domingo, 4 de julio de 2021

ESPECIAL DEL DOMINGO: EL PENSAMIENTO DE CARLOS RANGEL

IRENE GÁLVEZ

Carlos Rangel y la libertad

Carlos Rangel nos alienta a pensar como ciudadanos y sociedad civil responsables, libres
Carlos Rangel Guevara nació en 1929 en Caracas, ciudad que se extiende a los pies del Cerro El Ávila, en lengua prehispánica Guaraira-Repano. 
Rangel es uno de los intelectuales más trascendentales que ha dado Venezuela y el pensamiento hispanoamericano al mundo. Periodista, escritor, académico y diplomático. 
Abanderado de las ideas liberales: defensa de la libertad y de los valores democráticos, respeto al proyecto de vida de cada persona que revierte en la formación de sociedades responsables de sí mismas. 
Sociedad civil plenamente consciente de su soberanía y su capacidad de acción política, donde se valore el respeto al mérito, el esfuerzo y la creatividad de sus ciudadanos. 
Arraigo de una economía libre y coherente que permita hacer realidad, sin destruir nuestro planeta ni convertir a los ciudadanos en vasallos y/o esclavos, la dignidad que requiere que la vida se pueda llamar así, vida. 
Columnista en diarios venezolanos como El Universal y El Nacional, y en medios de otros países como Diario 16 en España, Vuelta en México o Newsweek International en Estados Unidos. Dirigió la revista Momento durante diez años. Junto con su esposa, la inolvidable Sofía Imber, condujeron en televisión durante casi tres décadas, el exitoso programa de opinión Buenos Días. Con sus preguntas fomentaban la argumentación y el debate, porque querían escuchar las opiniones de los demás. 
Rangel fue ejemplar y ejemplarizante en su capacidad de discutirse a sí mismo. Pensador que todos los días se sometía a la prueba del mundo real. 
En 1976 vio la luz su libro Del buen salvaje al buen revolucionario, obra imprescindible del pensamiento político en español, y por su aportación al pensamiento político universal. 
Trino Márquez, Doctor en Ciencias Sociales y profesor de la Universidad Central de Venezuela, explica: "Se alzó con coraje y claridad contra los errores, deformaciones y prejuicios que se habían instalado en Venezuela y en América Latina. Con rigor conceptual y presencia de ánimo, enfrentó los dogmas del marxismo en economía y política, denunció los desmanes del populismo, el colectivismo, el nacionalismo y el estatismo, y desenmascaró el autoritarismo intrínseco al marxismo". Con el mismo rigor criticó al empresariado acostumbrado al proteccionismo del Estado. Nefasto que la responsabilidad pública sirva para enriquecerse y traicionar la libertad.

https://www.diariodealmeria.es/opinion/articulos/Carlos-Rangel-libertad_0_1466553373.html

CARLOS ALBERTO MONTANER 

IDEAS CLAVE EN EL PENSAMIENTO DE CARLOS RANGEL



ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com DOMINGO 04/07/2021

 






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TITULARES DE HOY
04/07/2021

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: MANEJAR LA VERDAD

La vieja tensión entre verdad y política se recicla sin tregua. En La República, Platón ya afirmaba que la frontera entre sabios e ignaros justificaba el monopolio del conocimiento de la verdad. “Una mentira es útil sólo como medicina para el hombre”, anuncia, deslizando la idea de una mentira “saludable”. Maquiavelo, con cruda precisión y sentando bases para la llamada Razón de Estado, avisaba que perpetuarse en el poder exige valerse de cierto fingimiento. Si los hombres son en esencia débiles e imperfectos, alega, el exceso de sinceridad es un riesgo. Una lección que los regímenes autoritarios modernos acogen con especial diligencia, de paso: en tales lodos florece aquello que Arendt bautizó como la “mentira organizada”, el ocultamiento y destrucción de la realidad fáctica.
 
Pero un dilema ético atado a esa tensión aparece incluso en democracias funcionales, donde la noción de una verdad que fluye sin filtros entre líderes y gobernados es también visitada con cautelas. El compromiso atado a la gestión de esa verdad, borda la toma de decisiones de los conductores de sociedades. Más si se considera el inflamado matiz que arrima John Holloway: la posibilidad de que la sociedad oponga un contrapoder, una contraverdad que equilibraría el peso de esa construcción simbólica que avalan las élites políticas.
 
El paradigma contenido en la frase “el fin justifica los medios” (cuya real autoría algunos atribuyen a Bonaparte, célebre por sus anotaciones en su ejemplar de “El Príncipe”) descubre otros acomodos en la praxis del político de la posmodernidad, uno a quien el ojo público encuentra más expuesto que nunca. Esto, en atención a una pauta que sí anticipó Maquiavelo: “en las acciones de los hombres y particularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados”. Ser consecuente con la deuda que dimana del efecto visible de sus jugadas, mueve al político a procurar el éxito mediante la conciliación de medios y fines. Lo obliga, de igual modo, a transitar en un bosque donde al mismo tiempo concurren la expectativa caótica, la moralina, el enredo, la fullera omisión. Lo instruye, en fin, a estar muy consciente de los albures del autoengaño.
 
El autoengaño, síndrome que también toma ventaja de la humana capacidad “para cambiar la realidad, con esa misteriosa facultad que nos permite decir 'brilla el sol' cuando está lloviendo a cántaros” (Arendt), deja su magulladura en nuestra historia reciente. Podría decirse, incluso, que en esa sofisticación de la mentira reside buena parte de los traspiés de la oposición, y el germen de su actual impotencia. A merced de la gran sugestión colectiva, el deseo de apurar lo improbable, muchos acabaron dándose permiso para la desconexión. Para decirlo con Kundera: la bella promesa hizo aceptable la “mentira comprensible” que se tenía delante, y desechable la “verdad incomprensible" que había detrás. Trágica permuta. Sin reflexión ni voluntad para captar la debilidad, la evidencia puede estar allí, sin existir realmente.
 
A la luz de ese adulterado foco, se habla de una mayoría apenas olfateada, apenas percibida por el visillo de la encuesta, pero no objetivamente contabilizada. Una “sensación” de mayoría asociada a la impactante toma de calles en momentos de gloria de la dirigencia, al rechazo a la gestión del gobierno o al simple juego de espejos (cosa muy distinta a la política de fabricación del quórum necesario para ejercer derechos por la vía concreta de la participación en el espacio público, tal como pasó en 2015). Una apelación al fervor interino que en todo caso podría intuirse, no medirse voto a voto. Suerte de constructo favorable al discurso de “mayoría social” y colmado de potencial, seguramente; pero cuya potestad para moderar o influir en la dinámica política y los resultados de la misma, se diluye mientras se van perdiendo espacios de incidencia real.
 
El fracaso traducido en desafección y crisis de representación -eso dicen también las encuestas, única y limitada fuente de medición cuando falla la convocatoria a actuar masiva y concertadamente- delata el espejismo. Sabiendo no sólo que las mayorías políticas son circunstanciales, sino que la oposición es hoy un archipiélago de siglas dispersas y adelgazadas, ¿cómo seguir apelando entonces al discurso hueco de la “poderosa unidad y mayoría” que, en teoría, aún se conservan?
 
Tras tanta pifia y aun cuando la acumulación de un capital simbólico incite a “embellecer” la realidad mediante el artificio, lo justo es sincerarse. No hay “poderosa unidad”. No hay tal mayoría política. La hubo, se dilapidó y hoy toca armarla de cero. Las próximas elecciones brindan ocasión para eso, aunque el plomo en el ala luzca tan pesado como oneroso. Convencer a ciudadanos que también fueron víctimas del autoengaño pedirá dosis ingentes de habilidad. Hacer de la verdad un algo manejable es parte de una faena que, amén de mirarle la cara a esa “exactitud aterradora”, exige sortear la estulticia de los demagogos.
 
Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela 

VICENTE BRITO: ¿JAQUE MATE POLÍTICO ELECTORAL?

Observamos en el país un creciente interés de parte de los que ejercen el poder, en lograr la mayor participación de los partidos en las elecciones del próximo 21 de noviembre, para ello están empleando una estrategia política electoral que a nuestro entender significa poner en jaque mate a la oposición Venezolana.

Se fundamentan nuestras observaciones en las decisiones tomadas a nivel oficial, para incentivar la participación del mayor número de candidatos posibles opositores a las distintas alcaldías o Gobernaciones, lo cual ya se hace evidente al encontrarnos con numerosos aspirantes a los distintos cargos en discusión.


¿Por qué el jaque mate político electoral?

Es evidente que al no lograrse una unidad opositora en la presentación de una plataforma unitaria y encontrarnos con la participación de múltiples aspirantes a alcaldes o gobernadores, se minimizan las posibilidades de resultar electos, frente a los candidatos que representan al sector oficial los cuales serán uno solo a ser postulados a los distintos cargos a ser electos este próximo 21 de noviembre.


Se observa además un creciente llamado de sectores opositores a no participar en estas elecciones, lo cual le complica más las posibilidades de ser electos a los candidatos no oficiales. Es por ello que estas elecciones a pesar de que la mayoría de la base popular manifiesta su descontento con la situación en que nos encontramos. La estrategia oficial va a lograr que los candidatos oficiales sean mayoritariamente electos, bien por qué se presenten varios candidatos que se identifican como opositores o la abstención electoral aleje a la base popular de participar, además ya es público y notorio la inclinación de toda la organización oficial en favor de sus candidatos, se observa en los medios oficiales y aun sin arrancar la campaña en la promoción que le dan a los candidatos ya designados, con una estrategia sostenida en lograr la mayor participación posible no solo de los inscritos en el partido oficial sino de sectores independientes.

Para muchos venezolanos esta elección le da la oportunidad al gobierno de dar el jaque mate político electoral a las aspiraciones de cambio de la gran mayoría de los ciudadanos, lo cual resultara cierto de no lograrse acuerdos unitarios que permitan tener un solo candidato para ser electos como alcaldes o gobernadores y lograr reducir la abstención a menos de un 30%.


Está en manos de los actores políticos opositores el rumbo a tomar ante estas complejas elecciones.

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Venezuela

ENRIQUE PRIETO SILVA: ¡NOSOTROS, ELLOS Y LOS RADICALES!

Es lamentable la distorsión sufrida por la política venezolana, cuando algunos líderes opositores con poca o menor opción candidatural, desviaron el sentimiento férreo de la mayoría de los venezolanos, hasta hacerles creer irracionalmente, que el cambio de presidente y otros poderes, debía surgir de una acción de fuerza emanada del exterior o generada aquí en el propio territorio, con o sin fuerzas armadas. ¡Mayor locura imposible!
 
Es triste ratificarlo, pero muy bien fue explicado cuando surgió la gran fuerza llamada UNIDAD, que se conformó con un muy marcado sentido de racionalidad, para tratar de enmendar (a oscuras) el gran error que nunca se ha querido reconocer: “los partidos políticos nunca han querido reformas ni enmiendas constitucionales planteadas para evitar otro desfase, como el que se apoderó del país con el ‘chavismo’: la doble vuelta electoral, la disminución del período presidencial y la reelección por un solo período”.
 
Pero lo más triste es el autoengaño de la gente, que sin racionalidad creyeron en el cuento de la ilegitimidad del CNE y el “presunto” fraude electoral. Nunca se percataron de que toda esa maraña de estupideces surgió del desacuerdo entre los partidos, que al no estar conformes con los acuerdos para la designación de candidatos, pocos de los más fuertes o con mayor arraigo, prefirieron promover la falsedad de la abstención.
 
Obvio, los resultado no son inesperados, pero sigue siendo triste que aún siga la cantaleta contra los procesos, inculpando al “usurpador” de ilegitimo y con él todo quien tenga que ver con elecciones. No es un cuento de “yo se lo dije”, sino que pareciera que tuviéramos una generación de “ciudadanos seguidores”, que nunca piensan por si solos, sino que siguen a “los que saben”, sin percatarse de su maléfica postura interesada que tanto daño ha hecho a la democracia.
 
Es un juego de tronos y de la telaraña, también semejante al de la abeja reina, que con raciocinio se confunde con la teoría del miedo. El primero resalta por ser la del que juega a ser electo o nominado, pero los otros, son los del irracional que le siguen el juego para que el gane, o sea, convencerlo de que ninguno va a ganar porque el CNE no lo va permitir. Surge así la teoría del fraude que es lo mismo que el engaño del tonto.
 
Pero lo más curioso es que el que convence del fraude, abandonó la nave por temor o por miedo presunto, algo así como que: ¡hay que sacar al intruso usurpador, pero conmigo no cuenten!, entonces se entrometen en lo que tenemos
 
que hacer, pero lo grave es que quieren que se espere que “lo saquen”. Aquí es cuando comenzamos a clasificar los políticos, nosotros, que no sabemos dónde ubicarnos porque nos llaman colaboracionistas, ellos, que no sabemos quiénes son, porque aparentemente no existen, pero que sabemos están solapados esperando que los radicales hagan su trabajo, muy valioso por cierto, que atacan a los unos y a los otros, pero nunca sabemos que es lo que quieren porque, si no lavan, deberían prestar l batea. Al fin de cuenta, la ropa es de todos.
 
