bastilla, el 23 de enero de 1958, el 24 y el 31, nuestro cumpleaños o el de las personas queridas son muescas en nuestras Colt 45. 

Dibujamos relucientes objetivos para el año, bajar de peso, hacer ejercicio, aprender una lengua, escribir un libro, llamar a alguien, iniciar un proyecto. Con eso sentimos que se inicia un ciclo y dejamos otro atrás. Recomenzamos, reseteamos. “Yo es otro”. Nietzsche escribe que “nos convertimos en hombres cuando aprendemos a usar el pasado para vivir y rehacemos la historia por conocer lo ocurrido”. Eso lo amplía Freud con su “método peligroso” para que la conciencia ejerza dominio sobre el pasado del sujeto. 

El teorema de la tortilla

La historia de un hombre, si no la digiere, lo mata, piensan Freud y Borges, pero según el positivismo político, las sociedades cumplen dictámenes de la historia. Para la acción, al contrario, son endodinámicas, la praxis humana las transforma desde su interior, porque la gente trata de hacer las cosas más rápido, más alto, mejor y eso es la evolución social que condujo a la modernidad y la democracia. Los seres humanos, a diferencia de los animales, las plantas o el universo, no somos solo órdenes espontáneos, sino centros de voluntad, artífices. 

Las ideologías nos hacen crear sistemas pasadistas, reaccionarios, que frenan el cambio o lo retrasan, al coartar la creatividad, la libertad, reprimir las ideas, la investigación, la búsqueda de lo nuevo y el saber. La civilización se ha construido con los ladrillos de ideas en su época heréticas y el pensamiento se desarrolla derribando ídolos por otros. Lo que llamamos progreso es la conjunción de pasado y presente, ruptura y continuidad. Alguien dice que la praxis comienza en el desayuno, por romper los huevos. 

El hombre irrespeta la realidad, las condiciones que lo sujetan, la inacción, la esterilidad, la postración, el culto primitivo a lo objetivo, el miedo al trueno, al fuego, al mar. En la lucha por el poder, la lectura de las condiciones es interesada. Puede ser que para mis fines convenga retrasar o impedir un evento, y un medio eficaz es convencer a otro de que “hay que esperar”, porque favorece mis planes. Para gran parte de la humanidad este año 2020 ha sido de pesadumbre, sufrimiento, o fastidio. 

Doñitas de la filosofía

Gracias a las redes, conocimos la opinión sobre la pandemia de importantes o notorios filósofos y con excepciones nos tocó leer sub pandemias de disparates, “doñitas del Cafetal” de toga y birrete. Algunos argumentaban la conspiración china para dar jaque mate a occidente, o una maniobra norteamericana-israelí para vender vacunas pret-a-porter. A otros les sirvió para meter el contrabando del post humanismo: que dentro de poco viviríamos eternamente o que se desplomaría el capitalismo sucedido por un orden totalitario. 

Se demostraría la superioridad autoritaria para enfrentar la crisis mientras a occidente se le caería la careta y dejaría morir en masa a los pobres. No faltó quien viera un castigo divino y un holocausto indetenible. Lo cierto es que el Covid-19 es una pandemia amateur comparada con la peste negra, la viruela, la gripe española, la gripe asiática y otras grandes amenazas globales del pasado. La organización social que conocemos no se va a desplomar para que surja la sociedad perfecta, aunque la pandemia acelera cambios que ya venían desde hace tiempo, como el teletrabajo. 

Otra de las sub pandemias fue el fastidio, pero el “yo es otro” hizo que la gente se reinventara en la producción de postres y de las más variadas comidas, masificando el delivery. También se masificó el yoga, la lectura, el consumo de series (la gente ahora va más tranquila al infierno porque hay buena conexión). Viene 2021 con sus novedades, aunque en marzo ya sabremos que no eran tan profundas como imaginamos, pero el imperativo seguirá siendo transformar la realidad ¡Feliz 2021 queridos amigos! 

Carlos Raul Hernandez
carlosraulhernandez@gmail.com 
@CarlosRaulHer 
@ElUniversal

CARLOS ALBERTO MONTANER, BIDEN Y CUBA

En memoria de José Sorzano 

El régimen de La Habana está desesperado. Pretende que Biden, cuando comience a gobernar, le saque las castañas del fuego. Venezuela está en la lona. La crisis no tiene fin y se agravará con cada día que pase. Las relaciones con Rusia no son buenas. Cuba no tiene dinero para pagarle a Moscú las obligaciones a las que se había comprometido tras la condonación de las nueve décimas partes de la deuda. La Habana comisionó a Ricardo Cabrisas para que le explicara a Rusia la mala nueva. Obviamente, el señor Cabrisas le echó mano a la excusa de la devastación dejada por el coronavirus y, claro, al socorrido embargo. 

El problema coyuntural es la pandemia, pero el problema de fondo es el sistema. No funciona. No ha funcionado nunca en ninguna latitud ni con cualquier tipo de líderes. Es verdad que Fidel Castro era un caotizador, pero Stalin, Gomulka, Rákosi o Mao no lo eran y también fue un desastre. 

Sencillamente, si se trata de crecer e innovar, no hay sustituto para el sistema de propiedad privada y mercado. Los chinos y los vietnamitas lo han demostrado otra vez. Es cierto que no tienen regímenes democráticos, y eso es una gran calamidad, pero al menos tienen desarrollo. Cuba carece de desarrollo y de libertades y quiere que otros le financien el desaguisado.   

China tampoco es una fuente probable de ayuda. No parece interesada en irritar más a Washington. Además, como es un país muy viejo, y con buena memoria, sabe que ayer, en el siglo XIX, el emperador del Celeste Imperio le escribió a los reyes de España preocupado por el rumor de que en la lejana Cuba, entonces colonia española, los criollos se hubieran comido –literalmente- a un par de chinos. “Comerse a un chino por la trenza” no es, pues, una metáfora popular que denota el hambre habitual vinculada al comunismo, sino una triste historia real. O un rumor, pero ya sabemos que cuando el río suena, es porque algo trae. 

No creo que Biden muerda el anzuelo. Por lo pronto, tiene dos mensajes contradictorios sobre la mesa. Uno es de John S. Kavulich, el más viejo de los lobistas pro Cuba en Estados Unidos, en el que veladamente le promete el oro y el moro si levanta el embargo y las sanciones impuestas por Trump. Simultáneamente, le propone 15 nombres de otros tantos personajes de las finanzas o la política americana para servir de embajadores en Cuba, que deben ser más “negociadores” que diplomáticos. 

El otro es de William M. LeoGrande (American University) y Peter Kornbluh (National Security Archives), dos viejos procastristas. Fue publicado en The Sun Sentinel y, desde el título, le advierten al presidente electo, que “Para la política hacia Cuba el ‘dando y dando’ está condenado al fracaso. Lo que quiere decir, es que se olvide de pedirle al gobierno cubano que abandone a Maduro o moderación en su política exterior, porque no se puede tocar ni con el pétalo de una rosa el tema de la soberanía cubana. 

En realidad, Joe Biden no tiene que tomar una decisión precipitada en el tema cubano. Tiene todo el tiempo del mundo para ver cómo evolucionan las cosas. El régimen cubano es el que necesita desesperadamente EE.UU y no al revés. USA puede sentarse a esperar y tener en consideración varios asuntos muy notables. 

Primero, es cierto que, como le dijo John Kerry, excanciller de Obama, a Andrés Oppenheimer (CNÑ), que el régimen cubano no había actuado como esperaba el presidente Obama a la apertura sincera que le ofreció su administración. Había arreciado la represión dentro de Cuba (encarceló, entre otros, a José Daniel Ferrer, un famoso disidente cubano extraordinariamente valiente). 

Segundo, la situación en Cuba no es la misma que en diciembre de 2014, cuando se reanudaron las relaciones entre los dos países. Se le dijo Eric Farnsworth, VP del Council of the Americas, a la periodista Nora Gámez en un artículo en The Miami Herald y en El Nuevo Herald. En el 2016, cuando Obama viajó a La Habana y pronunció un formidable discurso, le valió un ataque muy revelador por parte del castrismo. 

Tercero, no todo lo que hizo Donald Trump estaba equivocado. Fue correcto mudar la sede diplomática a Jerusalén (como había prometido el Congreso), revisar el tratado con Irán y organizar el respaldo  internacional a la oposición democrática venezolana. De la misma manera, castigar a los corruptos y a los violadores de los Derechos Humanos con sanciones personales tiene un amplio respaldo en el mundo entero y en la sociedad norteamericana. Al fin y al cabo, se iniciaron con Bill Clinton y luego siguieron George W. Bush y Barack Obama. 

Cuarto, es legítimo que Biden trate de conquistar para el Partido Demócrata el Estado de Florida en las próximas elecciones con sus 29 votos electorales. Los hispanos son un tercio de los votantes en Florida. Es difícil que eso se pueda lograr sin el respaldo cubano, venezolano y nicaragüense. En ese sentido, las sanciones personales contra los violadores de los Derechos Humanos y los corruptos son medidas plausibles. 

Quinto, diez presidentes antes que él intentaron el quid pro quo. Incluso el demócrata Jimmy Carter, le propuso al régimen cubano abandonar África a cambio del levantamiento del embargo. Pero en ese momento estaba vivo y mandaba Fidel Castro, el más tenaz de los gobernantes antiamericanos. Fidel ya no existe. Raúl casi tampoco, pero lo más importante es que en la Isla apenas hay defensores de un sistema radicalmente empobrecedor. El día 1 de enero de 1959, hace 62 años, se inauguró el comunismo en Cuba. Hay que ser un subnormal profundo para creer que ese sistema algún día redimirá al pueblo cubano. 

En todo caso, un gran experto en las relaciones de USA y Cuba, me escribió algo que me dejó pensando: “Las medidas del trumpismo y otras anteriores se pudieran revisar unilateralmente a la luz de avances concretos, verificables e irreversibles en el proceso de reformas internas en Cuba, emprendidas por el gobierno cubano en el campo económico y de derechos civiles”. Antes me había dicho que el régimen, si quería abrirse, tenía una oportunidad dorada con el Movimiento San Isidro, un grupo de artistas y músicos que protestó por la represión de que era objeto. Sencillamente, la dictadura no puede ignorar a la oposición. 

Por ahí, sospecho, van los tiros. 

Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
España-Estados Unidos

ENRIQUE AVOGADRO, UN PEOR AÑO

"Es preferible para los pueblos tener malas leyes con  buenos jueces que buenas leyes con malos jueces".  Francesco Carnelutti

Este fin de 2020 llegó a la Argentina, como en todo el mundo, con casi nada que celebrar, salvo para quienes aún estamos vivos, que no es poco; en general, no se vieron las cañitas voladoras ni los atronadores petardos de antaño pero, en cambio, fue pródigo en escalofriantes estafas de la política y, sobre todo, de la Justicia a la ciudadanía de a pie. 
 
La lista no puede ser más amplia: los reiterados ataques de la PresidenteVice al Poder Judicial y la Procuración General, los inauditos e ilegales privilegios previsionales otorgados a Cristina Fernández y a Amado Boudou, los beneficios veraniegos que éste obtuvo por la insólita curiosidad de un Juez, el regreso del carísimo (para los demás argentinos) capitalismo de amigos, el nuevo recorte a las jubilaciones, las originales moratorias impositivas concedidas a Cristóbal López y sus socios, la pobreza generalizada y la curiosa paz social para el kirchnerismo, la reiterada intervención estatal en la economía y el retorno del populismo extremo, la ideologización criminal de las relaciones exteriores y el peligroso abrazo estratégico con China, etc.. 
 
El H° Aguantadero sancionó la genocida ley de interrupción voluntaria del embarazo. Creí que los senadores de las provincias del norte, en especial, se opondrían a este adefesio asesino, pero resultó evidente que la fuerte presión del Ejecutivo consiguió conmover la voluntad de los gobernadores, y el Presidente Pinocho tuvo su lamentable logro. Ahora, sólo las acciones de inconstitucionalidad que muchos iniciarán, y jueces con los pantalones bien puestos, podrían detener esta injustificable locura.
  
Cuando comparé las acciones del Gobierno contra la industria de las telecomunicaciones con su conducta frente a YPF, no sabía que también avanzarían contra la eléctrica Edenor; todo el sector de energía quedó en manos, en esta extraña división de facultades, de Cristina Fernández, y las consecuencias de sus desmanejos populistas, que conocimos en el período 2003/2015, con la pérdida del autoabastecimiento, la necesidad de importar gas y electricidad, y los cortes permanentes de suministro, serán reeditadas en un año electoral, como el que ayer comenzó. 
 
No respetará tampoco al sistema privado de salud, del cual la clase media depende. Ya es un objetivo primario, como lo demostró la resolución del Ministro de Salud que, publicada en el Boletín Oficial el miércoles por la mañana, autorizaba un muy magro incremento en las cuotas; la PresidenteVice puso el grito en el cielo y ordenó otra resolución, dada a conocer el mismo día por la tarde, que la dejó sin efecto. La conocida desvergüenza de Ginés González García tampoco ahora justificó su renuncia inmediata ante esta reacción que, obviamente, preanuncia que el pobrismo se extenderá a esa área. 
 
Hubo algo bueno en la noticia del fallo judicial que ordenó que se paguen a Cristina Fernández dos jubilaciones de privilegio, a las cuales se adicionará su sueldo como Vicepresidente, algo totalmente prohibido por la ley, lo que originará que esta ladrona perciba un haber mensual de dos millones mensuales, sumada a una retroactividad estimada en cien millones, y todo ello exento del impuesto a las ganancias. Y lo bueno fue que se conociera el mismo día en que se sancionó la ley que excluye a la inflación del cálculo de los incrementos de las jubilaciones, en un país donde los expertos creen que superará el 50% este año. Fue tan sonoro el sopapo que propinó a la sociedad que le resultará difícil seguir manteniendo su relato. 
 
La absurda curiosidad del Juez Daniel Obligado lo llevó al extremo de preguntarle al propio Amado Boudou, cuya condena quedó irreversiblemente firme por decisión de la Corte, dónde le parecía bien cumplirla, es decir, si quería permanecer en su lujosa mansión o volver a la cárcel. El magistrado, después de demorar un mes en tales diligencias, resolvió que regresara al penal pero, al hacerlo el último día hábil y sin ordenar su inmediata ejecución, permitirá al privilegiado delincuente seguir gozando de su mansión todo el verano, mientras también percibe su jubilación privilegiada. 
 
Lo que más llamó la atención del mes de diciembre, marcado por un aumento sideral de la pobreza y de la indigencia, la presencia del hambre en las puertas de todas las ciudades, la creciente inseguridad, la inexistencia del año escolar y la consecuente deserción definitiva de tantos chicos, la caída en el poder adquisitivo del salario y de las jubilaciones y la pérdida de puestos de trabajo, el cierre y la emigración de empresas, fue el atronador silencio de la calle. Con un gobierno no peronista, otro hubiera sido el cantar; basta recordar qué sucedió en diciembre de 2001 y Fernando de la Rúa tuvo que renunciar en medio de saqueos y muertes, o en 2017 cuando fue aprobada una reforma previsional muchísimo más favorable que la de hoy, y quince toneladas de piedras fueron arrojadas sobre la Policía. 
 
En fin, lamento arruinarle tan a priori este 2021, pero no será mejor que el que ya vivimos. Sólo espero que hayamos aprendido, mientras nuestra vida se deteriora cada día, que la solución no la aquéllos que, con su afán por el poder y su falta de moral, nos han hundido en esta ciénaga infinita.

Enrique Guillermo Avogadro
ega1@avogadro.com.ar
@egavogadro
Argentina 

RICARDO VALENZUELA, QUIEN REALMENTE MUEVE LA CUNA I, REFLEXIONES LIBERTARIAS

Con el trascurrir de los días posteriores a la elección, nos llega un nuevo año cuando hemos visto el diabólico entarimado en donde estamos parados y nos damos cuenta de las traiciones que ha sido objeto el presidente cuando emergiera a la superficie la del fiscal general, Robert Barr. También de miembros de su círculo cercano encabezados por el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, en sociedad con el jefe del gabinete que trataron de neutralizarlo. Esto me ha llevado a pensar que en esta acción debe estar participando una fuerza más poderosa de lo que pudiéramos imaginar. Una fuerza que permite estos criminales continúen operando con insultante descaro ante un pueblo al que le han robado. También, me ha llevado a recordar las palabras de un hombre sabio: “Cuando escuches que algo importante es solo una conspiración, es cuando más debes de profundizar”. 

Al finalizar la segunda guerra mundial el presidente Truman, preocupado por ciertos eventos que no tenían explicación racional, con cierta prisa le daba vida a la CIA. Al mismo tiempo formaba un grupo de científicos, militares y políticos con el objetivo de apoyar a esa nueva agencia y se llegaría a conocer como Majestic 12. Años después, Truman afirmaba haber sido el error más grande de su presidencia. Un par de Frankensteins que nadie podría controlar. Estas criaturas le dieran vida a un gobierno paralelo que, poco a poco, ha llegado a tener más poder y, sobre todo, mucho más dinero que el gobierno constitucional. Con esta reflexión decidí retomar ciertas investigaciones de un campo que me apasiona; los poderes ocultos. 

El autor Dr Michael Salla acaba de publicar un impresionante libro para describir el programa espacial secreto de la Fuerza Aérea de EU, cómo se fue ligando al EP y, sobre todo, a la CIA, que en poco tiempo llegó a tener un presupuesto superior al de todo el departamento de defensa. Es una carrera en que compiten fuerzas desconocidas y el premio es la conquista del espacio. Salla ofrece una impresionante información de naves secretas que han producido que alcanzan velocidades hasta de 25,000 millas por hora. Pero, sin lugar a dudas, la información más impactante es de los portales que existen para instantáneamente viajar por el universo, fundamentando esta información con datos técnicos y científicos que el mismo Einstein expusiera. 

Dese 1948 la CIA iniciaría una ruta que la ha llevado a ser la agencia más poderosa del mundo. Desde su formación, se le entregó un poder estatutario para enviar o recibir dinero sin la molestia de respetar la ley y en sus estatutos lo listaba: “Cualquier agencia del gobierno está autorizada para transferir o recibir sumas de dinero sin importar cualquier previsión de la ley limitando o prohibiendo transferencias entre apropiaciones. Las sumas transferidas a la agencia, de acuerdo a estos párrafos, se podrán expandir con el propósito citado y bajo la autoridad de las secciones 403a hasta 403s de este título, sin cuestionar y sin limitaciones de las apropiaciones de donde se transfieran esos fondos”. 

De esa forma se le daba a la CIA autoridad para la creación de su “presupuesto negro” que sería usado para el fondeo de proyectos super secretos sin supervisión alguna. A finales de la administración de Clinton, ese presupuesto negro se estimaba en $2 trillones de dólares anuales. Si lo comparamos con el presupuesto del pentágono del 2019 de $680 billones, nos daremos cuenta qué el presupuesto negro del año 2,000 era más del doble de todo el presupuesto del pentágono de hoy día. Ahora ¿En que se aplican estos fondos del presupuesto negro? La mayoría se han usado y se siguen usando en un proyecto más que supersecreto en la Antártida que nadie conoce. 

Y aquí se cierra la puerta que protege algo que solo hemos visto en ciencia ficción y empezaremos a entender el poder del EP. Es un hecho comprobado que, al finalizar la segunda guerra mundial, el avance tecnológico de la Alemania Nazi era, no solo superior al de EU, presentaba una evolución de 30 años adelante de los EU y, por eso, Rusia y EU se disputaban la captura de sus principales científicos. Los EU, bajo el programa “paper click”, supuestamente se habían hecho de los mejores entre los que se contaba la gran estrella, Warner von Braun. Ese avance tecnológico lo habían logrado cuando capturaran naves de otras galaxias y, utilizando el proceso de ingeniería en reversa, habían extraído todos sus secretos. 

Sin embargo, muy pocos se enteraron qué los mejores de esos científicos alemanes, con sus secretos y todos sus avances tecnológicos, antes del final del conflicto secretamente durante meses se habían trasladado a la Antártica y ahí se habían establecido. Pero, no era cualquier asentamiento, en los últimos años habían construido una ciudad subterránea similar a sus fortalezas que se descubrieran en 1945 de grandes estaciones comunicadas por cientos de kilómetros de túneles, y con instalaciones para trasportarse en ferrocarril por todo el país. 

La inteligencia militar de EU supo de este movimiento y, en 1948, en un proyecto llamado “High Jump” envío al Antártica una flota de 13 buques incluyendo un portaviones y 5,000 marinos. Arribaban a una ensenada y anclaban su flota. De inmediato aparecían un grupo de naves volando a velocidades increíbles circulando los buques. Se dio la orden de abrir fuego sin alcanzar a ninguna. Fue cuando las extrañas naves contratacaron destruyendo casi la mitad de los buques y causando algunas bajas. Ante la superioridad del enemigo el Capitán ordenó abandonar el lugar. Al caer la Unión Soviética se encontró un file de la KGB en el cual se validada esa información que la inteligencia rusa lo describía como la primera batalla de EU contra una fuerza desconocida.  

Con esas demostraciones y cierta inteligencia, la CIA, ya instrumento del EP, inició contactos con el grupo de Antártica llegando a establecer una sociedad. Lo paradójico es que los contactos y negociaciones fueron manejados por los científicos alemanes reclutados ya domiciliados en la NASA los que, en opinión de Salla, nunca habían perdido contacto con sus paisanos ni cambiado su ideología nazi. El grupo de Antártica ya representan el poder tecnológico y militar más poderoso del mundo. Y esta sería una sociedad de ganar-ganar pues los antárticos no tenían acceso a materias primas ni a sumas interminables de dinero. La CIA se los proporcionaría y recibiría sus servicios en su jornada para dominar el mundo y, sobre todo, su misteriosa tecnología. 

