viernes, 19 de noviembre de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com VIERNES 19/11/2021

 


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TITULARES DE HOY - NACIONALES - 19/11/2021



SADIO GARAVINI DI TURNO: POLÍTICA, VALORES E IDENTIDAD


DOMINGO A. RANGEL: CIVILIZACIÓN CRISTIANA


JESÚS MATHEUS LINARES: 312 AÑOS DE LA CHINITA, “¡MILAGRO! ,¡MILAGRO!”


ESPECIAL DEL DOMINGO: LA ORQUESTA MAS GRANDE DEL MUNDO UNA REALIZACION DE LOS VENEZOLANOS PARA EL MUNDO


GIOCONDA SAN-BLAS: DEMOCRACIA BAJO ASEDIO

En pocos días, los venezolanos enfrentaremos una nueva elección, regional y local, para escoger nuestros representantes en gobernaciones, alcaldías, asambleas legislativas y concejos municipales. Con una oposición dividida, que además viene de arrastrar una política errada de negación del voto como instrumento principal en la lucha por el rescate de la democracia, tendremos que insistir en estos días sobre la necesidad de enfrentar al régimen a punta de marcar cada papeleta digital en la máquina de votación con nuestra opción contraria, que indique de manera diáfana nuestro rechazo al statu quo.

Que vivimos en dictadura lo sabemos. Lo ratifica Freedom House, esa organización que desde 1973 evalúa los derechos políticos y libertades cívicas alrededor del mundo. En su reporte 2021, de cuyo título me he apropiado para encabezar este texto, Freedom House evalúa el estado de la democracia en más de 180 países, y destaca que en los últimos 15 años Venezuela ha sufrido la pérdida de 40 puntos sobre 100, para ubicarse en apenas 28 tantos, por debajo de Islandia (96), Costa Rica y Canadá (87), Argentina (71), Brasil (64), Colombia (61) o México (60), ubicándonos más bien al fondo de la escala, en compañía de China (10), Irán (16), Cuba (21), Vietnam (22) o Arabia Saudita (24), en una vecindad que para nada nos enorgullece.

«Esperanzas rotas» es la expresión de Freedom House para calificar el descalabro sufrido por 6 países, de los que se esperaba en el pasado un avance sin pausa hacia sociedades cada vez más democráticas. Uno de ellos, lamentablemente, Venezuela. Y ahora la pandemia, con su terrible secuela de muertes, enfermedad y bancarrotas financieras, sumó también déficits democráticos, sobre todo «de Venezuela a Cambodia, cuyos gobiernos dictatoriales explotaron la crisis para aplastar a la oposición y fortificar su poder».

Si el siglo XX trajo un progresivo avance en la prevalencia de la democracia sobre otras ideologías (comunismo, fascismo, nacionalismos), el siglo XXI, por el contrario, es la historia en reverso. Así lo comenta Anne Applebaum, destacada periodista y analista norteamericana/polaca, autora de varios libros sobre la marcha de la democracia en el mundo, el más reciente, «El ocaso de la democracia. La seducción del autoritarismo». Relatando una historia para nosotros harto conocida y vivenciada, la autora describe a las autocracias de este siglo no como las encabezadas antaño por el muchacho malo que en solitario se alzaba con el poder, sino más bien como sofisticadas redes de estructuras financieras cleptocráticas, servicios de seguridad (militares, policías, grupos paramilitares) y agrupaciones fuera de la ley, redes que además enlazan con gobiernos similares, unidos por negocios y no por ideales, lo que Applebaum llama «Autocracy Inc.», asociación que otorga a sus miembros dinero, seguridad y sobretodo, impunidad.

De esa forma, «Autocracy Inc.» apoyaría al régimen: préstamos e inversiones petroleras de Rusia y China, negocio del oro con Turquía, consejeros cubanos en seguridad, y actividades ilegales para corromper a miembros de la nomenclatura con toda clase de lujos. Como si fuera poco, se aseguran entre ellos de ser nombrados en altos cargos de los organismos internacionales para socavarlos desde adentro. De otra manera ¿cómo se explica la presencia de China, Cuba, Pakistán o Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, países con amplias y documentadas falencias en la materia de dicho Consejo?

