Porque resulta inaceptable que el Presidente Encargado de la República de Venezuela aun contando con el reconocimiento formal de al menos 50 países (Los más importantes de la comunidad mundial) y que sin embargo acuda a negociaciones con el Estado Criminal Socialista en actitudes y condiciones que denotan una debilidad política solo comprensible en quien está incapacitado para ejercer a cabalidad las facultades presidenciales otorgadas por la Carta Magna, o bien actúe bajo las limitaciones impuestas por compromisos non sancta con ese mismo Estado Criminal.
Ante ese dilema se debate el venezolano de a pie, ese que a diario lucha por sobrevivir en medio del genocidio declarado por el Estado Criminal Socialista, que le condena a muerte por hambre, enfermedad o hampa. Y no podía ser de otra manera considerando que antes de cualquier negociación política en medio de una guerra de exterminio como la presente, era menester agotar todas las medidas unilaterales conducentes a poner fin inmediato a dicho genocidio, sin embargo el Presidente Encargado prefirió obviar propuestas como la esbozada por el Dr. Juan Carlos Sosa Azpúrua, en virtud de la cual y de conformidad con la CRBV el terrorismo y el tráfico de drogas internacional hoy enquistados en Venezuela serían combatidos mediante convenios bilaterales con los Estados Unidos de América, a semejanza del triunfante ¨Plan Colombia¨.
Tan graves incongruencias fortalecen nuestra convicción en torno a la necesidad de propender a garantizarnos a la brevedad un liderazgo patriota en capacidad y disposición no solo de restablecer el orden constitucional sino además de llevar ante la justicia a los criminales del socialismo y de la traición, responsables del ascenso y permanencia del Estado Criminal Socialista en el poder, así como de la vigencia de esa Organización Criminal Electoral que le sirve de cómplice.
Prohibido olvidar. Ora y labora.
Ronny Padrón
@caballeroperci
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