miércoles, 2 de marzo de 2016

EDUARDO MARTÍNEZ HIDALGO, PARA SALIR DE LA CRISIS

El pasado viernes, Venezuela canceló 1,543 millones de dólares americanos a tenedores de los denominados Bonos Soberanos 2016. Con esta cuantiosa erogación, las reservas y se ubicaron en 13,501 millones de dólares americanos.

A pesar del ruido de la galería y  del discurso antiimperialista, el oficialismo cumplió puntualmente con sus obligaciones extranjeras y en palabras del Ministerio del Poder Popular para la Banca y Finanzas “el Gobierno Bolivariano una vez más manifiestó su voluntad y capacidad de honrar sus compromisos financieros de forma oportuna”.

Atrás quedó el tremendismo de Luis Salas, Vicepresidente de Economía por 1 mes que, según voceros no oficiales, llegó a plantear la cesación de pagos conocida por muchos como “default”.                                                                  
Por delante aún debe cubrirse 9,600 millones de dólares americanos en lo que resta del 2016 y 2017, buena parte de los cuales corresponden  a papeles de PDVSA. No será fácil hacerlo, más bien es dificilísimo hacerlo.
Venezuela pasa por la más grave crisis económica en su historia como nación. Ese es un hecho innegable que hasta el más fanático de los oficialistas seguramente reconoce. El empeño de mantener un modelo en desuso en el mundo entero nos trajo hasta aquí, sumado a la corrupción y a la ineptitud de buena parte de los cuadros altos y medios de la gestión gubernamental.
Se requiere un cambio y un cambio pronto antes que la calle sea escenario de terribles vivencias y la explosión social deje de ser hipótesis y se convierta en dolorosa realidad.
Es necesario reemplazar el modelo, las políticas pero ya también a los actores responsables de su diseño e implementación porque nada los mueve a rectificar, Nicolás Maduro Moros a la cabeza –por cierto quienes andan por allí mostrándose partidarios de un “acuerdo nacional” que naturalmente incluye a los responsables del actual desastre, o son ingenuos o decidieron temprano mostrar sus cartas como cooperantes que son-
Es obvio que un nuevo gobierno enfrentará grandes dificultades pero entre las muchas circunstancias que le ayudarán a salir de la actual coyuntura es la capacidad que tendrá de obtener dinero fresco al margen de la caída de los precios del petróleo. Miles de millones de dólares están disponibles en distintos organismos internacionales para asistir prontamente a Venezuela en la problemática que enfrenta.  Entre el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial -Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y el Banco Interamericano de Desarrollo, pudieran sumarse unos 50 mil millones de dólares suficientes para equilibrar la balanza de pagos,  fortalecer las reservas internacionales, estabilizar la moneda, cubrir el costo de las importaciones indispensables y restablecer las condiciones para un firme crecimiento económico.
En el caso del FMI, Venezuela como país miembro tiene todo el derecho de obtener asistencia financiera por presentar una compleja situación en su balanza de pagos,  en montos suficientes y en condiciones accesibles para hacer frente a sus pagos internacionales netos, por ejemplo, importaciones, amortizaciones de la deuda externa  y al mismo tiempo mantener un nivel adecuado de reservas para hacer frente a necesidades futuras.
Más aún, dada la caída dramática de sus ingresos, Venezuela pudiera incluso explorar, con el FMI,  préstamos en condiciones concesionarias por medio del Servicio de Crédito Ampliado, el Servicio de Crédito Stand-by  y el Servicio de Crédito Rápido.  Los préstamos concesionarios tienen tasas de interés iguales a cero hasta fines de 2016.
El país tiene también abierta las puertas a  préstamos no concesionarios que se otorgan principalmente mediante los Acuerdos de Derecho de Giro, la Línea de Crédito Flexible, la Línea de Precaución y Liquidez y el Servicio Ampliado que se utiliza generalmente para atender necesidades a mediano y más largo plazo.
Por otra parte el BM/BIRF disponen de recursos para el  financiamiento para proyectos de inversión, donaciones y garantías de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) dirigidos a la creación de la infraestructura física y social necesaria para reducir la pobreza y generar un desarrollo sostenible. El BID cuenta con líneas de financiamiento para proyectos.
Adicionalmente el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones  y la Corporación Financiera Internacional ofrecen opciones para el sector privado: financiamiento, inversión directa y garantías.
Todo pasa porque el nuevo gobierno sea capaz de acordar estos financiamientos luego de diseñar un conjunto de políticas y medidas económicas creíbles y viables que apalancándose en los recursos que se otorguen permita superar la actual crisis. Personalmente no dudo que así será.
Luis Eduardo Martínez Hidalgo
@Luisemartinezh 
Monagas - Venezuela

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