viernes, 27 de noviembre de 2015

LUIS ALBERTO MACHADO SANZ, ROMULO GALLEGOS, SEGUNDA PARTE,

Rómulo Gallegos. Segunda parte



1-El 24 de noviembre de 1948, se consume el golpe de estado contra Rómulo Gallegos. Éste fue un presidente civil, legítimo y constitucional, que el 14 de diciembre de 1947, había ganado las elecciones presidenciales con el 74 % de los votos, porcentaje jamás alcanzado hasta ahora, por presidente venezolano alguno.

Rómulo Gallegos tomó posesión el 2 de febrero de 1948. Además, ganó en elecciones directas, secretas y universales, incluyendo el voto de las mujeres y de los analfabetos. Era la primera vez que en Venezuela, se votaba de esta manera.

A las 6 de la tarde del 24 de noviembre, lo ponen preso. Estuvo preso hasta el 5 de diciembre del mismo año, en el que unos llaman "exilio" y otros "destierro". Nosotros lo llamamos "destierro".

Antes de salir al destierro, Rómulo Gallegos le dejó 20 cuartillas escritas al Dr García Arocha. A continuación exponemos un fragmento:

"Salgo del país expulsado por las Fuerzas Armadas que se han adueñado del Gobierno de la República y de las cuales he sido prisionero desde la tarde del miércoles 24 de noviembre. No he renunciado a la Presidencia de la República a que me llevó el voto en la jornada democrática de las elecciones del 14 de diciembre pasado.

Yo he cumplido el deber que me fue señalado y defendido hasta el último momento de responsabilidad activa la dignidad del Poder Civil cuyo ejercicio se me confió dentro del marco de las leyes. Respondan desde ahora de su porvenir quienes han empañado las armas de la violencia contra los legítimos ejercicios del derecho".

El destierro duró 9 años. Su primer destino fue Cuba y el segundo fue México. Rómulo Gallegos no volvió a la patria sino hasta después de la madrugada del 23 de enero de 1958, noche en la que huyeron del país, Marcos Pérez Jiménez y sus acompañantes, entre ellos Luis Felipe Llovera Páez, quien esa noche le dijo a Pérez Jiménez, lo siguiente:

"Vámonos Pérez que el pescuezo no retoña".

Huyeron desde el aeropuerto La Carlota. Lo hicieron a República Dominicana, en el avión presidencial: un "Avro", de hélices, denominado "La Vaca Sagrada". Allá los esperaba, el también dictador Rafael Leónidas Trujillo, alias "Chapita”. Éste era también un militar, que practicó el militarismo; tema del que hablaremos a la largo de este análisis.

Rafael Leónidas Trujillo era un militar (militarista) muy folclórico. Le decían "Chapita” porque le fascinaban las condecoraciones y por lo tanto, tenía el uniforme lleno de "chapitas". En consecuencia, no parecía vestido de militar sino de "martes de carnaval" y en los "tanques de guerra" que en algún momento se montó, no parecían tanques de guerra sino "carrozas de un desfile de carnaval".

El tal "Chapita" fue el cabecilla y el que financió el atentado de magnicidio, del 24 de junio de 1.960, día de fiesta nacional que nos recuerda la Batalla de Carabobo y también día del Ejército Nacional. En el camino al desfile Militar en Los Próceres, es volado un carro a control remoto que tenía una carga de explosivos con el objetivo de asesinar al presidente Betancourt. 
Rómulo Betancourt se salvó milagrosamente el presidente pero inevitablemente murió el jefe de la Casa Militar, el coronel Ramón Armas Pérez, que iba en el asiento delantero derecho del automóvil. Sin embargo, el presidente Betancourt al salir del carro, se quemó las manos y luego que le pusieran unas vendas y unas curas, en vez de ir al hospital, pidió que lo llevaran a Miraflores, donde con las manos vendadas, dio un discurso al país para tranquilizarlo para también para denunciar semejante acto que hoy en día llamaríamos como "atentado terrorista".
2-Volviendo a Rómulo Gallegos, vamos a citar una conferencia que pronunciara el Dr Carlos Arocha Luna, en el despacho del Dr Héctor Serpa Arcas, para ese entonces, Fiscal General de la República. Dicha conferencia se realizó durante el gobierno del Dr Jaime Lusinchi, en el año 1984. Este año fue inicialmente decretado como "Año Galleguiano" por el presidente Luis Herrera Campins y continuado como tal, por el presidente Lusinchi, para conmemorar los 100 años del nacimiento de Rómulo Gallegos. El Carlos Arocha Luna dijo lo siguiente:

"El 2 de marzo de 1958, a las cinco semanas de haber sido derrocada la dictadura, el Maestro Gallegos regresó a la Patria trayendo consigo el cadáver de su adorada esposa. La fotografía muestra la apoteósica recepción que le tributó el pueblo, a pesar que él mismo había pedido mucha moderación porque regresaba muy contento a su tierra, pero adolorido por venir con su esposa sin vida. Cuando el avión que los traía desde México volaba sobra la Guajira venezolana, el piloto salió de la cabina y anunció a los expatriados que estaba entrando ya en territorio venezolano. A Gallegos se le humedecieron los ojos, apretó con gran amor las manos de su hija Sonia y pronuncio estas simbólicas palabras: 

- Hija, otra vez sobre la misma tierra…" (fin de la cita).

Hay que tomar en cuenta que Rómulo Gallegos fue un padre pero también un esposo ejemplar. Se casó con Teotiste Arocha Egui. Dice el Dr Carlos Arocha Luna que "la conoció en una retreta en la Plaza Bolívar de El Valle, una tarde de septiembre de 1905.
Fueron 45 años de contemplación-diría Gallegos- mis ojos puestos en su dulce imagen, tal como el día de la primera mirada, uno de septiembre de 1905, el más feliz de mi vida, para que sea otro de ese mismo mes, cuarenta y cinco años después, el más infortunado de mi existencia, ya sin ella para siempre. Y aquí me tienes preguntándome. ¿Por qué y para qué vivo todavía? A la perennidad de su recuerdo en mi espíritu le confío yo el decoro con que debo llegar al fin de mi existencia.

En este párrafo es una de las mejores epístolas escritas por Rómulo Gallegos, dirigida a mi padre Don José de Jesús Arocha Egui, el 20 de septiembre de 1950, trece días después de la muerte de la madre de su idolatrada esposa, carta que el maestro específicamente escribiera, según sus propias palabras, para dejar firmemente sentado en ellas, el estupendo papel que su mujer jugó en su vida"(fin de la cita).

El párrafo anterior refleja lo que se puede decir con propiedad:

A Rómulo Gallegos no se le conocieron amantes, barraganas, concubinas y mancebas. No dio escándalos que tuvieran un origen basado en relaciones extra maritales. No mezcló la política con el sexo. La única mujer que se le conoció fue Teotiste Arocha Egui de Gallegos.

Una vez, el ex presidente Caldera, dijo que Rómulo Gallegos, ya viudo, le había confesado lo siguiente:

"Caldera, yo por Teotiste, lo que tuve fue un culto".

En ese sentido, Rómulo Gallegos, fue marido ejemplar sobre todo frente a un hombre como el general Gómez, que fue un semental, un padrote que hubiera servido como caballo de cría, ya que tuvo alrededor de 50 hijos y nunca se casó.

3-Hay que entender que en Venezuela ha existido el militarismo desde los tiempos de nuestro Libertador Simón Bolívar.
Santo Tomás de Aquino dice que el poder militar debe estar subordinado al poder civil y no al revés.
Es democráticamente sano que los militares estén dentro de sus cuarteles haciendo sus funciones de preservar la integridad y seguridad del territorio nacional pero el estar en cargos políticos reservados a los civiles, solo deben estar muy excepcionalmente, por graves motivos, como por ejemplo una emergencia, guerra o afín, por un tiempo temporal, mientras pasa la emergencia, guerra, o la crisis.
Con lo antes dicho, no queremos menospreciar o subestimar, el poder militar. Lo que estamos diciendo es que el poder militar debe estar subordinado al poder civil porque en caso contrario, estamos hablando de una dictadura militarista y no de una democracia ya que en esta última es requisito sine que non, el que prevalezca el poder civil sobre el militar.
De todas maneras, debemos hacer la acotación que en Venezuela, hemos tenido excelentes gobernantes militares, tales como Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita.
López Conteras se quitó el uniforme, se auto redujo el período presidencial de 7 a 5 años y se comenzó a dar los primeros pasos de la dictadura gomecista a la democracia. En su período se promulgó la ley del trabajo de 1936, en la que tuvieron que ver ilustrísimos venezolanos, tales como Rafael Caldera y Raúl Leoni. También, se creó la Contraloría General de la Republica e incluso López Conteras, le dio cobijo y entrada a un numeroso grupo de judíos que venían huyendo de la Alemania Nazi, etc.  
La democracia la terminó de consolidar en Venezuela, el general Isaías Medina Angarita. Este también se quitó el uniforme. En su período no hubo presos políticos, hubo total libertad de expresión, retornaron los exiliados, tales como Rómulo Betancourt, se crearon sindicatos. Se fundó Acción Democrática, se hizo 13 de septiembre de 1941 y la UNE (Unión Nacional Estudiantil), semilla de lo que posteriormente fuera COPEI. Se legalizó el partido Comunista. Se creó el sistema de identidad, mediante la cédula de identidad, etc.
Tanto López Contreras, como Medina, fueron excelentes gobernantes, porque gobernaron como civiles y no como militares. Vale decir, porque pusieron al poder militar como subordinado al poder civil y no viceversa.
Tanto fue todo esto así, que el gran escritor e historiador, Mariano Picón Salas, dijo que “el siglo XX comenzó en Venezuela, en el año 1936” que fue cuando comenzó la salida a la dictadura militarista de Juan Vicente Gómez.

4-Para el año 1946, había un acuerdo político para la sucesión del general Medina. Se quería que fuera un civil; éste era el doctor Diógenes Escalante, que había sido embajador en Washington del General Medina y que para ese momento era ministro de relaciones interiores.
El acuerdo de todos, adecos, y comunistas incluidos, era que el Dr Escalante sería electo por un período de 2 años y éste al cabo de dicho tiempo, se comprometía a convocar a elecciones directas, universales y secretas, en las que votarían las mujeres y los analfabetos. Este acuerdo iba muy bien hasta que se produce un hecho inesperado y sumamente sorpresivo:
El Doctor Diógenes Escalante se enfermó cuando faltaba poco para ejecutar los acuerdos políticos antes dichos pero no es que se enfermó físicamente, es que se enfermó de la cabeza, se volvió loco: una junta médica así lo declara. En consecuencia, se rompió el acuerdo político y que además se agravó por lo siguiente:

El Dr Angel Biagini era ministro de Agricultura de Medina y alguien lo propuso como posible sucesor de Medina, ante la enfermedad del Dr Diógenes Escalante. La excusa para no admitirlo fue el haber escrito en un artículo, “entuciasmo” con "c". Al poco tiempo vino el 18 de octubre de 1945, que trajo una junta cívico militar, presidida por Rómulo Betancourt. 

Hay un extraordinario libro llamado “El pasajero de Truman” de Francisco Suniaga que narra todo esto y también una magistral obra de teatro de Javier Vidal, titulada ”Diógenes y las camisas voladoras”, en las que se relata que un lunes de septiembre de 1945, el Dr Diógenes Escalante se debía reunir con el presidente Medina Angarita pero esa mañana comienza a dar muestras de la sorpresiva e intempestiva locura, diciendo que sus camisas ”salieron volando por la ventana”.   
5-No vamos a entrar a juzgar el 18 de octubre. Los defensores lo llaman   ”la revolución de octubre’’ y los detractores lo llaman “golpe de estado”.

Hay que puntualizar algunas cosas sobre el 18 de octubre de 1945: los militares que actuaron en dicho día, no eran los generales, sino la oficialidad intermedia, sobre todo capitanes y mayores, y además fue dado con la excusa de llamar a ’’elecciones directas, universales y secretas”.
Obviamente, que como todas las situaciones de este tipo, el 18 de octubre de 1945, tuvo cosas positivas y cosas negativas. Nos concentraremos solo en las cosas positivas:

El 18 de octubre de 1945, trajo una Asamblea Nacional Constituyente que la presidió el mejor poeta venezolano, como lo es Andrés Eloy Blanco. Éste, era de verdad, un hombre de conciliación, dialogo, altura y encuentro. Cuando se ponía la discusión muy tensa y muy alborotada, decía:
’’Señores, si no se callan, les recito el Canto a España’’.
Luego estallaban las carcajadas, bajaban las tensiones y los diputados se relajaban. Sin embargo, lo anterior no le quitaba el verbo convincente, agudo, penetrante y seguro, que tenía.
Los debates se transmitían por la radio y el público les hacía el seguimiento como si se tratara de una radionovela. En esa época, no había TV. Había oradores de primera fila, tales como Rafael Caldera, Edecio La Riva Araujo, Lorenzo Fernández, monseñor Sánchez Espejo, Augusto Malavé Villalba, el mismo Andrés Eloy Blanco, etc.
De esta Asamblea Nacional Constituyente, salió el decreto en relación a los que antes dijimos de las primeras elecciones presidenciales directas, secretas y universales, que hubo en Venezuela, en las que se les dio el voto a las mujeres y los analfabetos.
5-Rómulo Gallegos fue electo Presidente de la República, 11 años después de haber muerto el general Gómez.

En dichas elecciones, también compitieron Rafael Caldera por el partido Copei y Gustavo Machado Morales por el Partido Comunista. Como antes dijimos, Rómulo Gallegos sacó el 74 % de los votos. Rafael Caldera obtuvo el 13% y Gustavo Machado el 3%. 

La toma posesión de Rómulo Gallegos, fue un acontecimiento realmente apoteósico y fabuloso. Hubo mucha alegría y mucho entusiasmo y vinieron muchos invitados internacionales. En el discurso de la toma de posesión dijo la siguiente frase:

’’Jamás será traicionada la confianza que en mí fue depositada’’.

Rómulo Gallegos se tomó muy en serio su victoria, que como antes dijimos, fue con un inmenso apoyo popular del 74 % y además, gozaba de un inmenso respeto que le tenían sus adversarios, tales como Rafael Caldera y Gustavo Machado, que compitieron con él. Al fin y al cabo, se trataba del mejor novelista de Venezuela y uno de los más grandes del Latinoamérica y hasta del resto del mundo.

Al tomar posesión de su altísima investidura, lo primero que hace Rómulo Gallegos, fue nombrar un gabinete adeco, con la excepción de Carlos Delgado Chalbaud, que lo nombró ministro de la Defensa (Delgado Chalbaud tuvo varias veces una posición ambigua ya que decía
que Rómulo Gallegos era “como un padre para él”).

Rómulo Gallegos no les pidió permiso a los militares, ni tampoco les consultó, el nombramiento de sus ministros y demás funcionarios públicos. Esto irritó mucho al alto mando militar, sobre todo a Marcos Pérez Jiménez, quien era el principal integrante de aquel ’’descontento y a un militar muy cercano a Pérez Jiménez, como lo era Luis Felipe Llovera Páez,  de quien antes hablamos.

Es de notar que Pérez Jiménez, Delgado Chalbaud y Llovera Páez, entre otros, eran los mismos militares que participaron en los hechos del 18 de octubre de 1945. Ojo: el 18 de octubre de 1945 eran mayores, ahora, que Rómulo Gallegos, estaba comenzando su gobierno, eran coroneles.

7- En realidad, lo que aspiraban los militares, era que Rómulo Gallegos, destituyera su gabinete adeco y nombrara un gabinete que pudiera ser cercano a los militares. Obviamente que era una ’’invitación” a que los ministros y demás altos funcionarios del gobierno de Rómulo Gallegos, fueran nombrados por los militares, o al menos, aprobados por ellos.  Es decir: aunque formal y protocolarmente, el gobierno estaba presidido por Rómulo Gallegos, el alto mando militar pretendía un gobierno tutelado por militares.

Es decir, que Rómulo Gallegos fuera un títere y un monigote de los militares, lo cual era en el fondo, una burla a las elecciones del 14 de diciembre de 1947.

El alto mando militar no aspiraba ’’una declaración de principios”, en las que Rómulo Gallegos renunciaría a los principios de la ’’social democracia”, que era la doctrina política a la que se habían afiliado los postulados del naciente partido Acción Democrática (AD). Como dato anecdótico diremos que para ese entonces no existía la palabra ’’adeco”. Esta palabra vino de la conjunción de ’’Acción democratista” y ’’comunista’’. Todo lo que le interesaba al alto mando militar era la sustitución del gabinete ’’adeco’’, por parte de Rómulo Gallegos.

8- Rómulo Gallegos ya tenía experiencia con el general Gómez. Éste decidió nombrar a Rómulo Gallegos, senador por estado Apure para que posteriormente fuera presidente del senado y luego ministro de ’’Instrucción Pública’’. Es decir, pretendió comprarle la conciencia pero Gómez se equivocó con Rómulo Gallegos, ya que Rómulo Gallegos partió al exilio voluntario, yéndose a New York. Al Rómulo Gallegos irse al exilio voluntario a New York y no volvió sino hasta después de la muerte de Juan Vicente Gómez.


Así como Rómulo Gallegos no negoció con el general Gómez, tampoco negoció con los coroneles del año 1948.
Rómulo Gallegos demostró que no fue nunca un hombre, de los que decían una cosa y hacían otra, siempre dio testimonio de vida. Esto último, por ejemplo se constató, cuando Rómulo Gallegos comenzó su carrera literaria en la revista La Alborada, cuya primera aparición tiene fecha 31 de enero de 1909 y de la que solo hubo 8 apariciones. En uno de esos ensayos, Rómulo Gallegos escribió uno llamado ’’Hombres y Principios’’, en el que Gallegos, expuso lo siguiente:
’’Vale más un principio bueno que el mejor de los hombres en la curul del poder. Hombres ha habido y no principios, desde el alba de la República hasta nuestros brumosos tiempos: He aquí la causa de nuestros males. A cada esperanza ha sucedido un fracaso y un caudillo más en cada fracaso y un principio menos en la conciencia social’’.  

Para Rómulo Gallegos, era una ’’cuestión de principios’’ el no negociar con militares, cuestiones que Rómulo Gallegos, consideraba que eran innegociables.   
En consecuencia, Rómulo Gallegos le aplicó a los coroneles, la misma receta, que le aplicó al general Gómez:

No negoció.

Rómulo Gallegos prefirió que lo tumbaran, a ceder, ante lo que consideraba, era el militarismo bárbaro. Para Rómulo Gallegos, Juan Vicente Gómez y su régimen militarista, de alguna manera, era la personificación de ’’Doña Bárbara’’. También en 1948, de alguna manera, también fueron personificación de ’’Doña Bárbara’’, Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez, Luis Felipe Llovera Páez y demás ’’conjurados.
Como hemos dicho, Rómulo Gallegos era un hombre de principios, de una sola línea, totalmente vertical. Rómulo Gallegos era una ’’columna de hierro’’, tal cual la escritora Taylor Caldwell, definiera a Marco Tulio Cicerón, en su libro ’’la Columna de Hierro”, en su lucha digna y valiente contra Lucio Sergio Catilina (éste recuerda al personaje de Doña Bárbara).
Cicerón nunca negoció lo innegociable. Rómulo Gallegos no fue un hombre de pragmatismos, de contemporizaciones, de ambigüedades,  de medias tintas, de falsedades, de promesas falsas,  de traiciones, de dobles discursos, de doble moral, de acomodos inacomodables, de contubernios políticos, de cohabitaciones políticas hipócritas, de presentaciones impresentables, de promesas falsas, de dobles discursos,  de doble moral, de pactos secretos y arreglos por debajo de la mesa  hechos en la nocturnidad, en los que se negocian en secreto, cosas como estas:
’’Yo te doy esto, si tú me das aquello”; ’’yo te tapo esto, si tú me tapas aquello”; ’’yo te doy a este, si tú me das aquel”; ’’yo te reconozco a este, si tú me reconoces aquel”.
10- Vamos a dejar esta segunda entrega, hasta aquí. Esta es la segunda entrega de un total de tres. Mi padre dice que "dos son insuficientes, cuatro son demasiados, tres es perfecto".

En la tercera y última parte, veremos un aspecto muy poco conocido de Rómulo Gallegos, como lo fue su aspecto religioso.

Muy poca gente sabe que Rómulo Gallegos fue seminarista y que en sus obras aparecen elementos eclesiásticos, que además, fue a Lourdes e hizo una oración en la que entre otras frases, dice:

"Bendito sea Dios que hizo esta belleza tranquila. Bendito sea Dios que ha creado el silencio de las noches serenas"

Luis Alberto Machado Sanz
machadosanz@gmail.com
@caballitonoble
Miranda - Venezuela

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