¿Requiere Venezuela en la actualidad de un gobierno militar no militarista, que permita administrar la crisis que sufre el país, aplicando la doctrina del “gobierno militar”, conforme a las pautas de la militaridad, la polemología y la geopolítica, como se aprende en el estudio de la ciencia y el arte militar?
Podríamos responder de plano, sin pensarlo ni divagar, ¡pero no!, antes es necesario aleccionar a los promotores de esta propuesta, para poder explayar las razones de las ciencias que mencionamos, que aunque pensemos que no son ciencias porque no generan fenómenos siempre iguales, si entendemos que para comprenderlas como disciplinas hay que imbuirse en muchas ciencias, que sí lo son y dan su fuente para comprenderlas como tales.
Mucho se les mencionan, la política y la guerra, que comprendámosla o no como ciencias, tenemos que regirnos por lo que se ha aprendido de ellas: “la guerra es la continuación de la política por otros medios” al bien decir de Clausewhiz; y podemos o no estar de acuerdo con ello, pero la realidad en la historia nos ha demostrado que así ha ocurrido en su transcurrir; la política bien conducida mantiene por buen camino las políticas públicas, pero mal manejadas o manejadas con un solo interés partidista, como es lo que ocurre en Venezuela, la guerra seria la solución, pero ella nunca ha sido el camino, desde que apareció el estudio de la ciencia militar, que no es otra que la de hacer la guerra para volver a la paz y retomar la política. ¡No se concibe un Estado en paz, manteniéndose en guerra!
Con este entendido, apartándonos de la política partidista, tomamos la política militar, que es la política más manipulada por los actores en la administración del Estado y en los generadores de políticas públicas, donde muchos opinan sin conocer los factores promotores de esas políticas, y muchos, ni siquiera saben de su existencia; por eso hemos visto desde hace algún tiempo a políticos y demagogos militaristas del cívico-militar, esbozando babosadas y perogrulladas con un manido 187.11, que ni siquiera definen porque no lo entienden.
Con esta pandemia, creadora de la peor crisis amenazante en el planeta globalizado, surge la necesidad de aplicar medidas drásticas de disciplina pública, cuando impera la ignorancia, agravada hoy en nuestro país por causas que se conocen; y esta medidas no son otras que medidas disciplinarias que solo puede imponer el poder político, mediante el uso de unas fuerzas armadas disciplinadas, no politizadas como lo son hoy con este mando militar, capaz de haber dado un grado militar al presidente político del país, para que doblegue a la mayoría de los venezolanos que lo adversan con las fuerzas de las armas y la amenaza de la fuerza para quien se atreva a adversarlo.
Sin asumir posición de apoyo o respaldo a las acciones de la Asamblea Nacional y del presidente encargado, creo que el apremio del momento crítico llama a la reflexión y a la acción del mando militar en cabeza del genera Vladimir Padrino, para que con sensatez de venezolano patriota tome las acciones que crea conveniente para que se cumplan las propuesta del presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, quien tiene un amplio respaldo internacional, y que se centran en los siguiente pedimenteos incluidos en un comunicado dirigido a la Fuerza Armada Nacional: “…Sólo reconociendo la emergencia y con interlocución internacional podemos evitar una tragedia superior. Es momento de ser responsables, de dejar de lado la soberbia y permitir la entrada de la ayuda que ha sido negada.
Por ello reitero la total disposición del Gobierno Encargado para contribuir en la atención de esta crisis y evitar que entremos en una catástrofe humanitaria. Podemos articular apoyos para brindar a la población insumos médicos, alimentos, saneamiento de agua, asistencia hospitalaria y otros.
Nuestro llamado claro y directo a la Fuerza Armada Nacional: no hay más tiempo, deben habilitar puertos y aeropuertos para que el pueblo de Venezuela, nuestros médicos y enfermeras y organismos de salud puedan recibir lo que el Gobierno encargado y los organismos internacionales podemos articular.
He autorizado e instruido tanto a la Comisión Presidencial de Ayuda Humanitaria como a la Comisión Presidencial de Expertos de Salud, para que realicen los contactos y gestiones que sean necesarios con la Fuera Armada y cualquier organización que pueda mediar o facilitar para lograr este cometido.
Fuerza Armada de Venezuela: dejen entrar la ayuda y asistencia humanitaria y eviten una tragedia mayor que afectará a la institución y familia militar para siempre.”
Enrique Prieto Silva
enriqueprietosilva@yahoo.com
@Enriqueprietos
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