Hace medio siglo, Venezuela era tenida en el mundo como una democracia en ascenso, de la cual pudimos sentirnos orgullosos, sobre todo cuando nos comparábamos con las despiadadas dictaduras del sur del continente. Ahora, la evaluación sobre nuestro país viene dada por juicios tan duros como los expresados por la periodista al citar a Srđa Popović, biólogo y activista serbio por la democracia, quien ha bautizado como «Modelo Maduro» a los gobiernos autocráticos dispuestos a pagar el precio de convertirse en estados fallidos, aceptando colapso económico, aislamiento y pobreza masiva si eso se requiere para permanecer en el poder. Ejemplos de modelo Maduro, además de Venezuela: Siria y Afganistán.

Ante este panorama ¿vale la pena seguir luchando? Por supuesto que sí, más que nunca, porque si nos consideramos ciudadanos, debemos actuar como tales, lo que involucra, entre otras acciones, participar en la vida ciudadana a través del voto.

La democracia es una criatura frágil que no solo debe ser luchada para conseguirla sino, sobre todo, cultivada permanentemente para mantenerla, habida cuenta de las persistentes amenazas en su contra, o rescatarla cuando se nos escamotea, como es el caso venezolano. Un paso en este sentido será votar el 21 de noviembre.

Gioconda San-Blas
sanblas@gmail.com
@daVinci1412
@DiarioTalCual
http://giocondasanblas.blogspot.com
Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales,
Individuo de Número, Sillón XX
Caracas, Venezuela
acfiman.org

TRINO MÁRQUEZ: ¡A VOTAR CONTRA EL AUTORITARISMO!

Las elecciones del próximo domingo 21 de noviembre marcan el retorno de la mayoría de los opositores al camino electoral. No fue una decisión sencilla. Los dirigentes del G-4 y los grupos reunidos en torno de la antigua Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se vieron obligados a corregir las decisiones anteriores. 

Fraguar argumentos para justificar por qué no participaron en los comicios presidenciales de 2018 convocados por la Asamblea Constituyente presidida por Diosdado Cabello, ni en las legislativas de diciembre de 2020; pero, en cambio, sí acordaron hacerlo en las actuales elecciones regionales. Tuvieron que hilar fino para no quedar como incongruentes y oportunistas que dan saltos injustificados, como el ala más radical de la oposición los acusaba. Las interrogantes no eran sencillas de despejar.

Las votaciones a partir de 1999 –cuando el chavismo diseñó para la elección de los miembros de la Constituyente el kino que entubó a sus electores, permitiéndoles obtener más de 90% de las bancadas con sólo 56% de los votos- han estado rodeadas de ventajismo, violaciones al principio de representación proporcional, presiones y chantajes a los electores y, especialmente grave, parcialidad obscena de las máximas autoridades del Consejo Nacional Electoral. 

Además de este ambiente degradado, la oposición fomentó expectativas que no se vieron satisfechas. Las derrotas del referendo revocatorio de 2004, la pérdida de Henrique Capriles frente a Nicolás Maduro y el desconocimiento en la práctica por parte del régimen de la extraordinaria victoria en los comicios parlamentarios de 2015, promovieron el gusanillo del escepticismo y las dudas en relación con la eficacia del sufragio.

A la oposición democrática le costó entender que los regímenes autoritarios surgidos después del derrumbe del Muro de Berlín y la aprobación del Estatuto de Roma -cuando la violación de los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad pasaron a ser imprescriptibles- necesitan de las elecciones periódicas, no porque crean en ellas, sino porque así se maquillan de ‘democráticas’. Disimulan sus aristas más agresivas. 

Si esta realidad es comprendida, entonces puede asumirse sin complejos de culpa que donde ese modelo impere, los comicios nunca serán completamente justos, transparentes y competitivos, como ocurre en las sociedades democráticas genuinas. Ahora bien, esas limitaciones y distorsiones condenables no pueden convertirse en excusa para no participar en las elecciones convocadas por el grupo dominante, cuando el llamado va acompañado de algunas garantías consideradas mínimas. Es el caso de Venezuela.

