Tomando prestada esa frase brillante de Ludwig von Mises (1881 -1973) economista austríaco de origen judío, historiador, filósofo y escritor liberal de influencia significativa en el moderno movimiento libertario en pro del mercado libre, el socialismo es germen de tiranías donde quiera que se anida, sin excepciones.
Por ello, nunca dejará de llamarnos la atención la capacidad de sobrevivencia para tan pérfida ideología considerando el inconmensurable perjuicio que ha representado para la humanidad. Sin embargo allí los tenemos, a tirios y troyanos, tanto a militantes del PSUV como a seguidores del movimiento demócrata nacional, desgañitarse en defensa de tal doctrina, la que según ellos aún no se implanta en Venezuela y por ende constituye herejía llamar al presente caos otra obra hecha en socialismo. Mayor dislate, difícil.
Ante ello es nuestra obligación patriótica contribuir a la búsqueda de la verdad sobre esa desgracia ideológica y sus infinitos disfraces, siempre útiles para estafar pueblos desprevenidos como lo era Venezuela en 1998. A todo evento, es mucha el agua que ha corrido desde entonces y con ella la candidez, frente a la desgracia que representa el socialismo en cualquiera de sus ¨envases¨. Entre los más recientes se muestra el reincidente discurso electoral oficial, donde sus voceros claman por un proceso electoral ¨en paz¨, conforme a la Carta Magna, el que tan buenos resultados les dio hasta el presente, contando siempre con la aquiescencia del colaboracionismo predominante en el seno del movimiento demócrata nacional.
Sin embargo, producto de esas terribles experiencias de colaboracionismo y traición, hoy resulta más sencillo hacernos entender cuando decimos que la mayoría democrática de Venezuela solo cuenta consigo misma para los cambios políticos necesarios a lo inmediato, sea por cualquiera de las vías establecidas al efecto en la Constitución, a saber: Renuncia del usurpador Nicolás Maduro, intervención militar en garantía de la soberanía nacional, rebelión popular conforme al 333 y el 350 e incluso la salida electoral este 6 de diciembre, en tanto y en cuando contemos con un liderazgo patriota en disposición de hacer respetar junto al electorado, la voluntad popular, lo que no se ha hecho desde el 11 de abril de 2002.
Internalizar esa realidad hará posible la concreción del cambio político necesario, en la medida que confiemos solo en nuestra fuerza y convicción como venezolanos patriotas, entendiendo que absolutamente todos los órganos e instituciones del Poder Público Nacional son subordinados y obedientes a la tiranía, lo que no obsta para que ante cualquier circunstancia que les resulte políticamente favorable, como lo puede ser el 6D, cualquiera de esos órganos o instituciones socialistas lleguen a sumarse a la causa demócrata, lo que en modo alguno les librará de responsabilidad jurídica y politica como ¨integrantes del régimen¨, sujetos al debido proceso judicial, pero que igualmente les hace potenciales beneficiarios de atenuantes en justo derecho, por acciones en favor de la restauración constitucional
¡Prohibido Olvidar¡ Ora y Labora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario