jueves, 21 de enero de 2016

PEDRO PABLO FERNÁNDEZ, SOLUCIÓN ANTE PROBLEMAS

En la primera asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana de 2016, el nuncio apostólico Aldo Giordano manifestó la esperanza de la Iglesia en que los conflictos en el país se resuelvan por la vía de la paz, la mediación y el diálogo

En la primera asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana de 2016, el nuncio apostólico Aldo Giordano manifestó la esperanza de la Iglesia en que los conflictos en el país se resuelvan por la vía de la paz, la mediación y el diálogo.

Planteó varias interrogantes sobre las cuales es urgente reflexionar, al Ejecutivo y al Legislativo, entre ellas. ¿Buscarán formas de colaboración para enfrentar los problemas que está sufriendo el pueblo? ¿Qué reflexiones están haciéndose en las fuerzas del oficialismo después de la derrota? ¿Cuál será la contribución de la oposición a la solución de los problemas sociales ligados a la economía? ¿Cómo reaccionará el pueblo ante el agravamiento previsto de la situación económica y la eventual falta de respuestas?

Estas preguntas merecen ser respondidas con seriedad. El país manifestó el 6 de diciembre su desesperación por la crisis económica y le dio a la oposición una mayoría calificada de dos terceras partes. La gente votó con la esperanza de que sus problemas fueran atendidos. La frustración que se va a generar con el deterioro de la economía a partir de la agenda de confrontación política planteada puede tener consecuencias impredecibles.

El oficialismo tendría que haber respondido con humildad, reconociendo errores y manifestando disposición de corregir. Persistir en la misma política es profundizar las razones del descontento y, mucho más grave, profundizar el sufrimiento de millones de seres humanos que ven cómo se deteriora su calidad de vida y el futuro de sus hijos.

La gran pregunta para la oposición es cuál será su contribución a la solución de los problemas. La tarea más importante es ser parte de la solución y en el esquema de confrontación seremos parte del problema y el país puede terminar repudiándolos a todos.

Esta es la última pregunta que hace el nuncio y en la que debemos reflexionar con detenimiento: “¿Cómo reaccionará el pueblo ante el agravamiento previsto de la situación económica y la eventual falta de respuestas concretas?”. Hoy más que nunca, el liderazgo político tiene que actuar con mucho desprendimiento y con mucha responsabilidad frente a los seres humanos que sufren las consecuencias de las cosas que hacen y dejan de hacer.

Pedro Pablo Fernandez
pfernandez@ifedec.com

@PedroPabloFR

Caracas - venezuela

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