El pueblo habló el 6
de diciembre, por tanto avanzar en una política de reconciliación nacional que
supere la polarización y la radicalización, que en buena medida significa la
estrategia política del gobierno, y que ahora hace añicos frente a un país ansioso de soluciones a sus
problemas, es lo que hay que hacer.
No queremos un
conflicto de poderes para la
confrontación, la división y la
destrucción de la integridad del país. La mayoría legislativa es para buscar
soluciones actuando con firmeza e inteligencia, para devolver al parlamento sus
funciones expropiadas por el régimen y reponer
la democracia, porque la independencia de poderes es precisamente para
eso.
La Ley de Amnistía
permite la libertad de los presos y perseguidos políticos y el retorno de los
exiliados para el reencuentro de familiares, amigos y compañeros de lucha en
defensa de la soberanía y la libertad. La amnistía es un paso fundamental para
restablecer la convivencia social y política.
Este gobierno autoritario, es un instrumento peligroso frente al
ciudadano común y por eso el parlamento existe para controlarlo por medio de la
Constitución.
El gobierno quiere
disimular su profunda debilidad y su desastrosa gestión, bajo el ropaje de una
política de amedrentamiento. Quiere compensar el descontento social que hay en
todo el país y la inconformidad que hay entre sus propias filas, imponiendo el
terror y la represión como política de
Estado y como un estilo de vida para el conjunto en la sociedad.
No obstante la
política guerrerista del gobierno, el
viento sopla muy fuerte a favor del cambio.
El haber logrado
mayoría calificada, coloca a la UNIDAD ante varios compromisos y tiene ante sí
aprobar con urgencia entre otros muchos, el caso de un plan para aliviar la
situación de emergencia socioeconómica y el proyecto de ley de amnistía que
entró en Cámara Plena de la Asamblea Nacional.
El proyecto que se
propone y por el cual se lucha es para
recuperar la tranquilidad, la paz y el bienestar colectivo. Se trata de no caer
en la provocación del gobierno, mediante la impaciencia radical. El mandato popular del 6 de diciembre dentro
del contexto de cambio político: libertad de los presos políticos, reduce el
ambiente de crisis política y traza una ruta que tiende
a componer lo desbaratado. Hoy para cumplir con lo pautado en la Constitución,
todas las ramas del poder público nacional deben acatar lo expresado en la
Carta Magna y ejecutar el mandato del pueblo.
Jesús Alberto Barrios
R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario