En líneas generales, desde la paliza sufrida en las parlamentarias 2015, se inmunizó ante lo electoral, imponiendo partidos, candidatos, votantes y resultados, más aún, los espacios que debe entregar sencillamente los desmantela, anulándolos por completo. No tiene empacho, en la AN 2015 – 2020 dejó a Amazonas sin representación en el parlamento, solo para evitar la mayoría calificada (2/3) de la oposición. En este 21N no le importará dejar a Barinas sin gobernador el tiempo que sea requerido.
Como los regímenes autoritarios, basados en mitos y leyendas, en la idolatría a personeros autoengrandecidos, Barinas se ha convertido en el centro del infantilismo e inmadurez del régimen, solamente por ser el estado natal del expresidente Chávez, está cometiendo una innecesaria tropelía (otra) contra quienes aún votan, en momentos en que la comunidad internacional tiene los ojos volcados hacia él ¿Qué importa realmente Barinas sí recibirá el mismo trato que todos los espacios perdidos electoralmente? Con torpeza supina, el chavismo da más importancia a sus símbolos que a la ley, a la democracia, a la sensatez.
Al Zulia, con todo y que existe un lado oscuro de Manuel Rosales que hace cuestionar su pretendido rol opositor, también está recibiendo su dosis de “lo electoral en chavismo”, hasta la administración del Puente sobre el Lago y los peajes han sido traspasado al gobierno central antes que asuma Rosales.
Ojalá se termine de comprender las dos lecciones que parecen ser la guía para rescatar la democracia y la constitucionalidad:
La primera lección es que sin institucionalidad el voto no sirve, el chavismo es inmune al sufragio toda vez que las instituciones del Estado están 100% psuvizadas, en consecuencia, todo lo que haga el chavismo para estas será legal y legítimo…. La ley chavista sustituye a la Constitución y demás leyes.
En segundo lugar, es imposible superar al chavismo cuando la dirigencia que dice ser opositora secunda todos los escenarios que éste propone. Ya es hora de internalizar que el chavismo no da puntada sin dedal, y que sí le dejan imponer escenarios es porque tiene previsto el plan b, el c, el d… todos los posibles.
En consecuencia, urge una conducción realmente opositora, que sepa empuñar el rol de lucha que debe jugar en Venezuela, que sepa generar empatía con la inmensa mayoría que repudia al régimen, con los más de 70% que no desea volver a las urnas hasta que las instituciones del Estado sean garantes del voto, ese es el gran reto.
María Corina ha lanzado al ruedo una muy importante propuesta, el asunto es que no hay candidatos visibles, no por urgidos debemos meter la pata. Todos quienes han ejercido conducción opositora hasta el momento deben ser sustituidos y labrar una oposición con nuevos rostros, que propicien nuevas acciones.
Una vez más, el voto ha sido acribillado, esperemos se haya comprendido la lección, lo electoral (con su abstención) está agotado… Por eso urgen nuevos rostros, nuevas acciones.
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela
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