Pero este problema no sería tan serio para nosotros, si no confundieran estos radicales a tirios y troyanos, ya que cuando quieren imponer sus propuestas, nos culpan por querer comer, curarnos y prevenir que nos agarre el virus. Es el cuento de las medidas, que más que cuento es una fábula: ¡no les manden gasolina, nada de vacunas, nada de comida hasta que se vaya Maduro! ¡Ok muy bien!, entonces no nos movemos, no comemos, no nos medicamos y no nos vacunamos, para que ustedes hagan reventar el Whatsapp con reclamos y estadísticas de pobreza, falta de recursos, alta inflación, la peor de mundo, todo por culpa del régimen.
 
En realidad, no es una estupidez, es una ¡gran estupidez!, que si no fuera porque conocemos a quienes integran este grupo de radicales, diríamos que se perdió el tiempo en la democracia; ese lapso de estúpida revolución, que se impuso por la misma terquedad de hoy, que la llamamos anti política, y anti venezolanismo. ¡Sí!, hay muchos radicales entre quienes piden que nos califiquen de colaboracionistas, que pescan en rio revuelto. No quieren la paz y promueven la guerra, pero nos dejan a nosotros para que la enfrentemos, mientras tanto, que nos muramos de hambre; así la OEA, la ONU, la UE y todo el mundo en paz, se ponga a cualquier medida que se intente para llegar a un acuerdo, porque para que se dialogue o se acuerde la paz, hay que hacerlo sin Maduro. Mientras tanto, ¡no voten porque van a hacer fraude¡ ¡Entonces!, sabemos quiénes somos nosotros, pero no nos atrevemos a distinguir entre ellos y los radicales. ¡mutatis mutandi!
 
Enrique Prieto Silva
enriqueprietosilva@yahoo.com
@Enriqueprietos
Venezuela

MARIO MÚNERA MUÑOZ P.G.M. - OBREROS DE HIRAM ABIFF: CRISTO Y LOS SIETE PRINCIPIOS HERMÉTICOS – IV

“Psicología Trascendental de Cristo” (Prof. Pablo Trinidad Zavarce). Continuamos en la reflexión sobre este interesante libro, donde se analiza las palabras del maestro Jesús orientadas a los siete principios herméticos. 

El cuarto principio: “principio de polaridad –todo es doble, todo tiene dos polos, todo su par de opuestos, los semejantes y los antagónicos son lo mismo, los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado– los extremos se tocan. Todas las verdades son semiverdades, todas las paradojas pueden reconciliarse” (el Kibalion). 

Todas las cosas manifestadas tienen dos polos, con diferentes grados de vibración entre los dos. Ejemplo práctico es el agua caliente y el agua fría, lo blando y lo duro, luz y oscuridad, el valor y el miedo, el amor y el odio, el espíritu y la materia, son de la misma naturaleza pero en diferente estado. 

Todo esto es lo que nos permite transmutar un estado mental en otro, siguiendo la línea de polaridad. Todo es relativo en este plano. Aunque estamos dotados de la razón que nos diferencia de los animales, no comprendemos nuestro estado, y mucho menos la polaridad del plano: lo bueno y lo malo o lo bello y lo feo. 

Cuando el oído es capaz de escuchar, entonces vienen los Sabios que han de llenarlo con sabiduría, o también, como dice Manly P. hall: “cuando el discípulo está listo, el maestro aparece”. 

Cuando leemos varias veces un texto Iniciático, “Comprendemos lo que hay detrás de la letra”, son los dos polos: lo que dice el texto y lo que hay detrás de la letra. 

El maestro Jesús dice: “Toda autoridad me ha sido dada en el Cielo y la Tierra” (Mateo 28:18-20) 

Cuando reconocemos que dentro de nosotros esta la Presencia Divina, comprendemos el principio de polaridad y cual polo es el de más alta vibración, y de este modo ni las palabras, ni los actos de los demás nos afectaran, no juzgaremos, porque tendremos nuestra mente polarizada hacia el bien. 

“Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos buscando reposo y no lo haya” (Mateo 12:43), el mensaje del maestro Jesús, es que cuando las personas están en el polo negativo, destructivo, falsa creencias y lanza vibraciones negativas, andan con sus deseos insatisfechos, y no se hallan en ningún lugar y lo malo es que lo que se lanza malo regresa a la persona con vibraciones más bajas y peores, es como un circulo vicioso. 

Y lo contrario, los que están en el polo positivo, lanzan vibraciones positivas, lo que reciben son altas vibraciones de los estados superiores. La energía mental superior produce bienestar en nosotros y los demás, nos da plenitud. “De cierto os digo, que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el Cielo. Y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”. (Mateo 18:18). Esta frase se refiere a lo prohibido (atar) y a lo aceptado (desatar). 

Lo negativo, es el origen de  todas las desgracias del ser humano. En el polo positivo, se trasmuta y cambia por creencias deseables superiores, hace que la oscuridad que tenías  se transforma en luz. “Cuál es el mandamiento más grande de la ley: y Cristo dijo: amarás a Dios de todo corazón, toda tu alma y de toda tu mente”, y el segundo: “amar al prójimo como ata mismo”. 

El estado ideal es estar situado en el polo positivo o constructivo, donde se encuentra la perfección o Conciencia Universal,  produciéndonos bienestar y felicidad en todo lo que emprendamos. El papa San Juan Pablo Segundo decía: “Dios es amor. Y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor, creándola a su imagen. 

Dios inscribe en la humanidad del Hombre y la Mujer la vocación, y consiguientemente la capacidad y responsabilidad del amor y de la comunión”, “No temas”. 

Para comprender estas cosas, hay que leer los textos sagrados y meditarlos. Hay doce facultades superiores, que al desarrollarlas, sentirás la Resurrección de Cristo o Yo superior en tu corazón: fe – Imaginación Creadora – La Poderosa e Invencible Voluntad – Sabiduría – Libertad – El Poder del Verbo Creador – La Fortaleza y sus Derivados – La Amante Caridad – El Acierto y la Justicia – Paz y Prosperidad – Majestuosa Esperanza y La Rectitud. 

Los discípulos de Cristo son todos los pensamientos, sentimientos y palabras de la verdad, que emergen de esa Conciencia Mental, que se encuentra  solamente en el polo positivo o superior.
 
Mario Múnera Muñoz
mariomuneramuoz@gmail.com
@mariomuneramuoz
Venezuela

EDUARDO FERNÁNDEZ: EL CAMBIO POLÍTICO

Resolver el problema económico de Venezuela será relativamente fácil. Para ello, previamente, tenemos que resolver el problema político.
 
“La política en la historia es el macho”. Así lo expresó, con ruda contundencia castellana, el filósofo español José Ortega y Gasset. En efecto, la política es un factor determinante para la vida social en cualquier comunidad, local, regional, nacional o internacional.
 
Cuando la política anda mal, el resto de la sociedad anda mal. Venezuela es un claro ejemplo al respecto. En Venezuela la política anda mal, muy mal y eso explica porque todo lo demás anda tal mal. Crisis económica, social, de servicios públicos, institucional y, fundamentalmente, crisis moral.
 
El chavismo, sobre todo en los primeros años, tuvo mucho dinero. El precio del petróleo en el mercado mundial superó la barrera de los cien dólares por barril y eso se tradujo en un ingreso fiscal descomunal para el gobierno venezolano. Desgraciadamente, como la política desde entonces andaba muy mal, esa inmensa riqueza se despilfarró, se regaló a otros países y se fue por los canales de la más grotesca corrupción que ha conocido nuestra historia republicana.
 
¿Por qué decimos que la política anda mal? Porque tenemos un gobierno autoritario y despótico que no cree en el diálogo, ni en la alterabilidad, ni en el pluralismo, ni en el respeto a la autonomía e independencia de las otras ramas del poder público.
 
Tenemos un gobierno que no respeta las reglas del juego democrático. Que no respeta la Constitución ni los derechos humanos. Que abusa del poder de todas las formas imaginables y que tiene la intención de perpetuarse en el poder sin importarle para nada el sufrimiento de la gente, del pueblo venezolano. Lo único que les interesa es mantenerse en el poder.
 
Más de veinte años tiene el país gobernado por gente que no se preparó para gobernar. El comandante Chávez tenía la preparación que podía tener un teniente coronel del ejército venezolano. El dirigente sindical Nicolás Maduro tiene la preparación que puede tener un dirigente sindical. Ninguno de los dos se preparó para ser jefe del estado, ni presidente de la república, ni conductor de la hacienda pública o de las relaciones internacionales del país, ni comandante en jefe de la fuerza armada nacional.
 
