HAY QUE CUMPLIR LA NORMAS LEGALES
El Génesis relata que en el principio de los tiempos la tierra estaba
desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo. Pero el espíritu
de Dios se movía sobre la faz de las aguas, y a través del proceso de creación
puso orden. Pero no conformándose con ello, al ver que todo lo que había hecho
era bueno, formó al hombre del polvo de la tierra y lo hizo alma viviente. A
ese hombre, junto a la mujer, en el Edén, para que viviera en orden, le impuso
la primera regla: que comiera de todo árbol de huerto menos del árbol de la
ciencia del bien y del mal, porque de hacerlo, ciertamente moriría. Es decir,
Dios fue el primero que puso orden, el primero que dictó una regla y el primero
que castigó el desorden.
La cooperación en un conglomerado es necesaria a fin de satisfacer los
intereses y las necesidades de la comunidad. El hombre no está apto
individualmente para satisfacer todas sus necesidades por sí mismo y elaborar
todos los productos para ese objeto. Por ello es interdependiente. El derecho
es una herramienta para coordinar y racionalizar las actividades humanas y para
fijar alcances y límites a los intereses para la consecución del bien común.
Esto lleva a generar un orden social, que haga factible la coexistencia de esas
actividades de cada persona con respecto a las actividades de los demás.
El orden se establece mediante reglas de derecho, que determinan el
poder de cada individuo para actuar dentro de la sociedad en interés propio, y
de la misma forma determina el límite, que de no existir lesionaría los
intereses ajenos. El derecho, entonces, concilia el interés de cada uno con los
intereses de los demás, fijando potestades y restricciones a cada persona, para
así hacer posible la sana convivencia social, dentro de un orden reglado. Si no
fuera regulada ese armonía, entonces cada quien impondría su propio parecer,
sin importarle los efectos de sus decisiones.
Ahora bien, las normas que racionalizan
los intereses individuales no pueden ser impuestas por individuos
aislados. Para ello se crea la figura de la autoridad, que las dicta y que está
llamada a garantizar su cumplimiento eficazmente. Lo peor que podría pasar es
que esa autoridad, aparte de no aplicar mecanismos de cumplimiento del orden
reglado, fuera la primera en no acatar esas disposiciones y pasara por encima
de lo que su facultad normativa ha producido. Si cualquiera que altera o
perturba la regla social debe ser acreedor a una sanción legal, la autoridad
que causa un caos, una confusión, una tribulación, cuando violenta el orden
social, debe ser mayormente castigada, sin contemplación alguna.
Venezuela requiere de orden, requiere de cumplimiento de las normas y
requiere de aplicar sanciones ejemplarizantes a las autoridades que han
generado estas tinieblas en que vivimos. Tarde que temprano, estoy muy seguro,
la soberanía popular, por los medios que ella misma posee para imponerse,
incluidos la rebelión legítima contra la autoridad usurpadora, tiránica y de actuación lesiva a derechos
elementales, será la que hará rescatar la sana convivencia. Porque no se puede
seguir viviendo sometidos a tanto ultraje y abuso, a tanto caos, laberinto,
anarquía y miseria. Porque si estamos hechos a imagen y semejanza de Dios,
entonces el pueblo echará de este Paraíso arruinado a estas autoridades, que en
vez de labrar futuro, quemaron hasta las semillas.
Isaac Villamizar
isaacvil@yahoo.com
@isaacabogado
Tachira - Venezuela
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