sábado, 29 de abril de 2017

PANCHO AGUILARTE, DEL LADO CORRECTO DE LA HISTORIA

EN CONCRETO

La historia nos dice que el 23 de Enero todos los sectores de Caracas junto a la Junta Patriótica expulsó al tirano de Miraflores. Aunque en verdad la represión del General Marcos Pérez Jiménez fue de orden político. Perseguidos, torturados y asesinados como Ruiz Pineda, Carnevalli y otros dirigentes de AD,PCV,URD, militares y dirigentes medios. Pero la economía marchaba muy bien y durante ese "Régimen " Venezuela tenía lo que ha sido el mayor poder adquisitivo que se recuerde de nuestra moneda en relación al Dólar. No había inseguridad, la gente dormía con las puertas de las casas abiertas y la corrupción se limitaba al más alto nivel y las obras eran ejecutadas tal como eran contratadas y con calidad y supervisión. 

Aún así todos los venezolanos consideraban que la apertura política era necesaria, y que no estaban de acuerdo con la persecución de las ideas y la intolerancia. Pero no nos enseña la historia o no destaca que las protestas se habían iniciado a finales del año anterior. Fueron en efecto, muchos días de protesta continua hasta llegar a la fecha que recoge la historia como el derrocamiento de la penúltima dictadura. 

Así, no crea el régimen que la protesta de ayer o la de hoy es la última. Vendrán una y otra y otra hasta que haya una salida, que no será otra que unas mega elecciones, independientemente que sean en lo inmediato o unos meses o un año después del punto de quiebre. Por allí vimos a Maduro gritar que quiere elecciones pronto, olfateando que es imposible quedarse en el poder utilizando a la Fuerza Armada Nacional y los colectivos. 

No podrá y hace bien en asomar unas elecciones, solo que estas deben realizarse con "condiciones" porque si algo identifica al régimen es su facilidad para mentir, trampear y falsificar los hechos. 

Esa convocatoria, caso que sea genuina de parte de Maduro, tendría que llevarse a cabo bajo la supervisión de organismos internacionales, particularmente la Organización de las Naciones Unidas. Así que unos y otros deben estar al tanto que los días por venir serán los más difíciles, pero también los días finales para el gobierno de Maduro. 

Así deben entenderlo también los seguidores del régimen. Ya no es posible seguir mintiendo y esperar que sus seguidores le crean, ya no. 

Han destrozado al país en su economía, en lo político y en lo institucional. Han suplantado los ideales de lucha por la corrupción, la falsa y el engaño. No hay, salvo para el entorno íntimo, nada de que vanagloriarse; Solo pobreza, miseria, hambre, violencia, corrupción y lo más grave han pateado la moral y la ética. Han perdido la oportunidad única porque no se repetirá más nunca, de colocar a Venezuela en el primer mundo. 

Nos han lanzado por detrás de Nicaragua, Bolivia y Haiti. Tomaron de ejemplo a Cuba y en su locura creen que tuvieron éxito. Un país donde no hay medicinas, donde la gente come de la basura, donde la clase profesional es tirada al abandono, donde los sueldos no alcanzan para comer, donde la corrupción es el santo y seña de la Administración Pública no puede, a menos que sus gobernantes les falte un tornillo calificarse de exitosa. Es este gobierno lo peor que ha pasado por la historia y no se necesita mayor análisis para entender que las fallas principalísimas fueron: Haberse inspirado en el modelo cubano, Destruir las instituciones, masificar la corrupción, colocar en los cargos claves de la economía en manos de incapaces, pillos y oportunistas que, con tal de hacerse millonarios, se prestaron para el saqueo más descomunal que nación alguna de la órbita terrestre recuerde. 

Este 19 de abril como aquel de 1810 Venezuela decidió librarse del yugo, apartó las cadenas y se inscribió en el concierto de los pueblos como punta de lanza para la independencia de los pueblos hispanos. Ahora de nuevo cabalga bajo el manto de la libertad, inspiradora de nuevos paradigmas para estos sufridos pueblos de la América Latina. 

Venezuela decretó ser libre otra vez y contra eso no hay guardia nacional ni colectivo que valga. Es un decreto que cuenta con el visto bueno del supremo autor que un sublime aliento al pueblo infundió.

Juan R. Aguilarte T.
panchoaguilarte@hotmail.com
@P_aguilarte
Anzoategui - Venezuela

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