domingo, 24 de enero de 2016

CARLOS BLANCO, LA FUERZA ARMADA EN LA CRISIS

Los militares salieron de los cuarteles en 1992 y no han regresado ni van a regresar a ellos en la misma forma en la cual estuvieron, al menos en el futuro previsible. No es que guste o deje de gustar: es la realidad venezolana. No se crea que en América Latina los militares han estado encerrados en sus barracas; su papel político contemporáneo no ha sido tomar el poder sino intervenir para resolver crisis. Hasta la década de los ochenta el objetivo era cogerse el poder; después, ha sido el de actuar como factor –a veces decisivo– en los asuntos del Estado.

Chávez construyó su estructura de poder, primero, mediante el control del gobierno; luego, el control del Estado; y, más adelante, el control de pedazos importantes de la sociedad (aparato educativo, medios de comunicación, presión sobre la Iglesia católica y otras confesiones, intentos sobre Internet, y supremacía en el aparato cultural del país). Las instituciones del Estado que funcionan como eje del régimen son Pdvsa, el Banco Central y la FAN. Ya se sabe de su manejo y destrucción.

En el caso de la FAN existe en sus oficiales una reserva institucional importante. Pueden haber simpatizado con Chávez o no, pero saben que al final, cuando los pacientes lleguen a la Sala de Emergencia, el médico de guardia tiene que recetar, entablillar, operar o dar el certificado de defunción, según los casos. Además, los militares tienen una forma de actuar que no es el clásico golpe de madrugada, con el Popule Meus, el Réquiem de Mozart o Conticinio de Laudelino Mejías, como anticipo musical; ahora los militares funcionan principalmente como “estados de opinión”, capaces de apretar sin que aparezca un hematoma. No puede decirse que no estén dispuestos a actuar con tanques y aviones, pero el método del “descontento administrado” es muy eficaz. Eso ocurrió en el proceso del 6 de diciembre, que obligó al Alto Mando y especialmente al general Padrino a no permitir la violencia de los colectivos, así como luego se conminó a respetar la instalación de la Asamblea Nacional.

El desenvolvimiento de esta crisis tiene sin duda un componente militar. No es la pura obra de los civiles, entre otras cosas porque la FAN posee un elevado grado de intervención política, de la partidista y de la otra. De manera que en la ecuación que conduzca a una salida civil de este trance, estará el factor militar. Si es como el 23 de Enero de 1958 o como el 6 de diciembre de 2015 está por verse.

No olvidemos el cuento de Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

Carlos Blanco G.
@carlosblancog
www.tiempodepalabra.com
Caracas - Venezuela

JHOTANI MEDINA QUINTERO, LOS ADECOS EN LA TRANSICIÓN VENEZOLANA (II PARTE Y FINAL)

     En el artículo anterior consideramos los elementos ideológicos e históricos que podrían generar una coincidencia geopolítica entre la transición en progreso que se gesta en la Cuba de los Castro hacia una “glasnot”, palabra rusa que significa “transparencia”; y una “perestroika” que en ruso significa reestructuración, estas características coinciden con otros eventos históricos que denotan el discurso oficial del gobierno de los Castro hacia “buscar” en Venezuela nuevas oportunidades alejadas de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el PSUV o el chavismo.

Los profesionales y científicos de la política y la administración pública planificamos, diagnosticamos, evaluamos y pronosticamos en base a escenarios situacionales, en ese sentido, las características del contexto político que ha evaluado AD desde el año 2010 para diseñar su agenda de reconquista del poder son seis (6), permítanme describirlas de forma conclusiva:
1).- AD vio la existencia de una animadversión o rivalidad dentro de la “nueva política”, Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP) eran unos adversarios neutralizables políticamente gracias a sus ambiciones internas y prematurez política;
2).- La estrategia “maquiavélica” de sacarle provecho al enfrentamiento natural entre PJ y VP le permite a AD forjar alianza parlamentaria con la estrategia “betancuriana” de VP para neutralizar a la fuerza mayoritaria de PJ como partido político dentro de la MUD;
3).- Crear una imagen de confrontación entre Ramos Allup (AD) y Nicolás Maduro (PSUV), surgiendo una nueva polarización entre AD-PSUV y posicionando la tarjeta blanca como la primera opción de poder real en el país político y civil;
4).- Proyección de un nuevo liderazgo político opositor “presidenciable” encarnado en Henry Ramos Allup (AD) para la transición venezolana;
5).- Proceder al plan de transición planeado en el año 2003 y ratificada en el Pacto de Panamá del año 2010 entre Manuel Rosales (Un Nuevo Tiempo), Eduardo Fernández (COPEI), Julio Borges (Primero Justicia) y Henry Ramos Allup (AD);
6).- Las condiciones geopolíticas hemisféricas y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos de América y Cuba, además, del anuncio de Raúl Castro de culminar su mandato en el año 2018 obligan a propiciar un entendimiento inmediato dentro de Venezuela entre el gobierno y la oposición, a través de una transición, con miras a garantizar acuerdos de cooperación suscritos en años anteriores, entre ellos el Acuerdo petrolero de Caracas del año 2000 (Chávez), cuyo antecedente histórico es el Acuerdo petrolero de San José de Costa Rica creado por Carlos Andrés Pérez en 1978 para beneficiar a Cuba y Centroamérica.
     Estas similitudes geopolíticas con los cubanos y otros antiguos socios estratégicos de Venezuela en la era de CAP y de AD (1959-1993) en el Movimiento de los No Alineados (NOAL) le dan a éstos la oportunidad de mantener relaciones estrechas con una Venezuela democrática y post–chavista sin necesidad de arriesgar su capital político y gobernabilidad en sus respectivos países ni de arriesgar sus negocios financieros y energéticos. La “nueva guardia” de la alta oficialidad cubana está harta de los Castro y del comunismo, ven con rabia la presencia de Maduro y su gabinete en visitas a la isla, esto aísla, a futuro, al chavismo después de fuertes rumores sobre unas eventuales candidaturas pesuvistas presidenciales de transición lideradas por Arias Cárdenas y el general Miguel Rodríguez Torres, candidatos que no despiertan simpatía puertas afueras del oficialismo, al contrario, generan desagrado y antipatía, mucho menos la distante candidatura de María Gabriela Chávez, hija del expresidente Chávez, ante esos escenarios, habría quedado la “carta” marcada del exministro de la defensa Vladimir Padrino López, pero su “guabineo” lo desenmascaró echando por la borda el capital político sembrado y cosechado fugazmente la noche del 6D, al hacer aquélla célebre cadena donde se hizo pasar por un militar institucional, pero que destruyó luego de exigirle a “El Turco” Ramos Allup respeto para la imagen computarizada de un Bolívar profanado, peor aún, haber vinculado a “El Turco” con una agenda neoliberal o vinculada a militares golpistas, cuando aquí toda la sociedad política sabe el profundo rechazo que históricamente han sentido los Adecos hacia el neoliberalismo y los militares en el poder.
Ante todo este escenario, la presión internacional es muy poderosa sobre Venezuela, sumada a la crisis económica. Somos un país globalizado, cuyos índices de desarrollo humano eran urbanos y alfabetizados antes de 1999, esa es la mayor fortaleza de la democracia venezolana.
La estrategia Adeca podría ser una transición negociada con el poder ejecutivo al momento de un referendo revocatorio, garantizando así que el chavismo subsista como partido en la política venezolana, como lo ha sido la izquierda en otros países latinoamericanos al salir del poder, ejemplo, Nicaragua en los años noventa… Hasta el próximo Lunes
Jhotani Medina Quintero
jhotanium@hotmail.com
@jhotanimq

Lara - Venezuela

THAYS PEÑALVER, A LOS MILITARES, VOLVAMOS A SER VENEZUELA

Temibles son las desviaciones de la izquierda como dijo Fidel y lo peor que podrían hacer los uniformados sería copiar a Corea del Norte
Estimados amigos. De pronto, unas fotos de Hugo Chávez ocupan el primer lugar de los titulares y las fotos más importantes, las de las colas para buscar comida, medicinas o la gente en los hospitales han desaparecido.

Es entendible una primera sensación de algarabía por una parte y miedo por otra, pero mientras se debatió quien debe presidir la Asamblea o la forma en la que salieron las fotos de un ex presidente, la gente que antes colmaba las noticias sigue haciendo colas en las calles bajo el inclemente sol o madrugando para ver que encuentran, peleando por un poco de comida o una inexistente medicina.


Así que con el respeto que todos merecen y con la mayor humildad ¡cuidemos un poco los mensajes! Porque da la misma nefasta impresión de finales de los 80’s. Un enorme divorcio de la clase que ocupa los espacios del poder, toda, con un pueblo que merece muchas explicaciones y los mayores esfuerzos de los responsables y los representantes.

El venezolano está a punto de despertar de una segunda burbuja y una segunda “era del parasito feliz” como lo describió excelentemente bien Uslar Pietri, años después de la primera. Van a despertar sin nada, furiosos en las calles porque como en el sueño de la “Gran Venezuela” del pasado, la “Potencia Revolucionaria” habrá sido otra gran quimera de la clase política. Como bien dijo Uslar Pietri sobre aquella primera barbaridad histórica: “Desde luego, los hombres y los partidos que han gobernado a Venezuela” fueron responsables. Pero “ellos no actuaron solos y a espaldas de la colectividad nacional. Los venezolanos, en su inmensa mayoría, participamos, en una u otra forma, en ese trágico carnaval. La burocracia parásita, los empresarios que encontraron lucrativo y fácil vivir de favores del Estado, los que contrataban con el sector público, todos los que, en una u otra forma, se beneficiaron de ayudas, dádivas, préstamos sin base, subsidios de toda índole y de la varita mágica del dólar barato” explicaba Uslar Pietri.

Por eso, como también dijo Uslar, las pocas voces que nos alzamos contra “aquella loca carrera al desastre no tuvieron casi eco. Era demasiado grande la tentación del enriquecimiento fácil, de la vida regalada y el consumismo estéril”. Por una parte vendieron el populismo revolucionario a lo bestia como modelo de desarrollo, por la otra se vendió la tesis de que el populismo a lo bestia, pero bien gerenciado, era la solución al desarrollo. Por eso gastamos 500 mil millones en importaciones de bienes, 130 mil millones en importaciones de servicios, 180 millardos en pagar una deuda externa que aún tenemos completa y 60 millardos en viajes a Disney World, el resto de los ingresos, paradójicamente se gastaron en comprar petróleo y tapar huecos a nuestra enorme falta de planificación, sin que se viera a la clase política hablar de ahorrar para los tiempos duros, como estaba haciendo toda la OPEP y los países petroleros que ya habían pasado por la primera burbuja.

También por eso cuando los venezolanos vamos a reuniones de la OPEP nos perciben como las chicharras que no ahorraron, pidiéndole sacrificios a las hormigas que si lo hicieron y continúan haciéndolo. Vamos a pedir sacrificios a los demás y por eso le pedimos a Arabia Saudita que ahorró el 35% de sus ingresos y que tiene reservas de 700 millardos que detengan su producción. Nosotros sin disposición alguna de hacer sacrificios mientras los árabes aumentan los impuestos (BBC), disminuyen gastos, compras, importaciones (Reuters) y recortan severamente su presupuesto (The Guardian) mientras aumentan las tarifas en un 50% (Bloomberg) junto a los precios de la gasolina de 16 a 24 centavos por litro (CNN-Money). Es decir de 32 a 48 bolívares por litro a tasa Simadi y eso que ellos, pueden vivir al menos 10 años con sus reservas y fondos soberanos con un petróleo por el piso.

Por eso, amigos, el debate de fuerza es inútil cuando vamos a la quiebra. No hay otra palabra, cuando los egresos son muy superiores a unos ingresos menguados y no hay posibilidades de honrar lo básico. Cuando la situación es nefasta porque en vez de hablar de cómo producir en verdad, la clase política entra en un debate profundamente insensato sobre para donde va o no un cuadro. No hay dinero en las cuentas y lo que es más complejo, no lo habrá. 2015 fue una debacle cuando de $88 pasamos a 45 dólares por barril y apenas pudimos importar $25 millardos, con todo y que el gobierno recurrió a la venta de activos, a la venta a descuento de las deudas, las deudas por comida, el fondo chino en yuanes volcado a productos y aunque pasó desapercibido, el gobierno recurrió al Fondo Monetario Internacional vaciando un préstamo (porque ese dinero no es nuestro, no nos pertenece y hay que devolverlo).

Pero el 2016 no amenaza. Mientras les escribo el barril OPEP está en 27 y el Brent en 33, por lo que el nuestro cotiza entre 22 y 23 dólares, mucho menos ajustado a la inflación que en 1999. Va a ser el peor año económico de nuestra historia y hay que tomar medidas si no queremos que el 2017 sea el de la gran hambruna. Para Diciembre de este año, contando con los dos anteriores, es posible que hayamos perdido casi un cuarto de nuestro producto interno bruto, no habrá reactivación y la gente pasará muchísimo trabajo. Mucho, pero mucho más, que el que está pasando hoy. Con apenas 27 millardos de dólares en ingresos (un cuarto de los ingresos de 2013) y descontadas las compras inevitables de petróleo, las asociaciones estratégicas y los gastos de PDVSA, así como la inmensa deuda externa podremos con suerte, importar apenas un 30% de las medicinas y alimentos que importábamos y que necesitamos y apenas un 20% de lo que nuestras industrias necesitan para sostenerse en pie. Así que no. No habrá muchas medicinas, ni alimentos en los anaqueles, cuando las familias de los quintiles más pobres, comen cada vez más productos importados.

A los pocos militares que se han declarado revolucionarios, voy a utilizar una frase común de los cubanos de a pie: “la poesía no se come”, una vez destruido el aparato productivo el daño es irreparable. Como dijo y actuó Deng Xiaoping en China o extinguimos las comunas, o las comunas extinguen a China, como también dijo el hombre que convirtió en potencia a China “hay que abolir la polarización (…) la pobreza no es socialismo (…) no hay ninguna contradicción entre el sistema socialista y la economía de mercado (…) la verdadera esencia del socialismo es la liberación y desarrollo de un sistema productivo (…) debemos si preocuparnos por las desviaciones de la derecha, pero lo que debemos temer en realidad son las desviaciones de la izquierda”.

Como dijo Fidel Castro, “nuestro verdadero problema fue que nadie sabía cómo construir el socialismo” y cierro con las palabras de Raúl Castro: “o cambiamos o terminamos de hundirnos en el abismo”. A ustedes les pido, con todo respeto, que entiendan que en una sociedad democrática están en su derecho de opinar sobre la vía que mejor les parezca, que presionen pero para no copiarse de quienes admiten que no supieron construir el socialismo, que enmienden los errores del socialismo antediluviano y que velen por las desviaciones de la derecha pero ténganle más “pánico a las desviaciones de la izquierda” y que si pretenden un modelo productivo socialista, empujen al menos al modelo de China y no al de Corea del Norte.

Y a la abrumadora mayoría de los militares demócratas, también de forma humilde y respetuosa les imploro: No caigamos en el estéril debate político a espaldas de toda una nación que pasa trabajo. Ningún país puede sobrevivir partido en pedazos. Ningún país puede echar recuperarse bajo la amenaza de exterminio al sector productivo. Tratemos de evitar más amenazas de fuerza que solo conducen a la zozobra y a la incertidumbre. Ayudemos entre todos y en paz, a pegar los trozos sueltos de la nación que siempre hemos sido, hermosa, amigable, trabajadora y echada pa’lante. Palabras más, palabras menos, volvamos a ser Venezuela. Si queremos, entonces podemos.

Thays Peñalver
thays.penalver@me.com
@thayspenalver
Caracas - Venezuela


http://www.abcdelasemana.com/category/colaboradores/thays-penalver/

EGILDO LUJAN NAVAS, PETRÓLEO PICADO DE “CULEBRAS”

Los venezolanos del 2016 viven inmersos en un ambiente y condiciones de tal velocidad que han perdido la facultad de superar una situación de distracción, porque las subsiguientes  realidades, si acaso, les facilitan hacer uso de la posibilidad de entender lo que sucedió.

Minuto a minuto, en fin, no hay componentes de ninguna agenda existencial, laboral o recreativa que pueda ser asimilada con detenimiento, porque su propia conformación o desarrollo lo impide. 0, en el peor de los casos, el repentino surgimiento de nuevos escenarios, sencillamente, se encargan de anular el valor de lo importante, porque emergió la determinante presencia de la urgente, indistintamente de la consideración subjetiva del hecho.

Es precisamente lo que la ha sucedido a partir del 5 de enero, después que se produjo el cambio de autoridades en la Asamblea Nacional  por voluntad y decisión de la mayoría de los electores del país.

Se instaló la nueva Asamblea Nacional. Y lo hizo cumpliendo con todos los requisitos de ley. Sin embargo, no se pudieron juramentar todos los Diputados electos y previamente proclamados por el Poder Electoral. De que esto último sucediera de esa manera, al dejar sin representación al Estado Amazonas,  se ocupó la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia. Sus miembros, apelando a un malabarismo jurídico útil para conducir inconvenientes situaciones adversas a los intereses de esa triada dominante de partido-gobierno-estado, sencillamente, invalidó elecciones, proclamaciones y el derecho a la juramentación, amén de ignorar lo que la Constitución consagra como inmunidad parlamentaria.

La autoridad parlamentaria hizo caso omiso de la decisión del TSJ. Juramentó a sus 3 colegas de Amazonas. Y el TSJ, como ya es habitual en casos similares de esta naturaleza afectante de la triada, desconoció la decisión del Poder Legislativo y lo declaró en desacato. Sin embargo, los parlamentarios desconocidos por la citada Sala Electoral de TSJ optaron por renunciar a su representación popular, y reclamar el reconocimiento de sus derechos por la vía legal.

La Unidad Democrática, con 109 Diputados, mantiene el control de la 2/3 de la Asamblea. Es decir, el “lazo cayó en el suelo”.  Y  es, inclusive, como que si alguien de la bancada del Gobierno no hubiera sacado bien la cuenta. 

Sin embargo, el Gobernador del estado Amazonas, Liborio Guarulla, tiene otra tesis. El considera que el Gobierno necesita mantener la región en condiciones de “excepción”, en razón de la importancia y utilidad política de que sea así. De hecho, siempre ha sido de esa manera, porque en ese estado no hay precisamente vocación y actitud de sumisa incondicionalidad ante la voz del llamado mando socialista o revolucionario.

Las alarmas nacionales e internacionales se activaron ante lo que muchos consideraron que era un “choque de poderes”. 0tros, mucho más audaces, inclusive indicaron que Venezuela estaba en vísperas de vivir un “fujimorazo” sin Sendero Luminoso como excusa, aunque sí con una interpretación cuartelaría de los derechos políticos, electorales y ciudadanos. Lo cierto es que las opiniones y observaciones de la ONU, de la OEA, de gobiernos verdaderamente democráticos y de otros tantos, hizo posible que los demonios del revanchismo electoral y de la violencia de albañal, optaran por agazaparse nuevamente.

Es decir, no hubo claudicación; tampoco sometimiento al espíritu democrático. Porque totalitarismo y democracia no son precisamente expresiones ideológicas y conceptuales homogéneas. ¿Es que acaso no es precisamente ese mismo antagonismo el que se ha manifestado otra vez, después de que la institución parlamentaria pudo dar los nuevos pasos?. Es lo normal. Tenía que ser así,  consideran los que apelan a la interpretación de lo que ha estado sucediendo desde entonces. Y eso incluye, por supuesto, los dimes y diretes relacionados con  la presentación de la Memoria y Cuenta por el Presidente de la República. También la jugada por mampuesto de disponer de una nueva fórmula habilitante con la presentación de un Decreto de Emergencia Económica.

Los malabarismos jurídicos al servicio de la triada no se han agotado. Momentáneamente, también se han agazapado. No han aparecido después que la mayoría parlamentaria de la Unidad Democrática dejó sin efecto la vigencia del citado Decreto mercadeado como propuesta de avanzada contra el rentismo petrolero. No ha habido tiempo, quizás. 0 se está ejercitando para cuando aparezca la oportunidad de actuar.

Mientras tanto, más allá de lo anecdótico en el orden político para los que no siguen con pasión la final del béisbol profesional, el desarrollo de los demás deportes, ni las andanzas de la corrupción criolla en el ámbito internacional, hay otras situaciones que angustian, molestan, indignan, desesperan. Las colas para adquirir cualquier bien esencial aumentan a diario; crecen como la rabia; se proyectan peligrosamente contra lo establecido.

No sorprende, desde luego, que desde el alto gobierno se apele al no rentismo y a la no guerra económica como alternativas efectistas para simular disposición a solucionar lo que ya el propio Poder Ejecutivo admite como componente o consecuencia de la crisis económica. Pero la escasez y el desabastecimiento no se solucionan con manchetas propagandistas. Tampoco con frases rimbombantes en las bocas de los patriarcas de la pomposamente llamada revolución socialista.

No hay gremio privado de la producción que no haya alertado sobre la gravísima situación que tiene el país, ante la indisponibilidad de inventarios y de reservas de alimentos, medicinas, agua y de un servicio eléctrico de calidad. La Asamblea Nacional no está en capacidad de resolver esa multiplicidad de problemas, sí de orientar y recomendar formas de solución. La gran responsabilidad lo tiene  en sus manos el Poder Ejecutivo, que no puede seguir eludiendo responsabilidades y obligaciones morales, a la vez que trata de conseguir un salvavidas oxigenante de su fracasado modelo económico.

La creación de Consejos para impulsar una producción exportadora suena bien y alegra a unos cuantos; también que se haga un anuncio aislado en materia cambiaria. Pero eso es  un suspiro en el medio de la sabana; aislado de las condiciones políticas y jurídicas imprescindibles para que Venezuela rescate la confianza entre los inversionistas criollos y la inversión internacional.

Ciertamente, no hay soluciones milagrosas. Pero abundan y se multiplicarán cuando se correspondan con decisiones soportadas por demostraciones sinceras de que son un producto de la voluntad política de un Gobierno comprometido con el ejercicio del poder; no sólo con su goce morboso.

El ingreso petrolero, ese mismo que en época de escasez es capaz de hacer nacer los más sorprendentes como creativos gritos contra el rentismo, hoy no se va a multiplicar con llamadas telefónicas y reuniones de emergencia de la 0PEP. Mucho menos con exhortos a “nuestros amigos” de China, Rusia y de Irán. El precio del petróleo está influido seriamente por la “culebra” entre competidores peso completo como Arabia Saudita, Rusia y los Estados Unidos, mientras la economía china se debate entre ser comunista o capitalista, porque el híbrido pareciera haberse agotado y su economía necesita definiciones en razón de capacidad y posibilidad competitiva.

¿Y cómo financiar la promoción de soluciones sin disponibilidad de recursos?. Porque es verdad: Venezuela, a nivel internacional, está desprestigiada  y endeudada. También es objeto de sospechas de no estar en capacidad de poder honrar los compromisos adquiridos. Tanto que ya se cree que su caída en impago o default no es de si es posible o imposible, sino de cuándo sucederá.

Adicionalmente, las economías de los únicos países que habían otorgado préstamos, es decir, Rusia y China, están hoy en serias dificultades financieras,  sin recursos para invertir en saco roto y de difícil recuperación. China atraviesa por una fuerte crisis económica. Presenta un elevado endeudamiento, con una industria en crisis y con todos sus índices económicos reflejando serios problemas. Por otra parte, el 2016 será crucial para ese país, que se prepara para celebrar su Asamblea Nacional Popular en marzo próximo. Entonces, someterá a votación su Décimo Tercer Plan Quinquenal, para decidir sobre qué hará en lo económico y en lo político. ¿Figurará Venezuela en ese tablero?.

En cuanto a Rusia, el panorama no es mejor. Sus dificultades son aún peores que las chinas, porque más de la mitad de sus ingresos corresponde a ventas petroleras y gas, obviamente, también se han desplomado.  Además, con un PIB que bajó a 3,8%,  una producción industrial que se redujo el año pasado en un 3,3%, y con una inflación que llegó al 12,7%,  además de sufrir los rigores de las sanciones impuestas por Occidente después de haber intervenido en Ucrania, todo se traduce en un cuadro muy complicado para ellos. ¿Es de esperar que Venezuela aparezca en sus planes futuro, más allá de figurar en la lista de compradores de chatarra bélica?.

Sin duda alguna, Venezuela no dispone de un asidero financiero internacional seguro; tampoco de fórmulas mágicas.  ¿Tendrá que recurrir al Fondo Monetario Internacional?. La estabilización macroeconómica es inevitable, en caso de atreverse a procurar soportes financieros confiables y seguros, como base de un plan de ajustes que contenga el colapso económico hacia el que corre el país aceleradamente. Desde luego, eso implica un alto y doloroso costo social. Pero si los poderes Ejecutivo y Legislativo, antes que confrontar, se dedican a coincidir, a consensuar decisiones, entonces la ciudadanía pudiera entender que sus sacrificios tendrán compensaciones, no más frustraciones y  empobrecimiento.

Los diagnósticos de lo que sucede y de lo que habría que hacer para atacar las causas de los problemas, son conocidos. Y lo que se debe hacer, es actuar. Discernir. Construir soluciones basadas en un firme soporte de voluntad política.  No hay cabida para más experimentos fallidos. Tampoco se puede perder el tiempo en confrontaciones inútiles. Los responsables de delitos administrativos que asuman su obligación de saldar cuentas con la justicia. Es mucho lo que hay por hacer. Demasiado trabajo por acometer. Y en cuanto a seguir clamando por ingresos providenciales en abundancia, es importante no olvidar que a la gallina de los huevos de oro, hay que recuperarla. Pero eso no es asunto de horas. Se mueve entre “culebras” internacionales y también está picada por ellas.

Venezuela, hoy más que nunca, depende del ingenio, trabajo, creatividad  y mutua colaboración entre los suyos. De todos: Iglesias, Fuerzas Armadas, sectores políticos, empresarios, fuerzas laborales, universidades, estudiantes. Se trata de evitarle al país, y a los que habitan en él, peores escenarios a los que hoy viven. Y eso es posible.

Egildo Lujan Navas
egildolujan@gmail.com
@egildolujan
Fedecamaras
Miranda – Venezuela

Enviado a nuestros correos por
Edecio Brito Escobar
laotravia@gmail.com
CNP-314

Caracas - Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, QUIEN ALGO TEME, ALGO DEBE, PIDO LA PALABRA, VENTANA DE PAPEL

Hay quienes se valen de la política para hacerle creer a muchos que desde el poder les brindará la mayor atención en aras de su bienestar y mejor calidad de vida.

¿Cómo es posible que una sola palabra pueda significar tanto? Desde luego. No es tan inverosímil que una palabra admita distintas acepciones. Existen palabras cuyos significados son diversos. Aunque también pueden tener apenas uno solo, dependiendo del contexto en el cual se sitúe la palabra en cuestión. Esta situación termina convirtiéndose, a veces, en un dilema que se agudiza a medida que la palabra pueda extraviarse en el mundo de los sentidos. En política, esto resulta algo engorroso. Sobre todo, cuando su ejercicio evita lidiar con significados diferentes pues su variedad complica las interpretaciones lo cual tiende a acarrear problemas de índole hermenéutico.

Es un tanto la vía que conduce a reconocer complicaciones que surgen cuando se obliga a darle un sentido a palabras que no caben en el espacio semántico. Ni tampoco dialéctico al cual quieren someterse con la única intención de justificar una mentira, o de sostener un engaño. Por eso, la sabiduría popular ha sabido inferir que “la tranquilidad de no tener nada que ocultar, no tiene precio”. A esto, el político norteamericano, quien fuera el tercer presidente de EE.UU., Thomas Jefferson, agregó que “quien no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras”. Seguramente estaba convencido que quien no la teme, nada le espanta.

A quien debe espantarle todo lo que debe, pues sabe que el temor le consume su conciencia, es al politiquero comprometido con el deshonor que remueve a su paso. Es el problema que deviene de una praxis política corrompida en términos del provecho que obtiene de cada decisión tomada en nombre de un proyecto político usurpado y traicionado. De ahí que para muchos, la política sirve para entrampar al desapercibido o al desinformado, de lo que puede sorprenderlo en su travesía por la vida.

Por eso, hay quienes se valen de la política para hacerle creer a ilusos y cándidos que desde el poder les brindará la mayor atención en aras de su bienestar y mejor calidad de vida. Cuando lo que en verdad está tramando, quien así pérfidamente se ha comprometido, es hacer de cada solución un problema que coadyuve a complicar toda situación. De ahí que a mayor confusión, mayor será la posibilidad que tiene ese político de mala calaña de lucrarse en perjuicio del colectivo al cual se debe.

Quizás el carácter secreto de informaciones de Estado, justifique que este género de políticos asuma extrañas posturas de silencio. Sobre todo, ante la necesidad de descifrar problemas que, por oscuros o encubiertos, se convirtieron en sórdidas paradojas. Posiblemente, fue la razón de funcionarios del gobierno venezolano para desacatar la exigencia que, constitucionalmente, hace el Poder Legislativo para así estructurar la visión que debe hacer de la gestión gubernamental. Más, cuando ha estado presente la necesidad de valorar la pertinencia, a los fines de aprobarla o no, de lo que ha sido la declaratoria de Emergencia Económica contraída por la Presidencia de la República. Aunque a juicio del vicepresidente, “hay materias que no pueden dilucidarse públicamente, porque son materia de Estado que requieren seriedad”. Sin embargo, tales argumentos  dejan ver serias contradicciones que ni siquiera la Constitución refiere.

Así que después de haber conocido el comportamiento de quienes anteriormente se arrogaron la autoridad de la Asamblea Nacional, no es difícil inferir su temor a ser interpelados públicamente. Y es que haber dado cuenta del desastre al cual arrastraron al país en tan corto tiempo, no debe ser cómodo ni sencillo aceptarlo. Menos, reconocerlo. Por mucha valentía revolucionaria que hayan dicho tener. La negativa  sancionada por el Parlamento sobre el decreto de Emergencia Económica, hace pensar que en lo sucesivo habrá que enfrentar la crisis con instrumentos que sólo la macroeconomía dispone a los efectos de recobrar niveles saludables de desarrollo. Y en el caso específico, de objetivos de desarrollo nacional que fueron desmantelados por precarias políticas desubicadas de las realidades tanto como del espacio político que debían haber ocupado. Todo ello incitado a que se enquistaron perturbaciones no tanto por la ineptitud, como por el miedo que hizo al régimen extraviarse de sus funciones. De ahí que cuando la directiva de la Asamblea insta al alto gobierno a responder interrogantes que vinieron acumulándose en el curso de la crisis provocada por las susodichas causas, la escena parlamentaria se vio desierta por la ausencia de los personajes de marras. ¿O sería por aquello de que “quien algo teme, algo debe”?

VENTANA DE PAPEL

¡JUSTO RECHAZO!

Vivir la política, no es fácil. Bandearse entre sus criterios, es bastante complicado porque semeja un tanto aquel aforismo bastante utilizado en la década de los sesenta: “un tiro a la patria, y otro a la revolución”. Este exordio funge de marco a la situación que recién mantuvo preocupado e inquieto al país a consecuencia de la emisión del decreto presidencial No 2.184 el cual aplicaría la Emergencia Económica durante un lapso de 60 días.

Este, elaborado con la finalidad de “construir una Venezuela productiva e independiente como todos queremos”, debía pasar por el análisis jurídico-constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. Y para el análisis político-económico, por la consideración de la Asamblea Nacional. El TSJ, por supuesto valoró su pertinencia y consintió su necesidad como instrumento para el reordenamiento de la economía nacional. Sin embargo, el juicio de la Asamblea Nacional lo desaprobó. Y vaya que lo hizo no sólo con autoridad. Particularmente, logró estructurar sus razones con base en la moralidad y la ética. Aunque el propósito de esta disertación, por su brevedad, es considerar los argumentos que políticamente, le valieron a la Comisión Especial, encargada para formalizar el informe que sería presentada al cuerpo legislativo en pleno, cuyo fondo y forma demostraría que su impugnación estaba debidamente fundamentada, validada y legitimada.

Aun cuando el texto del decreto no alude directamente a decisiones extremas o que plantearan cerrarle los caminos a la institucionalidad democrática, cualquier lectura realizada entre líneas o con la rigurosidad que la hermenéutica exige, no hace difícil advertir los peligros que sus consideraciones y determinaciones comprenden. Cabe decir que dicho decreto, es más una apología de la manipulación política, que la intención descrita mediante propuestas dirigidas a aliviarle la crisis del tipo de acumulación y la crisis del tipo de dominación que viene arrastrando el país durante estos 17 años de “socialismo del siglo XXI”. Por no decir de desgobierno.

Esto hizo, finalmente que la Asamblea Nacional rechazara el decreto. Su análisis permitió inferir que sus fundamentos (referidos a la guerra económica y a la baja de los precios del petróleo) no justifican el pretendido estado de excepción pautado por el referido decreto. Asimismo consideró que las medidas anunciadas en su texto, son improcedentes para contener la actual crisis económica. Luego de tal desaprobación, la situación de la economía nacional deberá conducirse con base en otras medidas que ya fueron elevadas al Ejecutivo Nacional por intermedio de la misma Asamblea Nacional. Lo que el gobierno pudo haber ordenado a partir del carácter temporal que tuvo el decreto 2.184, dejó de tener vigencia pues si algo se acató, deberá revocarse. Toda esta situación que mantuvo tenso al país, deja ver que lo decidido por la AN, constituyó un ¡justo rechazo!.

 “Cuando un gobierno cae en el vicio de hablar en exceso, es porque sus propuestas son huecas. El tránsito por la historia lo hace a ciegas”
Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas

Merida - Venezuela

ALEJANDRO MENDIBLE, EL CHAVISMO Y EL RETRATO DE DORIAN GREY

El reciente revuelo creado con relación al retiro de los retratos de Bolívar y Chávez del recinto del Congreso Nacional, nos lleva a establecer sin intención irrespetuosa semejanzas con el argumento de la famosa novela “El retrato de Dorian Grey” del escritor inglés Oscar Wilde, publicada en 1890.  En el citado texto, se plantea como argumento el pacto de Dorian (el sujeto) para permanecer siempre joven, a cambio de lo cual solo su retrato (el objeto) envejecería,  la destrucción de éste determina su extinción al final.
Es un error de conocimiento la inversión del objeto por el sujeto y considerar que la vida de éste se la debe al primero. Volviendo a nuestro caso, es evidente el nexo establecido entre el chavismo y los retratos mencionados, en primer lugar con el de su promotor el presidente Chávez, cuyo retrato una vez fallecido queda en el Congreso como símbolo de la mayoría parlamentaria chavista. Sin embargo, cuando se produce la alternancia del hemiciclo queda en minoría su bancada y esta pide como un derecho adquirido  la permanencia de su protector. La explicación para sacarlo no puede ser más lógica: el parlamento es la representación nacional de la república  y no de individualidades, de ser así, se tendría que permitir tantos retratos como parcialidades logren imponerse, convirtiendo el recinto en una iglesia donde cada santo tiene su nicho, o abre uno nuevo,  para ser adorado por sus seguidores.
No menos importante y trascendente es el retrato del Libertador Simón Bolívar,  por cuanto en este incidente podemos calibrar la sinceridad del chavismo. El nuevo rostro del padre de la patria elaborado por la Administración Chávez más que una imagen fiel del rostro del prócer  tiene, por el contrario,  la intención de ser una recreación ideológica de un modelo político que se busca imponer. Evidentemente, en el momento que se proyecta el chavismo se encontraba en su zenit, disfrutando de las mieles del petróleo y abusaba expresando que era el pueblo venezolano.
Hoy, cuando la representación pictórica chavista sale, quedando en el recinto la representación histórica del destacado pintor peruano, “el mulato Gil de Castro”, de 1825,  reconocida por el propio Libertador como, es “un retrato mío hecho en Lima con la más grande exactitud y semejanza”,  apreciamos que el momento ideológico del chavismo disminuye, dejado de representar el sentir nacional. La aparición de una nueva realidad nacional mucho más compleja que la considerada  por los teóricos chavistas tiempos atrás les impone reconocer el nuevo cuadro político y lidiar con él, confrontando ideas y aceptado que lo revolucionario es el bienestar del pueblo y lo reaccionario la imposición del hambre.
En tal sentido,  si no entran en la nueva situación aceptando su actual nivel y seguir aferrados al hipotético Bolívar se irán achicando como una piel de zapa, o, eventualmente,  desaparecen como  sucede en el cuadro de Dorian Grey.                            
Alejandro Mendible
alejandromendibleucv1@gmail.com

Caracas - Venezuela

ALBERTO LOSSADA SARDI, ‘A SENSE OF BELONGING’, (SENTIDO DE PERTINENCIA O PERTENENCIA)

Traduttore, traditore, reza el viejo aforismo italiano. La mayoría de las veces se puede traducir literalmente un escrito, pero no siempre capta el sentido del mismo. Es como si dijera que saudade o morriña quiere decir “tristeza”… No, hay un cúmulo de sensaciones asociadas a la idea que no son traducibles a idioma alguno pero que todos quienes conocen esos dos idiomas entienden perfectamente.

Todo aquel que no conoce lo que es la verdadera diplomacia siempre acusa al diplomático de vivir entre almuerzos, champaña, caviar y sueños… Y sí, es verdad, es agradable disfrutar de esas cosas particularmente deliciosas, pero que tampoco son diariamente y dependen del nivel al cual ha llegado el diplomático en la mayoría de los casos.

Pero esto es farándula; material para la prensa rosa… Apuesto a que nadie de quienes piensan así ha dedicado un solo minuto a pensar en el diplomático, la persona, el ser, el humano, cuyo destino coincide con el del gitano, un año aquí, tres allá, cinco en aquél lado y cinco en esta parte y todo con la casa a cuestas cual caracol…

Y el título de éste artículo es así, en inglés, porque, si bien tiene una traducción literal: “sentido de pertenencia”, no traduce exactamente lo que el título implica. Nadie piensa que el diplomático deja atrás lo que más ama y, justamente, para hacer que sea amada afuera. Que sus sentimientos van a sufrir, necesariamente,  una transformación que nunca se imagina. Nos desarraigamos, sin desearlo, de nuestra Tierra Madre y nos convertimos en propagandistas ingenuos de lo desconocido para extraños. Y, al mismo tiempo, vamos sentando raíces en donde, en ese momento, estemos: amigos, compadrazgos, simpatías, fanatismo en los deportes y el día a día que es invariable para todos. Hay que comprar el mismo pan en la misma panadería, la misma carne en la misma carnicería y conversar todos los días de algo con los vecinos; y advertirles –en algunos países- que , por favor, no nos hablen de política interna (a pesar de que a veces te dicen: “no jodas, tú eres de los nuestros”)

Y es muy difícil describir ese “sense of belonging”. Mis pocas neuronas me dicen que ese “belonging” es Venezuela, pero, me pregunto, ¿los amigos no se hicieron adultos en mi ausencia?, ¿no hicieron toda una vida sin mí?, ¿qué raíces me quedan? ¿recordarles que una vez, hace 40 o 50 años estuvimos juntos en un aula de clases? No. Ya hicieron su vida igual que nosotros las nuestras, con la diferencia de que, para ellos, la consulta, la opinión o el consejo del amigo estaba ahí, al otro lado de un teléfono, y, mientras nosotros deseábamos lo mismo, no teníamos a quién tener del otro lado del teléfono (las comunicaciones internacionales efectivas y fáciles son desde los años 90)

¿Sentido de pertenencia? Aunque sea la traducción literal, explíquenmelo. Me siento, en términos de corazón, más atado a Lima que a Caracas; en términos de tranquilidad, más a Lisboa que a Caracas, y, en términos de cariño recibido, más a Managua que a Caracas. ¿Cuál es entonces mi “pertenencia” a la tierra que amo porque me vio nacer?

Eso es lo que desconoce quien critica a los diplomáticos; no se molesta en conocer que detrás del adjetivo “diplomático” existimos seres humanos que sufrimos, nos sentimos desarraigados, que quisiéramos algo estable –que es incompatible con ser diplomático, no nos engañemos, pero el deseo sí existe- y que, la mayoría, representamos y hacemos quedar bien a este país de todos y que amamos todos.

“A sense of belonging”? Sí, es lo que nos da cuando, después de 35 o 40 años, nos vamos y nos preguntamos: “¿de dónde soy y a dónde voy?” Amo a Venezuela como pocos la aman; sé que la mayoría de mis compañeros igual, pero, en el invierno de la vida, ese “sentimiento de pertenencia” nos muerde el alma…

Alberto Rafael  Lossada Sardi.
arlossadas@gmail.com
@adassol
UCAB

Caracas - Venezuela

GABRIEL S. BORAGINA, GOBIERNO LIMITADO VS. MONOPOLIO

1. Liberalismo clásico y funciones "esenciales".
Muchos liberales clásicos sostienen como "bandera" la defensa de un "gobierno limitado". Sin embargo, esta expresión es de un alto grado de ambigüedad, que no permite inferir sus contornos, algunos de los cuales intentaremos aquí precisar, si nos resulta posible.

Cuando tales liberales clásicos dicen defender el gobierno limitado suelen dar por sentado que la expresión alude a las también llamadas funciones "básicas" o "esenciales" de un gobierno según el prisma liberal. Tampoco hay un acuerdo neto entre tales liberales en cuáles deberían ser dichas funciones "básicas" o "esenciales", de tal suerte que algunos de ellos opinan que, dentro de las mismas deben incluirse la seguridad (policía) defensa (fuerzas armadas) justicia (tribunales); otros le agregan obras "públicas" (de infraestructura), y hay entre ellos quien les añade educación y seguridad social (salud, previsión, etc.) en fin, más o menos las posturas entre los liberales clásicos rondan entre las mencionadas. Todo ellos, sin embargo, están de acuerdo que todas o algunas de las funciones mencionadas deben ser ejercidas monopólicamente, es decir, con exclusión de cualquier otro agente, empresa o persona que este fuera de la órbita gubernamental.
2.Monopolio
Defender la existencia de un gobierno "limitado" pero a la vez monopólico representa algunos problemas que creemos necesario examinar.
Todo monopolio tiende a expandirse por su propia característica monopólica. Esto ya representa una primera contradicción entre el pretendido carácter de "limitado" de un gobierno y el también pretendido carácter concomitante de monopólico, reunidos. Si se le otorga a un gobierno un monopolio en cierta área, por su propia naturaleza o -mejor dicho- por la propia naturaleza de los monopolios, dicho gobierno tenderá a expandirse y no a limitarse, lo que implicaría que, con el tiempo, dicho gobierno dejará de ser limitado y sólo conservará su carácter de monopolio, lo que desde mi óptica, sería una situación indeseable que ocurriera, ya que al final, tendremos no otra cosa que un monopolio enorme. Y a primera vista, parece insalvable la contradicción señalada entre "limitado" y a la vez monopólico, ya sea que se pretenda reunir ambas condiciones en un mismo ente (gobierno) persona o empresa.
Otra contradicción reside en lo siguiente: si a una persona, ente o gobierno se le otorga un monopolio, al mismo tiempo se le está otorgando la facultad exclusiva de fijar sus propios límites, y ya hemos visto que la característica de todo monopolio es a expandirse y está muy lejos de limitarse. Sigue, también desde este ángulo, surgiendo la insalvable contradicción entre monopolio y la pretendida limitación.
La cuestión no se resuelve como podría creerse, reduciéndose la lista de funciones "esenciales" o "básicas" que hemos enumerado más arriba, porque, aun suponiendo que se le redujeran todas esas funciones a una sola, por ejemplo, "seguridad", teniendo el gobierno un monopolio sobre ella, podría asignarle por caso, el 100 % del presupuesto nacional a la misma, aun cuando la función pudiera satisfacerse digamos con un 20 % o un 30 % del presupuesto. La cuestión no es trivial, porque el gobierno, en tal caso, estaría cobrando impuestos a la población por un monto total al 100 % de un servicio que bien podría costearse sobradamente con un 20/30 % de los recursos. Es decir, ni siquiera en este caso podría hablarse de gobierno "limitado", porque su poder fiscal seguiría siendo ilimitado aun cuando constitucionalmente sus funciones se redujeran a una sola.
Y adicionalmente es observable que, los gobiernos monopólicos presentan los problemas de todos los monopolios, a saber:
1.                  Dan un servicio malo o pésimo en cantidad y en calidad.
2.                  El servicio es caro, en relación con el punto 1.
Respecto de este punto, es bastante discutible si los gobiernos son monopolios naturales o artificiales. Si la gente desea tener gobiernos y hay un acuerdo explícito o implícito de una mayoría de la población sobre el tema, podría decirse con bastante exactitud que los gobiernos encuadrarían dentro de la clasificación de los monopolios naturales.
Sin embargo, este sería un caso curioso de monopolio natural, porque el gobierno -una vez constituido como tal- tiene la potestad de dictar leyes o constituciones que cierren toda posibilidad a la existencia de uno o más gobiernos paralelos o competidores en el ramo gubernamental y en el nivel de ese mismo gobierno (nacional). Tengamos en cuenta que los gobiernos provinciales (o estaduales) y municipales no son competidores del gobierno nacional, sino que se le subordinan.
Digamos que, una vez sancionada y promulgada la constitución que establece el monopolio gubernamental, lo que en remotos orígenes pudo haber constituido un monopolio natural pasará a ser -por decisión de ese mismo monopolio gubernamental- un monopolio artificial, entendiendo por este último a aquel creado por medio de una constitución o una ley derivada de esa misma constitución.
3. La constitución
   Otra forma de entender la expresión gobierno "limitado" es la de fijarle límites a sus atribuciones en un texto constitucional. Esto, en principio, sería algo más preciso, porque se trataría de establecer de antemano las funciones a cumplir. Pero de nada serviría tampoco si, además de determinar las funciones, no se limita en el propio texto constitucional la cuantía y la extensión en la limitación de tales funciones. Una cláusula constitucional válida sería la que no sólo reduce las funciones del gobierno a unas pocas, sino la que –además- establece taxativamente cuánto puede y cuánto no puede el gobierno gastar en ellas. Esta sería una noción más clara y más exacta de limitación, ya que, en principio, estaría plasmada por escrito en un texto constitucional.
Sin embargo, la experiencia demuestra que los gobiernos no han tenido mayores reparos en utilizar dos caminos para evitar este escollo, a saber: 1º reformar la constitución para ampliar los límites del gobierno o (cuando ello no es posible), 2º directamente ignorar el texto construccional, pasándolo por alto, es decir, la práctica tan frecuente y reiterada de violar la letra de la constitución.
Aquí es importante recordar lo que dijimos en el punto del monopolio, ya que los gobiernos -en su inmensa mayoría, sino todos- tienen el monopolio de reforma del texto constitucional. Es decir, también son los gobiernos (entendidos como la suma de los tres "poderes”: el ejecutivo, el legislativo y el judicial) los que detentan el monopolio sobre la reforma constitucional. Podrían -y de hecho lo hacen a menudo- reformar la constitución política en desmedro de sus propios gobernados, blindando su propio monopolio. De todo lo cual, se deriva lo perverso que es el hecho de que los gobiernos disfruten de monopolios o sean en sí mismos monopólicos.
*Fragmento del libro del autor titulado Análisis económico del gobierno Ediciones Libertad. España. 2010.

Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina

Argentina

GUSTAVO PARDO, ¿QUE NOS FALTA A LOS OPOSITORES CUBANOS?

¿Que nos falta a los opositores cubanos? Esta es la pregunta que a todos nos resulta difícil y harto embarazoso de responder. Y, en verdad, ¡así es! Pero, no debemos quedarnos en esa incógnita, es preciso hallar respuestas a las causales de nuestros incesantes fracasos políticos para devolver la libertad y la democracia a Cuba.

En el escrito anterior[i], mencioné tres aspectos íntimamente relacionados con el por qué a los cubanos hasta el presente nos ha resultado imposible dar al traste con la tiranía castrista:

¿Qué podemos esperar de un mundo embelesado por las ¨reformas” raulistas? Es preciso reconocer que la comunidad internacional, incluyendo a muy amplios sectores de la sociedad y la política norteamericana, vio con simpatía el ascenso al poder de la ¨Revolución Cubana” en 1959. Dicho triunfo se identificaba con la instauración en Cuba de la democracia, la justicia y la equidad social. Fidel Castro encarnaba el héroe idealista-romántico que pondría fin al autoritarismo, la corrupción, la injusticia social y el desorden.
Aunque muy pronto el joven ¨revolucionario” se encargaría de encarnar todo lo contrario de dichas aspiraciones, prácticamente se mantuvo incólume la seducción de su discurso marxista-leninista. ¿Por qué?

Considero que ha sido una constante en la historia del desarrollo del pensamiento filosófico-político humano, el anhelo por alcanzar un equilibrio social equitativo en las relaciones económico-socio-políticas ciudadanas. El fundamento sobre el cual ha sustentado y mantenido su discurso el movimiento marxista-socialista internacional, se ha basado en la explotación demagógica de dicha aspiración.

El alegato marxista-leninista, que considera a los intereses de la colectividad por encima de los intereses individuales; aunque carente de fundamento práctico alguno, motivó una seducción muy amplia sobre amplios sectores de la intelectualidad, los medios mediáticos de comunicación y los estudiantes de todo el planeta; en particular, durante el desarrollo de la Guerra Fría.  Este fue el ámbito político que encontró el régimen castrista a su arribo al poder en enero de 1959.

A lo antes descrito, debemos añadir el profundo anti-americanismo[ii] prevaleciente en el planeta, aspecto perfectamente utilizado por Fidel Castro durante el ejercicio de su mandato en la Isla. Castro logró identificarse a él mismo, como el paradigma del anti imperialismo[iii] y del movimiento ¨progresista internacional”. Esta particularidad le ha ganado la fidelidad e incondicionalidad de la izquierda universal[iv].

Si la lucha anti totalitaria cubana ha contado con un historial pletórico de martirios e intensos sufrimientos ¿Por qué no hemos alcanzado la solidaridad internacional?
Si nos atenemos a las estadísticas de crímenes del castrismo[v] proporcionados por la Sra. María Werlau, directora ejecutiva de Archivo Cuba, el castrismo es culpable de ¨8.190 muertos, 5.775 fueron ejecutados y 1.234 asesinados extrajudiciales. Otros 984 fueron víctimas de homicidios provocados dentro de las prisiones”.  A lo anterior es necesario añadir los que han sucumbido en el mar,  los violentos actos de repudio, la marginación socio-política, los despidos, negativa de permisos para implementar negocios, protagonizados en contra de los opositores.

Por otra parte, durante la historia de la lucha opositora cubana, se han producido hecho de sumo verdadero heroísmo, tales como la lucha efectuada en las montañas y ciudades de Cuba; así como el fallecimiento de numerosos opositores en dramáticas huelgas de hambre.

Todo lo anteriormente expuesto no ha sido óbice para que la tiranía castrista haya conseguido el reconocimiento de su legitimidad. ¿Por qué?

Este aspecto se encuentra profundamente relacionado con el tercer tema: ¿Por qué la resistencia democrática cubana no ha logrado los mismos exitosos resultados obtenidos por la oposición venezolana?

Este aspecto lo vamos a tratar en el próximo artículo, el cual lo dedico a analizar nuestra responsabilidad como opositores cubanos.

Gustavo Pardo
masonhabana78@yahoo.es
@GustavoPardo18

Estados Unidos

HUGO MACHÍN FAJARDO, LA ONU VERIFICARÁ EL CESE DEL FUEGO DEFINITIVO EN COLOMBIA

La respuesta formal de la ONU está sujeta al tiempo de que disponga para analizar el documento colombiano el Consejo de Seguridad, actualmente dedicado a la cuestión nuclear de Corea del Norte, la crisis humanitaria en Siria, o la amenaza que supone el Estado Islámico; para citar algunos de los asuntos a estudio por el organismo.

El gobierno colombiano solicitó el pasado martes 19 de enero al Consejo de Seguridad de la ONU “una misión de verificación de cese del fuego bilateral definitivo y dejación de armas”, que fue concertado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), en la mesa de negociaciones para la paz que mantiene en La Habana desde el 26 de agosto de 2012.

La respuesta formal de la ONU está sujeta al tiempo de que disponga para analizar el documento colombiano el Consejo de Seguridad, actualmente dedicado a la cuestión nuclear de Corea del Norte, la crisis humanitaria en Siria, o la amenaza que supone el Estado Islámico; para citar algunos de los asuntos a estudio por el organismo.

El miércoles 20 Farhan Haq, portavoz del Secretario General de Naciones Unidas, dijo que la organización recibió con ”beneplácito la petición de las partes” y agregó que Ban ki moon “felicitó al Gobierno colombiano y a las Farc por otro avance significativo hacia la resolución pacífica del conflicto”.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, informó que no habrá cascos azules en Colombia y que los funcionarios internacionales que lleguen al país para el cumplimiento de la verificación acordada, no portarán armas.

La misión internacional permanecerá en territorio colombiano durante 12 meses renovables según lo requiera el proceso de verificación de cese del fuego bilateral y definitivo.

Los países a ser tenidos en cuenta para integrar la misión de la ONU son miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con excepción de los fronterizos por tierra y mar con Colombia: Brasil, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela.

La razón de que no sea la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y sí la Celac, estriba -en opinión de la canciller colombiana, María Ángela Holguín- en que “Colombia quiere que la región entera sea partícipe del proceso”, y no solamente los países sudamericanos nucleados en Unasur.

Un punto central es la dejación de armas de las Farc, procedimiento que “será [realizado] ante el componente internacional mediante un protocolo que se negocia en estas horas en La Habana”, afirmó Holguín, y que garantizará la no reutilización de las armas por la guerrilla colombiana.

Las Farc no entregarán su armamento al gobierno colombiano pues no se consideran derrotadas y para ellas es importante, desde lo simbólico, entregarlas a un tercero y no a quienes han combatido desde el 23 de setiembre de 1963.

Para las Fuerzas Armadas de Colombia (FAC), “el proceso de negociación entra en su verdadera etapa final”, declaró el miércoles 20 el ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, [desde que] “los compromisos de la Farc ya no son solamente con Colombia, sino con la comunidad internacional”.

Es ”el final de la guerra en Colombia”, vaticinó el principal negociador del gobierno y ex vicepresidente de Colombia, Humberto de la Calle.

“Bendiciones para Colombia (…) estamos muy cerca de la paz”, auguró por su parte el comandante y negociador de las Farc, Luciano Marín Arango, (a) ´Iván Márquez´.

Zonas para desmovilizados. Otro tema central en la nueva etapa en que ingresó el proceso de paz -cuya firma final está prevista para el 23 de marzo- es la definición de las zonas en que serán concentrados los 8.000 u 11.000 guerrilleros- según se acepte las cifras gubernamentales o de otras fuentes- a ser desmovilizados.

En un momento de la ardua negociación que lleva este proceso, las Farc aspiraban a ubicarse en determinados puntos de concentración bajo su control que denominaron “Terrepaz”.

Sépase que en 2001 las Farc mantenían presencia territorial en más de 500 de los 1.101 municipios colombianos; y en muchos de ellos prevaleciendo su autoridad que revestía “una forma sui generis de república independiente, ya que la fuerza pública del Estado no tiene presencia en dichas regiones”, anotaba hace una década y media el investigador Marino Arroyave López (1963 - 2001).

Pero la posición actual del gobierno es que sean las fuerzas armadas colombianas y la policía nacional las que controlen dichos puntos de concentración guerrillera.

Holguín, sobre este aspecto, dijo que la ubicación geográfica y la cantidad de sitios de concentración de desmovilizados, se negocia actualmente en la “subcomisión de fin del conflicto”, que sesiona en Cuba. Agregó que la verificación del cese del fuego a realizarse en todos los lugares de concentración de desmovilizados, será “tripartita: gobierno, las Farc y la misión internacional; en cada sitio estarán los tres verificando”.

Quedó acordado en La Habana que los aspectos controversiales que puedan surgir en este monitoreo, siempre serán dirimidos por la misión internacional.

A principios de 2015, refiriéndose a eventuales penas de prisión para los integrantes de las Farc, Santos declaro a El País de Madrid que “nadie va a entregar las armas para irse a morir a una cárcel”.

El 31 de mayo de ese año, uno de los jefes guerrilleros negociadores en La Habana, Félix Antonio Muñoz (a) “Pastor Alape”, en entrevista con El Tiempo de Bogotá, no descartó la posibilidad de pagar penas en sitios especiales de reclusión.

Financiamiento. La financiación de esta operativa correrá por cuenta de la ONU, básicamente a partir de los aportes de EEUU y Japón, así como fondos provenientes del estado colombiano.

El costo total del postconflicto calculado en 2013, cuando se aprobó la Ley N° 1.448, de Victimas y Restitución de Tierras, se fijó en no menos de US$ 30 mil millones, de los cuales la mitad sería destinada a reparaciones económicas. Recuérdese que Colombia tiene siete millones de víctimas de la cuales la mayoría son desplazados a consecuencia del conflicto armado.

El conflicto armado que vive Colombia tiene un impacto negativo directo estimado en 75.000 millones de dólares anuales, según el experto estadounidense Suart Diamon, en declaraciones al periódico colombiano Portafolio realizadas en julio de 2015. La guerra le cuesta a Colombia el equivalente a 4 puntos del PBI colombiano.

Para el economista colombiano Salomón Kalmanovitz, en condiciones de paz, el país tendría un crecimiento de 1,5 a 2 puntos adicionales del PBI.

Cuestionadores. El procurador general de la nación, Alejandro Ordoñez, cuestiona el pedido de verificación de la administración Santos, y cursó una carta a la Corte Penal Internacional (CPI), en la que sostiene que el acuerdo de justicia al que llegaron el gobierno y las Farc, constituye “un pacto de impunidad” que estimula la repetición de crímenes atroces.

Ya en noviembre de 2013, Ordóñez, basándose en un informe emitido por la CPI, había adelantado sus críticas al marco jurídico del proceso de paz, por entender que va en contravía de los tratados internacionales firmados por Colombia sobre la aplicación de justicia a los responsables de crímenes de guerra, delitos de lesa humanidad y genocidios. En esa oportunidad destacó que existen 218 condenas al respecto. A comienzos de 2015, Ordoñez envió a la CPI un informe sobre desaparición forzada en el que reseñó hechos presumiblemente imputados a las Farc donde consta la existencia de 2.760 secuestrados.

También reiteró cuestionamientos a la justicia transicional acordada en La Habana, la ONG Human Watch Rigths (HWR) que, desde mayo de 2012, ha señalado que Colombia corre el riesgo de incurrir en “impunidad generalizada de delitos aberrantes”, cometidos por los actores del conflicto.

El representante de la ONU en Bogotá, Fabrizio Hochchild, ha rechazado las medidas de amnistía sea cual sea el nombre que se les dé: “Amnistía a crímenes de lesa humanidad no puede ser apoyada por las Naciones Unidas”.

Santos ha destacado el apoyo dado por la Unión Europea y la OEA y respondió a HRW que “no habrá impunidad y sí habrá verdad y reparación a la víctimas”, así como también que “para soldados y policías habrá régimen especial diferenciado, simultáneo, equilibrado y equitativo”, basado en el Derecho internacional Humanitario, en respuesta a otra de las inquietudes de HWR y agregó que “hay crímenes tan graves que ni la ley ni nuestra conciencia nos permiten amnistiarlos. Estos serán juzgados y sancionados”.

Hugo Machin
hugomachinfajardo@gmail.com
@hmachin

Uruguay