martes, 8 de diciembre de 2015

CESAR MIGUEL RONDON, LAS LECCIONES DEL 6D

  Amanece un día distinto. Será porque no hay clases, será porque hay feriado bancario, será porque el país se trasnochó. En todo caso las calles bien tempranito estaban desiertas. No había ninguna turbulencia, no salió ningún “pueblo” a reclamar nada, el país amaneció en paz, muy en paz; me atrevo a decir que satisfecho, tranquilo y feliz.

El 6 de diciembre de 2015 pasará a la historia porque es la fecha en la que se la ha propinado la primera derrota contundente a esta pesadilla que hemos vivido los venezolanos llamada revolución bolivariana.

El pueblo salió a votar de manera masiva, tranquilo y en paz. Pero pasó el día a ciegas. Fue vergonzosa la cobertura que le dio la mayoría de los medios radioeléctricos a los importantes acontecimientos de ayer. Venevisión, por ejemplo, dio asco en sus transmisiones: un silencio total para lo que no fueran voces del oficialismo.

Pero los venezolanos se las arreglaron buscando en internet, en las redes sociales; y es de destacar la magnífica iniciativa de la sala de prensa de la Unidad, medios que permitieron llevar alguna información al pueblo, al país ansioso por saber lo que estaba ocurriendo.

Con el paso de las horas todo cambió. A las 3:43pm ya el Vicepresidente Arreaza se había delatado con un tuit que borró casi de inmediato: “Allende gobernó con mayoría opositora en el parlamento”. Era la primera confesión.

Después vinieron las medidas absurdas e ilegales, el desespero. La rectora Sandra Oblitas prorrogando inútilmente el cierre de las mesas porque ya todo estaba cantado.

Ocurrió entonces una intervención del general Padrino López. Flanqueado por el Alto Mando, destacó que el país había votado en paz, que el Plan República había hecho su trabajo y que ahora solo nos quedaba esperar por la señora Lucena. Fue un exhorto nada velado para que el CNE cumpliera, ya sin más dilaciones, con su responsabilidad.

Pasaban las horas y horas y eso que llaman el carómetro ya revelaba demasiado. Por fin, pasada la medianoche, se dijeron los primeros resultados en los que la MUD duplicaba la votación del PSUV. Se estima que la MUD puede llegar hasta 113 diputados, lo cual sería una mayoría calificada impresionante.

Ante esto, ¿cómo reaccionó el Presidente de la República? Da pena comentarlo, pero el presidente no estuvo a la altura de la lección cívica y democrática que dio el país. No puede decir Maduro que ganó la guerra económica o que ganó la contrarrevolución. Señor Maduro, por una vez en su vida ponga los pies en la tierra y asuma la realidad: ganó el pueblo, ganó la democracia.

Lo comentamos varias veces antes de la fecha electoral: usted, torpemente, convirtió esta elección en un plebiscito. Usted es el gran derrotado. Usted, Maduro, y todo lo que representa este proyecto. Así como gran derrotado es también Diosdado Cabello, el ya virtual ex presidente de la Asamblea Nacional.

Saliendo Cabello de la Asamblea vendrá otra radicalmente distinta. Una asamblea civil, nada cuartelaría. Una asamblea para debatir, para ponerle límites y controles a la desmesura del Poder Ejecutivo. Definitivamente vendrá una Venezuela distinta.

¿Qué lecciones nos quedan del día de ayer?

1.- Que nada sustituye al voto como verdadero instrumento de nosotros los ciudadanos civiles que somos mayoría. Nada por encima del voto, ni siquiera con las marramucias del CNE.

2.- Que intimidar, amenazar, no le cabe a un gobernante. El presidente y sus seguidores más cercanos no hicieron sino amenazar al venezolano, tratando de amedrentarlo e intimidarlo. A un pueblo no se le amenaza, porque un pueblo siempre sabe dar la cara. Esa es la verdadera victoria, esa es la verdadera lección.

Y 3: Democracia, democracia, democracia, solo así podremos poner orden de nuevo en el país.

Queridos venezolanos, comparto inmensamente esta mañana liviana y feliz. Que Dios nos bendiga a todos.

Cesar Miguel Rondon
cmrondon@gmail.com
@cmrondon
Miranda - Venezuela


http://www.cesarmiguelrondon.com/opinion-2/editoriales/las-lecciones-del-6d/

DESDE EL PUENTE OSWALDO ÁLVAREZ PAZ, COMENZÓ EL FUTURO

El pasado domingo 6 de diciembre pasará a la historia como el día en que Venezuela dio el paso más largo, en casi dos décadas, para restaurar la vida en democracia y libertad. Sin estridencias desde el sábado se sentía el ánimo contenido por la población concretado al día siguiente en una jornada electoral sin precedentes. Fueron superadas las expectativas más optimistas y enterradas definitivamente las pesimistas que nunca faltan.

Lo cierto es que la esperanza esta redoblada. La alegría es contagiosa. La nación entera recupera el optimismo con relación al porvenir mediato e inmediato. El trabajo que se avecina es enorme, pero hay con qué cumplir con las tareas con tanta y mayor fortaleza que la que se acaba de demostrar.
El triunfo aunque arrollador, no fue fácil. Hemos sido víctimas de un fraude general, un golpe de estado de ejecución progresiva, que debería haber desembocado en otro “triunfo” del oficialismo. Pero el desgate natural, más elevadísimas cuotas de ineficacia y corrupción reflejadas en escándalos inocultables, dejó al régimen desnudo ante un país harto, fatigado y dispuesto a poner las cosas en su sitio. La tarea empezó a concretarse con la elección de la nueva Asamblea Nacional. Aunque sin una guerra declarada no ha existido hasta ahora la tranquilidad necesaria para que el ciudadano común pueda vivir normalmente. Ha sido dicho que cada tiempo crea sus monstruos, pero también los instrumentos apropiados para derrotarlos. Esta gran derrota recibida y reconocida por el oficialismo, nos alegra y también nos preocupa en grado superlativo. Normalmente los vencedores también tienen muchas incertidumbres
Eso que llaman el alto gobierno cívico-militar, con la dupla Maduro-Cabello a la cabeza, tienen que comprender la inutilidad de sus pretensiones. No han sabido o no han querido verlo. Todos los días añadieron ofensas y desplantes contra quienes no han sido sus incondicionales sirvientes. Por ese camino agotaron la paciencia de la nación, incluidos quienes sin haber sido sus cómplices tampoco eran sus enemigos. Al igual que Chávez, también se enfermaron de tiranía. El abuso de poder no ha tenido límites. Lamentablemente hoy la dupla mencionada parece naufragar sedientos, delirando para justificarse hasta con su propia gente. No superarán esta crisis porque están enloquecidos. Han llegado a creerse el disfraz de cada día. No saben si son ellos o sus ropajes.
La tarea de la nueva Asamblea es enorme. El país está a la orden para cumplir con lo que a cada sector le corresponda.
Oswaldo Álvarez Paz
oalvarezpaz@gmail.com
@osalpaz
Desde El Puente Rafael Urdaneta
Prensa Alianza Popular

prensaalianzapopular@gmail.com

JESÚS ALEXIS GONZÁLEZ, PROGRAMA DE RESCATE ECONÓMICO EN 2016,

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), establece en su Artículo 136 el régimen del Poder Público Nacional conforme al principio de la separación orgánica de poderes al indicar que “cada una de las ramas tiene sus funciones propias”; al tiempo de otorgarle una primacía a la Asamblea Nacional (AN) al atribuirle la potestad de remover los Magistrados del TSJ (Art. 265), al Contralor General de la República, al Fiscal General de la República, al Defensor del Pueblo (Art. 279), y a los integrantes del Consejo Nacional Electoral (Art. 296). De igual modo, le Corresponde a la AN establecer las líneas rectoras del régimen económico, consagrar los derechos económicos de los ciudadanos y delimitar el ámbito de participación del Estado en la vida económica, enmarcadas en el conjunto de normas constitucionales que regulan los aspectos económicos del desenvolvimiento nacional consagradas en la denominada Constitución Económica (CE).

Es de relevante obviedad, la interdependencia que existe entre el derecho, la política y la economía lo cual repercute sobre el obligante funcionamiento adecuado de la AN habida cuenta que la CRBV responde a una neutralidad política y por tanto no le corresponde establecer modelo económico alguno o una orientación política-económica, siendo entonces una tarea eminentemente legislativa en aras de definir lineamientos concretos apuntalados por las bases jurídicas constitucionales que debe desarrollar la AN hasta establecer la orientación política-económica del Estado; en un todo de acuerdo con lo establecido en la Jurisprudencia del Máximo Tribunal de la República en sentencia del 15/12/1998 donde reconoce el carácter neutral de la CRBV al señalar que “la Constitución Económica, entendida como el conjunto de normas constitucionales destinadas a proporcionar el marco jurídico fundamental para la estructura y funcionamiento de la actividad económica, no está destinada—salvo el caso de las constituciones socialistas de modelo soviético—a garantizar la existencia de un determinado orden económico, sino que actúan como garantes de una economía social de mercado, inspirados en principios básicos de justicia social y con una “base neutral “que deja abiertas distintas posibilidades al legislador, del cual sólo se pretende que observe los límites constitucionales”. (Las negrillas son nuestras).
De armónica complementariedad, es lo referente al principio de subsidiariedad que justifica la intromisión del Estado en la vida económica dejando claro que le es vedado hacer todo lo que los particulares puedan hacer con su propia iniciativa; o lo que es lo mismo, la intervención estatal en la economía debe restringirse a aquellas actividades en las que la iniciativa privada sea insuficiente o para complementarla. Ha de quedar entendido, que no se pretende minimizar la presencia del Estado en el escenario socioeconómico, lo que se aspira es reafirmar la autoridad del Estado en sus funciones soberanas propiciando su eficiencia en el cumplimiento de los roles que les son esenciales; en fin el Estado no puede acaparar las iniciativas individuales y colectivas, sino por el contrario debe restringirse a complementarlas.
La CRBV, no define rígidamente un régimen socioeconómico especifico en aras de evitar dogmatismos ideológicos en cuanto a los roles que deben ejercer en la economía tanto el Estado como el mercado, siendo que en su Exposición de Motivos hace referencia a un equilibrio entre Estado (la calidad de su actuación) y mercado (medio para satisfacer las necesidades colectivas) a la luz de la armonía entre eficiencia y justicia económica. El incumplimiento por parte del Poder Ejecutivo de este espíritu constitucional, ha devenido en que Venezuela será la economía del mundo que sufrirá la mayor contracción económica en 2016, con alta posibilidad de experimentar un crecimiento negativo del 6% induciendo mayores desequilibrios externos, con el agravante que el país ha de desembolsar unos $ 15.800 millones  en pagos de deuda hasta finales de 2016 en un contexto mundial de precios del petróleo donde el crudo venezolano experimentará una tendencia a la baja (el 04/12/15 cerró en $ 34,05/b, un 68% menos que el promedio 2013); siendo entonces previsible que experimentemos en el lapso 2016-2018 una severa crisis económica que obligará a instrumentar desde principio del venidero año un programa de equilibrio que permita, por una parte, “sobrevivir” mientras se combate la inflación, la escasez y el desabastecimiento, y por otra parte, proporcionar el marco jurídico fundamental para la estructura y funcionamiento del proceso económico.
Tan dramática situación que se visualiza a partir de 2016, hace impostergable la instrumentación de medidas económicas de carácter estabilizador que emanen de un profundo examen de economía política (estudio del efecto de la política gubernamental sobre la economía) al tiempo de estar basadas en la austeridad y en la reducción de los controles y regulaciones sobre la economía, en simultaneidad con la reducción tanto del tamaño del Estado como del intervencionismo gubernamental en aras de estimular el crecimiento económico con la activa participación del sector privado en el marco de una economía social de mercado. Asumimos como urgente y necesario, la puesta en marcha de un Programa de Rescate Económico basado en, al menos, los siguientes objetivos: A.- Estimulo al crecimiento económico, sustentado en la iniciativa privada nacional y extranjera; B.- Instrumentación de un plan contra la inflación, so pena de superar el 300% en 2016; C.- Flexibilización del control de cambio—y eliminando su enfoque político-partidista—como condición para atraer inversiones domésticas y extranjeras; D.- Un estricto cumplimiento del ámbito institucional ( “reglas de juego”); E.- Establecimiento de un tipo de cambio único con flotación “sucia”—intervención circunstancial del Banco Central de Venezuela (BCV)—dentro de un escenario condicionado al comportamiento del mercado; F.- Instrumentación de una racional reestructuración del gasto público, que incluya de manera fundamental una reducción severa en la emisión de dinero inorgánico; G.- Lucha contra la corrupción como condición para rescatar la ética y la moral del entramado burocrático, en pro de generar un clima de confianza; y muy importante: H.- Restituir con la inmediatez posible la autonomía al BCV (separarlo de las “garras” del Poder Ejecutivo) en aras de retornarle su rol de ente rector de la política monetaria y cambiaria.
Reflexión final. Asumiendo que el mejor mensaje electoral es la ejecución de un buen gobierno, quedó demostrado en la elección parlamentaria del 06/12/205 (cerca del 67%  a favor de las oposiciones  en cuanto a los votos válidos) como una evidente opinión de insatisfacción. Es de urgencia para Venezuela, que tanto el Poder Público (en especial el Poder Ejecutivo) como el Poder Legislativo coloquen, con interés compartido, el oído en posición de escuchar al ciudadano; en caso contrario la potencial crisis que se avecina en 2016—salvo la instrumentación de un Programa de Rescate Económico—obligará a la elevación del tono de voz por parte del pueblo (pueblo somos todos) para exigir se revierta la aplicación de obsoletas, populistas, fracasadas y dogmáticas ideologías del pasado.  
Jesús Alexis González    
jagp611@gmail.com     
@jesusalexis2020

Miranda - Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, PRIMITIVISMO POLÍTICO, PIDO LA PALABRA, VENTANA DE PAPEL,

Las sociedades se construyen a partir de su integración y participación en el rumbo a seguir. Antonio José Monagas
PRIMITIVISMO POLÍTICO

La política tiene múltiples definiciones. Todas ellas elaboradas a la luz de consideraciones ideológicas o de motivaciones inspiradas en comparaciones con circunstancias de la vida real, en experiencias de quienes se pasearon o pretendieron hacerlo por el ejercicio de la política, o en utopías moldeadas al  calor de expectativas. Tan prolífica ha sido la política al momento de explicarse, que ha dado lugar a innumerables escritos recogidos en libros, revistas, opúsculos y hasta por enciclopedias especializadas. Desde Aristóteles hasta la actualidad, la política ha sido comentada por innumerables autores dada su capacidad para justificar no sólo la vida misma. También, sus implicaciones en el contexto de las realizaciones, proyectos, propuestas y empeños que se plantea el hombre en el transcurso de su crecimiento ético, moral y emocional. Asimismo, en su discurrir social, económico, político, cultural y hasta biológico.

En virtud de lo anteriormente expuesto, luce conveniente asentir un concepto que, aún cuando no del todo elaborado, persigue una orientación un tanto sencilla pero que contribuye a hacer translúcida la racionalidad que determina toda decisión que asume el hombre en provecho de su vida. Dice este concepto que “política es el ámbito racional en el cual adquiere sentido, razón, comprensión y significación los actos que llevan al ser humano a actuar conforme a los intereses y necesidades que determinan las preferencias u opciones que se traza en términos de su vida”. Dicho enunciado, hace ver que por encima de toda intención que manifiesta el hombre como reflejo de la dinámica de vida que adopta, pasa por el tamiz de los intereses o necesidades que configuran el abanico de consideraciones inmediatas a elegir o seleccionar entre otras que tiene presente.

En el fragor de tan intenso andar, es natural que muchos problemas se interpongan entre las situaciones que definen el punto de partida y el lugar de llegada del proceso a emprender. Es cuando los asedios, las amenazas, las tentaciones o entuertos de cualquier tenor provocan fracturas, retiradas, traiciones o intrigas que terminan convirtiéndose en improvisaciones. Incluso, en conflictos cuyo niveles de procacidad lleva a paralizar cualquier intención de desarrollo o progreso implícito. Aquel aforismo según el cual hasta los conflictos son capaces de animar cambios en los procesos que fundamentan la construcción de una nación, debe tenerse presente. Particularmente, cuando se trata de indicarle la dirección y velocidad a todo esfuerzo que encara el desarrollo económico y social que exigen las nuevas realidades.

Lo contrario, significa avivar el retroceso de situaciones formuladas como parte del abanico de ofertas que es propio del proselitismo político que incita al populismo. En estos casos, los problemas surgen cuando las incompetencias coinciden con las aberraciones que se dan toda vez que intenta actuarse a favor de ideologías que plantean revertir lo que socialmente se ha alcanzado luego de transitar crudos capítulos de una historia política de convulsiones y desventuras.

Esto no quiere decir que la vida política debe ceñirse a meras contemplaciones. Es imposible condenar al hombre a resignarse por las sacudidas que recibe de la vida. Entender que el ser humano crece y se desarrolla a expensas de lo que es capaz de alcanzar, es reconocer su condición política por encima de todo. Por eso desafía todo cuanto le impide lograr sus propósitos. Y es la razón por la cual se arroga la mayor libertad posible para hacer valer su parecer en medio de cualquier situación. Las sociedades se construyen a partir de su integración y participación en el rumbo a seguir. Así se afianzan lazos de tolerancia, respeto, justicia y cooperación.

Pensar de manera diferente, es simplemente estancar el progreso que caracteriza el devenir al que aspira toda sociedad en virtud de su trascendencia. Es cerrar el camino a las libertades que afianzan la democracia. Es incitar respuestas o reacciones de insurgencia cívica que sólo apuntan a descalabrar la sociedad sin mediar otra realidad que no sea la violencia. Es acoger una postura achacosa ante los abusos cometidos en nombre de un engolado poder político. Es por analogía, la regresión a niveles inferiores de un comportamiento político que pone al descubierto una aguda dicotomía entre lo moderno y lo primitivo. Es la exacta representación del Estado populista a diferencia del Estado civilizado. Es lo que define al primitivismo político.

VENTANA DE PAPEL

LIBERTADES QUE PESAN

Indiscutiblemente el hombre nació para vivir en libertad. No obstante, las realidades dicen otra cosa. Sobre todo, cuando se desenvuelve en ambiente caracterizados por la opresión o en lugares donde se conculcan derechos que permiten desempeños o acciones. Aunque limitadas por leyes que regulan naturalmente arbitrariedades que violenten los derechos del otro. Sin embargo, hablar de libertades obliga a precisar ciertas consideraciones.

En principio, no todas las libertades son iguales. Las libertades tienen distintos rostros. Pero lo importante de ello tiene que ver con que cada acepción o lo que sus lecturas interpretan, se halla subordinada por la razón. La razón que anima a discernir entre el poder y el deber. En todo caso, es libre quien apegado a la razón actúa de conformidad a sus necesidades e intereses. Y aún así, no siempre toda persona se permite lo que a conciencia y responsablemente puede o debe emprender.

Acá, la autoridad se convierte en un factor de amenaza o de obstáculo a derechos  que exaltan y exhortan libertades. Por ejemplo, lo que refiere a libertades políticas tan fundamentales para la vida del hombre. O a libertades económicas. También, a libertades religiosas o cuando la ética y la moralidad frenan o inhiben acciones que atentan contra los derechos de otros. O contra la institucionalidad establecida. Contra la soberanía, o en perjuicio de simbolismos o forzados convencionalismos decretados bajo la coerción de un régimen político que confunde medios con objetivos, o recursos con necesidades. No sólo la libertad se construye desde la interioridad de cada persona. Es también, la libertad que política, social y económicamente es estimulada por factores externos vinculados a esas mismas causales.

Las libertades además se estiman desde la concepción y praxis que caracteriza al Estado en particular. Advertir problemas que resultan de la no independencia de los poderes públicos. O de la falta de transparencia de una gestión de gobierno. O de la forma que utiliza un gobierno para imponer sus controles o mecanismos de adaptación de funciones a las exigencias del modelo económico imperante. O al equilibrio pretendido ante coyunturas específicas.

Son todas estas realidades constituyen formas de demostrar el grado de libertad a partir del cual un Estado se plantea canales para movilizar sus ejecuciones y comedir sus intenciones ante los problemas que le depara la incertidumbre. Son libertades cuyo costo político, económico y social no siempre se ve compensado por decisiones de carácter populista. Éstas, lejos de alcanzar su demagógico objetivo, fungen de rémora o de tranca a necesidades clamadas popularmente. En lo puntual, puede decirse que son libertades que pesan.

“No sólo son las ideologías las que determinan el rumbo que marca el devenir de una nación. También son las capacidades de sus gobernantes para comprender las realidades en función de las necesidades e intereses que, basadas en las circunstancias, van adquiriendo distintas formas en el tiempo”. AJMonagas

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas

Merida – Venezuela

ALBERTO ARTEAGA, LA NUEVA ASAMBLEA NACIONAL


Una nueva Asamblea Nacional, con renovada correlación de fuerzas, tiene un serio compromiso con el país, siendoarteaga así que se trata del poder que tiene en sus manos la responsabilidad de la representación popular, con la encomienda de dictar normas generales para regir la vida ciudadana, cuya efectiva aplicación define el Estado de Derecho, gobierno de las leyes y no de los hombres. Pero, además, la Asamblea ejerce el control sobre el gobierno y la administración pública Nacional como exigencia de la necesaria limitación en un sistema presidencialista proclive al abuso del poder.

Estas funciones, disminuidas o anuladas en un escenario legislativo de control mayoritario por el oficialismo, deben ser rescatadas y efectivamente ejercidas, además de constituirse el Parlamento, efectivamente, en el más legitimo representante de la voluntad popular, no simplemente mayoritaria, sino plural y respetuosa de todas las tendencias que se mueven en la colectividad. Aunque esto no lo compartan muchos, como dice Ferrajoli, la regla máxima de la convivencia social no es que se debe decidir sobre todo por mayoría, sino que no se puede decidir sobre todo ni siquiera por mayoría.

En los últimos años, estas funciones del Poder Legislativo han sido desvirtuadas, renunciando la Asamblea a sus tareas de legislar, recurriendo a la vía excepcional de las leyes habilitantes, que han dejado en manos del Ejecutivo la facultad de dictar decretos-leyes, inclusive en materias que le están absolutamente vedadas, como la normativa penal, quedando en manos del Presidente la libertad de los ciudadanos, lo cual es absolutamente inaceptable en un Estado de Derecho y de Justicia.

Por otra parte, la tarea de control de la Asamblea se ha visto totalmente disminuida y ha sido prácticamente inexistente, ante la solidaridad automática con las actuaciones del Ejecutivo, sencillamente ratificadas sin objeción alguna.

Sin duda, después de amargas y duras experiencias que llegaron hasta el extremo de no participar en elecciones de la Asamblea o del desconocimiento de la voluntad popular por la exclusión arbitraria de diputados, en franca violación a la inmunidad parlamentaria que en otras épocas fue respetada a tal punto que su proclamación tuvo el efecto de un indulto popular, hemos tomado conciencia de la importancia del Poder Legislativo, el cual se debe constituir en factor fundamental para la estabilidad democrática, en garantía de respeto al pensamiento plural y elemento que ponga límites al ejercicio abusivo del poder, en beneficio de toda la colectividad.

La nueva Asamblea tiene muchos retos y compromisos. Entre los más importantes: velar y hacer lo más serios y eficaces esfuerzos por contribuir a sentar las bases de un sistema judicial realmente autónomo e independiente, entre otras cosas, a través de la depuración de los procedimientos para designar al Tribunal Supremo de Justicia, la precisión de los requisitos para ser magistrado y las limitaciones de normas que han excedido las previsiones de la Constitución; controlar el uso de los recursos públicos; iniciar y llevar a cabo investigaciones objetivas e imparciales que conduzcan, en definitiva, al rescate de los dineros públicos desaparecidos y que den lugar a los procesos que deben llevarse a cabo en los tribunales ordinarios; legislar sobre la descentralización de las prisiones, mandato constitucional que abrirá el camino hacia la verdadera reforma penitenciaria; y algo que constituye una exigencia colectiva, en aras de la reconciliación, como lo es dictar, de inmediato, como prioridad, una Ley de Amnistía que ponga fin a la injusta prisión, persecución y exilio de un numeroso grupo de venezolanos cuyo único “delito” ha sido disentir y su condición de activistas políticos, hoy imputados, acusados o condenados sin fundamento alguno, ni en los hechos ni en el derecho.

Una nueva Asamblea, que también podrá decidir sobre los restantes poderes públicos, sin duda contribuirá a recordar la advertencia severa del Libertador: “Huid del país donde un solo hombre ejerza todos los poderes: es un país de esclavos”.

Alberto Arteaga Sanchez
aas@arteagasanchez.com
@ArteagaSanchez
Miranda – Venezuela

–PUBLICADO EL 7/12/15 POR ANA FORERO EN EL ESPACIO DE MIS AMIGOS 
http://www.cesarmiguelrondon.com/opinion-2/el-espacio-de-mis-amigos/la-nueva-asamblea-nacional-alberto-arteaga/

DIARIO EL TIEMPO, EDITORIAL: VENEZUELA Y LA ESPERANZA, DESDE COLOMBIA

Corresponde al chavismo y a la oposición realizar el cambio que exigieron millones de ciudadanos.

Las urnas hablaron en Venezuela, y de qué manera. En una pacífica fiesta de civismo y democracia, y con una participación récord para unas elecciones legislativas (75 por ciento), los venezolanos eligieron el domingo los 167 diputados que se encargarán en los próximos cinco años de las leyes de su país. Es un escenario inédito, pues es la primera vez desde que el chavismo llegó al poder, en 1999, que se enfrenta a un parlamento opositor y en medio de una desestabilizadora crisis económica, de la que aún no se ve el fondo.

Por eso, en millones de venezolanos el sentimiento que predominaba era el de la esperanza. Esperanza en que los esfuerzos conjuntos, tanto de chavistas como de opositores, saquen adelante la economía de la nación, y esperanza en que la polarización que por años ha golpeado desde los núcleos familiares básicos abra paso a una visión menos ideologizada y más racional de una nación que necesita reformas urgentes y atinadas. Es claro que como van, van mal.

La amplia victoria de la oposición, que cuando escribimos estas líneas reclamaba la mayoría calificada (más de 111 escaños, es decir, los 2/3 de la cámara única), es un mensaje directo de cambio para el gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien reconoció la derrota y prometió revisiones en la ‘revolución’, pero sigue tercamente anclado a la versión de que los males que azotan a su país tienen que ver con lo que retóricamente llama la “guerra económica”.

Esa actitud irreflexiva de culpar a los demás (a Estados Unidos, a los empresarios, al contrabando desde Colombia, al paramilitarismo...) no ayuda al propósito nacional de superar el mal momento. El reconocer que en la paliza que le propinaron al oficialismo en las urnas tiene mucha relación con el ‘voto castigo’ puede ser un buen principio de redirigir el rumbo ante un panorama incierto y caótico. Habrá que ver.

De otra parte, el desafío para la oposición no puede ser menor. Si avasallaron en las urnas, no pueden hacer lo mismo con el chavismo, pues eso sería cometer los mismos errores que tanto criticaron de Maduro y su corte. La misión inicial debe ser enrumbar la economía para sacar la cabeza del fondo de la crisis y, por otro lado, crear las condiciones mínimas para cohabitar con los otros poderes públicos, dominados por la revolución bolivariana, para no caer en choques de trenes desgastadores o que se termine propiciando la polarización. En Venezuela se impone una línea de diálogo y concertación.

Por eso cayeron tan bien las sensatas palabras del líder de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) Jesús ‘Chuo’ Torrealba en el discurso de celebración, en las que aseguró que la victoria no dará pie al revanchismo. Y si la idea de la oposición es encaminar el país hacia una transición, pues deben propender a que sea lo menos traumática posible, ya que desconocer la fuerza del chavismo basados en el traspié del domingo sería cometer un error memorable. En eso no se pueden equivocar. Del triunfalismo nada queda.

El hecho es que estamos ante un cambio de era en la Venezuela de Bolívar, de Chávez, de Maduro, de Lilian Tintori o de Henrique Capriles. De la inteligencia y buen tacto político de chavistas y opositores dependerá el futuro de los más de 30 millones de venezolanos. Es un momento histórico. Esta nación no aguanta más desastres.

http://www.eltiempo.com/opinion/editorial/venezuela-y-la-esperanza-editorial-el-tiempo-8-de-diciembre-de-2015/16451718
editorial@eltiempo.com

HAROLD ALVARADO TENORIO, PARA BOTAR A SANTOS, CASO COLOMBIA
































Harold Alvarado Tenorio
Harold Alvarado Tenorio



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@arquitrave
Colombia

ALFREDO M. CEPERO, BASTA YA DE FARSA, PARTIDO DEMOCRATA SECUESTRADO POR LA IZQUIERDA.

Así como ha transformado a su partido, esta nueva guardia demócrata se propone como última meta despojar de sus valores tradicionales a la sociedad norteamericana y transformarla desde sus mismos cimientos en una sociedad de lacayos y parásitos de un estado todopoderoso.

