sábado, 30 de mayo de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, DOMINGO 31/05/2020

MIBELIS ACEVEDO DONÍS, LA COSECHA DEL MIEDO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 10 minutos
La historia da cuenta de sus efectos en la polis: el miedo quebranta la resistencia, arrebata anclas a la psique, nos supedita al insano vaivén de la incertidumbre. Frente a tales tarascas, no extraña saber de sociedades que se han dejado deslumbrar por las ficciones suicidas que les ofrecen presuntos salvadores, duchos en estrujar la ansiedad de la multitud devenida en rebaño. Es la ruta que va del miedo espontáneo –como el que desata la pandemia- al miedo reflejo, condicionado; ese que hace que los demonios internos tomen el control, que cunda la sospecha, que la supresión del di... más »

VICENTE BRITO: LA SOCIEDAD CIVIL DA LA CARA Y ASUME SU ROL CIUDADANO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 17 minutos
Los últimos análisis de opinión publica realizados por distintas organizaciones que se especializan en estudiar tendencias de aceptación popular, indican que existen cuatro instituciones nacionales que superan el 50% de aprobación popular; estas evaluaciones incluyeron a mas de 30 organizaciones que conforman el ámbito político, social, económico y también las que integran el estamento del Estado Venezolano. Estas instituciones son en este orden: Primero, la iglesia que supera el 70% de aprobación y credibilidad. La segunda, está conformada por las universidades. Tercero, los estu... más »

CARLOS PADILLA, EL CAMINO POPULISTA Y CÓMO TOMAR LA RUTA DE LA CIVILIZACIÓN

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 23 minutos
Ya el inicio de la ruta populista nos es conocida y su finalidad también. La base del guion. es “ser rico es malo” y el todo para quienes practican el populismo es hacerse ricos ellos. No voy a mencionar a los populistas de este siglo, y de los pasados, pues tengo la seguridad de que todo el mundo sabe quiénes son y más o menos a cuánto asciende su exorbitante riqueza personal. de la cual disfrutan ellos y sus allegados. Los populistas como flautistas de Hamelín entonan la melodía de la demagogia, de pan y circo, ofreciendo villas y castillos a los desposeídos para luego hace... más »

AURORA LACUEVA, MAESTRAS Y MAESTROS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 46 minutos
En estos días he estado pensando en mis maestras y maestros, con quienes cursé la primaria en Caracas hace ya bastantes décadas. Cierto que mayoritariamente sus clases eran lo que podríamos llamar “tradicionales”, pero ahora valoro rasgos de mis docentes que entonces daba por sentados: casi nunca -por no decir nunca- dejaban de asistir a su aula, una vez allí estaban pendientes de que tuviéramos trabajo que hacer, y su trato hacia nosotros era considerado. Un caso especial fue el maestro Enrique en segundo grado: el último día de la semana lo cerraba contándonos cuentos. A todos no... más »

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, ATRAGANTADOS DE “INFORMACIÓN”

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 54 minutos
En medio de tanta información, el riesgo a desorientarse no siempre es una variable cuyo manejo depende de quien se interesa en tener algún conocimiento en torno al problema foco de interés. Estas situaciones, lucen bastante delicadas. No sólo por el peligro que implica cautivar la atención de personas carentes de la formación y conciencia necesaria para entender debidamente la información revelada. También, por el caos que puede generar si además, la información transcrita no es cierta. O peor aún, si encubre alguna intención capaz de deformar la realidad en cuestión. O que de otra... más »

FRANCISCO POLEO, CONSECUENCIAS DE LA CHAPUZA MERCENARIA, INFORME POLÍTICO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
La aventura de los mercenarios en Venezuela ha logrado desviar la atención del problema determinante: la salida del poder del régimen de Nicolás Maduro. Con la renuncia de los dos asesores de Juan Guaidó que montaron la chapuza, podemos dar por concluida la polémica interna en el gobierno legítimo venezolano. Una serie de eventos desafortunados crearon esta que ha sido la primera gran crisis interna en el equipo de Guaidó. Ciertamente ha habido otros sacudones -el ingreso de la ayuda humanitaria, los eventos en Cúcuta y la insurrección del 30 de abril del 2019-, pero ninguno de est... más »

RAYZA E. GONZÁLEZ , HISTORIA DEL HOMBRE QUE INVENTÓ LA HARINA PRECOCIDA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 2 horas
En el año 1954 se presentó por estos lares un ingeniero venezolano, inteligente, acucioso, que había estudiado en Chile entre 1925 y 1929, y se había graduado de ingeniero mecánico. Se trata de Luis Alberto Caballero Mejías, inventor de la harina precocida de maíz… Sí, la que se conoce en Venezuela desde hace más de 50 años para la elaboración de nuestra rica arepa. Caballero Mejías nació en Caracas el 12 de diciembre de 1903. Como había trabajado en la Escuela de Artes y Oficios de la nación austral, a su retorno a Venezuela trae la idea, y funda la Escuela de Artes y Oficios de ... más »

JOSÉ ANTONIO GIL YEPES, ECONOMÍA DE BAJO CONTACTO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 2 horas
La economía que surgió con la cuarentena por el coronavirus se caracteriza no sólo por desacelerar la actividad económica sino también porque cualquier actividad que aspire a reactivarse necesita ser una “Low Touch Economy” o economía de bajo contacto para protegernos del contagio mientras no se descubra un tratamiento eficaz o la vacuna. Es muy importante desarrollar estas prácticas, sobretodo para quienes creemos que no podemos atacar la enfermedad sin atender, simultáneamente, la necesidad de la mayoría de los habitantes de la tierra de “salir a trabajar para ganarse el sustento... más »

JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ, DERROTEMOS EL MAL GOBIERNO CON RESILIENCIA Y COGOBIERNO SOCIAL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 2 horas
Es urgente unirnos para Salvar a Venezuela y Derrotar el Mal Gobierno con Resiliencia y Cogobierno Social, que ponga fin a la pobreza, malos gobiernos, malos servicios públicos, hiperinflación, escases de producción, corrupción prolongada en toda la administración pública, el tráfico de droga, clanes de testaferros, familiares y enchufados sin moral y ética dañando todo y no aportan nada al desarrollo social. El significado de la resiliencia. El término resiliencia es probablemente uno de los que más ha crecido en las últimas décadas. El término resiliencia procede del latín, de r... más »

MIBELIS ACEVEDO DONÍS, LA COSECHA DEL MIEDO

La historia da cuenta de sus efectos en la polis: el miedo quebranta la resistencia, arrebata anclas a la psique, nos supedita al insano vaivén de la incertidumbre. Frente a tales tarascas, no extraña saber de sociedades que se han dejado deslumbrar por las ficciones suicidas que les ofrecen presuntos salvadores, duchos en estrujar la ansiedad de la multitud devenida en rebaño. Es la ruta que va del miedo espontáneo –como el que desata la pandemia- al miedo reflejo, condicionado; ese que hace que los demonios internos tomen el control, que cunda la sospecha, que la supresión del distinto se juzgue como necesaria, que la mira del afectado se disloque y a cuenta de la percepción de la propia impotencia, acepte la rendición heteronómica.

Mandones, agitadores de oficio, fanáticos y otros devotos de la antipolítica encuentran allí un envión favorable a sus juegos. Penosamente, a merced del pánico generalizado cebando expectativas cada vez más desfiguradas (vórtice donde se juntan tristeza y alegría inconstantes; el “miedo al dolor” y la “esperanza de placer”, dice Spinoza, pasiones que dominan nuestro intercambio) esas descolocadas audiencias suelen acabar solicitando ternuras a sus verdugos.

Las mismas trochas llevaron al poder a más de un autócrata en el pasado. Y por ellas siguen cruzando los neo-populistas de estos tiempos, prestos a asaltar la magullada consciencia colectiva: tanto resucitadores del zombi socialista como ultranacionalistas, fachos antiglobalización, xenófobos, patrocinadores de muros, vendettas y reverdecidos feudos; normofóbicos y enemigos de las instituciones democráticas, mandones variopintos pero emparejados a santo de sus modos. Por sus lenguas desatadas los conoceréis.

Lo cierto es que del miedo -dispositivo que también está en la base de la supervivencia, una manifestación de esa paradójica impulsividad que distingue al hombre hobbesiano- no podemos prescindir tan fácilmente. Es temor a recibir daño, también, lo que mueve al hombre a ser lobo del hombre, y lo que lo llevaría al mismo tiempo a aceptar el terror despótico. Sabiendo entonces cuánta anomia y desintegración puede anunciar su desbordamiento, ¿qué cabe esperar de un país donde la población se debate entre el natural miedo a morir, y el miedo a seguir viviendo en las peores circunstancias posibles?

Para nuestra tragedia, la de Venezuela ha sido una sociedad crónicamente aterrorizada. Lo fue antes, cuando a merced de la deletérea prédica de “notables” (zancadilla que Carlos Raúl Hernández bien bautiza como la “traición de las élites”) y la embestida contra un sistema que, irónicamente, habilitó la difusión de las mismas ideas que lo crucificaron, se despachó la ocasión de enderezar esa democracia de la que la revolución se sirvió, y que deshizo. Lo fue después, sometida por el chantaje que aplicó un Leviatán que no escatimó en recursos -los de la nación- para garantizar que el proyecto del caudillo contase con mansos adeptos, votantes seducidos por la oferta del “mar de la felicidad”, clientes amenazados por la horrorosa exclusión. Y lo es ahora, sometida por la degradación y la mengua, víctima del clima de inseguridad perenne que a conveniencia fragua un Estado autoritario, ahora en plan de “nueva normalidad vigilada”; una sociedad emplazada por el discurso extremista que la obliga a elegir entre uno y otro bando, azotada por el latiguillo del “estás conmigo o estás contra mí”. Esto, mientras más de un venezolano atrapado por su aciaga circunstancia, se pregunta ante la cámara que lo interpela si la opción es no estar: no estar en lo absoluto.

El lado más acre de la angustia colectiva –y, admitámoslo, no han sido pocas ni leves las razones para experimentarla- estriba justamente en la sensación de la pérdida del autocontrol. Cosa fatal: pues sin autocontrol, sin noción cierta de autonomía, la condición de ciudadanía también boquea. Es este el terreno ideal para la instalación de certezas invalidantes: “solos no podemos”, el rival “es invencible”, “nada de lo que hagamos cambiará las cosas”, todo eso que lleva a concluir que de la piadosa gestión del mundo depende salir del propio infierno. Un locus de control externo en el que también se agazapa, claro está, la obvia subestimación de la acción política.

Las resultas de ese pensamiento hoy nos abofetean: un gobierno impopular manda, atropella, corta cabezas, reprime, encaja bruscos jabs, hace planes a largo plazo, se mueve a sus anchas sabiendo que no encontrará ningún contendor en el ring doméstico. Desde la pendenciera ágora virtual, entretanto, el brío de una oposición invertebrada apenas se percibe. Una respuesta reducida a amenazas sin posibilidad de concreción atornilla todavía más la parálisis, el círculo vicioso del miedo.

¿Cómo zafarse de lo que parece ser una astilla hondamente clavada en nuestro ethos social? ¿Cómo rehabilitar el conatus colectivo, el potencial de una ciudadanía que desde hace rato trajina con ese espanto que la condena a su propia anulación? Ante el esguince de base, el liderazgo civil no puede darse el lujo de seguir extraviado en su propio terreno. Si partimos de la cruda certeza spinoziana de que cuando "la multitud acepta ser conducida como por un solo espíritu, no lo hace bajo el mandato de la razón, sino por la fuerza de alguna pasión común", habría que convenir en la necesidad de dotar de renovado sentido, de virtud democrática, de credibilidad y propósito nítido, de “razón apasionada” a esa conducción.

Nada fácil, sabiendo cuánto desmedro exhiben hoy las no menos acoquinadas fuerzas democráticas. Aceptar la desventaja, sin embargo, obliga a abordar el problema con criterio descarnadamente realista: y a actuar distinto, para ser distinto. Recordemos a García Pelayo cuando habla de las condiciones que todo político debe dominar: saber qué se quiere, qué se puede, qué hay qué hacer, cuándo hay que hacerlo y cómo hay que hacerlo. Sin consciencia de la finalidad, de la posibilidad; sin conocimiento de la instrumentalidad, sin sentido de la oportunidad y de la razonabilidad trabajando en sintonía con el potencial de situación, la cosecha del miedo seguirá siendo una promesa.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal

VICENTE BRITO: LA SOCIEDAD CIVIL DA LA CARA Y ASUME SU ROL CIUDADANO

Los últimos análisis de opinión publica realizados por distintas organizaciones que se especializan en estudiar tendencias de aceptación popular, indican que existen cuatro instituciones nacionales que superan el 50% de aprobación popular; estas evaluaciones incluyeron a mas de 30 organizaciones que conforman el ámbito político, social, económico y también las que integran el estamento del Estado Venezolano.

Estas instituciones son en este orden: Primero, la iglesia que supera el 70% de aprobación y credibilidad. La segunda, está conformada por las universidades.  Tercero, los estudiantes y de cuarto, la empresa privada. Entre todas,  las tres últimas superaron el 50% de aprobación.  Lo que  nos indican el alto grado de apoyo popular alcanzado por quienes han sostenido posiciones en defensa del interés nacional y del común de los ciudadanos.

Los recientes documentos presentados por la Conferencia Episcopal y el grupo conformado por Fedecámaras, Centrales Obreras y Gremios de Profesionales. Son coincidentes en el reclamo necesario de lograr soluciones inmediatas a la complejidad política, económica y social que nos envuelve, en tan precaria incertidumbre en que nos encontramos y que afecta nuestra forma de vida.

Estas instituciones representan a la mayoría de las principales organizaciones que conforman la sociedad civil nacional y hacen vida activa en el acontecer del país. Estos documentos presentados a la opinión nacional en las últimas horas plasman el sentimiento mayoritario de los ciudadanos que reclaman a viva voz soluciones inmediatas a sus limitaciones y a la evidente desmejoras que han tenido las familias; agravada aun mas por la falta de propuestas o alternativas viables por los responsables de la conducción publica.  Donde solo se observa un elevado crecimiento de los niveles de confrontación y de diferencias que lucen insalvables.

Las últimas encuestas indican que un 80% de los venezolanos manifiestan algún tipo de desacuerdo con el momento actual en que nos encontramos y solicitan urgentes soluciones. Los elevados niveles de incertidumbre y carencias nos afectan a casi el 95% de la población Venezolana. Incluye a todos los niveles sociales de las clases E, D, C y B;  solamente el 5% de la clase A no luce afectada por las limitaciones que desmejoran al resto del conglomerado nacional.

Es por ello necesario que estos magníficos y representativos documentos presentados por las principales organizaciones civiles del país, sean atendidos y reciban la correcta respuesta a sus observaciones.  Una expresión genuina de la gran mayoría de los ciudadanos.

Sigamos el ejemplo de quienes en representación de la sociedad civil asumen su rol cívico y dan la cara por nosotros.

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.

CARLOS PADILLA, EL CAMINO POPULISTA Y CÓMO TOMAR LA RUTA DE LA CIVILIZACIÓN

Ya el inicio de la ruta populista nos es conocida y su finalidad también.  La base del guion.  es “ser rico es malo” y el todo para quienes practican el populismo es hacerse ricos ellos. 

No voy a mencionar a los populistas de este siglo, y de los pasados, pues tengo la seguridad de que todo el mundo sabe quiénes son y más o menos a cuánto asciende su exorbitante riqueza personal.  de la cual disfrutan ellos y sus allegados.

Los populistas como flautistas de Hamelín  entonan la melodía de la demagogia, de pan y circo, ofreciendo villas y castillos a los desposeídos para luego hacerlos sus esclavos y dependientes de mendrugos, que les entregan con criterios de escasez, para solventar medianamente sus necesidades básicas y de seguridad conculcando la libertad, la igualdad ante la ley, la fraternidad y el bienestar, igualando a las poblaciones. en la base de la pirámide social y manteniéndose ellos en la cúspide del disfrute de todas las prebendas que les proporciona el poder, constituyendo oligarquías depredadoras de la riqueza que pertenece a la colectividad ante un país quebrado. 

Mientras más necesidades insatisfechas tengan los pobladores los controlaran mejor teniéndolos como prisioneros de una esperanza de satisfactores que nunca llegan. pues si llegaran dejarían de generar la obediencia que hace fuertes a los opresores que recurren a la represión ante quien se atreve a levantar una voz de protesta. El populismo es el sendero por el cual toman los que juegan con las necesidades de las gentes prometiendo demagógicamente hasta lo que es imposible de lograr aprovechándose de la miseria y bloqueando la racionalidad para imponer así la dictadura. 

La salida del populismo la consiguen los ciudadanos construyendo una república, originada democráticamente, conservándola y defendiéndola de sus degeneraciones, con una clara división de poderes autónomos y en sinergia con un poder ejecutivo limitado por un estado de derecho que genere un camino a los emprendedores hacia una descentralización responsable y autónoma. 

Se que hay muchos que pensamos así, pero " cada cabeza es un mundo", cada cual tratando de abrirse camino en solitario, sin darnos cuenta que solo uniéndonos en una sola fuerza coaligada  podremos logar  nuestros ideales de bienestar en libertad. 

Estas ideas están dirigidas a todos los que desean acercarse a mis modestas letras pero especialmente a quienes identificándose como liberales, por autodenominación  o por planteamientos, creen fementidamente que son especiales y de un estrato de singularidades. A ellos, que afortunademente son pocos, les pedimos que se den cuenta del error en que están inmersos. 

Me despido de mis amables lectores con la expresión final con la cual cierra sus notas Raul Amiel,   "Y recuerda… Ciudadano en acción. ¡Juntos es mejor!"

Carlos Padilla 
carpa1301@gmail.com 
@carpa 1301 

AURORA LACUEVA, MAESTRAS Y MAESTROS

En estos días he estado pensando en mis maestras y maestros, con quienes cursé la primaria en Caracas hace ya bastantes décadas. Cierto que mayoritariamente sus clases eran lo que podríamos llamar “tradicionales”, pero ahora valoro rasgos de mis docentes que entonces daba por sentados: casi nunca -por no decir nunca- dejaban de asistir a su aula, una vez allí estaban pendientes de que tuviéramos trabajo que hacer, y su trato hacia nosotros era considerado.

Un caso especial fue el maestro Enrique en segundo grado: el último día de la semana lo cerraba contándonos cuentos. A todos nos encantaba esa hora, nos congregábamos cerca de él y escuchábamos atentamente. Enrique había emigrado de un país abatido por la pobreza y la opresión: su vida no debía de haber sido fácil, pero él se mostraba siempre afable.

En tercer grado empecé a necesitar lentes y quien se dio cuenta fue la maestra, ella se ocupó de alertar a mis padres sobre un problema que no era pequeño. Su hermana, la maestra Pilar, fue mi docente al año siguiente.

Recuerdo que en la fiesta de Navidad se me dañó con algún líquido el suéter, y cuando mi papá me vino a buscar la educadora se nos acercó presurosa para explicarle que no había sido mi culpa, sino resultado involuntario de juegos entre niños. ¿Qué le hizo tomarse esa molestia? Supongo que quiso evitarme un castigo. Ella no sabía que ese riesgo con mi papá era nulo.

Regularmente llegaba a mi escuela la revista Tricolor, con sus temas de historia, geografía, cuerpo humano, animales y plantas. Siempre había algún poema para nosotros, escrito por una maestra: Morita Carrillo.

Hoy, nuevas generaciones de docentes siguen allí, educando a niñas y niños, velando por ellas y ellos. Las y los docentes organizan y propulsan el trabajo pedagógico, a la vez que aseguran que resulte continuo y sistemático. Son figuras de las más cercanas a la infancia y de influencia decisiva en su desarrollo. ¡En sus manos hay tanto! Preocupa ver como su profesión se desvaloriza día a día en nuestro país.

Es urgente que, en medio de la crisis que vivimos, el Gobierno dirija a este sector políticas económicas y sociales especiales. Porque ¿qué futuro nos espera si no cuidamos a nuestro magisterio y no lo apoyamos para una mejor labor?

Aurora Lacueva
lacuevat@hotmail.com
Aurora Lacueva
@AuroraLacueva
@UNoticias

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, ATRAGANTADOS DE “INFORMACIÓN”

En medio de tanta información, el riesgo a desorientarse no siempre es una variable cuyo manejo depende de quien se interesa en tener algún conocimiento en torno al problema foco de interés. Estas situaciones, lucen bastante delicadas. No sólo por el peligro que implica cautivar la atención de personas carentes de la formación y conciencia necesaria para entender debidamente la información revelada. También, por el caos que puede generar si además, la información transcrita no es cierta. O peor aún, si encubre alguna intención capaz de deformar la realidad en cuestión. O que de otra forma, termina induciendo la otra cara del mismo problema. Y que es: la desinformación. 

