martes, 15 de marzo de 2022

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ : ¿Y LA POLÍTICA VENEZOLANA?

Nuestra nación se encuentra justo donde el chavismo lo desea, en una burbuja de necesidades que obliga a los venezolanos ocuparse de su sobrevivencia personal/familiar, archivando para después lo político. La peor crisis económica de nuestra historia ha creado una barrera que margina la identidad nacional, incluso, emigrar ha sido la segunda opción preferida.

Por otra parte, debemos sumar el desface total entre las acciones de los políticos (gobernantes y aspirantes a serlo), en total cortocircuito, fracasos tras fracasos. En ese juego de aparente ensayo y error, el régimen continúa imponiendo el modelo castrista mientras la “oposición” sigue al pie de la letra el guion del régimen, secundando todos los escenarios que propone.

A fuera, la comunidad internacional es totalmente inocua dentro de Venezuela, sus acciones en nada repercuten al chavismo en cuanto mantienen su poder intacto y burlan a placer las sanciones impuestas, es más, utilizan las sanciones para justificar más de dos décadas de corrupción, desidia e imposición de un modelo que parece fracasado, pero ha logrado todos sus objetivos.

La oposición es inexistente, pareciera (por no pensar algo peor) aún no conoce a su enemigo, no solo secunda los escenarios impuestos por el chavismo, sino que intenta mecanismos democráticos con quien no lo es, misma fórmula desde época de Chávez.

Por si fuera poco, una vez más, el chavismo ha ganado al pausar la política venezolana hasta las “presidenciales 2024”, obviamente, con misma fórmula que incluye instituciones psuvizadas que lejos de poner en peligro al castrismo en nuestro país, lo fortalece.

Veremos el próximo show denigrante, las supuestas primarias de la oposición donde la desinstitucionalización roja rojita levantara la mano solo a sus cómplices, obviamente, se consumarán con una participación ínfima de la población, misma “legitimidad” que “avala” los procesos electorales en el país desde 2017.

Nuestra nación atraviesa su oscurantismo, los racionamientos, controles y condicionantes a nuestras libertades y derechos se vigorizan, en pleno Siglo XXI una bolsa de comida de quinta categoría resume el significado del chavismo para el país en este nuevo siglo.

No ha sido casualidad, la revolución chavista demostró una nación puede contar con recursos naturales inagotables, de los más cotizados del planeta y ello no es sinónimo de prosperidad ni desarrollo ¡No! lo único que puede hacer realmente prospera una nación es su recurso humano y es allí donde se ha afincado el chavismo para estancarlo, a fin de evitar verdadera independencia y soberanía.

Controles, racionamientos, condicionantes a todo lo que nos pueda emancipar del gobierno, al mismo tiempo, ante la improductividad prefabricada, abre un puente para los jugosos contratos de importaciones bajo el oscurantismo administrativo reinante. El castrismo venezolano trunca nuestras capacidades, potencialidades, nuestras libertades a fin de debilitar la ciudadanía y manipularlos a través de la pobreza inducida. Somo pobres caminando sobre petróleo, oro, diamantes e infinidad de bellezas naturales únicas en el mundo.

¿Qué hacer? Lo primero es identificar nuestra condición política actual: No hay democracia ni constitucionalidad. Luego, identificar una verdadera oposición, cuya principal característica es escaparse de la destructiva agenda del chavismo y sea capaz de fijar su propio rumbo. Una oposición que se desligue de los cómplices y colaboradores del régimen, a fin de reconstruir la confianza, la empatía con los venezolanos con miras a fortalecer el musculo democrático en el país. Elecciones y diálogos en las actuales condiciones, entre cómplices, es perpetuar al chavismo, rendirse sin luchar.

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela

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