Majestic 12 se había convertido en el EP y, siendo George Bush I director de la CIA en los 50s, tomaban control del tráfico de drogas en ruta de Colombia a las plataformas petroleras de Bush en el golfo de México, y de ahí a EU en sus buques sin tener que lidiar con aduana. ¡Un negocio que representa $1 trillón de dólares al año! El EP, a través de los científicos alemanes en EU, se involucró también en las operaciones en Antártica y hasta la fecha la mantienen. Esto es solo una parte de los enemigos que Trump enfrenta en estos momentos, ¡los que mueven la cuna del mundo!    

Ricardo Valenzuela                     
chero@refugioliberal.net
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com
Mexico-Estados Unidos
 

El mercado libre no ofrece garantías, privilegios especiales, favores, monopolios, oligopolios, subvenciones, ventajas, protecciones, subsidios, apoyos, tratamientos especiales, distinciones, dádivas, cancelación de deudas, en pocas palabras, como lo afirmara Milton Freedman, no hay free lunch. Por eso es tan impopular y por muchos odiado.

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II, DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ SÁBADO 02/01/2021







AURORA LACUEVA, MÁS PLÁSTICO QUE ANIMALES

Según cálculos científicos, hoy en la Tierra hay más plástico que animales. La masa de todos los animales del mundo se estima en unos 4 mil millones de toneladas, mientras que la de plástico llega a 8 mil millones de toneladas. Un producto sintetizado por los humanos, cuyas primeras versiones tienen apenas algo más de cien años, logra mayor presencia que todos los animales de agua y tierra, que llevan cientos de millones de años evolucionando en el planeta. Lo que es más, si se suman todos los materiales y construcciones generados por la humanidad (plástico, cemento, ladrillos, asfalto, vigas, tubos, máquinas…) su masa llega a 1,1 billones de toneladas, lo cual supera a la masa de todos los seres vivos, incluidos árboles y demás vegetales.
 

Por supuesto, esta cantidad de creaciones humanas no sale de la nada: se logra a partir de minerales, rocas e hidrocarburos que ya estaban en el mundo. Pero fue elaborada extrayendo muchos materiales de las entrañas de la Tierra y destruyendo árboles y suelos de amplias superficies para poder erigir allí cada vez más grandes y numerosas ciudades, carreteras, puentes, aeropuertos, represas y un largo etcétera. A partir de estudios realizados en diversos centros de investigación, el Instituto Weizmann de Israel analizó y consolidó la información para llegar a estas conclusiones. Las mismas alertan sobre la magnitud del impacto humano sobre el planeta: ¿destruiremos nuestra propia casa? 

El proceso sigue acelerado: por cada uno de nosotros se produce cada semana una masa de construcciones humanas que supera nuestra propia masa corporal. Por otra parte, la desigualdad es patente: algunas personas poseen casas con piscina, varios vehículos, grandes fábricas y comercios… Mientras otras se amontonan en limitadas viviendas, y se trasladan usando precarios medios públicos de transporte. El modelo de vida que tomó auge el siglo pasado necesita evolucionar: las tecnologías de las que ya disponemos permitirían a todas y todos vivir una vida sana, con educación, cultura, recreación y trabajo útil. Una vida sencilla y cuidadosa en lo material, sin dejar de ser grata y variada. Ello implica cambios en alimentación, movilidad y consumo en exceso de quienes tienen más ingresos. Y nos obliga a todas y todos a proteger la naturaleza. 

Aurora Lacueva
lacuevat@hotmail.com
Aurora Lacueva
@AuroraLacueva
@Unoticias
Venezuela

LUIS FUENMAYOR TORO, SIN QUERER SER AGUAFIESTAS

Sin querer ser aguafiestas, ni enfrentado a una tradición, hoy no es posible simplemente decir feliz año a la media noche del 31 de diciembre y quedar satisfecho. Aunque lo hicimos, como lo hemos hecho toda nuestra vida, no sentimos lo mismo que en el pasado, cuando los buenos deseos podían cumplirse hasta cierto punto, pues tenían cierta relación con la realidad. El feliz año es un deseo que expresamos al iniciarse el nuevo año, es lo que quisiéramos que ocurriera y que le sucediera a nuestros seres queridos y amigos. El 2021 desearíamos que fuere un año venturoso, lleno de paz y tranquilidad, de alegrías y de satisfacción de las necesidades que tenemos, pero es imposible abstraernos de lo que es la crisis actual, sobre todo porque es la más grave tenida en décadas y, para muchos, la más grave en toda su vida. 

Y no es que los años recibidos el siglo pasado estaban libres de sombras e incertidumbres. No. En absoluto. Siempre han existido problemas, y desde 1980 para acá, el deterioro creciente de las condiciones de vida de los venezolanos fue muy evidente, lo que cada fin de año nos hacía presagiar que el siguiente no iba a ser tan venturoso como deseábamos en las felicitaciones pronunciadas ni en las que leíamos. Pero en todo caso, los cambios negativos podían ser enfrentados con cierto nivel de éxito, algo que actualmente no es así en absoluto. Quizás algunos se deslumbren ante los innumerables y lujosos bodegones, el abastecimiento de bodegas, mercados y supermercados; los dólares que corren en manos de la gente y los sonidos de los cohetones, todavía presentes en estas navidades. Pero todo eso es parte de una ilusión que está muy lejos de significar bienestar de las mayorías, ni mucho menos reactivación económica. 

La realidad es otra, tristemente muy distinta. El salario mínimo sigue siendo paupérrimo, uno o dos dólares mensuales, no diarios como lo miden en el resto del mundo. La miseria muy extendida y más seria que nunca. Más del 80 por ciento de la población vive en condiciones miserables y más del 65 en miseria extrema. Las cifras de desnutrición aguda y crónica sobrepasan enormemente las que veíamos en el campo venezolano hace muchas décadas. Es una verdad que no puede ocultarse con discursos demagógicos ni con cajas ni bolsas CLAP, cuyo contenido da vergüenza, ni con bonos miserables de nombres ostentosos. Aquello de “la mayor suma de felicidad posible” es una ironía grosera e irrespetuosa para con los venezolanos. Las capas medias se depauperaron hasta extinguirse y la clase obrera está siendo substituida por un nuevo tipo de buhonerismo desatado y parásito de los espacios públicos. 

Insalubridad por doquier, ausencia de los servicios esenciales en toda ciudad civilizada, delincuentes repartiéndose el territorio nacional, insólita escasez de combustibles, corrupción e inmoralidad en todas las instituciones del Estado, muy grave en los cuerpos policiales y militares. Una podredumbre que será muy difícil corregir, por lo que sus efectos continuarán azotando al pueblo de Venezuela en 2021. Seguirán conspirando también contra su bienestar las otras limitaciones y carencias, entre ellas la ausencia de una clara y vislumbrable salida política. Nada hace pensar que el gobierno mejorará su desempeño. El “dejar hacer, dejar pasar” ha sido su decisión en materia económica, pero se apresta a instrumentar el despojo más grande habido de nuestras riquezas y su entrega a capitales transnacionales. La indolencia tipifica su conducta en lo social y la restricción de la libertad y la represión su norte en lo político.  

La falsa oposición, por su parte, seguirá en su autismo político, también entreguista de nuestros destinos a potencias extranjeras; continuará con su desidia social, la sangría de nuestras riquezas en el exterior y sus aventuras golpistas y terroristas, que buscarán evitar la normalización necesaria del país. Es un cuadro complejo que conspira contra la posibilidad de tener un año, aunque fuere un poco mejor que el recientemente finalizado. Más que felicidad lo que parece depararnos 2021 es lucha y trabajo duro permanente. Pero, para no ser aguafiestas, trago grueso y les deseo a todos un feliz año 2021.

Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Venezuela

LUIS MANUEL AGUANA, LA ÚLTIMA INSTITUCIONALIDAD QUE NOS QUEDA

El ultimo día del año 2020 lo celebramos con el logro y la reafirmación de la expresión ciudadana, finalmente establecida como un mandato del pueblo de Venezuela de la secuencia establecida en el Estatuto de la Transición aprobado en Febrero de 2019, que comienza por el cese de la usurpación del poder de Nicolás Maduro Moros, en la pregunta No. 1 de la Consulta Popular realizada del 7 al 12 de Diciembre de 2020. Mal podría entonces esta decisión del pueblo venezolano, máxima instancia de la Soberanía del país establecida en el Artículo 5 Constitucional, ser revertida con la modificación del referido Estatuto el 26 de Diciembre de 2020 por parte de la Asamblea Nacional, decisión que por cierto está siendo puesta en duda como lo demuestra este interesante hilo de Michael Penfold en twitter (ver https://twitter.com/penfold_michael/status/1344025882491551748?s=03) y noticias relacionadas (ver Maduradas, en https://maduradas.com/polemico-participaron-68-principales-rellenaron-suplentes-denuncian-supuestas-irregularidades-sesion-la-an-la-se-modifico-estatuto-transicion/).
 

Sin embargo, más allá de las dudas relativas a esa decisión de la Asamblea Nacional, tres aspectos importantes se desprendieron de esta nueva versión del Estatuto de la Transición: a) el intento, a mi juicio infructuoso (porque el pueblo se pronunció en relación a eso del 7 al 12 de Diciembre de 2020) de borrar el mantra de tres pasos indicando que para los diputados lo importante ahora son las elecciones (Artículo 2), restando importancia al pronunciamiento de los venezolanos en la Consulta Popular; b) la continuidad política y administrativa de la actual Asamblea Nacional a través de la Comisión Delegada, estableciéndole atribuciones más allá de las que indica la Constitución (Artículos 12 y 14); y c) la eliminación del Centro de Gobierno con la creación del Consejo Político como una nueva figura que controla al Presidente Encargado (Artículos 18 y 19). 

Veamos esos tres aspectos con más detalle. Por más que los Diputados hayan modificado el Artículo 2 del Estatuto de la Transición, indicando que  “En la actuación de los órganos del Poder Público se dará prioridad a la procura de elecciones libres, justas y verificables…”, esto no modifica en un ápice el mandato popular de exigir el cese de la usurpación previo a la realización de cualquier elección en Venezuela. De hecho, el mismo Estatuto modificado todavía reafirma el Cese de la Usurpación y la conformación de un Gobierno de Transición “como los elementos concurrentes que configuran la liberación del régimen…” (Artículo 10 del nuevo Estatuto). 

