jueves, 18 de noviembre de 2021

RICARDO VALENZUELA: CAPITALISMO BUENO Y ¿CAPITALISMO MALO? , DESDE MEXICO

Hace un par de días terminé de ver la tercera etapa de la serie de Netflix, Narcos, con la mala decisión de invitar a mis 4 nietos para que conocieran algo del país de su abuelo ¡mala idea! Los pobres chamacos no podían creer lo que sus ojos les decían. Confieso que yo tuve mi porción de incredibilidad ante la representación más asertiva de la corrupción mexicana en esa sociedad diabólica gobierno-empresarios-narco y, sobre todo, con sorpresa ver la forma en que describen al representante más claro de la forma en que opera el país, Carlos Hank González.

Un hombre que, para asegurar su lugar en la historia, deja de herencia a sus retoños quienes harían lucir al conjunto de Luciano, Capone, Anastasia como un desfile de monaguillos hacia su misa diaria. Nos muestran la sociedad de Hank González con el verdadero señor de los cielos, Amado Carrillo Fuentes. Sus negocios conjuntos con los narcos más prominentes de Colombia y los billones de dólares que les generaban. La caída del padrino Miguel Félix Gallardo a quien, por órdenes superiores, le cancelaban la concesión.

Nos dieron un tour por el México de los años 80 cuando se operara un robo similar al que se acaba de perpetuar en EU, la elección de 1988 para favorecer a Salinas. Las redes mafiosas que establecería su hermano Raúl, hasta llegar a los asesinatos de Ruiz Massieu y Colosio que cubrieran con la bruma de esa dolorosa impunidad. Obviamente, la devaluación de 1994 y el caos económico, financiero y político, culpando totalmente a Salinas para calificar sus increíbles logros, de 1988-1994, como un gran engaño operado para vía sus privatizaciones, en sociedad con sus amigos adueñarse de empresas estatales en áreas como banca, comunicaciones, algunas actividades de petróleo cuando no pudieran privatizar Pemex, ni la CFE ahora en manos del bandido mayor.

Y me preguntaba ¿Qué operaba peor, las estatales o las privatizadas? Porque evitan exponer cómo las empresas estatales perdían billones de dólares al año que irían a engrosar la monstruosa deuda nacional. Es que nadie sabe ni entiende que todo esto fue un plan premeditado de las elites globales utilizando sus fatales herramientas como el FMI, Banco Mundial, para provocar el caos y luego operar los rescates y asignación de nuevos dueños, y completar el saqueo más grande de la historia. Un saqueo casi de la misma magnitud del operado para arrebatarnos la mitad del territorio. La línea de crédito que tenía México con la Tesorería de EU, se le negó usarla.

Porque a los saqueadores modernos no les interesa más territorio puesto que la economía de tierra, trabajo y capital fue archivada y se le agregaron algunos nuevos elementos que, además del factor tiempo aportado por el gran von Bohm-Bawerk, en estos momentos hay otros y a los originales se les ha dado tareas diferentes. De esta forma, se ha hecho realidad el temor de Jefferson cuando surge el capital—bastante distorsionado—como el factor dominante de toda la vida económica mundial. Un capital monopolizado por esas elites globales que lo utilizan luego de haberlo succionado en todos los rincones del mundo. La famosa Monocracia de Jefferson que, con una visión profética, definiera a más de 200 años de su nacimiento. Y eso no es capitalismo.

Esa Monocracia ya había nacido en Europa cuando los Rothschild se ganaban la simpatía de la monarquía, que los llevaría a tomar control del Banco de Inglaterra para darle vida, también, al saqueo a través de los Bancos Centrales del mundo. La lucha para dominar EU se llevaría durante todo el siglo 19 hasta que, en 1913, finalmente se cumplía su gran sueño con la aprobación y el nacimiento de La Reserva Federal. Un Banco Central privado cuyos accionistas serían las 12 familias bancarias más poderosas del mundo donde lideraban los Rothschild, los Rockefeller, JP Morgan, los Wartburg y nacía la Monocracia americana.

Pero, en México, desde su independencia consumada por Iturbide, nunca fue vista con simpatía por esa cofradía internacional pues el botín se les escapaba de las manos, le obsequiaban la etiqueta de usurpador y rápidamente organizaban su caída. Enviaban a su agitador estrella, Joel Poinsett, con credenciales de sus agitaciones en Brasil, Argentina, Chile. Iturbide le ordenaba a Santana no permitir su desembarco en Veracruz, pero Santana la desobedecía y ya se preparaba el robo de la mitad del país. Iturbide, cortesía de las elites, sería depuesto y, al regresar al país, sería fusilado.

Las elites tenían las puertas abiertas como primer paso para la conquista de toda América Latina. Después de años de sangre y guerra arribaba a la presidencia un hombre que les simpatizaba, Porfirio Diaz. El capital internacional invadía México hacia la banca, petróleo, minería, había prosperidad. Pero, cuando don Porfirio, en su reunión con el presidente Taff en El Paso, no aceptaba iniciar la socialización del país se desharían de él y de los siguientes tres presidentes por razones similares. Carranza había aceptado la constitución marxista, pero, al negarse a establecer el ejido, igualmente se desharían de él.

Con la dirección de Elías Calles, México iniciaba un proceso abierto de socialización, pero con una receta nacional, no la de las elites. Nacía el Nacionalismo Revolucionario bautizado por LEA. Y Lázaro Cárdenas llevaría a nivel de afrenta la expropiación petrolera negocio de las elites.

Las elites al no poder establecer control total, en el caso de México, aunque ellos querían también el socialismo, era un proceso que deberían controlar. El des aceleramiento de la economía de Cárdenas, en mucho había sido provocado por la corriente marxista internacional que concentraban sus fuerzas en la victoria de la guerra mundial y salvar la URSS. Ese estancamiento económico duró hasta 1952. Pero consumada la entrega de China y la de los países de Europa Oriental, el comunismo de nuevo apuntaba hacia América Latina.

Con los fracasos de LEA y JLP y la URSS en la sala de espera. El capitalismo asentaba su validez ante el pánico de las elites y, como afirmaba Kant, se requería de una anti-síntesis para que el comunismo se convirtiera en la síntesis. El capitalismo tenía las mejores cartas y ello aumentaba la histeria de las elites. Así, pasaron a romper el lazo del capitalismo y la moral degradando la economía en un instrumento de dominio político. Para disfrazarlo lo bautizarían como la Tercera Vía. Era su deforme monstruo utilizando capital mal habido y especulación para conquistar el poder político universal. Esa fue la receta para Salinas y luego provocar su fracaso quien, como Hitler, se les había salido de control. Y una buena crisis sería la gran oportunidad para encadenar y saquear a México ¿Para qué ambicionar su territorio? Ellos ya son los dueños y los capitalistas honestos, otra de sus víctimas.
Ricardo Valenzuela
elchero@outlook.com
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com
Mexico
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