Muchos de nuestros pueblos, están precisando que la llamada modernidad que trajo consigo gradualmente el neoliberalismo globalizado, fragmento a la humanidad y lo que se está planteando en éste momento es como reunificarla, como unir los pedazos dispersos y devolverles esa relación humana, donde en el ayer (antes de los procesos colonizadores) la convivencialidad y la solidaridad estaban presentes, para ver con mayor pertenencia el futuro.
Un amigo sociólogo me comentaba, que la situación del país, ha llegado a tal extremo, que él particularmente no tiene calificativo, para señalar la capacidad de aguante que en la actualidad posee el pueblo venezolano, ante una clase política y económica tan corrompida, degenerada y perversa, que llamarse de izquierda o derecha da lo mismo, pues la ética y los valores desaparecieron de éste escenario.
Esas elites de la llamada derecha o de la llamada izquierda, han sido parte de esa política tramposa y bribona impuesta por el eurocentrismo, para dividir a nuestros pueblos, para generar esa violencia horizontal que en la actualidad vivimos, para poder manipular y esconder sus propias ambiciones de dominio, para negociar en intercambios fraudulentos los recursos naturales cuya propiedad es de nuestros pueblos y entregar en contratos leoninos al imperio del capital las riquezas del país. Esa izquierda y esa derecha es hoy día impulsadora del paradigma globalizador, que esclaviza y somete a los pueblos condenandolos a vivir en plena pobreza.
Pero si nuestro análisis quiere ir más allá, observemos lo que dice el cura Leonardo Boff, militante de la Teología de la Liberación: “Las salidas que encuentran los países que hegemonizan el proceso global son siempre de la misma naturaleza: más de lo mismo. O sea, continuar con la explotación ilimitada de bienes y servicios naturales, orientándose por una medida claramente material (y materialista) como es el PIB. Y ay de aquellos países cuyo PIB disminuye.
Este crecimiento empeora aún más el estado de la Tierra. El precio de los intentos de reproducción del sistema es lo que sus corifeos llaman «externalidades» (lo que no entra en la contabilidad de los negocios). Estas son principalmente dos: una injusticia social degradante con altos niveles de desempleo y creciente desigualdad; y una amenazadora injusticia ecológica con la degradación de ecosistemas completos, erosión de la biodiversidad (con la desaparición de entre 30-100 mil especies de seres vivos cada año, según datos del biólogo E. Wilson), el calentamiento global creciente, la escasez de agua potable y la insostenibilidad general del sistema-vida y del sistema-Tierra.” (Boff, Leonardo: El capitalismo será derrotado por la tierra. Tomado de la Revista RUPTURA CONTINENTAL No.5. Caracas, 2018. Venezuela.).
LA REBELIÓN DEL PENSAMIENTO
Muchos de nuestros pueblos, están precisando que la llamada modernidad que trajo consigo gradualmente el neoliberalismo globalizado, fragmento a la humanidad y lo que se está planteando en éste momento es como reunificarla, como unir los pedazos dispersos y devolverles esa relación humana, donde en el ayer (antes de los procesos colonizadores) la convivencialidad y la solidaridad estaban presentes, para ver con mayor pertenencia el futuro.
Hoy estamos frente a un gran reto y una inmensa tarea, romper con la racionalidad colonial dominante, con las ideologías, que no deja que los intentos de rebelión, que han cursado a lo largo de nuestra historia, permitan la libertad de nuestro continente, pues estas rebeliones han sido capturadas, para evitar los procesos de emancipación de nuestras naciones. Estamos a punto, aunque muchos no lo crean- de producir un nuevo parto en el planeta, con características muy propias, que nos lleva a generar y crear un modelo civilizatorio con identidad propia, donde la negritud y la indianidad en este continente Abya Yala, se levanta y se agiganta sin complejos frente a la civilización occidental, rompiendo con los viejos modelos civilizatorios del capitalismo y del llamado socialismo real.
Es un camino propio, una revolución propia, sin apellido y patrocinio de ningún tipo, no es positivista, ni funcionalista, ni estructuralista, ni tampoco marxista. Es una revolución que nos permite repensar el pasado y el presente, es una revolución contra la racionalidad y las ideologías dominantes, que siempre han negado nuestra riqueza cultural y étnica de nuestro entorno real. Es una revolución donde lo indiano y la negrura se torna subversivo, es la respuesta de los “derrotados” y “vencidos” desde el mal llamado “descubrimiento” hasta nuestros días. Es una revolución donde nuestra riqueza pluricultural y multiétnica se abre paso y comienza a generar espacios convivenciales como respuestas necesarias frente a la dominación. Es un proceso dialéctico que se hace presente en el que más temprano que tarde se producirá la ruptura histórica de la dominación que hará posible la construcción de caminos distintos, que no tienen nada que ver con el capitalismo, sea de Estado o privado.
El planteamiento de nuestro Simón Rodríguez, cada día toma mayor vigencia: “¿Dónde iremos a buscar modelos?... –La América Española es original = i ORIGINALES los medios de fundar uno i otro. O Inventamos o Erramos.”
Enrique Contreras Ramírez
unasimpleopinion7@gmail.com
@enriqcontrerasr
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