Nicolas Maduro,
siendo responsable de la catástrofe que pesa sobre el pueblo venezolano,
pretende prolongar la agonía de su régimen creando 10 batallones de Guardias
Elites que supuestamente serían utilizados como muro de contención contra el
pueblo que le está pidiendo rendición de cuentas. Con ello, está tratando de
ganar tiempo esperando por el “Milagro Salvador de Muammar Gaddafi”.
Muammar Gaddafi,
quien durante 41 años gobernó Libia con mano de hierro, a pesar de haber creado
los Batallones de la llamada Guardia Revolucionaria (GR) integrada por unidades
elites, fue depuesto y muerto durante los acontecimientos de la llamada Primavera
Árabe.
La guerra civil libia
tuvo sus orígenes en la represión de manifestaciones y protestas, en la que el
régimen de Gadafi llegó al colmo de utilizar la aviación.
Luego de la
confirmación que las medidas tomadas por el régimen libio, para recuperar el
control del país, atentaban contra los derechos humanos y la seguridad de la
población civil, intervino una alianza de países amparados en una resolución de
las Naciones Unidas que, con la victoria rebelde, concluyo el 31 de octubre de
2011.
Desde el inicio de la
insurrección libia, la GR parecía ser su fuerza más poderosa y leal. Estaba
integrada por algunos 3.000 hombres bien entrenados y mejor armados cuya misión
era “proteger al líder y a su familia". Un segundo batallón de élite, la
temida "Brigada Jamis" dirigida por el hijo homónimo de Gaddafi,
contaba con algunos 5.000 hombres y 260 tanques rusos. Mientras que el ejército
regular, estaba integrado por 45.000 hombres antes de que estallara la
insurrección, pero menos del 10% de toda esas fuerzas lucho hasta el final
después de la deserción de varios miles al bando rebelde.
“Las siete
supuestamente temibles unidades femeninas de la defensa personal de Gaddafi” se
esfumaron al inicio del conflicto y muy pocos cuerpos femeninos se encontraron
entre las ruinas de su Palacio de Trípoli. Todavía hay damas libias que
tiemblan cuando son reconocidas en las calles y señaladas de formar partes de
esas fuerzas.
Así mismo, Gaddafi
contaba con la lealtad de 40.000 milicianos denominados “Las Milicias del Pueblo”
que a la hora de la rebelión se dispersaron espantados y, los menos, se unieron
a las fuerzas rebeldes.
Gaddafi, mantuvo
hasta el final su consigna de «La gente que no me ama, no merece vivir», pero
nunca perdió la esperanza en el “Milagro salvador extranjero” que nunca llego.
Ni siquiera el presidente Hugo Chavez tuvo tiempo de enviarle un batallón de
efectivos para la defensa del hermano árabe a quien había honrado con la espada
de “El Libertador” Simón Bolívar.
Existe un símil entre
el final del régimen de Nicolas Maduro, denunciado por delitos de lesa
humanidad, por haber ordenado a sus esbirros de la GNB, PNB, SEBIN y
paramilitares asesinar y mantener en las mazmorras del régimen a decenas de
jóvenes estudiantes y líderes políticos por el solo hecho de pensar diferente,
y los acontecimientos que contribuyeron al fin de Muammar Gaddafi.
Maduro, quien ha
decretado “la muerte por inanición y enfermedad del pueblo que no le ama”
mantiene su esperanza en “Un milagro salvador desde el exterior”, como los
dineros del Fondo Monetario Internacional (FMI) al cual acudió en secreto para
continuar con su orgia de corrupción, narcotráfico y crimen organizado. Milagro
que nunca llegara.
Ruben Dario Bustillos
Ravago
Frente Institucional
Militar,FIM,
frentemil2@gmail.com
rdbustillos@gmail.com
@frentemil
@rdbustillos
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