Desde 1990: banca internacional, firmas de comercio de todo tipo, fondos
de inversión, etc., se instalaban en Londres convirtiéndolo en un importante
centro financiero que ahora se encuentra afectado por “brexit” o la salida del
Reino Unido (RU) de la Unión Europea (UE). Así, mientras los políticos
ingleses, sobre todo conservadores, enredaban las discusiones en el Parlamento
inglés con votaciones obstructivas que más ofuscaron a la Primer Ministro (PM),
Theresa May, muchas empresas con asiento en el RU no esperan y comienzan a
emigrar causando anomalía microeconómica con repercusiones internacionales que
afectan al Commonwealth y a otros, aunque la “unión del reino” todavía no llega
a la convalecencia de un malestar generado por el brexit. La “sartén sin mango”
radica sobre todo en la imposibilidad de llegar a un arreglo con Irlanda del
Norte, que es jurisdicción inglesa, y la República de Irlanda que es miembro de
la UE y no acepta dejar de serlo porque su crecimiento económico real es
notable.
Ante semejante disyuntiva más la oposición de parlamentarios
conservadores, la PM pensó en pedir otro plazo a la UE, sería el cuarto, para esta vez jugárselas todas recurriendo al
parlamentario laborista inglés J. Corbyn, siendo ella del partido conservador
(que ha quedado molesto), a fin de repensar un plan y evitar una salida
desordenada y perjudicial al RU. Brotaron dos razones a favor de este curso de
acción: Theresa May tuvo que erradicar su persistente intransigencia para
intentar conseguir un brexit menos drástico que le permitiese negociar con los
laboristas del Parlamento… y que por solo tres votos no fue aprobada por los
conservadores la semana pasada. Además respetaría la reglamentación de un
mercado integrado con la UE.
Por otro lado el negociador principal de la UE advirtió a los británicos
que extraerse de la UE sin un arreglo concertado resultaría en caos que, como
iban las cosas, parecía probable. Pero he ahí que, tarde el 4 de marzo, el
Parlamento bloquea por un voto el ímpetu de los pro brexit favoreciendo una
salida negociada con la UE que los laboristas pueden respaldar. De todas
maneras, según Bloomberg News, no hay nada seguro por lo que la PM ha escrito a
la UE pidiendo el 30 de junio como nueva fecha del brexit aunque se sabe que la
UE prefiere dar el plazo de un año… a fin de que la PM tenga tiempo suficiente
para viabilizar las cosas. El Laborismo busca mantener una unión aduanera con
la UE, pero la PM se opone ya que impediría al RU negociar acuerdos comerciales
con otros países fuera de la UE.
P. Goodman del NYT comenta: nadie puede hoy predecir cómo terminará “el
teatro del absurdo” del brexit. “Pero para el mundo de los negocios… éste es un
hecho.” Numerosas empresas se preparan para lo peor en caso de que el RU tenga
que salir de la UE sin un acuerdo. El escabroso brexit ha ralentizado la
economía del RU, disminuido la inversion y dañado su reputación. Bancos y otras
instituciones financieras han trasladado miles de puestos de trabajo y más de
1000.000.000.000 de euros en activos al continente asegurándose de que también
puedan servir al RU. Fábricas japonesas de automóviles dejan de invertir en el
RU temerosos de que no poder vender en Europa continental. La opinión
generalizada internacionalmente es que el RU dejó de ser el que era por ceñirse
a creencias nacionalistas. El WP opina que “brexit ha convertido la política
inglesa en una película de horror zombi.”
Jorge V. Ordenes-Lavadenz
@Jvordenes
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