Sin embargo, me resultó muy decepcionante que los ciudadanos diputados hicieran caso omiso de la manifestación de 6,4 millones de venezolanos en la Consulta Popular y su mandato, para el cambio del Estatuto de la Transición, en especial en la reafirmación del Cese de la Usurpación y el rechazo al fraude del 6 de Diciembre de 2020. Ese cambio sustentado por la expresión de la Consulta Popular hubiera fortalecido enormemente la modificación del Estatuto de la Transición convirtiéndolo en una de los primeros resultados del mandato del pueblo, y no como una expresión de desespero por mantener vigente la actual Asamblea Nacional y celebrar a troche y moche elecciones con el régimen. Ese desaire al pueblo venezolano es un error que necesariamente tendrá consecuencias. 

Al único que escuché referirse a la Consulta Popular luego de ese cambio fue al Presidente Encargado Juan Guaidó en su mensaje de fin de año y su compromiso por cumplir ese resultado (ver mensaje de Fin de Año del Presidente Encargado Juan Guaidó, en https://twitter.com/jguaido/status/1343352956859666432). Vaya entonces el reconocimiento por ese compromiso que también es nuestro. 

El segundo aspecto que resalta de los cambios en el Estatuto fue la continuidad de la Asamblea Nacional. No existe en la Constitución, como en el caso de la ausencia del Presidente de la República, ninguna previsión acerca de la ausencia de la Asamblea Nacional como poder público, para garantizar su continuidad. No es suficiente alegar que la elección del 6 de Diciembre de 2020 no fue legitima (Artículo 11) sin alegar como se sustenta esa afirmación y sin decir que fue el pueblo quien rechazó esa elección parlamentaria en una Consulta Popular. En todo caso si fue ilegítima la elección, como en efecto lo fue, se esperaría una justificación constitucional para la continuidad de la actual Asamblea Nacional legítima. El no haber tal justificación debilita tremendamente la sustentabilidad de la Asamblea Nacional frente a los países que han respaldado internacionalmente como legitima la elección del 6 de Diciembre de 2015, certificando sus decisiones. Creo que frente a esa fragilidad se debe anteponer la decisión del pueblo soberano en la Consulta Popular de exigir el Cese de la Usurpación para continuar proceder con unas elecciones libres previo a un Gobierno de Transición. 

El último aspecto de importancia y que cierra con broche de oro los cambios realizados fue la creación de un Consejo Político que sustituye al Presidente Encargado en su ÚNICA función que no es otra que la de lograr las elecciones libres y verificables: Artículo 233: “...Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes...”. ¿Cómo se entiende entonces que ese Consejo Político oriente su actuación a “...la procura de elecciones libres, justas y verificables, al pleno restablecimiento del orden constitucional y de la separación de poderes, y al rescate del Estado democrático y social de Derecho y de Justicia en la República Bolivariana de Venezuela..” siendo estas precisamente las funciones constitucionales del Presidente Encargado? 

Al eliminar el famoso “Centro de Gobierno”, adefesio creado para gobernar por Juan Guaidó, la Asamblea no solo reventó a Leopoldo López sino que asumió en el Estatuto las funciones del Presidente de la República. Y eso tiene implicaciones mucho más allá de lo que se ve superficialmente. No hay en ese nuevo Estatuto nada que le impida a esa Comisión Delegada "fortalecida" decidir una nueva persona en el cargo de Presidente Encargado de la República. ¡Ojo con esa jugada! Al hacer eso -si esa es la intención- la Asamblea Nacional se pone tan al margen de la legalidad como el régimen. 

Pero más allá de  lo que acaban de hacer los diputados para seguir vigentes después del 5 de Enero de 2021, y la consecuente extensión del mandato de Juan Guaidó como Presidente Encargado, considero más importante como se desarrollará la lucha opositora en el transcurso del año 2021 al no tener una Asamblea Nacional en pleno funcionamiento como este año, o peor aún, con un funcionamiento en entredicho, y un Presidente Encargado mediatizado. En el neto en ambos terrenos hemos retrocedido con respecto al año que cierra hoy. 

Eso le deja una sola carta a Venezuela: el papel que deberán jugar los ciudadanos no investidos de autoridad para recobrar su libertad en el 2021. Ya no veo a nadie investido de autoridad jugando un papel preponderante, sino a los liderazgos surgidos al calor de la lucha por reafirmar la voluntad del pueblo venezolano en una Consulta Popular, que nadie quería salvo los ciudadanos. 

Entonces, la última institucionalidad que nos queda en pié después del deslave producto de los múltiples errores cometidos por la oposición oficial será la determinación del pueblo venezolano expresado en una Consulta Popular de salir de la usurpación logrando los apoyos nacionales e internacionales que sean necesarios. En lo personal prefiero eso que seguir en manos de una dirección inexperta, timorata y corrupta. Preferible solos que mal acompañados. ANCO jugó un papel fundamental y de primer orden en la Consulta Popular en el 2020 y lo seguirá jugando en esa nueva orientación ciudadana para recobrar nuestra libertad en el 2021. Dios será nuestra guía y compañía para este Nuevo Año del Señor. Tengo la fe de Florentino a mi favor...Agradeciendo profundamente otro año más a mis seguidores por su sincero acompañamiento, solo me resta desearles un extraordinario Feliz Año 2021 a todos…! 

Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Venezuela 

OSCAR ARNAL, 2021 AÑO DECISIVO

La alternativa democrática debe unirse de cara al futuro. Una oposición dividida le hace un flaco servicio al país. El año que viene se vence el periodo de los gobernadores, alcaldes, diputados regionales y concejales; y a Maduro se le podrá revocar al cumplir tres años de su elección. Estos acontecimientos deben ejecutarse al unísono. La condición para que el país retorne a la vía electoral masivamente debe pasar por ir a sendas elecciones conjuntas. Con esto se dan las elecciones presidenciales tan esperadas por la comunidad internacional y todos los factores, y se cumple el mandato de la consulta popular de ir a unas elecciones presidenciales.  

 En el escenario planteado la oposición participando unida y en masa mataría dos pájaros de un tiro. Se saldría del régimen y ganaríamos la mayoría de las gobernaciones y alcaldías. Un país dividido institucionalmente como el que tenemos no es sustentable y sería el momento apropiado para ponerle fin al dualismo de las más importantes funciones.  

 De no lograrse el objetivo planteado el ausentismo electoral volverá a ser manifiesto y en los únicos lugares donde alguna gente saldrá a votar es allí donde hay que defender alcaldías y gobernaciones opositoras. En esos sectores al escaso voto gubernamental se le sumará el de aquellos electores que se niegan a que se pierdan algunas posiciones ganadas en el pasado. En este último escenario se profundiza la crisis institucional, con la ausencia de legitimidad y legalidad.  

 Lo más probable es que el régimen se niegue a cumplir la Constitución en cuanto a que se active el referéndum revocatorio presidencial. Sin embargo, al negarlo quedará al descubierto y en entredicho. Es más, el que una inmensa mayoría del país evalúe a Maduro y presione por ejercer el derecho a revocar lo pondrá a la defensiva y será un gran momento para la alternativa democrática.  

 No hay excusas. El revocatorio tiene que ver con algo que toda la alternativa democrática quiere que suceda. El cambio de Maduro. Rechazar una gestión desastrosa y abrir la posibilidad a unas elecciones presidenciales que cambien el destino de las últimas dos décadas. El tiempo se agota. Maduro se acerca a nueve años en el poder. Nunca entendió que como jefe de estado tenía la responsabilidad de la unificación del país y este se dividió gravemente. Como jefe de un gobierno de facto no ha sido ni siquiera capaz de encauzar la economía, a pesar de contar con los más amplios poderes. Somos un estado fallido en vías de desaparición. Hay que actuar y con mucha rapidez…

 Oscar Arnal
oscar.arnaln@gmail.com
@OscarArnal
Venezuela

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ, ¿HAY ESPERANZA PARA VENEZUELA EN 2021?

La realidad política venezolana es en extremo compleja, única y nos atrevemos calificar de irrepetible. Ante la ausencia de constitucionalidad, de democracia, se debe pulsar diariamente. Los actores políticos son el castrismo por el lado del régimen gubernamental y una oposición criolla muy difusa en cuanto lo que debe/puede hacer.

Hay que tener en cuenta lo siguiente. Nunca nos cansaremos de repetir la política es realidad, hechos, lo que acontece… de nada valen las intenciones o lo plasmado en papeles ni ideas. Siendo irrefutablemente así, nos topamos con que la Venezuela actual puede permanecer del mismo modo por muchísimo tiempo. 

La reacción del occidente ante la ruptura del hilo constitucional y democrático perpetrado por el chavismo dentro de Venezuela, amén de otros presuntos delitos, originaron las sanciones internacionales, éstas han hecho el chavismo haga mayor uso oscurantista de los bienes y recursos del Estado, incluso y asombrosamente, la peliaguda Ley Antibloqueo permite a Maduro manejar nuestras riquezas “secretamente”. 

Al mismo tiempo, el régimen, ante la destrucción de su única fuente de ingresos formales (Pdvsa) y tras haber destruido premeditadamente el 80% de nuestro aparato productivo, entregó inercialmente la economía (y a los venezolanos) a las fauces del dólar paralelo, una dolarización de facto donde los más afectados son los “venezolanos de a pie”, la inmensa mayoría, donde las remesas y los emprendimientos informales son el mayor auxilio. 

De esta manera, el régimen manejando a sus anchas nuestras instituciones, armas, contando con recursos inagotables para satisfacer las exigencias de su status quo, y por otro lado los venezolanos entregados a la dolarización sin normar, a una economía de sobrevivencia, esta Venezuela de hoy puede sostenerse por mucho tiempo más, por tal motivo al chavismo no le conviene ningún cambio. 

Por tal motivo, el chavismo continuará celebrando elecciones al margen de la ley y la legitimidad, de la mano de su “oposición electorera” sin importar las sanciones que continúen produciendo, ha demostrado sabe burlarlas, además de servirle de argumento a sus insólitas excusas. Por el lado de la oposición legitima, que hoy orbita en torno a Guaidó, la suerte es distinta, internamente en Venezuela no posee ninguna capacidad de acción e internacionalmente se encuentra a la espera de lo que políticamente Biden tenga planeado para nuestro país, aunque Europa y otros países han afirmado continuarán apoyando a Guaidó y a la AN 2015. 

Insistimos, la Venezuela actual puede sostenerse por mucho tiempo más, mucho. Ahora, sí la comunidad internacional arrecia en sus acciones sobre el régimen y los venezolanos ejercen presión interna, se pueden producir cambios. Un escenario es que el chavismo se vea forzado a renovar su liderazgo con miras a intentar ganar elecciones creíbles para librarse de las sanciones. La oposición también debe replantear su liderazgo y estrategias. La piedra de tranca es que el chavismo sabe que, indistintamente quienes sean sus nuevas figuras, muy difícilmente pueda ganar un proceso electoral con condiciones de transparencia, sabe ello es sinónimo de perder el poder… así estamos ¡a merced de lo impredecible!

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela