martes, 31 de diciembre de 2019

LINDA D'AMBROSIO: JUVENTUD, DIVINO TESORO



El 24 de abril de 1938 vio la luz por vez primera Don Fulgencio, el protagonista de una tira cómica creada por Lino Palacio que se publicaba en el diario argentino La Prensa. Más adelante, pasó a publicarse en La Razón, en donde apareció diariamente hasta 1978, cuando el entonces dictador Jorge Rafael Videla pidió que se retirara de las páginas de ese medio impreso otra historieta del mismo dibujante: Avivato. Palacio transigió, a costa de suspender también la producción de Don Fulgencio.


La adusta figura del personaje contrastaba con la inocencia de sus aspiraciones, con la fruición que le producían esos detalles de los que se suele disfrutar cuando se es niño. Por ello, la tira cómica se publicaba con el epígrafe de “El hombre que no tuvo infancia”. 

En el extremo opuesto, la literatura nos ofrece un hombre que no tuvo vejez: Dorian Gray, figura central de una novela de Oscar Wilde, publicada en abril de 1891.

En la historia, un retrato acusa los estragos que el paso del tiempo debería causar en la fisonomía del protagonista, mientras este continúa invariablemente lozano. La vanidad y el narcisismo desencadenan una trama que gira en torno a una preocupación sempiterna: la eterna juventud.

¿Es posible conservarse eternamente joven? Numerosas son las referencias en la literatura a manantiales que preservarían el vigor y la belleza de quienes bebieran de sus aguas o se bañaran en ellas.

El Parque Arqueológico de la Fuente de la Eterna Juventud señala el lugar en el que, según la tradición, habría desembarcado el conquistador Ponce de León cuando descubrió el estado de Florida, tras hacerse a la mar en pos del legendario manantial. Pero muchas otras son las alusiones al añorado surtidor: el Bosco lo representa en El Jardín de las Delicias, y se mencionan con claridad a sus aguas en el Libro de las maravillas del mundo de Juan de Mandeville, y en las cartas del cronista Pietro Martire d’Anghiera, quien lo sitúa en las islas Bimini.

Afortunadamente la ciencia nos ofrece respuestas más cercanas y confiables que las que hemos citado anteriormente. Sobre ello disertará próximamente el doctor Francesco Balducci, cirujano y especialista en medicina antienvejecimiento, preventiva y predictiva, durante el evento que tendrá lugar en Madrid durante el próximo mes de enero. 

La Primera Jornada Antienvejecimiento se celebrará promovida por las venezolanas Ingrid González Carballo y Francelia Sosa Sosa, quienes, a través de su empresa, han procurado combinar la tecnología con los conocimientos disponibles en torno al envejecimiento, creando la Plataforma Digital Redefinedad, de la mano de Mikahail Zakharenko.

Alimentación, hormonas, genética y hábitos de sueño son algunos de los factores que inciden en el deterioro físico de la persona, que no siempre se corresponde con el tiempo transcurrido desde su nacimiento. La plataforma permite establecer cuál es la edad biológica de cada individuo, que puede coincidir o no con su edad cronológica, y generar así recomendaciones adaptadas a las características de cada usuario con la finalidad de conservar una óptima condición física, previniendo el menoscabo de su salud y su aspecto, y prolongando de esta forma su bienestar.

Permanecemos atentos a los planteamientos que formulará el doctor Balducci y seguiremos con interés la valoración de la eficiencia y la difusión de la plataforma. Pero, en todo caso, resulta estimulante comprobar que en este, como en otros rubros, hay venezolanos empeñados en desarrollar recursos orientados a mejorar la calidad de vida de las personas. Enhorabuena a estas emprendedoras.

Linda D´ambrosio
linda.dambrosiom@gmail.com
@ldambrosiom
@ElUniversal

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