jueves, 12 de noviembre de 2015

JESÚS ALBERTO BARRIOS R., ¡QUÉ VIVA LA AUTONOMÍA!

Echarle mano a las universidades autónomas siempre ha sido un objetivo de los gobiernos totalitarios. Ya no es solamente el poder ejecutivo el que intenta lograr la intervención de la actual universidad autónoma, democrática, plural, formadora de valores cívicos y ciudadanos.

Ahora se trata del poder legislativo y no nos sorprende el acuerdo aprobado en la Asamblea Nacional contra las universidades del país. Es la guerra de los poderes del Estado contra las universidades.
Nada nos sorprende, no es casual esta decisión legislativa, es política de Estado hacia el sistema de educación superior.
Es un objetivo estratégico de un régimen que se inició en 1999. Ya ocurrió en el año 2001, en ese momento le correspondió al TSJ, en las salas electoral y constitucional, embestir con los cachos totalitarios la autonomía universitaria al dictar decisiones respecto a las elecciones de las autoridades en varias casas de estudio.
Se trata de imponer la hegemonía cultural y política de un proyecto comunistoide. Comienza por el cerco presupuestario como estrategia para asfixiar las universidades. Se imponen presupuestos deficitarios con criterios políticos que afectan gravemente la excelencia académica.
La universidad se está quedando sin docentes, hay fuga de talentos, se van del país. El empobrecimiento económico de las universidades da grima, hay facultades que no tienen ni papel, las computadoras no funcionan, y muchas calamidades que serían muy largas describirlas.
Es un cuadro preocupante, no es accidental, es el propósito político de destruir lo que no han podido doblegar a través de los medios democráticos. Por eso embisten a las universidades autónomas.
Es un tema para el debate nacional. Por cierto, en gira por Barinas, me encontré con Carlos Boves, expresidente de la FCU de la ULA y exdirigente del MIR en Mérida, años que no lo veía, y con más frecuencia converso con  Macario González, quien igualmente fue presidente de la FCU de la ULA y secretario juvenil del MIR, mientras yo era secretario juvenil de COPEI en Mérida y dirigente universitario, la tertulia giró sobre muchos aspectos importantes de la vida política nacional; terminamos recordando nuestras coincidencias y nuestras diferencias.
Estos encuentros sirven para afianzar nuestro compromiso histórico, nosotros no podemos olvidar el himno de la JRC: “Juventud victoriosa, victoriosa, valiente y aguerrida….” y todos recordar en este tiempo de agresión a nuestra alma mater el canto a la universidad plural: “Que vivan los estudiantes jardín de nuestra alegría, son aves que no se asustan de animal ni policía, y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría. Caramba y Zamba la cosa, que viva la autonomía”.
Jesús Alberto Barrios R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob

Carabobo - Venezuela

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