martes, 15 de marzo de 2016

CNEL. ANTONIO SEMPRUN, SE LINCHA LA LIBERTAD EN VENEZUELA

Cuando la violencia en cualquiera de sus formas se instala en una sociedad no es posible ignorarla, no hay forma o posibilidad de silenciar o tapar los  escandalosos actos que la identifican,  la sociedad venezolana está  viviendo  cada vez con más horror las diferentes formas de violencia que la lleva peligrosamente a la barbarie.

La  complicidad  e incapacidad para combatir la delincuencia en un  país gobernado por rateros hizo que  en Venezuela se perdiera el rumbo de la legalidad y el respeto a las leyes, la impotencia, la impunidad, el cansancio y el dolor que produce el desamparo legal llevó a los venezolanos a tomar la justicia por su mano, una actuación que carece de un proceso legal donde la sentencia es expedita y condenatoria.

La crisis enmarcada profundamente en lo político, social y económico  ha hundido durante estos últimos años a la sociedad venezolana en desacato debido a la altísima dosis de violencia  estructural, física, emocional y simbólica que ha convertido a víctimas en victimarios y a victimarios en victimas.

Cuando la violencia asesina a un director de corales de niños especiales, a veintiocho mineros o quema en la vía pública a un delincuente, es una sociedad que siente que las leyes no son aliadas ni instrumentos de defensa de los ciudadanos, las ven como una amenaza por el uso y el abuso con el que son interpretadas por las instituciones de un Estado secuestrado por la ambición y el servilismo.

Venezuela está a merced de un sistema degenerado que heredo un despreciable extranjero que conduce a la sociedad venezolana a una profunda crisis de valores que en su instinto de sobrevivencia desconoce al sistema judicial corrupto que la dejó en manos de una delincuencia promovida como política de estado.

Las calles venezolanas se están convirtiendo en juzgados donde los linchamientos son la decisión colegiada de un pueblo huérfano de justicia, en un linchamiento  los presentes no se acusan entre sí porque  la decisión y  la acción  fue colectiva, la violencia no es  solución en ninguna sociedad sin embargo una multitud acorralada, humillada e irrespetada tiene derecho a linchar a un régimen criminal y estafador para expulsarlo del poder.

Coronel Antonio Semprun
coronelantoniosemprun@gmail.com
@AntonioSemprun
Caracas - Venezuela

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