Frente al desastre del gobierno, desgraciadamente no ha sido posible construir una alternativa seria y confiable. Es doloroso tener que reconocerlo, pero así es. Resolver el problema económico de Venezuela será relativamente fácil. Para ello, previamente, tenemos que resolver el problema político. Lograr un buen gobierno y una buena oposición, que quieran, por encima de todo, el bien del país.
 
Seguiremos conversando.
 
 
Eduardo Fernández
ifedecven@gmail.com
@EFernandezVE
@ifedecve
Venezuela

ROMÁN IBARRA: PAÍS PORTÁTIL FOREVER

Tomo prestado el título del libro del extinto poeta venezolano, Adriano González León, y también de la canción del cantautor panameño, Rubén Blades, inspirada en el libro citado, para intentar ilustrar la situación que vive nuestro país en estos tiempos aciagos, de mengua y desesperanza, lo cual no obstante, no nos roba el optimismo y el deseo de seguir intentando salidas.
 
Dice Rubén Blades: ¨Se vende un país portátil/ por su autoestima en el suelo/ con un enorme complejo/ que lo hace antinacional.
 
Es un lugar sin memoria/ donde ya nada sorprende/ vive el crimen indultado/ y un charlatán presidente!
 
Se vende un país portátil/ se ofrece un país portátil/ se alquila un país portátil/ se empeña un país portátil.
 
Barato un país portátil/ con héroes falsificados/ ideales hipotecados/ y total mediocridad.
 
Se oferta un país portátil/ domesticado en engaños/ se garantiza por años/ ausencia de honestidad¨!
 
Este extracto de la canción de Blades, es representativo de la condición de Venezuela a lo largo de estos 22 años de pésimos gobiernos de Chávez-Maduro, y ese deterioro sostenido en el tiempo no encuentra contrapesos en la oposición que –hasta ahora- ha recibido la confianza de la sociedad.
 
La aspiración totalitaria, aun no conseguida por parte del gobierno, tiene rasgos muy fuertes de autoritarismo, pero también mucha astucia aprendida en la perversidad de lo que ellos encarnan como proyecto, y no es otra cosa que un
 
pretendido ¨colectivismo igualitario¨ imposible de lograr, pero seductor para mentes débiles, y el arma predilecta de tiranos; dictadorzuelos, y autócratas, revestidos en los tiempos modernos de demócratas, gracias a que acceden al poder por la vía electoral para luego destruir sus instituciones y en consecuencia el sistema todo.
 
Esa acción destructiva encuentra en muchos casos, como el nuestro, la complicidad de la oposición por omisión, y también por estupidez, para dejarles el camino abierto mediante la abstención recurrente.
 
Hoy, sin embargo, y gracias a la intervención de factores como la mesa de negociación, y algunos auxilios internacionales, el gobierno venezolano ha venido aceptando algunas incipientes aperturas y concesiones en el ámbito electoral que deberían estimular la participación, pero que paradójicamente encuentran a la oposición dividida, y en un zigzag incomprensible, que pudiera llevarnos divididos –otra vez- a un proceso electoral que –les guste o no- es el que está a la vista.
 
Parece que no han entendido todavía el autogol que significó la abstención en la elección de la AN, pero se quejan de lo que el gobierno y su brazo parlamentario quieren hacer desde esa entidad. Creo que es imposible ser más ingenuo, o antipolítico.
 
Las elecciones de gobernadores; alcaldes; diputados a los concejos legislativos regionales, y concejales van, quieran o no. Es urgente entonces, dejar de lado la incertidumbre, y la retórica del interinato inútil e inexistente, para acceder a la realidad, y esta no es otra que la participación electoral, aun en condiciones desiguales.
 
Convertir la adversidad en oportunidad y previo a ello organizar con sinceridad y sin exclusiones odiosas, la participación electoral, y la defensa del voto. Incluir en la alianza a todos los factores sin mezquindad y acudir a la cita con los mejores candidatos para derrotar a un gobierno ruin que en vez de gobernar, cede espacios al hampa expresada en la existencia de guerrillas asesinas y narcotraficantes en nuestro territorio.
 
Que se muestra incapaz de controlar al hampa que gobierna en las ¨zonas de paz¨ creadas para convivir con el delito que no se atreven a meter en cintura. Que encarcela a gente inocente y desvalida, y le da rienda suelta a la corrupción de los suyos, garantizándoles impunidad.
 
Es urgente un mensaje político de unidad para enfrentar esta hora difícil. Todos somos necesarios para el cambio. Hagámoslo!
 
Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela