sábado, 2 de noviembre de 2019

CARLOS PADILLA: LA IMPORTANCIA DE VOTAR Y LA INÚTIL ABSTENCIÓN.

En las últimas elecciones venezolanas la abstención recomendada por la comunidad internacional con la intención de deslegitimar al régimen trajo como única consecuencia atornillar a la oligarquía madurista en el poder. Todo ello más allá de todo intentó de deslegitimación por propios y extraños  

No podemos afirmar que las gestiones que ha realizado la oposición que lidera el presidente de la Asamblea Nacional, con el carácter de presidente interino, han sido pocas ya que han sido intensivas, pero no han logrado el paso indicado como previo en la triada:  cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Ello a pesar de los múltiples apoyos nacionales e internacionales.  Debo afirmar mi respeto por esa importante institución que denominamos Legitima Asamblea Nacional y los esfuerzos realizados en pro de la reinstitucionalización de la vida nacional. 

Hemos afirmado que como ciudadanos tenemos un compromiso con la salida democrática, constitucional y electoral de la crisis que nos castiga. 

Bajo esta perspectiva el voto se vuelve la pieza clave en el accionar para recuperar la plena vigencia constitucional y todo el sistema democrático que incluye la independencia de los Poderes Públicos.  Sabemos que en la democracia lo electoral no es el único elemento que debe distinguirlo porque la democracia es mucho más que el simple ejercicio de votar; pero ello permite dirimir conflictos entre instituciones políticas y sociales posibilitando el logro de consensos al comprender que el peso de las decisiones está relacionado con la voluntad de las mayorías y no la de intereses individuales. Claro está siempre que los procesos electorales sean libres, exceptos de toda posibilidad de fraude, bajo la responsabilidad de un organismo idóneo para ello y la debida supervisión internacional.  

El sufragio activo, es decir, el derecho a votar a las personas que nos representarán políticamente parece inherente a la humanidad y ese derecho entendido como inherente a la persona humana hace que no le demos la importancia debida olvidando todo lo que implicó no hacerlo cuando no se tenía ese derecho y lo que implicó el lograrlo con sacrificios de toda índole.  

Votar es decidir, elegir, protestar, apoyar y opinar. No votar es todo lo contrario, es no tener voz Es sin duda, una de las decisiones más importantes que puede tener un ciudadano, por lo que debemos ser conscientes de la enorme responsabilidad que es ejercer el voto. Y comprender que hacerlo   no significa pertenecer a un partido político, simplemente es un acto de participación ciudadana que ejercemos de acuerdo a nuestros ideales e intereses. 

No podemos olvidar que las personas que serán elegidas en cada cita electoral tendrán en sus manos representar nuestra voluntad durante varios años. No sirve de nada quejarse de cómo se hacen las cosas y luego no moverse para cambiarlo. La democracia de las mayorías carece de sentido si el pueblo no vota, por eso hay que sentirlo como una obligación democrática.  

En la lógica de nuestro sistema electoral, los votos nulos y las abstenciones sólo tienen efectos estadísticos para medir la afluencia de votantes o no votantes. Esas prácticas no se cuentan a los fines de una decisión electoral.  

No hay mejor forma de favorecer nuestros intereses colectivos que votando en la lucha por lograr una mejor y auténtica democracia. Por ello me gustaría animar a los partidarios de la democracia a ejercer el derecho de un voto activo cuando se presente la oportunidad de hacerlo. 

Carlos Padilla
@carpa1301

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