sábado, 2 de abril de 2022

AQUÍ TITULARES DE HOY SABADO 02/04/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, EL REPUBLICANO LIBERAL II, PARA LEER PULSA SOBRE EL TITULAR

BEATRIZ DE MAJO: EL INTENTO RUSO DE DESESTABILIZACIÓN DE COLOMBIA. DESDE ESPAÑA

Un escándalo de proporciones épicas fue desatado por medios colombianos al señalar al régimen ruso de actividades desestabilizadoras en Colombia. La base de estas revelaciones fue un expediente de investigación filtrado a la prensa y conducido por la DEA, la CIA, agentes británicos y colombianos. La pista la habría dado inicialmente el enriquecimiento de un alto oficial de las Fuerzas Armadas locales vinculado con la seguridad nacional y con contactos estrechos con personas rusas.

La trama dada a conocer a la opinión pública a través de El Tiempo parecía más bien un libreto de serie de televisión sobre espionaje, vinculado además con blanqueo de dineros. La historia vincula transferencias enviadas desde Rusia a particulares en Medellín y en Bogotá a través de cuentas alquiladas y tales recursos supuestamente se usaban para financiar protestas y desmanes en Colombia.

En el sofisticado entramado hay vendedores de ollas freidoras, agentes de turismo con salvoconductos oficiales rusos, personas del común, compinches rusos y colombianos, funcionarios de alto nivel, el banco ruso Sberbank y la agencia Western Union, cajeros electrónicos y criptomonedas, todos involucrados en un proyecto sin duda rocambolesco, tan difícil de relatar como complejo para entender. Sin embargo, por fascinante que parezca este episodio, algunos de los participantes sí fueron interceptados, sus conversaciones grabadas y todo ello confluyó en la tesis de intento desestabilizador que las autoridades dieron a conocer. Las autoridades colombianas habrían contactado otros países en aras de esclarecer el complejo proyecto y fue asi como lo consultaron con México, Perú, República Dominicana, Nigeria y Serbia.

Sin ánimo de ridiculización, no es posible leer lo publicado y no preguntarse cómo, si este desmesurado asunto mereció la atención de los agentes de seguridad nacional en Colombia y se condujo una investigación de calibre con socios de la talla de los citados, sus conductores no fueron más eficientes en ponerlo al alcance de la población dándolo a conocer de una manera creíble y cuerda. Sin duda que algo no huele bien dentro de los hechos que rodean el asunto pero hasta para alertar sobre hechos como éste es preciso un alto nivel de consistencia en la estrategia comunicacional. Si realmente según la investigación, en los últimos tres años se han lavado cerca de 145 millones de dólares a través de empresas fachada, tres de las cuales funcionan en Colombia, el tema es de cuidado pero la forma en este caso es tan relevante con el fondo.

La airada respuesta de la Embajada Rusa en Bogotá no se hizo esperar y también es digna de comentario. Los que hoy a mansalva destrozan al país ucraniano se presentan en un comunicado oficial de cara al país colombiano como mansos corderos y los más respetuosos de la institucionalidad democrática del país.

En una sola cosa tienen razón y es que este tipo de situaciones cuando surgen se deben dirimir de cara a las instituciones y las representaciones oficiales que existen y no con altisonancias frente a la colectividad. En definitiva, si algo hay de consistente en el informe que es la base de esta acusación, el momento previo a una medición electoral no es el propicio para armar escandalo con él.

La otra verdad que es grande como una Catedral es que la prensa contribuye en ocasiones a hacer de un episodio serio un evento ridículo.

Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Colombia en Capsulas
Venezuela – España

TRINO MARQUEZ: ¿POR QUÉ ES TAN PELIGROSO PUTIN? . DESDE VENEZUELA

Al parecer, Vladímir Putin ordenó la invasión a Ucrania convencido de que se trataría de una operación rápida y sin mayores consecuencias financieras y militares para Rusia y él. Pensó que se anotaría un éxito rápido como el obtenido cuando asaltó la península de Crimea en 2014. Por su cabeza de autócrata jamás pasó la posibilidad de encontrar la claridad y determinación del presidente Volodímir Zelenski a encararlo, la heroica resistencia del pueblo ucraniano y la firme cohesión de la Unión Europea y los miembros de la OTAN, coaligados para ayudar a Ucrania y detener los afanes imperiales del nuevo zar ruso. Estos errores de cálculo lo desestabilizaron, hasta llevarlo a amenazar con el uso de armas atómicas a sus adversarios para zanjar el conflicto. Para un megalómano como ese, sentirse retado por un pequeño país y por un gobernante que viene del mundo del espectáculo, tiene que ser humillante.

La presión y aislamiento internacional, el discreto apoyo de China y los enredos militares en el campo de batalla, lo obligaron a sentarse a discutir en Estambul con los representantes de Zelenski. Las posibilidades de llegar a acuerdos confiables y duraderos con Putin son remotas. La UE, Estados Unidos y la propia gente afectada por la violencia de los ataques ve con escepticismo esas negociaciones. Los ucranianos están tratando de rodearse de la mayor cantidad posible de garantías, de modo que el pacto que eventualmente se firme cuente con el respaldo de los ciudadanos ucranianos y de algunas naciones que actuarían como garantes y protectores del país, en el caso de que Putin ordene nuevas agresiones armadas. Tales previsiones resultan imprescindibles. En medio de la búsqueda de arreglos de cese al fuego, Rusia ataca depósitos de la Cruz Roja en Mariúpoli e impide la formación de corredores humanitarios. A ese personaje tan siniestro no se le puede creer ni el saludo.

El rasgo mesiánico del régimen político y económico presidido por Putin lo diferencia de otros autoritarismos con los que suele comparársele. Por ejemplo, el modelo chino –con el cual frecuentemente se establecen paralelismos- aunque totalitario, es muy distinto. El Partido Comunista, eje del poder, fue fundado por Mao Zedong en 1921, a partir de las premisas leninistas de la organización revolucionaria, adaptadas a las condiciones de una sociedad fundamentalmente rural y campesina, como era la China de la época. Mao creó una agrupación de militantes disciplinados, leales a la organización y creyentes en la revolución comunista. En la actualidad el PCCh cuenta con cerca de cien millones de militantes esparcidos por todo el territorio de esa gigantesca nación. Durante toda su existencia en el partido se han debatido –con las restricciones propias de una organización vertical y monolítica- los problemas más importantes que conciernen al país y al partido.

Todo se considera dentro de la organización: desde cómo debía enfrentarse la invasión japonesa en los años treinta del siglo XX y el tránsito hacia la economía de mercado con las reformas de Deng Xioping, hasta los cambios que le permitirían a Xi Jinping permanecer más de dos periodos consecutivos de cinco años como secretario general del Partido Comunista y Presidente de la República, como era tradicional hasta 2013.

Es cierto que Xi Jinping detenta un inmenso poder. Ha logrado convertirse en el líder indiscutible de la nación y del partido. Sin embargo, no puede hacer lo que se le antoja, prescindiendo de la estructura partidista. En 2023, cuando el PCCh deberá elegir un nuevo presidente de la República, tendrá que persuadir a sus camaradas para que voten por él. Lo más probable es que resulte reelecto, pero el laborioso trabajo de convencimiento será inevitable. Es un primus inter pares.

El caso de Putin es muy diferente. Aunque fue militante del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) en sus años juveniles, su visión del poder nunca estuvo atada a la militancia en ese partido ni a ninguna otra organización política. Rusia Unida, la agrupación a la cual pertenece desde hace algunos años, carece de trascendencia. Le sirve como comodín para intervenir en los procesos electorales amañados que convoca cada cierto tiempo. Putin encarna el típico déspota embriagado de poder, tan bien descrito en el Otoño del patriarca y Yo, el Supremo.

La dictadura de Putin es personalista. Llegó a la cima atropellando y, en algunas ocasiones, aniquilando a sus adversarios. Para entronizarse se ha valido de envenenamientos, persecuciones y encarcelamientos de sus adversarios. Si un periodista denuncia sus desmanes, lo amenaza o lo desaparece. Si un joven político como Alekséi Navalny lo reta a participar en elecciones libres y competitivas, lo envenena; y luego lo apresa por cometer la osadía de desafiarlo regresando a Rusia. Putin intenta construir una sociedad a su imagen y semejanza. Trata de ser el amo del país. Corrompió al aparato Judicial, al Ejército, al Parlamento, a los medios de comunicación y a la Iglesia Ortodoxa, con la que formó la alianza que la convirtió en uno de los arietes ideológicos para luchar contra las ‘perversiones’ y la ‘degradación’ de Occidente. Creó su propia plutocracia. No comparte el poder con nadie, ni admite que nadie se lo dispute. Representa al tirano en su expresión más acabada.

Putin carece de un locus de control interno que le ponga límites. La falta de barreras tiene un correlato: si la invasión fracasa, sus enemigos internos le cobrarán el daño que está causándole a Ucrania y a Rusia. Esta circunstancia lo hace más peligroso y más complicado para Occidente lidiar con él.

Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Venezuela

ALFREDO M. CEPERO: EL CHURCHILL DE UCRANIA, DESDE ESTADOS UNIDOS

A todos los efectos prácticos Volodymyr Zelenski se ha convertido en una especie de “padre de la nueva ucrania”.

La guerra es algo horrible. Nadie en su sano juicio puede desearla. Únicamente los locos recurren a ella para calmar sus alucinaciones. Es el último recurso en la preservación de la democracia y en la defensa de la libertad. Pero cuando el hambre aprieta, la teoría es relegada a un segundo plano. Cuando el empleo cae y la inflación sube, todos nos volvemos pragmáticos. Por otra parte, nadie puede hacer la guerra sometido a los caprichos de un parlamento. Y eso es lo que sucede con la democracia en la heroica y abandonada Ucrania.

Como Inglaterra frente a Hitler a principios de la Segunda Guerra Mundial Ucrania se enfrenta hoy a un loco con un poderoso aparato militar. Nunca había sufrido una crisis de tales proporciones. Pero es precisamente en las grandes crisis en que surgen los grandes hombres. Inglaterra tuvo entonces a su Winston Churchill y Ucrania tiene hoy a su Volodymyr Zelenski. Un hombre que ha personificado la improbable transformación de cómico a político, de político a guerrero y de guerrero a líder de proporciones mundiales.

El mismo Zelenski que se ha visto obligado a cerrar, al menos en forma temporal, los medios de información ucranianos. El mandatario declaró que esas medidas eran necesarias para combatir la “desinformación rusa’ y decir la verdad sobre la guerra. Al mismo tiempo, Zelenski congeló las actividades de los 11 partidos políticos del país. Acto seguido, las naciones occidentales que hasta ahora le han dado una sólida y firme ayuda se preguntan si Zelenski está siguiendo un camino que conduce a la dictadura.

La realidad es que las medidas de emergencia fueron adoptadas dentro del contexto de la Ley Marcial de Ucrania. El objetivo fue poner en vigor una política de “información unificada”. Y quede bien claro que Ucrania no es la primera nación que ha suspendido las normas democráticas en tiempos de guerra. Recordemos a algunos de esos tiempos.

En tiempos tan remotos como los de la República Romana—uno de los primeros ejemplos de democracia en el mundo—la dictadura era utilizada únicamente en crisis militares o crisis internas. Eso sí, el poder absoluto del dictador estaba limitado a seis meses. Y siguiendo con Roma, la noche del 11 al 12 de enero de 49 a. C., Julio César se detuvo un instante ante el Río Rubicón atormentado por las dudas. Cruzarlo significaba cometer una ilegalidad: convertirse en enemigo de la República e iniciar la guerra civil. Julio César dio la orden a sus tropas de cruzar el río, pronunciando en latín la frase «alea iacta est»

Diecisiete siglos más tarde, en los Estados Unidos, George Washington y sus soldados se enfrentaban al despiadado invierno de Valley Forge. Esos hombres estaban enfermos, hambrientos y casi desnudos, pero Washington no se dio por vencido. Después del cruce del Río Delaware en la famosa noche de navidad Washington sorprendió a las tropas hessianas acampadas en Trenton, estado de New Jersey. El triunfo de la batalla de Trenton en 1776 cambió el rumbo de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

Y durante la Guerra Civil americana el compasivo Abraham Lincoln se vio obligado a tomar medidas drásticas para mantener la integridad de la Unión. El 27 de abril de 1861 Lincoln suspendió el recurso de Habeas Corpus para dar a las autoridades militares el poder necesario con el cual silenciar a los disidentes y simpatizantes del sur que minaban la retaguardia. Y no hay que ser estratega militar para saber que no hay ejército que triunfe con una retaguardia comprometida.

En ese mismo período, hubo dos generales que no esperaron órdenes superiores para imponer sus criterios y lograr victorias militares. La captura del Fuerte Donalson, en Tennessee, por el General Ulises S. Grant fue la victoria de la Unión que abrió el camino hacia la derrota de la Confederación. Ante la solicitud de negociación por los sureños en Donalson, la repuesta de Grant fue lapidaria: “No acepto otra cosa que rendición incondicional.”

William Tecumseh Sherman fue otro general que hizo campañas de tierra calcinada para obligar a los sureños a rendirse y, con ello, poner fin a la terrible masacre. Al final de la campaña, conocida como la Marcha de Sherman hacia el mar, sus tropas capturaron Savannah el 22 de diciembre de 1864. Sherman telegrafió a Lincoln, ofreciéndole la ciudad como regalo de Navidad. Abraham Lincoln—quién confrontaba la posibilidad de perder las elecciones—fue reelecto en 1865.

Sherman fue además un hombre agradecido. Cuando un enemigo de Grant comenzó a atacarlo en su presencia Sherman le ripostó: “El general Grant es un gran general. Lo conozco bien. Él estaba a mi lado cuando yo estaba loco y yo estaba a su lado mientras él estaba borracho, y ahora, señor, estamos uno al lado del otro para siempre."

Al sur del continente, Simón Bolívar—padre de cinco repúblicas americanas—emitió un Decreto de Guerra a Muerte contra los españoles el 15 de junio de 1813 en la ciudad de Trujillo, al oeste de Venezuela. Fue tanta su vocación por la libertad que llegó a enfrentarse a la misma naturaleza. Cuando Caracas fue sacudida por un terremoto el 26 de marzo de 1812, y ante la frustración de los generales de su ejército, Bolívar exclamó a “todo pulmón”: «Si se opone la naturaleza, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca»

Con la misma intensidad luchó por la libertad de mi Cuba añorada y flagelada el General Antonio Maceo y Grajales. En solo 90 días, Maceo y una abigarrada tropa que se limitaba a 1,400 hombres cuando salió de Baraguá, en el oriente de Cuba, muchos de ellos descalzos y mal armados, recorrieron 2,056 kilómetros en setenta y ocho jornadas, sostuvieron 27 combates, ocuparon 22 pueblos y despojaron al enemigo de 2,000 fusiles y 80,000 cartuchos. El 22 de enero de 1896 Maceo llegó a Mantua, el pueblo más occidental de Cuba, en la Provincia de Pinar del Río. Los 200,000 efectivos con que contaba en la Isla en ese momento el Ejército Español no fueron capaces de detener el coraje y el patriotismo del “Titán de Bronce” y su legión de centauros.

Otro general que no se detuvo en convencionalismos y que fue quizás el más vilipendiado durante la Segunda Guerra Mundial fue George S. Patton. Este hombre creía en la reencarnación y decía comunicarse con el “más allá”. Quizás por eso advirtió sobre el peligro del expansionismo soviético. En 1945, al concluir la Segunda Guerra Mundial, dijo: “Quizás nosotros hemos combatido contra el enemigo equivocado (los alemanes). Ahora que estamos en la frontera soviética deberíamos de atacar a estos bastardos. Porque, tarde o temprano, vamos a tener que pelear contra ellos.” La “Guerra Fría” del Siglo XX demostró que las palabras de Patton fueron proféticas. Su advertencia probablemente le costó la vida en un “accidente” automovilístico que todavía no ha sido totalmente aclarado.

Asimismo, en la isla que creo un imperio, Winston Churchill sembró la esperanza y fortaleció la voluntad de sus conciudadanos para repeler la agresión de Hitler. En un discurso ante la Cámara de los Comunes, el 4 de junio de 1940, Churchill hizo despliegue de su vibrante y contagioso optimismo.

En aquel momento de desesperación y terror dijo: “Nosotros no descansaremos ni fracasaremos. Nosotros iremos hasta el final. Nosotros pelearemos en Francia y en los mares y en los océanos; nosotros pelearemos con creciente confianza en los aires. Nosotros defenderemos nuestra Isla al precio que sea necesario; nosotros pelearemos en las playas, en los desembarcos, en los campos, en las calles y en las colinas. Nosotros jamás nos rendiremos”.

Por su parte, Harry Truman ha sido probablemente el Presidente de menos carisma pero con más pantalones de todos los presidentes americanos. Eso le permitió tomar la agonizante decisión de dejar caer la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. Esta decisión, controvertida hasta el día de hoy, causó la muerte inmediata de 70,000 japoneses pero, según estimados confiables, salvó la vida de 2 millones de americanos. Proteger a su pueblo es la primera responsabilidad de cualquier presidente. Harry Truman la cumplió a cabalidad.

Volodymyr Zelenski está haciendo lo mismo y en condiciones mucho más difíciles. Ahora, se encuentra en compañía de todos esos hombres de leyenda que he mencionado en este trabajo. Pero Zelesnki no es un guerrerista por vocación sino por necesidad. Antes de la invasión trato de negociar con Putin y éste lo rechazó. No buscaba el peligro pero tampoco lo temía. El oso genocida lo obligó a pelear y él se paró en firme como los valientes, sin alardes ni bravuconerías como el esperpento que tenemos en la Casa Blanca. A todos los efectos prácticos Volodymyr Zelenski se ha convertido en una especie de “padre de la nueva ucrania”. Que Dios lo bendiga y lo cuide, para bien de su patria y símbolo de la libertad en el mundo.

Alfredo M. Cepero
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Director de www.lanuevanacion.com
Cuba - Estados Unidos

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: MISIÓN “APAGÓN” . DESDE VENEZUELA

El desbarajuste que marca el discurrir nacional-venezolano, en gran parte, ha resultado de la ausencia de procesos de formulación de políticas públicas consistentes y rigurosamente elaboradas y organizadas.

Tal problema, ha motivado indiscutiblemente la improvisación de medidas gubernamentales en todos los sentidos y direcciones. Aunque el problema se acentúa en la ausencia de un proyecto congruente que responsa a una comedida gestión de gobierno. Más aún, al observar que dicha situación, en buena proporción, es alcanzada cuando el gobierno actúa desprendido del espíritu constitucional y jurídico.

Este vacío ha devenido en prácticas gubernamentales y decisiones públicas infundadas que escasamente dejan ver una intención, pero sin mayor motivación. De hecho, estas holguras han permitido que sea solamente el presidente de la República quien en todo momento disponga lo inimaginable o lo primero que pueda ocurrírsele. He ahí la clave del despelote nacional.

Es absurdo pretender que, después que el mundo político ha avanzado tanto en materia de administración pública y de gobierno, Venezuela haya retrocedido a niveles bastantes superados hace más de treinta años. Los índices de desarrollo económico pueden demostrarlo. Sin embargo, las ejecutorias del régimen insisten en alejar al país de los beneficios que hoy pueden disfrutarse.

El régimen opresor venezolano, ha enrumbado el país al arbitrio. Sin tino alguno. La arenga presidencial, es tan variable como cambiable es el clima. Por tal grado de inconstancia, Venezuela anda a la deriva. El personaje de marras inventa unas cosas hoy que constriñen la dinámica social, política y económica nacional. Mañana, otras son giradas con la misma intención.

Misiones para todo. Misión Milagro. Misión Alboroto. Misión Desorden. Misión Estómago. Misión Revolver. Misión Sonrisa. Misión Totuma. Misión Aborto. Y para colmo de males, decidió formalizarse la Misión “Apagón”. Precisamente, para incitar mayor zozobra en el marco del vandalismo que precisa este relajo revolucionario que, tristemente, ha malogrado el ideario bolivariano. Aparte del desastre nacional que significa la caída de niveles de producción por efecto de la bochornosa Misión “Apagón”, el país se ha visto imbuido en problemas de servicios públicos toda vez que los cortes de energía eléctrica han dañado el patrimonio industrial. Inclusive, el patrimonio familiar.

Con este proceder, el régimen bolivariano ha logrado que el país haya retrocedido a tiempos del oscurantismo. Lo ha conseguido a velocidades sorprendentes De esa forma, lo ha llevado a condiciones que sólo son posibles de concretar en un modelo político de caos descentralizado.

Ahora mismo procura que los beneficios de tan “exitosa” Misión “Apagón” sean factor de motivación de un vertiginoso crecimiento poblacional. Pero lo que sí será cierto, es que jamás contendría la fuerza para apagar las esperanzas de desarrollo que anhela el pueblo venezolano con conciencia democrática y de libertades. A pesar de tan retrógrada Misión “Apagón”.

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Venezuela

GABRIEL BORAGINA : EL POSITIVISMO JURÍDICO. DESDE ARGENTINA

‘’La ley es la fuente de derecho predominante en los tiempos modernos, sea por la moda o sea por la vasta influencia del positivismo jurídico. Por lo menos desde los proceso de codificación del siglo XIX en adelante, la ley se ha enseñoreado en el mundo como la fuente de derecho predominante. Como dije en el capítulo anterior, el positivismo jurídico en América Latina es anterior al positivismo jurídico en Europa. El primer gran positivista jurídico en América Latina se llamó Andrés Bello, que fue el codificador chileno que preparó un proyecto de Código Civil que ha estado vigente en la mitad países de América Latina, incluidos varios países centroamericanos por mucho tiempo. Incluso, hay países que hoy día todavía tienen el Código Bello vigente, como Chile y Colombia. De modo que el Código Bello es una institución en América latina’’.[1]

Pero, lamentablemente, no todos los autores están de acuerdo con la afirmación anterior en cuanto a la primacía de América latina respecto de Europa. Y tampoco en -en dicho sentido- parece ser Bello el primer positivista de todos. Podemos citar por ejemplo lo siguiente: ''Aspecto histórico- En este aspecto se deben recordar las codificaciones antiguas, que obedecieron a la necesidad de concretar en un todo legislativo las reformas que exigían los movimientos sociales de la época. Tales como la codificación de Solón y la decenviral en Roma. Por otra parte, en la antigüedad se cita como ejemplo clásico de recopilación de leyes al Corpus Iuris Civilis de Justiniano. Esta legislación romana obedeció a múltiples y complejas causas que no es oportuno detallar, que también motivaron la publicación de las recopilaciones prejustinianeas, como las que se concretaron en los códigos de Hermogeniano, Gregoriano y Teodosiano''…’’En el Derecho español se distingue netamente la época de su codificación histórica, entre las que sobresale como ejemplo Las siete Partidas, de Alfonso el Sabio. Esta legislación, conjuntamente con las Leyes de Indias, estuvo en vigencia en la Argentina hasta la sanción de los códigos especiales posteriores al año 1810. La codificación de los tiempos modernos y contemporáneos obedece a causas políticas e ideológicas, además de las que provienen de la necesidad de simplificar y unificar, en medio de la multiplicidad legislativa de los países continentales en la Europa del siglo XVIII, el Derecho vigente’’[2]. Claramente -a diferencia de lo que expresa el autor comentado- Europa fue pionera en materia de codificación positivista.

‘’Bello era un positivista jurídico. Él creía que una ley se deroga sólo por otra ley, que es el principio del positivismo jurídico: sólo la ley deroga la ley. Esto es una ruptura con la tradición romana y romanista en donde la costumbre derogaba a la ley, eso se llamaba la desuetudo. La costumbre derogatoria de la ley era la desuetudo, el desuso derogaba la ley. Con el proceso de codificación y el reforzamiento de la idea de que era la autoridad del rey, la autoridad del príncipe o la autoridad de la asamblea, en el caso francés, la que producía el derecho, se refuerza la idea de que la ley se deroga únicamente por otra ley con lo cual aparece el positivismo jurídico moderno’’.[3]

¿Qué es el positivismo? El Dr. Negri lo explica de este modo: ‘’La filosofía del Derecho debe referirse al Derecho en su totalidad esencial, no reducirse a la descripción de una de sus contingentes expresiones fenoménicas. 16. A pesar de que esto pareciera ser de la mayor obviedad, lo cierto es que han existido varias y reiteradas postulaciones que pretendieron reducir la investigación teorética al ámbito exclusivo de los Derechos puestos. Esta delimitación, así trazada, constituyó y constituye la base del fenómeno ideológico conocido por positivismo (8). Aun en la variedad de sus expresiones, positivismo significó pues, en el aspecto teórico, el centrar el ámbito de investigación jurídica a los Derechos positivos, y él desconoce de la legitimidad de todo posible análisis acerca de los sistemas no afirmados comunitariamente’’[4]. Entonces el positivismo consiste en considerar al derecho positivo como el único derecho existente, lo cual es falso. No debe confundirse pues el derecho positivo con el positivismo dado que no se tratan de sinónimos.

‘’En un periodo semejante, contemporáneo a Andrés Bello, surge Jeremy Bentham, que es el inventor del positivismo jurídico inglés, quien sostiene que la ley es la única fuente del derecho. Hay algunos autores que creen inclusive que Estados Unidos ya no es un país de common law. Si ustedes leen a Gordon Tullock, ilustre padre fundador de la escuela del Public Choice, se dan cuenta que Tullock dice que Estados Unidos ya no es un país de common law, es un país de derecho civil donde la ley es la fuente de derecho predominante y ya no la costumbre por la cantidad de leyes, regulación y normas de toda jerarquía que se producen en Estados Unidos. Tullock dice que nunca lo ha sido, empezando porque tiene Constitución escrita e Inglaterra no la tiene. Porque hasta Escocia es un país de derecho civil’’.[5]

Hay una diferencia importante entre decir que algo ya no es lo que era y afirmar que nunca lo fue. Es bastante probable (y no podría sorprender) que un sistema de common law derive en otro de derecho positivo. Esto resulta de su misma definición la que transcribimos seguidamente: “Common law”. Locución inglesa con una pluralidad de sentidos. Designa en primer término el sistema jurídico de los países que han recogido las bases de su Derecho del inglés, en contraposición a otros sistemas jurídicos, particularmente los de origen romano. También se distingue así el Derecho elaborado jurisprudencialmente, en esos países, en contraposición al de origen legislativo. El common law es asimismo el conjunto de normas elaboradas por los tribunales de Derecho estricto, en contraposición a las derivadas de la jurisprudencia de los tribunales de equity, que originalmente decidían en función de la equidad, para desarrollar luego su propia línea de precedentes. Por último, common law es el Derecho jurisprudencial tradicional inglés, en contraposición al que se ha desarrollado más recientemente, sea por la jurisprudencia o por la legislación''[6]La distinción más importante parece la de origen, ya que -según la definición- hay tribunales que elaboran normas (derecho escrito) y otros que sólo dictan Jurisprudencia (equity).

[1] Enrique Ghersi ‘’El costo de la legalidad’’. publicado por institutoaccionliberal • 16/01/2014 • El costo de la legalidad | Instituto Acción Liberal http://institutoaccionliberal.wordpress.com/2014/01/16/el-costo-de-la-...
[2] Voz ''Codificación''... Enciclopedia Jurídica OMEBA Tomo 3-Letra C-Grupo 8 Pág. 8
[3] Ghersi, E. Ibídem
[4] ''POSITIVIDAD DE LAS NORMAS JURÍDICAS'' Por el Dr. HÉCTOR NEGRI. Enciclopedia jurídica OMEBA TOMO 22 LETRA P-Grupo 15.
[5] Ghersi, E. Ibídem
[6] Ossorio Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. -Editorial HELIASTA-1008 páginas-Edición Número 30-ISBN 9789508850553, pág. 181

Gabriel Boragina
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@GBoragina
Argentina