Sería absurdo, por ejemplo, equiparar las votaciones del 7 de noviembre organizadas por la dictadura de Daniel Ortega con la consulta de las elecciones regionales venezolanas. En el caso de Ortega, se encarcelaron o secuestraron todos los aspirantes opositores. En Venezuela, con las limitaciones habidas, se les abrió la puerta a dirigentes ubicados sin atenuantes en la oposición -como Tomás Guanipa, José Manuel Olivares y Américo de Grazia-, para que vinieran a competir por gobernaciones y alcaldías. 

Esas diferencias de matices entre esquemas autoritarios deben considerarse en el análisis político. Aunque se parecen, los patrones de Ortega y Maduro no son iguales. Tampoco Venezuela es igual a Cuba, donde la oprobiosa tiranía de los Castro –que utiliza como fachada a ese fantoche llamado Miguel Díaz-Canel-, impidió la marcha pacífica de protesta prevista para el lunes 15 de noviembre.

Una de las vías para evitar que esos primos hermanos terminen siendo siameses, se pavimenta con la participación en los comicios y el uso del voto en cuanto instrumento de lucha y expresión del descontento popular. El chavismo-madurismo lleva más de dos décadas pervirtiendo el sufragio. Deformándolo y mediatizándolo. Inhabilita candidatos, proscribe partidos políticos históricos, promueve ‘alacranes’ y esquiroles, se hace el desentendido con agrupaciones que en pocos años adquieren un músculo financiero inusitado e inexplicable. Sin embargo, allí están las organizaciones políticas de mayor arraigo batallando por conservar su espacio y agrandarlo. Allí están también los ciudadanos sacudiéndose el pesimismo y el desgano. Diciendo que quieren elegir sus autoridades regionales y locales porque esas fueron conquistas de la sociedad civil hace tres décadas.

El domingo 21 de noviembre la concurrencia de los electores a los centros de votación no significará un cambio radical en la situación de miseria que vive el país. Pero, sí podría ser el comienzo de un nuevo ciclo de la lucha democrática y un mensaje al mundo de que los venezolanos queremos recuperar la libertad plena, deseamos revitalizar la descentralización, aspiramos a acompañar a los nuevos y viejos liderazgos que pugnan por sobrevivir, y estamos dispuestos a iniciar nuevas batallas con el respaldo de la comunidad internacional y la acumulación de fuerzas internas.

Hay que ir a los centros electorales porque para derrotar el autoritarismo y alcanzar nuevos logros, hay que aprovechar la herramienta más eficaz que poseen los ciudadanos en una sociedad que todavía no está envuelta en un indeseable conflicto bélico: el voto.

Trino Márquez
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Venezuela

JUAN GUERRERO: VOTAR ES FÁCIL, ABSTENERSE ES ALGO SERIO

Había dejado de escribir sobre política y sobre Venezuela y sus desgracias. Esta farsa electoral que contempla una puesta en escena, de la manera más primaria, primitiva y burda, le sirve al régimen totalitario venezolano para simular un ‘proceso de elecciones’ y para aparentar que existe una democracia.

Lo mismo realizó en Nicaragua, Daniel Ortega y su mujer, mientras sus esbirros secuestraban a los líderes opositorespara que no le hicieran sombra. Lo mismo tiene realizando la
revolución castrista en Cuba, desde hace poco más de 60 años.

Una de las principales estrategias del chavizmo ha sido el invento maquiavélico, tanto de ‘partidos y grupos políticos’como de ‘candidatos opositores’ que se presentan a esta parafernalia electoral.

No. No puede ser lógico afirmar que en Venezuela existe gobierno alguno, tampoco que este sea de tendencia dictatorial o acaso autoritario. Porque si esto fuera cierto, al menos se pensaría que es posible participar dentro de un esquema tradicional de ‘gobierno dictatorial’ establecido dentro de un Estado autoritario, pero Estado, al fin y al cabo. No. En Venezuela desde hace varios años la estructura de Estado republicano fue desmantelada. El Estado de Derecho, junto con sus instituciones, fue desplazado y en su lugar existen pequeñas facciones de grupos paramilitares,narcotráfico, guerrilla y grupos del terrorismo internacional que se han apoderado de esos espacios, mientras usan la fachada democrática para seguir en el poder de un territorio que alguna vez fue república, Estado y nación.