A medida que nos acercamos a las controvertidas y cruciales elecciones generales del 2016, la izquierda que ha secuestrado al Partido Demócrata durante más de cuarenta años ha echado mano a sus armas tradicionales del subterfugio y de la mentira. Todo comenzó cuando el Partido Demócrata postuló en 1972 al amigo y admirador de Castro, George McGovern, para enfrentarlo a Richard Nixon. McGovern era tan fanático de la izquierda que ni siquiera las bases de su partido salieron a votar por él. El resultado fue una soberana pateadura en que Nixon le ganó 49 de los 50 estados de la Unión, dejándole a McGovern el premio de consuelo del ultraizquierdista estado de Massachusetts y el oscuro Distrito de Columbia, donde se encuentra ubicada la ciudad de Washington.
A partir de ese año comenzó un prolongado período de deterioro de la ideología política del partido. El secuestro fue perpetrado por hombres como el ya mencionado McGovern, Frank Church, Jimmy Carter, Christopher Dodd, Michael Dukakis, Al Gore, Jr, John Kerry y Barack Obama. Los Clinton han sido una anomalía de camaleones políticos que han funcionado dentro de esa izquierda pero no tienen ni ideología definida ni principios sólidos. La transformación ha sido tan radical que ninguno de los antiguos pilares del partido como Tip O'Neill, Henry Jackson, Sam Nunn, John Kennedy, Lyndon Johnson o Bob Graham sería postulado en estos momentos por el Partido Demócrata.
Así como ha transformado a su partido, esta nueva guardia demócrata se propone como última meta despojar de sus valores tradicionales a la sociedad norteamericana y transformarla desde sus mismos cimientos en una sociedad de lacayos y parásitos de un estado todopoderoso. Algo así como la Cuba castrista a la que Barack Obama se ha empeñado en prologarle su miserable vida. Podría muy bien decirse que estos sujetos odian a la nación individualista, dinámica y pujante que ha creado más riqueza que ninguna otra en la historia de la humanidad, se ha convertido en imán para todo el que busca superarse por su propio esfuerzo y ha liberado al mundo de los horrores del nazismo y de la amenaza del comunismo internacional. La propia Michelle Obama lo admitió públicamente cuando, con motivo de la elección del Mesías, declaró: "Esta es la primera vez que me siento orgullosa de mi país". A confesión de parte relevo de pruebas.
Como buenos discípulos de Saul Alinsky, las armas que utilizan estos fanáticos para implementar su modelo vitriólico y demagógico son, entre otras, la manipulación de una ciudadanía indiferente a los asuntos políticos y la difamación de sus adversarios ideológicos. Pasemos revista a algunas de esas armas.
La falacia de la "guerra contra las mujeres" es el instrumento para asegurarse el apoyo mayoritario del segmento más numeroso de la población norteamericana. Les prometen el acceso a altos niveles gerenciales, el aumento de beneficios laborales y medios gratuitos de deshacerse del hijo indeseado a cambio del voto incondicional. Las dos primeras promesas no son cumplidas ni siquiera al personal de la misma mansión ejecutiva. Y, en el caso de la última, la verdadera guerra no es la de los republicanos contra las mujeres sino la de los demócratas contra las criaturas más indefensas de la creación divina, los no nacidos.
El apoyo incuestionable al movimiento racista de "las vidas negras importan". Un movimiento surgido con motivo de supuestos abusos de los departamentos de policía de la nación contra los ciudadanos de raza negra. Sin dudas hay policías abusadores y racistas pero son la minoría dentro de esos cuerpos. La mayoría son los que se juegan la vida para proteger a la ciudadanía contra la violencia de los delincuentes y de los terroristas. Las vidas negras si importan pero también importan las vidas blancas, las vidas amarillas, las vidas cobrizas y las vidas azules de los policías. Y para vergüenza de los demócratas, cuando el candidato presidencial Timothy O'Malley se enfrentó a unos manifestante diciendo"todas las vidas valen" se creó tal tormenta política dentro del partido que tuvo que pedir excusas y retirar su afirmación.
La teoría aislacionista y suicida de que "los Estados Unidos no pueden ser los policías del mundo". Como si los enemigos de este país dejarían de pronto de odiarlo y atacarlo cuando los norteamericanos ignoraran la guerra y la barbarie desatados por ellos contra otros miembros de la raza humana. El problema está en que, una vez destruidos los otros, el próximo paso sería la destrucción de los Estados Unidos. Un mundo en convulsión es un peligro real y presente no sólo para la seguridad nacional de los Estados Unidos sino para los intereses comerciales de este país. Para hacer la paz, como para hacer la guerra, hacen falta dos partes y la que se opone a nuestra cultura sigue atacando, aún sin ser provocada. Así lo hizo recientemente en Francia, en Turquía, en San Bernardino y en Mali como antes lo hizo contra las Torres Gemelas del Centro Mundial de Comercio, en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001. Debemos de tomar una página de León Trotsky cuando dijo: "Aunque no busques la guerra, la guerra te busca a ti". Obama parece no haberlo leído.
La afirmación demagógica de que la riqueza concentrada en pocas manos es una injusticia que tiene que ser reparada con su distribución por el gobierno. Pero el resultado no previsto e indeseado es que, cuando el gobierno distribuye a capricho la riqueza producida por los ciudadanos, los productores dejan de producir y los receptores que no la produjeron la dilapidan y se convierten en parásitos del estado. Cuando matas la consabidagallina con los huevos de oro se acaba la comida para todo el mundo.
La falsa premisa de que un cierre de las fronteras discrimina contra unos seres humanos que vienen en busca de libertad a los Estados Unidos. Todo esto, sin tener en cuenta los perjuicios al nivel de vida de los ciudadanos norteamericanos y el peligro a la seguridad nacional. Desde un punto vista de científico, la inmigración debe ser catalogada en inmigración que contribuye al desarrollo de una nación e inmigración que resulta una carga para ese desarrollo. Pero la izquierda demócrata no parece estar interesada en el bienestar y la seguridad nacionales sino en el número de futuros votantes que los favorezcan en las urnas.
La patraña de que las armas en manos privadas son la causa de la proliferación de asesinatos y masacres. La realidad es quién mata no son las armas sino los locos, los terroristas y los criminales. Como bien dijo el pasado fin de semana el Senador Ted Cruz: "Los ciudadanos respetuosos de la ley no deben de ser desarmados sino garantizarles el derecho a esas armas para que se defiendan de los delincuentes".
La utopía de que el gobierno tiene la obligación de garantizar un servicio de salud gratuito a todos los ciudadanos. Un gobierno que ha desfalcado el seguro social, canibalizado el medicare, negado asistencia médicas a sus veteranos y es incapaz de hacer funcionar el servicio de correos mucho menos está capacitado para la enorme tarea de operar con eficiencia un servicio nacional de salud. Si alguien tuvo alguna vez una duda de lo que digo sólo tiene que mirar el desastre en que se ha convertido el Obamacare.
El oprobio de que las iglesias cristianas tienen que abdicar de sus principios morales y sus enseñanzas ancestrales para satisfacer el mandato del gobierno en materia legislativa. El mejor ejemplo es el mandato dentro de Obamacare de que los centros religiosos proporcionen servicios de aborto en el seguro de salud de sus empleados. Este es un verdadero "caballo de Troya" con el que la izquierda se propone acumular poder sustituyendo al Dios creador y misericordioso con el dios explotador y tiránico del estado.
La hipocresía de que llamar "terrorismo islámico" a las masacres perpetradas por creyentes de la religión musulmana es discriminar contra una comunidad pacífica.Según el diccionario de nuestra lengua, terrorismo es dominar por el terror y terrorista el que lo practica. Quien tenga dudas de que el propósito de ISIS, Al Qaida y Boko Haram es infundir terror en sus víctimas tiene que hacerse un "tune-up" del cerebro. Y cuando en medio de su orgía de sangre ese terrorista grita "Alá es grande", se está identificando a propósito como un musulmán, no como un cristiano, un judío o un budista. Luego el terrorismo es islámico y, como tal, debemos llamarlo por su nombre. No hacerlo es perder la batalla antes de empezarla.
Así las cosas, en este 2016 tenemos que elegir a un presidente que llame a las cosas por su nombre y que tenga el coraje de gobernar para bien de todos, sin dar preferencias a sus aliados políticos o sucumbir a sus intereses electorales. Que en el mismo momento de su toma de posesión diga basta ya de farsas. Lo que está en juego es la supervivencia de este gran experimento democrático comenzado en Filadelfia en el verano de 1776.

Alfredo Cepero
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Director de www.lanuevanacion.com
Estados Unidos

GUSTAVO PARDO, VENEZUELA; RETOS Y RIESGOS DE UN PAIS EN TRANSICION. DESDE ESTADOS UNIDOS

Con satisfacción y alivio, acabamos de conocer los resultados de las elecciones Parlamentarias en la hermana republica de Venezuela. Efectivamente, hasta el momento, la oposición se ha alzado con 99 de los 167 asientos del Parlamento, pudiendo preverse que alcance 10 o 12 más[i]. Aunque las fuerzas democráticas han obtenido un sonado éxito, el camino de los cambios están preñados de un sin número nada despreciable de escollos.

Para lograr desmontar y revertir el malévolo proyecto totalitario Castro-Chavista-Madurista, se requiere seguir una hoja de ruta que involucrará a los nuevos asambleístas en numerosos y  sensibles aspectos nacionales e internacionales. Naturalmente, la prioridad del nuevo Parlamento ha de encaminarse a revertir las causas internas que han originado el actual estado caótico que vive la nación venezolana[ii].

Al respecto, veo cinco aspectos esenciales que requieren de la atención inmediata del Poder Legislativo:

Liberación inmediata de todos los presos políticos
Restablecer la libertad de expresión e información
Devolver a sus legítimos propietarios las propiedades confiscadas
Garantizar la libre de empresa y la economía de mercado.
Liberar a Venezuela del mandato de La Habana.
Aunque es previsible que todos y cada uno de estos aspectos choquen con la oposición del Ejecutivo y sus seguidores; dicho objetivo se puede alcanzar, siempre y cuando los parlamentarios opositores mantienen su unidad.  Precisamente, el aspecto unidad, será el talón de Aquiles que los partidarios del castrismo pretenderán atacar por todos los medios y recursos a su alcance.

Previéndose que para lograr neutralizar y hasta revertir los resultados electorales, estos diabólicos personajes no dudaran en utilizaran factores tales como la Contrainteligencia, tentadoras ofertas para corromper asambleístas; y, cuando esto no funciona, el asesinato.

La victoria de las fuerzas opositoras venezolanas tiene enfrente una esperanzadora oportunidad de colocar a Venezuela:

Entre los países mas prósperos del planeta
Continuar su tradición democrática
A liderar la lucha por democracia continental.
¡Hermanos venezolanos, la Nueva Venezuela, puede contar con el apoyo irrestricto de los demócratas cubanos! 

[i] De mantenerse la tendencia que ha marcado el proceso electoral.

[ii] Debe dejarse en claro que las relaciones entre la Cuba de los Castros y la Venezuela de Maduro no puede considerarse de fondo internacional tras 17 años de control absoluto en los cuales el llamado ¨Socialismo del siglo XXI” convirtió a Venezuela en una colonia de la dinastía Castrista.

Gustavo Pardo
masonhabana78@yahoo.es
@GustavoPardo18

Estados Unidos

LUIS MANUEL AGUANA, MÁS ALLÁ DEL 6D

No. No voy a adentrarme en las normales disquisiciones de adivinadores que predicen quien saldrá vencedor en la próxima elección, ni analizar en esta oportunidad que podría hacer o no el régimen el 6D, más aún en ésta ocasión en particular donde podrían estarse jugando la supervivencia. Quisiera ir más allá de eso. El 6D se ha convertido, querámoslo o no, en un plebiscito y muchos dicen que de allí devendrá el futuro de Venezuela.

He conversado con algunos amigos que solo esperan el resultado del próximo domingo para, en caso de ser desfavorables a la oposición, hacer maletas y salir definitivamente de Venezuela. Son de respeto esas posiciones si vienen de algún profesional ajeno a la actividad política que lo único que quiere es una mínima estabilidad para poder hacer su trabajo en paz, cosa que se les ha negado. Pero para aquellos que nos hemos tomado el cambio político del país como una causa de vida, la cosa es completamente diferente; seguiremos aquí sin importar que suceda.

El régimen ha sido responsable del mayor éxodo profesional de Venezuela que se haya conocido en nuestra historia (ver Roberto Smith Perera, “De los 1.5 millones de emigrantes venezolanos, 98% tiene estudios de maestría/PhD” en  https://twitter.com/RobertoSmithP/status/619934672869556224) por lo que el 6D luce determinante en la profundización de la crisis o en el comienzo de su recuperación, de acuerdo a la percepción que la población tenga acerca de si las soluciones comenzarían con un triunfo político de la oposición oficial.

Sin embargo, creo que no es tan simple el panorama como lo pintan mis amigos. En Venezuela solemos ver por encima los problemas y creer masivamente en que las cosas son blancas o negras. En este caso que con un triunfo opositor, el día siguiente no habrán colas para comprar comida, o bien que con un fraude del régimen Venezuela se acabará ese día. Es que somos así, y no será ni lo uno ni lo otro.

Después de 17 años de castro-chavismo- madurismo aun el venezolano común no percibe el verdadero fondo el problema sino sus consecuencias. La claque que creó al fenómeno Chávez aun esta allí y sus principales exponentes, al menos la mayoría de ellos, están aun vivitos y coleando y -¡oh sorpresa!- todavía compitiendo por puestos en el Parlamento. Pero como deseamos “salir” de las consecuencias de lo que hicieron en el pasado, que no es otra cosa que la creación de los engendros que surgieron a partir de 1992, hay que votar con el pañuelo en la nariz por ellos. ¿Es esa la Venezuela que queremos? Pues no es la que yo quiero.

Algunos de ustedes me dirán que esa es “la política”, que así funcionan las cosas aquí. Y yo tercamente insisto que tiene que haber algo mejor que eso para nosotros. Tal vez les sorprenderá esto pero debo decir, a riesgo que consideren que  atento en contra de un posible triunfo opositor, que lo importante no es lo que pase el 6D sino lo que pasará después de esa fecha. ¿Por qué digo eso? Porque solo en la actitud de los principales protagonistas del 6D se decidirá la suerte, no la de los venezolanos, sino la suerte de esa gente, la principal responsable de la aparición del fenómeno Chávez en Venezuela. Me explico mejor.

En el escenario triunfador que todos esperan, la dinámica política a la que nos tienen acostumbrados indica que ese resultado generará una suerte de movimiento para “la próxima elección” donde ustedes verán luego de unos meses a aquellos diputados más votados buscando ser Gobernadores para diciembre del 2016, abandonando las curules que ahora les piden a ustedes a gritos. La excusa será la de siempre: hay que “ganar espacios” porque ahora “somos mayoría”. Eso es un espejismo que no apunta a resolver el problema estructural y que denota una clase política bien alejada de comprender la anomia que vive el país.

Y recuerden, aquí de lo que se trata es de que las cosas CAMBIEN. Que exista un compromiso opositor verdaderamente serio de cambio del sistema político, tal y cual ellos firmaron el 23 de julio de 2015, donde hubo un acuerdo de la MUD de encontrar una solución constitucional al problema castro-chavista-madurista durante los primeros seis meses del año que viene, y eso debiera ser la exigencia fundamental de aquellos que estarán votando este domingo en ese plebiscito. Si no se da eso nos habrán engañado una vez más.

Por otro lado, en el escenario de la trampa fraudulenta del régimen y la aceptación de tal cosa por parte de una oposición oficial complaciente (escenario conocido por los venezolanos en más de una elección) no veremos más que la profundización del estado de pobreza y desolación al que ya estamos acostumbrados. De hecho ya el Ilegitimo nos amenazó con eso. Y en ese escenario veo aun mayor la inestabilidad del régimen, no solo por la estruendosamente grave situación económica del país sino porque con eso deciden el 6D su “autosuicido” -CAP dixit- al cortarse toda posibilidad de supervivencia al declararse abiertamente tramposo y paria ante la comunidad internacional.

En ambos escenarios, no se habrán resuelto las cosas y se le habrá mentido de nuevo a la población al decirles a los venezolanos, tanto de la oposición oficial como del régimen, que sus problemas al menos se aliviarán después del 6D. Allí veríamos la realidad de los reyes desnudos del Parlamento. ¿Qué hacer?

Para un importante preso político del régimen, Venezuela no está polarizada sino secuestrada por dos minorías, el gobierno y su oposición oficial. Este razonamiento merece una nota completa, pero no entraremos en eso ahora. Solo veremos que si sumamos a los partidos y esa oposición, la suma es menor que quienes no giramos bajo ninguna orbita. De acuerdo a la Encuesta Nacional Ómnibus de Datanalisis julio-agosto 2015, el 57,2% se declaran independientes versus 17,7% de la oposición y 18,4% del gobierno. Y si sumamos 1,1% los que no saben, más el 3,9% de los que no contestan, estamos hablando de 62,2% de la población que no tiene vinculación partidista alguna.

De allí entonces que seamos el resto de los venezolanos no vinculados políticamente a ningún partido político quienes debemos decidir qué hacer con nuestro país, por una razón muy importante: somos la mayoría. Somos la sociedad civil no partidista. ¿Y cómo se canaliza tal mayoría? Eso estará por verse de acuerdo al desarrollo de los acontecimientos más allá del 6D.

Si los partidos y su dirigencia insisten en no sintonizarse con el clamor evidente de la población de un cambio de 180 grados en sus ejecutorias, entonces sucumbirán al tsunami que necesariamente deberá llevárselos junto con el régimen. Tal vez eso sea la oportunidad de la extirpación definitiva del cáncer político que se originó mucho antes de 1998, y que produjo esta metástasis castro-chavista-madurista que sufrimos ahora con gravedad extrema, con el consecuente nacimiento de algo nuevo. Si no se extirpa el cáncer primario del organismo político, los venezolanos nunca podremos comenzar a combatir esa metástasis en toda su extensión. Quiera Dios que cualquier cosa que ocurra el 6D nos permita la oportunidad para iniciar eso…

Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana

Caracas - Venezuela 

CLAUDIO FERMÍN, VOTAR PARA CAMBIAR

Si le parece que plantones de varias horas para comprar leche, azúcar, pañales o granos, es bueno para su familia, entonces usted debe votar por los candidatos del gobierno a la Asamblea Nacional.

Esas colas existen porque no hay producción. Fincas, industrias e inversiones en general se han venido abajo. El gobierno ha expropiado haciendas, intervenido galpones, impedido importación de semillas, repuestos y diversidad de insumos sin los cuales no es posible sembrar, criar, ensamblar ni fabricar bienes.

No se consiguen cauchos para automóviles, repuestos para tractores, baterías ni empacaduras, engranajes y otros repuestos menores. Están parados miles de autobuseros y taxistas, carros particulares, como también está paralizada la industria aeronáutica. Son pocos los aviones que brindan servicio en el país.

La política de encarecer el dólar mediante el monopolio que el gobierno tiene de ese bien, ha sido respaldada por la mayoría parlamentaria del gobierno. Los venezolanos comunes y corrientes no tienen acceso a comprar dólares para viajar, para equipar empresas, para dotar clínicas y servicios de salud, o para ahorrar.

En cambio, hay dólares en abundancia para que funcionarios del gobierno asistan a cumbres diplomáticas, hagan turismo en congresos y encuentros políticos que ningún beneficio reportan al país.

Esos diputados del gobierno han respaldado las expropiaciones, confiscaciones y otros modos de intervención que han disminuido la propiedad privada, la cual vive amenazada. Abusan de su poder cerrando comercios e industrias, imponiendo multas, penalizando a empresarios que terminan quebrando y abandonando sus actividades.

Maduro hace lo que le viene en gana porque cuenta con una Asamblea Nacional dócil e irresponsable.

Si usted cree que está bien que los jueces mantengan prisioneros por años sin abrirles juicio o que dicten sentencias que Maduro y otros comisarios políticos les ordenan en grosera intervención de la justicia, entonces no tiene por qué votar por el cambio.

Si, por lo contrario, usted considera urgente corregir el funcionamiento de la economía y sacar a los tribunales de la oscura corrupción en que se encuentran, entonces vote para que una nueva Asamblea Nacional presione, mediante leyes y controles, para reorientar a Venezuela. 

Claudio Fermin
claudioefm@gmail.com
@claudioefermin
@claudiocontigo

Caracas, Venezuela