Es inminente detenerse acá para examinar lo que se halla debajo de cualquier controvertida reseña o noticia contentiva de información dudosa o escandalosa. Y eso es posible, si y sólo sí se cuenta con el conocimiento necesario o suficiente para salir del atolladero. Casi siempre erigido adrede. Es precisamente el riesgo que se corre, una vez que dicha información ha seducido al lector con el “amarillismo” o “sensacionalismo propio que le confiere el manejo conspirativo de realidades desdibujadas con predeterminación. Ello, con el concurso de una alevosa inventiva que modifica noticias robadas o plagiadas para causar el impacto buscado con la saña necesaria. 

La dinámica social, política y económica que moviliza al mundo, contiene elementos  capaces de desfigurar o regenerar realidades. Sin embargo, esa intención no es fortuita. Es manipulada por intereses y necesidades que inducen en el ser humano razones necesarias para situarlo donde mejor convenga respecto de circunstancias oscurecidas a instancia de operadores malintencionados. O a condiciones que el fanatismo o incultura del mismo lector, puede ayudar a crear bajo el efecto de convicciones subjetivas. Y que terminan siendo causal del sometimiento que padece a consecuencia del bombardeo de cifras, noticias, declaraciones e incesantes desmentidos aprehendidos voluntaria o involuntariamente. Pero que quedan pululando en la subconsciencia hasta que se hacen conscientes. Y en adelante, motivan decisiones que pueden atentar contra libertades y derechos. Incluso, disposiciones capaces de transgredir emociones, sentimientos, y hasta la salud psíquica u orgánica. 

Es lo que resulta al desatender el peligro que encubre cuando la persona se ve atrapado entre los siniestros hilos de información retorcida. Quizás, por el manejo perverso de la noticia. O para atraer seguidores (ilusos) que puedan servir de “objetivo” de propósitos malsanos. Y la manera de sortear la trampa que refiere tan urdidos propósitos, es esforzándose en traducir lo que dicen los datos. Entender con la mejor exactitud, lo que hay tras la información que llega a manos del lector. Pues desde el otro lado del problema, ello habrá de convertirse en “desinformación calculada”. 

Aunque no es tan sencillo como parece. Más, si dicho problema se revisa de cara a la crisis provocada por la pandemia del SARS Co-2, o Convid-19. Una primera lectura, concluye que es un asunto de grueso análisis. Es ahí cuando, quien no está advertido del peligro que implica leer información aventurera, cae entonces prisionero de la misma. Se atraganta con la información enviada de cuanto entorno existe. Tanto que ni siquiera vomitándola, puede atenuar tan pesado estado de males. 

A pesar de la presencia de organizaciones que buscan enfrentar el desafío que compromete la desinformación que con base en la exagerada información que cursa por las redes sociales, las mentiras o “fake news” causan serios problemas. Problemas que afectan procesos de educación dirigidos a concienciar las implicaciones del coronado virus. 

Las pérfidas mentiras que copan las rutas de la información digital, superan cantidades nada modestas. La falsedad en complicidad con la exageración, cunde los canales informativos lo cual pareciera un objetivo radiado con total animadversión. O en línea con cualquier idea que apueste a desbalancear al mundo en aras de un subdesarrollo propio del más horrendo y diabólico inframundo. 

Todo esto ha obligado a que el mundo se volqué en la búsqueda de un equilibrio. De una medida que establezca una realidad cónsona con el resguardo fehaciente de la salud, de los derechos fundamentales, los derechos individuales y de garantías que permitan vivir al amparo de las anuencias de realidades en el contexto de las tecnologías de la información y de la comunicación. Del disfrute de servicios públicos que favorezcan derechos humanos. Del estimulo de profundos valores morales. Es lo que se persigue y que califica con la denominación de “nueva normalidad”. O “nuevas realidades”. 

Lo contrario, sin duda, será consecuencia de un colectivo imbuido en un mundo sordo. Aunque sin duda, transitorio. Pero un mundo, cuyos episodios versarán sobre eventos que solamente estarán enfocados a colapsar realidades con el auxilio perverso de información desfigurada. O en contradicción con libertades y derechos que corresponde a tan valiosa materia. O sea que de seguir por esa vía de la mentira informativa o exagerada, las realidades tenderían a generar estados de hechos protagonizados por individuos atragantados de “información”.

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas

FRANCISCO POLEO, CONSECUENCIAS DE LA CHAPUZA MERCENARIA, INFORME POLÍTICO

La aventura de los mercenarios en Venezuela ha logrado desviar la atención del problema determinante: la salida del poder del régimen de Nicolás Maduro. Con la renuncia de los dos asesores de Juan Guaidó que montaron la chapuza, podemos dar por concluida la polémica interna en el gobierno legítimo venezolano.

Una serie de eventos desafortunados crearon esta que ha sido la primera gran crisis interna en el equipo de Guaidó. Ciertamente ha habido otros sacudones -el ingreso de la ayuda humanitaria, los eventos en Cúcuta y la insurrección del 30 de abril del 2019-, pero ninguno de estos había sacudido la unidad opositora más allá de los grupos minoritarios que hacen vida en los extremos. Esta vez los partidos opositores que sustentan la presidencia interina se desmarcaron inmediatamente de ese camino, haciendo énfasis en la conformación de un Gobierno de Emergencia Nacional como el único camino real para salir de la crisis. Primero Justicia, el de mayor representación parlamentaria en las filas opositoras, fue más allá al hacer pública su petición de que los asesores Sergio Vergara y Juan José Rendón fueran destituidos. Los aurinegros fueron quienes dieron el paso públicamente, pero el malestar era palpable en el resto de las toldas.

La respuesta de Guaidó fue un discurso ambiguo, enlatado e insustancial que terminó de encender la pradera. Del mismo sólo se puede rescatar que se desmarcó de las aventuras de Rendón y Vergara, personajes de la picaresca política que nunca debieron tener tanto poder -aunque se maneja la teoría de que Guaidó aprovechó el incidente para zafarse de personajes a quienes se prefiere no tener como enemigos. El hecho es que el lunes amanecimos con la renuncia de ambos.

La fábula de los mercenarios quedará para los anales de la Historia Bufa. El régimen de Maduro pierde, con la renuncia de Rendón y Vergara, la mecha de la chapuza que pretende convertir en su Bahía de Cochinos. Esta conspiración, con todo y su legitimidad, estuvo a la altura de una ópera bufa, con el punto dramático de que terminó con muertos y presos que la dictadura no termina de identificar formalmente. Sobre Rendón y Vergara, ¿cómo se les ocurrió sacar a licitación internacional una invasión mercenaria? ¿Cómo se les ocurrió firmar, ¡firmar!, un contrato para esos efectos? ¿Cómo no se les ocurrió que formaban parte de un gobierno legítimo, no de un grupo rebelde, y por lo tanto no pueden actuar paralelamente a la Ley? ¿Cómo se les ocurrió actuar de espaldas a los aliados internos y externos? ¿Cómo se les ocurrió no averiguar que el mercenario elegido es un discapacitado mental, así diagnosticado por la administración de veteranos de guerra de Estados Unidos? Demasiadas pifias para quienes cobran millones por sus consejos. Y, siendo ellos mismos unos mercenarios, cabe preguntarse si hubo alguien que les pagó más.

Guardando esas preguntas en la caja fuerte del cerebro, ahora toca reencauzar la lucha hacia lo único real que existe para salir de la crisis venezolana: la conformación de un Gobierno de Emergencia Nacional. Para eso sigue siendo vital alguna parte del chavismo. Y la Fuerza Armada Nacional que, extrañamente, no tomó la batuta de la respuesta del régimen de Maduro ante la supuesta invasión mercenaria, ella que se mete en todo aunque no le corresponda. La respuesta gris sugiere que a Vladimir Padrino López y su camarilla Moscú no les ha modificado la instrucción de negociar una transición ordenada, el punto en el cual nos quedamos hace un par de semanas.

En estas mismas líneas dijimos que lo único que podía trastocar esa transición a la democracia es lo mismo que, en otras ocasiones, había dado al traste con todo: los egos. Y también en estas mismas líneas les dijimos, hace un par de meses, que Guaidó debía tener cuidado con su entorno, recomendándole la soltura con la que Adolfo Suárez transitó una situación similar. Presidente, que ese entorno no siga intoxicando su mayor apoyo, ese que es la garantía hasta del soporte internacional. No deje que lo alejen de los partidos políticos y demás instituciones internas. No busque a Dios por los rincones.

Francisco Poleo
@RevistaZeta
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www.enpaiszeta.com
@FranciscoPoleoR

RAYZA E. GONZÁLEZ , HISTORIA DEL HOMBRE QUE INVENTÓ LA HARINA PRECOCIDA

En el año 1954 se presentó por estos lares un ingeniero venezolano, inteligente, acucioso, que había estudiado en Chile entre 1925 y 1929, y se había graduado de ingeniero mecánico.

Se trata de Luis Alberto Caballero Mejías, inventor de la harina precocida de maíz… Sí, la que se conoce en Venezuela desde hace más de 50 años para la elaboración de nuestra rica arepa.

Caballero Mejías nació en Caracas el 12 de diciembre de 1903. Como había trabajado en la Escuela de Artes y Oficios de la nación austral, a su retorno a Venezuela trae la idea, y funda la Escuela de Artes y Oficios de la cual fue su director. Estaba ubicada en las esquinas de Perico a San Lázaro, en la capital venezolana.

El acucioso ingeniero logró crear la fórmula de la harina precocida de maíz y su método de fabricación. Dicho producto fue patentado bajo la marca “La Arepera”, patente N° 5.176 en el año 1954 bajo la Ley de Propiedad Industrial y Comercio ante el Ministerio de Fomento N° 271, Registro General N° 5.176 del 4 de junio de 1954.

Ya con su invento en las manos, se dirigió a la arepera de Los Hermanos Álvarez que funcionaba en la Gran Avenida de Sabana Grande y le pidió a uno de los dueños que elaborara unas arepas con la harina precocida de su invención. Entre los comensales de ese establecimiento se encontraba el doctor Lorenzo Mendoza, dueño de Industrias Polar, a quien le llamó la atención el producto así como el sabor de la arepa; tanto se interesó que le ofreció comprarle la fórmula. Si bien en ese momento no se hizo ninguna negociación, quedaron en contacto.

Al transcurrir el tiempo, el ingeniero comenzó a sufrir de una enfermedad que ameritaba una operación quirúrgica y como no tenía dinero para realizársela le recomendó a su esposa, Patria Pereira Álvarez, que buscara al doctor Mendoza y le vendiera la fórmula.

Dicha venta se hizo por la cantidad de 275.000,00 bolívares, a un dólar a 3,35 bolívares, la patente costó 82.089.55 dólares.

Luis Alberto Caballero Mejías muere en Caracas el 12 de octubre de 1959 y el 10 de diciembre de 1960 sale al mercado venezolano la conocida Harina P.A.N., producida por las Industrias Polar en la Planta Refinadora de Maíz Venezolano en los Valles de Aragua, producto considerado como un éxito del desarrollo de la industria nacional ya que llegó a sustituir todos los utensilios utilizados para procesar el maíz y llevó la masificación de la arepa dentro de la sociedad venezolana.

Con la harina precocida solo basta agua y sal para obtener una arepa con el mismo sabor, aroma y textura de la arepa tradicional venezolana. Actualmente, nuestra harina venezolana puede adquirirse en cualquier lugar del orbe.

Rayza E. González R.  
correctordetextos2009@gmail.com  
@empredatos
@rayelengonzalez

JOSÉ ANTONIO GIL YEPES, ECONOMÍA DE BAJO CONTACTO

La economía que surgió con la cuarentena por el coronavirus se caracteriza no sólo por desacelerar la actividad económica sino también porque cualquier actividad que aspire a reactivarse necesita ser una “Low Touch Economy” o economía de bajo contacto para protegernos del contagio mientras no se descubra un tratamiento eficaz o la vacuna.

Es muy importante desarrollar estas prácticas, sobretodo para quienes creemos que no podemos atacar la enfermedad sin atender, simultáneamente, la necesidad de la mayoría de los habitantes de la tierra de “salir a trabajar para ganarse el sustento diariamente”. Es decir, que el reto de la pandemia hay que manejarlo como un dilema entre enfermedad o hambre, y no en una sola dirección.

El sitio digital “Slack” ha desarrollado una prueba que le permite a Ud. calificar la capacidad de su empresa u organización de trabajar bajo el enfoque de “low touch” o bajo contacto. En total, son nueve indicadores que le permiten calificarse, del 1 al 6 en cada indicador, siendo la puntuación 1 la mejor porque indica menor contacto y 6 la que indica mayor presencia de contacto o menor capacidad de adaptación. Los indicadores son muy interesantes y sencillos, así como son ingeniosas algunas de las estrategias de adaptación:

Nivel necesario de contacto físico entre sus trabajadores y clientes; restaurant vs. delivery, uso de geles, guantes, mascarillas, separadores plásticos entre comensales.

Necesidad de compartir los mismos objetos entre trabajadores y clientes; peluquería vs. delivery del tinte y orientación por Zoom, Webex, etc. para aplicarlo.

Los clientes y empleados comparten el mismo espacio físico; comprar en la tienda vs. pickup; espaciar, medir temperatura al entrar; distribuir atención por horarios; desinfección constante.

Empleados trabajan unos cerca de otros; espaciar, reorganizar horarios.

Los clientes comparten de cerca para disfrutar de su producto o servicio; discoteca vs. control de temperatura al entrar, mascarillas, guantes, geles o delivery de comida y bebidas, más música y video del grupo por vía digital.

Empleados o clientes pertenecen a grupos vulnerables; ej. mayores; controles de temperatura, tests frecuentes, reducir visitas no esenciales.

Clientes o empleados necesitan viajar; reducir viajes a lo esencial, cuarentena y teletrabajo al regreso.

Dependencia del abastecimiento local o foráneo; operar sin o con medidas de higiene adicionales; ej. poner los insumos en cuarentena, desinfectarlos.

Elasticidad de la demanda de su producto o servicio según la pandemia; turismo internacional vs. local; este último tiende a reactivarse primero.

Estas prácticas son sólo unos pocos de los muchos ejemplos que ya se observan en el mundo en cuanto a nuestra capacidad de inventiva y adaptación. Los primeros atajos que Ud. puede tener en mente para adaptarse son el delivery, el pickup, el teletrabajo y todo lo relacionado con lo digital porque estos mecanismos reducen el contacto.

Luego le siguen las medidas de higiene. Por último, habría que pensar en algo tan drástico como cerrar el negocio y dedicarse a un ramo más noble, lo cual depende del nivel de elasticidad de su demanda; ej. turismo y aerolíneas son muy elásticos, cruzado por el tiempo que Ud. estime que pueda mantenerse su negocio en situación de contracción del mercado.

Ninguna fuente seria ha estimado que la pandemia pueda controlarse en menos de un año. La mayoría se refiere a un plazo de año y medio –dos años para que la vacuna pueda inventarse y distribuirse. Haga Ud. sus propios cálculos y revise sus estrategias.

José Antonio Gil Yepes
prensayradio9@gmail.com
@joseagilyepes
Director de Datanalisis
Contacto: 0424.9909099

JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ, DERROTEMOS EL MAL GOBIERNO CON RESILIENCIA Y COGOBIERNO SOCIAL

Es urgente unirnos para Salvar a Venezuela y Derrotar el Mal Gobierno con Resiliencia y Cogobierno Social, que ponga fin a la pobreza, malos gobiernos, malos servicios públicos, hiperinflación, escases de producción, corrupción prolongada en toda la administración pública, el tráfico de droga, clanes de testaferros, familiares y enchufados sin moral y ética dañando todo y no aportan nada al desarrollo social. 

El significado de la resiliencia. El término resiliencia es probablemente uno de los que más ha crecido en las últimas décadas. El término resiliencia procede del latín, de resilio (re salió), que significa volver a saltar, rebotar, reanimarse. Se utiliza en la ingeniería civil y en la metalurgia para calcular la capacidad de ciertos materiales para recuperarse o volver a su posición original cuando han soportado ciertas cargas o impactos que los deforma. Por extensión, la resiliencia podría representarse como la modificación que sufre un objeto que recibe un impacto (una pelota lanzada contra una pared), la capacidad para sobreponerse y en ocasiones para salir lanzada (rebotada). En ecología el término describe la capacidad de ciertos ecosistemas para absorber y adaptarse a los cambios, manteniendo su estado habitual de funcionamiento. En política se utiliza para recomponer el mal gobierno. 

Las ciencias sociales incorporaron el término a partir de los años 80 para describir a personas capaces de desarrollarse psicológicamente sanos a pesar de vivir en contextos de alto riesgo por los malos servicios públicos, en entornos de pobreza y familias multiproblemáticas, situaciones de estrés prolongado por los malos gobernantes y pésimos líderes politiqueros, conflictos permanentes, infuncionales servicios de salud, ingresos de sueldos y pensiones de hambre y miseria que enferma y estresa al 82% de los Venezolanos. El mal vivir del venezolano, se refiere tanto a los individuos en particular, como a los grupos familiares o colectivos de comunidades o que no han sido o son capaces de minimizar y sobreponerse a los efectos nocivos de las adversidades y los contextos desfavorecidos en lo político, económico y social. 

La mayoría del pueblo esta  privado socioculturalmente, no son capaces de recuperarse tras haber sufrido experiencias notablemente traumáticas, en especial catástrofes sociales, emigraciones e imposición de pervertidos métodos y conducta de malévolo sometimiento totalitario y sectarismo continuo del Socialista/Comunista/Chavista/Madurista/Opositores Vendidos y Comprados, para mantener el mal gobierno, epidemias, guerras políticas y sociales, presos políticos,  deportaciones, cantidades de mentiras, engaños y esperanzas prolongadas de que pronto habrá un Gobierno de Cambio y Unidad Nacional. 

Es una necesidad de vida urgente buscar un entendimiento nacional para un Gobierno de Transición, que debe  traer una Democracia Participativa y Protagónica que impulse un COGOBIERNO Y DESARROLLO SOCIAL para acabar de abajo hacia arriba con la Pobreza, malos servicios públicos, politiquería y corrupción. Hay que sustituir el mal gobierno por gobiernos de unidad nacional en las comunidades. 

Esta característica de dictadura y corrupción de gobernantes han dañado a las personas y el pueblo con míseros ingresos, hambre, miseria, enfermedades y muerte e insisten en engaños, mentiras, politiquería y malas acciones, pero no ha sido posible hasta ahora, el sentarse con buenas intenciones en una mesa con todos los partidos políticos, organizaciones de empresarios, sindicales, jubilados, pensionados, adultos mayores y líderes sociales, para acordar un Gobierno de Transición de Unidad Nacional que posibilite acordar un Plan de Salvación y Reorganización de Venezuela, sin sectarismos, agendas ocultas, politiquería y corrupción.  

Científicamente es a partir de los años 80 cuando se recomienda utilizar la Resiliencia para actuar en la política y lo social. Los historiadores la han reflejado al describir las maneras en que las personas y los pueblos deben afrontar las adversidades y mal vivir, malos servicios públicos  y mal gobierno. Digamos que desde siempre las sociedades han tenido enormes mecanismos de resistencia a la adversidad dictatoriales y opositoras sin valores, principios morales y éticos, han sido capaz de superar situaciones muy difíciles y tal vez por eso han evolucionado tantos países que las han padecido. El caso de Venezuela es lamentable y ha prendido las alarmas en el mundo de hoy. 

La idea de la resiliencia y cogobierno social nos permite reforzar la perspectiva más actual, contextual y sistémica de la posibilidad de desarrollo humano a nivel individual, social, económico y político en una Venezuela de Unidad Nacional Alternativa. Afirmamos que una vida difícil, precaria, mal gobernanza y conflictiva, nos conduce de forma inevitable hacia la desadaptación y los trastornos de vida, social, económicos, políticos y psicológicos. Frente a los determinismos humanos, biológicos y medioambientales, la perspectiva de la resiliencia destaca la complejidad de la interacción humana y el papel activo/protagonismo del individuo en su desarrollo. Del mismo modo, hay que insistir en que los contextos desfavorables y las catástrofes colectivas no afectan a todas las personas por igual: las personas responden de manera diferente a los conflictos y al estrés. Hoy en Venezuela hay que unirnos en un Gobierno de Transición que posibilite un COGOBIERNO Y DESARROLLO SOCIAL que empodere al pueblo en su gobierno de Comunidades, Urbanizaciones, Caseríos, Parroquias, Municipios, Estados y Administración Pública. Solo así se podrá poner fin a la corrupción, malos servicios públicos, hambre, miseria e hiperinflación.

Juan de Dios Rivas Velásquez
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