martes, 29 de octubre de 2019

DOMINGO ALBERTO RANGEL: MILENIOS CHILENOS

Tan inesperadas como el jonrón de José Altuve repentinamente nos enteramos que en Chile hay protestas violentas. ¿En Chile?

Se suponía que el país austral era modelo y vean que también allí salen las masas a la calle, queman estaciones del metro, saquean supermercados y tiendas de electrodomésticos, en unas protestas que el ejército chileno, conocido desde Pinochet por su brutalidad… no ha podido acabar. En seguida cada quien inventa realidades inexistentes… para “explicar” de acuerdo a sus intereses.

La oposiciòn maleta señala a nuestro gobierno como el master mind que desestabiliza Chile. Los más sofisticados incluyen en esa lista al gobierno de La Habana y el Foro de Sao Paulo.

Nuestro gobierno no acepta la acusación… pero tampoco la niega: ¡Le conviene que hayan gafos repitiendo porque esa mentira envanece, es propaganda y potencia!

Sobre esta fábula aclaro que la rebelión chilena luce que fue planificada en secreto y llevada a la práctica con precisión de neurocirujano… y un gobierno incapaz de entregar las cajas CLAP… el mismo día del mes o la semana… al mismo precio… y con los mismos productos… jamás lograría nada parecido. Tampoco parecen las protestas chilenas ser obra del Foro de Sao Paulo: Esa alianza política tampoco puede ser tan poderosa… cuando no ha podido excarcelar a su fundador Lula da Silva.

Lo de Chile tampoco es por hambre y a ese respecto vale la pena recordar que en el mundo ocurren protestas violentas… en otras latitudes donde hay prosperidad… digamos en Hong Kong, Cataluña, Francia y el Líbano.

En esas tierras no se viven las penurias de otras como nuestro caso, pero igual se protesta. Lo cual me lleva a preguntar por el común denominador que ya dije ni es el hambre ni el neoliberalismo inexistente en Honduras donde también queman tiendas.

La respuesta está a la vista pero el bosque no deja ver: Occidente entró hace años en una etapa de recesión y protestan los milenios menores de treinta años. Lo hacen por el descaro de las clases dominantes… tanto en la economía como en la política.

Los jóvenes exigen igualdad de oportunidades y que los políticos –Bachelet gana treinta mil dólares al mes como ex presidenta- se ajusten el cinturón y que no sigan robando ellos… o sus parientes más cercanos.

Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR

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