Los resultados del Paro Nacional han sido deplorables
para los colombianos, por la acción de las fuerzas vandálicas y terroristas,
cuyo objetivo era la desestabilización del país, buscando un levantamiento
popular en una insurrección para la toma del poder, o en su defecto con el
mismo fin, preparar el terreno con miras a las elecciones de 2022, cabalgando
sobre la pobreza y la miseria que ha ocasionado el Covid-19 o peste china; ante
semejante desafío las fuerzas democráticas tiene que salirle al paso a la
conspiración con una candidatura presidencial anticomunista, que permita
disipar ambigüedades, para que de esa manera se deslinde de una vez por todas
en Colombia, a los que están con la democracia y a los que pretenden imponer
una dictadura narco-comunista.
A la ciudadanía colombiana no le puede quedar ninguna
duda, acerca de que la violencia ejercida en contra de las autoridades y la
población en el paro, por parte de los vándalos que se esconden con el nombre
de “primera línea”, es una muestra de lo que será un gobierno “progresista o
alternativo” a partir de 2022, en donde esos vándalos y terroristas los
convertirán en la “ guardia roja de la revolución”, la cual se encargará de
invadir las viviendas de las personas que ellos crean enemigos del régimen para
expropiarlas, lo mismo que atacaran a los medios de comunicación que no sean de
su agrado y perseguirán sin piedad a las gentes que no se alineen con los
dogmas comunistas; así que esa situación de terror que se vivió con el paro se
multiplicará en gran medida con la complacencia de los gobernantes, como lo
vimos en los caso de Cali, Bogotá y Medellín, y a partir del 7 de agosto de
2022, esos actos crueles tendrán la anuencia del gobierno nacional, si la
población se equivoca en las elecciones.
Algunos candidatos presidenciales en Colombia, no se
quieren comprometer con las denominaciones derecha e izquierda, por eso unos
asumen el centro y otros caen en ambigüedades, pues es claro que esos dos
términos surgidos en la Revolución Francesa se prestan para confusiones;
subrayando que los seguidores de la izquierda buscaban la alternación en el
gobierno y los otros la perpetuidad, y después de más de 230 años, la izquierda
y la derecha se utilizan muchas veces para divagaciones, siendo en ocasiones
profusas y difusas especialmente por la secta marxista leninista, que en sus
diferentes remoquetes valiéndose de la mentira y la violencia aparece como
supuesta adalid de la lucha social, pero al igual que Hitler en la Alemania de
los años 20 y principio de los 30 del siglo pasado, lo que busca es el poder
usando el mismo discurso miserabilista y fatalista.
Claro que el Fuhrer análogamente a los seguidores del
comunismo totalitario antes de conquistar el poder, aparecía como un
izquierdista, que buscaba la renovación muy parecido a los candidatos que hoy
en Colombia se presentan como “progresista o alternativos”, porque unos y otros
proclaman el cambio. Ya en el poder Hitler mostró lo que era al convertirse en
un dictador igualito a como lo saben hacer los marxistas, casos concretos de
Cuba, Nicaragua y Venezuela, o sea que son de izquierda cuando están en la
oposición, pero se convierten en la ultraderecha si llegan a la dirección del
Estado (de acuerdo a la Revolución Francesa).
Así que el reduccionismo entre izquierda y derecha
para las elecciones de 2022, hay que cambiarla por el dilema entre democracia o
totalitarismo, representada la primera por las fuerzas republicanas (ojala
anticomunistas) y la segunda por el marxismo leninismo con todas sus marcas
incluyendo desde luego a los idiotas útiles que proceden de mala fe o por
ignorancia.
La internacional comunista del Foro de Sao Paulo le ha
funcionado muy bien al totalitarismo en Latinoamérica, y aunque algunos países
se han podido librar de semejante bestia apocalíptica, fundada por el sátrapa
de Fidel Castro en compañía de Lula da Silva en 1990, Colombia se encuentra en
la mira y para ello hay varios partidos afiliados, como son: el Partido Verde,
el Polo Democrático, Progresistas de Gustavo Petro, la Unión Patriótica, el
Partido Comunista y Comunes que son las mismas Farc y que con el Eln fueron
fundadores del Foro de Sao Paulo, por ello precisamente Colombia está en una
encrucijada y tendrá que definir entre la democracia y el totalitarismo.
Las Farc firmaron un acuerdo de paz con el gobierno de
Santos, desconociendo los resultados del plebiscito del 2 de octubre de 2016,
sin embargo por esa circunstancia esa organización (con sus diferentes nombres)
no dejo de ser marxista leninista con todo lo que eso implica para la nación,
entonces sabiendo que el comunismo totalitario esta en las antípodas de la democracia,
la ciudadanía amante de la libertad debe aprestarse a defender la libertad en
el 2022 en las justas electorales, sabiendo que en un régimen comunista
cualquiera que sea su mote, el Estado asume todos los poderes sobre las
personas quitándole los derechos individuales, lo que significa el
envilecimiento de la sociedad.
De ninguna manera se pueden olvidad a los partidos y
movimientos afiliados al marxista Foro de Sao Paulo, y eso si lo deberían
aclarar los aspirantes presidenciales comenzando por Gustavo Petro que tiene
bastante acogida en las agrupaciones mencionadas anteriormente, porque sería
algo similar a que otro candidato tuviera el apoyo de un partido que
internacionalmente estuviera afiliado a una organización neonazi, se imaginan
los alaridos de los llamados izquierdistas y progresistas.
Advirtiendo nuevamente que el fascismo, el nazismo y
el marxismo pertenecen a la matriz hegeliana y que los tres son enemigos de la
humanidad, siendo el más criminal el marxismo leninismo que tiene una deuda con
la humanidad de más de 140 millones de asesinatos en el último siglo y, ninguno
de sus connotados dirigentes a nivel mundial o nacional ha pedido perdón por
semejante genocidio.
Los llamados grandes medios de comunicación en la
presente contienda electoral, no deberían ser ajenos a temas como el Foro de
Sao Paulo y el Grupo de Puebla, por eso es bueno que los estudien para impulsar
debates, pero sin caer en el eclecticismo, porque lo que está en juego es la
democracia que peligra ante el totalitarismo comunista que se presenta para el
2022, abiertamente o en cuerpo ajeno, reiterando que Colombia se encuentra en
el dilema entre la democracia o el totalitarismo.
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia
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