No. No puede afirmarse que dentro de este esquema de actuación bizarra del hecho político, real, evidente y practicado en la cotidianidad con una población sometida al empobrecimiento extremo (cerca del 92% de la población se encuentra en pobreza), se pueda afirmar que existen unas elecciones democráticas, libres y universales.

Ha sido relativamente fácil para el régimen totalitario del ‘carnicero de Miraflores’ organizar un simulacro electoral, fraccionando el universo político opositor, sea ilegalizando a los verdaderos líderes y partidos, encarcelando, persiguiendo o pactando con quienes se han prestado para semejante farsa circense.

Mientras una población acentúa su pobreza absoluta, el régimen avanza en su planificada estrategia totalitaria para ocupar todos los espacios de la vida ciudadana. Esto lo hemos venido indicando desde hace poco más de diez años: la ocupación del territorio venezolano, sean militares-policiales, sea por el paramilitarismo-narcotráfico-guerrilla-terrorismo internacional, es, hoy, un hecho cierto.

La actividad electoral cumplirá su cometidopolítico/militar. Se usará, tanto para mostrar al mundo que existe pluralidad ‘democrática’ y se apaciguará la moral política occidental, mientras que se dejarán ciertos espacios internos para colocar figuras ‘opositoras’ que jugarán con el poder real, pintando fachadas de estructuras derruidas, taparán ‘huecos’ de calles y avenidas, y el resto del tiempo, se diluirá entre forcejeos políticos de quienes serán impuestos como ‘protectores’ del régimen para fiscalizar a los supuestos opositores. (Acá debería escribir, ‘fin del comunicado’).

No nos engañemos. Votar en un régimen totalitario de izquierda, populista y terriblemente marginal, es cosa sencilla, fácil y donde no se asumen riesgos de ningún tipo. Difícil es abstenerse, por estos u otros principios, sobre todo ético/morales. Porque el discurso no parte de un hecho inusual, como, por ejemplo, votar en dictadura. No, en Venezuela se vive en un territorio ocupado militarmente, como ya lo hemos escrito, por fuerzas internas y externas. Es un territorio anarquizado, no es un Estado de Derecho. La propaganda del hampa organizada, del narcotráfico y demás grupos militares y paramilitares, ha diseñado muy bien sus discursos y tienen operadores políticos en los escenarios internacionales (Foro de Sao Paulo/Grupo de Puebla), que les replican, narran una y otra vez, los discursos sempiternos de ‘liberación de los pueblos’ o ‘contra el imperialismo’, para perpetuarse en el poder y acentuar la pobreza y el terror en países, como Nicaragua, Cuba o Venezuela.

Abstenerse de votar, en estas circunstancias, es una muestra de solidaridad con la causa de la libertad y la democraciavenezolana, y un hecho político concreto de rechazo a la miseria política y los políticos de pacotilla que sirven de comparsa en este circo electoral.

Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com
@camilodeasis
@camilodeasis1
Venezuela

SADIO GARAVINI DI TURNO: POLÍTICA, VALORES E IDENTIDAD

Desde el Renacimiento la idea fundante de la modernidad ha sido la creencia en el progreso continuo y constante de la humanidad, a través de la educación, la ciencia y la técnica. Sin embargo, en la llamada postmodernidad asistimos a la crisis de la idea del progreso y de la veneración del futuro. El pensador venezolano, nacido en España, Juan Nuño, nos advierte:” La metodología que sustenta la postmodernidad se alimenta de un doble postulado: anarquismo valorativo y pérdida de la conciencia histórica… 

El anarquismo valorativo lleva inevitablemente al nihilismo cultural:” Todo vale lo mismo” es la puerta abierta a terminar diciendo:” Nada vale nada”… El anarquismo valorativo propicia la relativización cultural”. 

Asistimos a la entronización del tiempo presente en una sociedad impregnada por un materialismo asfixiante, un hedonismo promiscuo y un egoísmo despiadado. Se trata de una sociedad caracterizada por el consumismo. 

Una cultura que identifica a la persona con lo que está en capacidad de procurarse para conseguir placer. El postmodernismo es la filosofía del consumismo, pero también de su antítesis, la reacción irracionalista. 

El politólogo Benjamin Barber dedica su libro “Mc World versus Jihad” al estudio de la interrelación entre el consumismo globalizante y hedonista (Mc World) y la barbarie irracional y tribalista (Jihad). Son las dos caras del mismo mundo. El primer imperativo de Mc World es crear y mantener los valores culturales necesarios para un creciente aumento del consumo material. Se fomenta el culto a la juventud y el infantilismo cultural. Se celebran la fuerza, el sexo y la violencia.

En relación a la Jihad, es necesario mencionar que el pensador que, en el mundo islámico, más influencia ha tenido y tiene en la formación de grupos como Al Qaida y el ISIL (sigla en inglés) por Estado Islámico en Iraq y el Levante, es sin duda Sayyid Qutb, activista de la Hermandad Musulmana egipcia. 

Después de dos años en Estados Unidos, Qutb regresó en 1948 a Egipto viendo a Occidente como un enorme burdel, totalmente contaminado por la lujuria, la codicia y el egoísmo “animales”. Si eso fue lo que vio en 1948, imagínense lo que pensaría si regresara ahora. Sodoma y Gomorra se quedarían cortas. 

Según Qutb, el mundo se salvará de la inmoralidad y de la desigualdad sólo si es gobernado por Dios y sus leyes. Pero la reacción contra el materialismo hedonista globalizante no está sólo en el mundo islámico. Putin en Rusia y buena parte de los líderes políticos en Europa Oriental, como los hermanos Kaczynski en Polonia y Orban en Hungría, para no mencionar al propio Trump en EEUU, también basan su popularidad en un nacionalismo que defiende los valores de la familia tradicional y la religión frente al globalismo, que fomenta en cambio una “corrección política”, llevada a veces a excesos francamente ridículos, como utilizar el término “ser procreador”, para evitar utilizar la palabra Madre. También los excesos grotescos de las fiestas del “orgullo gay, con niños disfrazados de condones y el feminismo más extremista de las llamadas “feminazis”, han creado las condiciones para una reacción conservadora.

Entre la idiotez consumista y el fanatismo bárbaro, debemos recuperar al ciudadano demócrata y responsable. Para eso es necesaria, particularmente entre la juventud, la relegitimación de la política como la actividad humana que, entre otras cosas, busca organizar la convivencia social, en función del bien común y de solucionar, sin matarnos, los conflictos inherentes a esa convivencia.

Sadio Garavini Di Turno
sadiogta@gmail.com
@sadiocaracas
@ElUniversal
Venezuela

DOMINGO A. RANGEL: CIVILIZACIÓN CRISTIANA

A días de las elecciones más frías del universo… en parte por las dificultades económicas y también por la falta de compromiso de los candidatos con programa alguno, con lo cual las promesas suenan cual perola vacía, regreso a escribir sobre cosas más importantes.

Una es la muerte de la civilización cristiana que en los últimos tiempos ha caracterizado Europa y los países que fuimos sus colonias y que culturalmente aún lo somos… como nosotros.
A esta altura la Conferencia Episcopal rebatirá este señalamiento con la asistencia a la misa dominical que por cierto viene en picada desde el siglo pasado… y también desde el norte lo podrán hacer con semejantes argumentos las iglesias reformadas que son base de la cultura yanqui.

Y no se trata de discutir si un fenómeno que tardó varios siglos en coger cuerpo, porque las ideas de Jesús poco influyeron en el imperio romano, si no se hace algo desaparecerá pronto aunque ese “pronto” no lo veremos.

Se trata de que las ideas de un Dios padre de todos… capaz de perdonar… y amante… a diferencia del Jehová busca pleitos… negador de otras divinidades y prometedor tierras ajenas a sus seguidores… ideas que por supuesto los romanos militaristas aunque civilizadores… no las predicaron… y que tarde cuajaron en lo que después llamamos Derechos Humanos… van pasando a un segundo plano. Y así el mundo vuelve al salvajismo de la Edad Media.

¡En todo lo que se llamó occidente se percibe hoy una caída en el apoyo a la democracia que por su carácter pacífico es cristiana a pesar de las Cruzadas y otros horrores… y a la par un ascenso al que nadie se opone… de las ideas autoritarias!

Por supuesto que eso nos afectará, pero quizás más correcto sea comentar la retirada de Ocariz… sin apoyar al otro de los 5 candidatos que la oposición inscribió en Miranda.

Sin embargo el tema es importante y uno es necio tanto como para ver que en la proliferación de partidos –el CNE insiste en que hay más de 100 lo que sería record Guinnes- sin ideología o programa por el cual los militantes se guían en sueños… luchas y concreciones… cualquier impostura impulsada por la desesperación y por la antipolìtica… puede prosperar.

Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR
Venezuela

JESÚS MATHEUS LINARES: 312 AÑOS DE LA CHINITA, “¡MILAGRO! ,¡MILAGRO!”

Cuenta la tradición zuliana que, a orillas del Lago de Maracaibo, mientras una humilde mujer anciana lavaba ropa, apareció una tablita, que ésta recogió y llevó a su casa, pasados algunos días, el 18 de noviembre de 1709, escuchó varios golpes en la pared de su vivienda sobre la que había colgado la pequeña tabla.

Al comienzo, hizo caso omiso a estos golpes, pero en la medida que eran cada vez más insistentes, decidió acercarse al lugar de donde provenían los golpes y se percató de que sobre la superficie de la tablita había aparecido la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, y brotaba de ella una luz brillante. Ante tal fenómeno, la anciana salió a la calle y comenzó a gritar: "Milagro, milagro".

Luego que la humilde anciana contó lo sucedido a los lugareños, estos comenzaron a venerar esta advocación de la Virgen. Pasado el tiempo, se decidió construir el Monumento a la Virgen en el lugar exacto donde se encontraba la casa de esta mujer, ubicada frente a la Basílica de la Virgen de Chiquinquirá. De ahí proviene el nombre de El Milagro a la actual avenida junto al Lago, donde estaba la casita de la lavandera.

Es por esa razón que el mes de noviembre es de especial significación para el pueblo zuliano, porque se llevan a cabo las celebraciones en honor de la Chinita, como se denomina cariñosamente a la guajirita o Virgen de la Chiquinquirá.

Durante estos días, la gaita suena con especial frenesí y alegría en todo el Zulia y otras regiones del país, incluso en el propio Vaticano. De las numerosas actividades en honor a la Virgen, la más impresionante es el llamado Amanecer Gaitero, donde el pueblo de Maracaibo se congrega en la madrugada del día 18 en la Plazoleta de la Basílica, para cantarle a la Chinita Las Mañanitas y el Cumpleaños Feliz.

La Feria se inicia con el encendido del alumbrado de la avenida Bella Vista de Maracaibo. En la noche del 17 de noviembre, en diferentes puntos de la ciudad de Maracaibo, se realizan los populares y tradicionales "amaneceres gaiteros", maratónicos conciertos que duran toda la madrugada, con gaitas zulianas con instrumentos tradicionales y característicos de la región, como furro, charrasca, cuatro, maracas y tambor.

El 18 de noviembre, día central de la celebración de la Virgen se oficia una celebración eucarística pontificia y se lleva a cabo la "procesión corta", que incluye un recorrido lacustre por todos los muelles de los principales puertos del estado. A la siguiente semana se realiza la conocida "procesión de la aurora", en la que se saca la imagen de la Basílica a las tres de la madrugada, para que reciba el día en la calle. Ese domingo, la imagen es subida de nuevo al altar.

Este año la celebración de la Feria estará enfocada en la Virgen, los amaneceres de ferias serán por parte de los empresarios y el sector privado. A pesar de las condiciones económicas del país habrá Feria, pero dentro de las actividades tradicionales, para que el pueblo pueda continuar celebrando.

La Virgen de la Chiquinquirá, la querida Chinita, protege desde su templo, hoy Basílica, al pueblo zuliano y a toda Venezuela, convirtiéndose en una de las manifestaciones religiosas con mayor arraigo y fervor popular.

¡Salve, Chinita de Maracaibo!.

Jesús Enrique Matheus Linares
jmateusli@gmail.com
@UranioMomoy
Caracas - Venezuela