domingo, 5 de enero de 2020

BELTRÁN HADDAD: UN AÑO DE PROTESTAS

El año 2019 fue de protestas en cualquier lugar del mundo, y se va dejando manifestaciones multitudinarias en las calles de Chile y Colombia, por nombrar las dos con más impacto social en América Latina. Ellas nos plantean las duras realidades de la exclusión y la desigualdad, expresadas en agitación y oposición a gobiernos neoliberales que marcan profundas diferencias desde una visión de países que aparentan estar en el camino del desarrollo económico y asoman una paradoja de pobreza en el marco de crecimiento poblacional, poco desarrollo social, desigualdad y ausencia de movilidad social.

No se trata de simples protestas callejeras o de una futilidad de la reclamación, sino que el problema está referido a una compleja situación de degradación económica y desgracia social de grandes masas de población. ¿Por qué protesta la gente en estos países? El tema es de vital importancia y es bueno saber estas cosas porque de su dinámica y de las políticas que se tomen desde los gobiernos y demás factores de poder, depende o no la eclosión de una violencia impredecible. La gente protesta y reclama mejores salarios, pero esas mejoras salariales deben estar acompañadas de un sistema garantizador de la salud, de educación gratuita, de un efectivo programa social de vivienda, de un sistema más justo de beneficios para jubilados y pensionados y, en fin, por el derecho a no pasar hambre.

El año que se va deja el amargo de esas manifestaciones de protestas que expresan reclamaciones de inmensos sectores de la sociedad, hartos de tantas injusticias que los convierten en sujeto colectivo maltratado, sobre todo por el hambre. Se advierte que será difícil lograr el objetivo de un mundo sin hambre ni malnutrición para 2030. Pero algo más grave, mientras aumenta el hambre, hay un cruel desperdicio de alimentos en el mundo. La FAO que es la organización de la ONU para la alimentación y la agricultura, plantea crear una plataforma de intercambio de soluciones porque se trata de un desafío universal ante el desperdicio de un tercio de la producción de alimentos y el hambre que aumenta cada día. Por ello se ha dicho que la presión de los excluidos sobre el mundo privilegiado alcanzará formas de violencia incontrolada, a menos que se comience ya a remover sus causas.

Beltrán Haddad
@beltranhaddad 
@UNoticias

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