lunes, 15 de febrero de 2016

PABLO HERRERA, AMOR, UNA VOZ AL VIENTO.,

Amor. Es una expresión universal que es inherente a la afinidad entre los seres, y cada cual desde sus perspectivas, sus diversas ideologías y según los diferentes puntos de vista, tratan de darle una definición razonada. De manera que en cada campo del que hacer humano, se va planteando una determinación en lo cultural y su desarrollo social, artístico, científico, filosófico, religioso u cualquier otro. 

Presentar la palabra amor, implica identificar una variedad de sentimientos, que van desde la unión familiar o filial, pasando por la fraternidad del compartir en amistad y como parte del vínculo social con nuestros semejantes, logrando abarcar los deseos pasionales o románticos y que propician el acercamiento intimo, hasta rebasar la trascendencia del propio sentimiento y del estado de la mente y el alma en Dios. Pero ciertamente, el amor es un tema de permanente discusión, de constante revisión y donde muchos de los que han querido aproximarse y conocerlo, al menos en teoría, ya tienen su experiencia propia, es un tema sin duda actual en todos los tiempos y tan obligado, como la vida misma. En su nombre, se han desarrollado tesis, se han escrito bibliotecas enteras en diversos géneros literarios, se han levantado monumentos, alzado esculturas, realizado obras, de la misma manera, el tema ha ocupado todos los estilos musicales, y aun continúan tratándose diversos aspectos que le circundan.

            El amor, para mi, tiene una connotación de acción y causa, que necesariamente implica una reacción y efecto, entre los seres que se aman, ese sentir mas que solo sentirlo, mas que solo decirlo, siempre se debe expresar y manifestar en las obras y en las acciones, de alguna manera, los sujetos que se declaran y revelan ese amor, siempre están en permanente sintonía, realizando actos y haciendo cosas que hagan sentir cuanto sienten por el otro. Exteriorizar entonces el amor, debe representar un empeño permanente, continuo y determinante, que ocupa la práctica de una conducta que tiene que estar en consecuencia con lo que se profesa. Incluso mas allá del interés propio, su celebración no solo debe ser para una época en particular, un evento determinado o un solo día, como este del 14 de febrero, aunque celebramos este día con detalles y expresiones afectivas a nuestros seres especiales, porque se debe amar siempre y se puede amar constantemente, lo demás, es cumplir con normas convencionales, que nada tienen que ver, con realidades concretas y solo se le estaría dando una mayor importancia, al mero “festejo” comercial. El Gran Maestro Jesús, enseño siempre a los Apóstoles los preceptos del amor y les declaro que “La Ley” se fundamenta en los mandamientos: “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda alma y con toda tu mente. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. Y después viene otro semejante a este: Amaras a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22,38-39), en muchas de sus enseñanzas por medio de parábolas o cuentos, donde con expresiones alegóricas, siempre les mostraba caminos desde el amor y con mucho amor, que aun, hoy en día siguen manteniendo su vigencia y continúan estando presentes en debates, sobre sus planteamientos verdaderamente insurgentes, que causan revuelo por sus planteamientos. 

Dimensionando al amor desde si, para ser entregado en ocupaciones y servicios a los demás. Entre otros tantos escritos considerados como la exposición que le hacen un canto poético al amor, el Apóstol San Pablo expone en el mismo “Manual del Fabricante” o “Libro Sagrado” de La Santa Biblia: “Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara el amor, no seria más que una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, pero me faltara el amor, nada soy. Si repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara hasta mi cuerpo, pero no por amor, sino para recibir alabanzas, de nada me sirve. El amor es paciente, servicial y sin envidia. No quiere aparentar, ni se hace el importante. No actúa con bajeza, ni busca su propio interés. El amor no se deja llevar por la ira, sino que olvida las ofensas y perdona todo. Nunca se alegra de la injusticia y siempre le agrada la verdad. El amor disculpa todo, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. El amor nunca pasará…” (1ra. Carta a los Corintios 13,1-8).

            Yo si creo en el amor, como una gran fuerza transformadora, capaz de mover y motivar cualquier tipo de cambios, generar conciencia y proponer alternativas desde el encuentro, la conciliación y la verdadera posibilidad de propiciar mejores condiciones, para la convivencia, la armonía y el desarrollo. Cuando en cualquier dinámica, juego o convivencia, me preguntan, cual es la palabra que mas me gusta o me identifica, no puedo pensar en otra que no sea esta, y hace algunos años atrás, declarando mi identidad con la misma, me atreví a poner por escrito y les comparto: “Mi Credo del Amor (Letanías de Amor): Te creo amor porque en todos los ojos que veo, encuentro que has dejado huellas. Te creo amor en la gente de buena voluntad y que actúa haciendo siempre el bien. Te creo amor en el arcoíris que pinta el cielo entre nubes, en la lluvia y bajo el sol. Te creo amor en la alegría de los seres creados y las cosas hechas por tu causa. Te creo amor como la influencia necesaria, para un mundo más justo y humano. Te creo amor en la solidaridad y las muestras de apoyo a las más nobles causas. Te creo amor porque me has hablado con ternura y calidez en lo que me rodea. Te creo amor en la poesía y en sus autores que te figuran y mantienen vigente. Te creo amor en el trabajo voluntario y el derroche de las personas por otros. Te creo amor en los besos y abrazos de las personas y sus buenos deseos. Te creo amor en las caricias como el aroma de un jardín con muchas flores. Te creo amor en las canciones porque te recrean, te cantamos y bailamos. Te creo amor en los cuentos de hadas, que fueron por ti y te encontraron. Te creo amor porque en mi respirar me percato que existo para nosotros. Te creo amor en cada amanecer, porque siento la vida que me has dado. Te creo amor como el niño que juega y hace castillos de barro y arena. Te creo amor como se que existo, vivo y moriré, para seguir viviendo. Te creo amor como la expresión de la vida que nos revelas sin ostentación. Te creo amor en el cantar de pájaros y el sonido de la naturaleza. Te creo amor como los dos corazones que engendraron el mío. Te creo amor como el fruto necesario que concibió a mis hijos. Te creo amor en la sonrisa de un anciano y su buen consejo. Te creo amor en las dulces palabras de una madre a su hijo. Te creo amor simplemente porque de ti vengo y a ti volveré. Te creo amor como el impulso que nos mueve y fortalece. Te creo amor porque me has sentido al igual que yo a ti. Te creo amor porque nadie se resiste a tu aliento. Te creo amor como la llegada al final del camino. Te creo amor porque solamente te creo amor. Te creo amor como a Dios que es Amor”.

¡Que viva el amor y la amistad!

*Disconformidad: Se tiene años hablando de “racionamiento” eléctrico, se pasan horas de discursos y discusiones sobre el problema, y no se aplican correctivos, ni planes de solución definitivos.

*Propuesta: Que se avoquen a buscar y aplicar soluciones definitivas al problema eléctrico y se ejecuten los proyectos que se han presentado. Que se estimule la voluntad para solventar.

*Aspiración: Que busquemos todas las oportunidades y todos los días, para mostrar y profesar, el amor y la amistad en la que creemos. Contribuiremos así con una mejor sociedad.

Paz, Amor y Salud. Bendiciones.

Pablo Herrera
pablo.herrera1@gmail.com
pablo.herrera1@hotmail.com
@pablo1herrera
Carabobo - Venezuela     

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