Un grupo de asociaciones de la sociedad civil
universal y un conjunto de personalidades de probada trayectoria ética y moral
universal han acudido al Congreso de los Estados Unidos con el fin de elevar
una protesta ante una causa de impacto planetario, la que por la absoluta
cordura de su enunciado está siendo engañosa.
Me refiero a la paz de Colombia. ¿Quién puede
oponerse a que los vecinos hermanos colombianos puedan desenvolverse en un país
sin sobresaltos y en el que los derechos de los individuos sean respetados, una
nación en la que las fuerzas criminales no actúen para secuestrar la
tranquilidad y el derecho a la vida de los ciudadanos como lo han estado
haciendo los terroristas de las FARC y el ELN durante 50 años?.
Un juego muy perverso se ha estado armando desde La
Habana para apuntar negativamente, para execrar, para vapulear, para invalidar
el criterio de quienes se opongan o quienes simplemente cuestionen los términos
esa Paz negociada en la capital cubana.
Como un regalo envuelto en el mejor papel, esa paz que adolece de
severas fallas, tanto en su espíritu como en su forma, está siendo presentada a
mandatarios y organizaciones internacionales, al igual que al electorado
colombiano, como la panacea, la fórmula perfecta para el renacer de un país
debilitado por su guerra intestina. Esta está siendo mercadeada como la
solución única para brindarle al país y a las generaciones venideras las
condiciones de vida tranquilas y la sociedad armónica dentro de las cuales, el
país resolverá sus problemas económicos y su desestructura social.
Atacar las condiciones o la letra de lo acordado en
las conversaciones entre los criminales y los emisarios del gobierno en Cuba,
es un anatema.
Oponerse de alguna manera a alguna de sus partes se
considera una herejía por la sola y simple razón de que estamos frente a un
juego de Si o No en el que, o se compra el paquete entero tal y como ha sido
diseñado, o ineluctablemente el detractor pasa a engrosar las filas de los
enemigos de la patria.
Allí reside la equivocada tesis de que existe una
sola y única manera de inaugurar una Colombia pacificada y que esa es solo la
que responde al desiderátum de la mesa de la Habana, aunque sus componentes estén
plagados de gazapos que en el momento actual aun no revelan su inconveniencia o
su poder destructor.
La mesa de
La Habana ha gestado, pues, el espejismo de lo bueno. Ello alcanza a cualquier
interlocutor elegido para presentarle y validar
los resultados de esta Paz sui generis, desde el Papa Francisco hasta el
más humilde de los colombianos pasando
por la buena cantidad de mandatarios a quien Juan Manuel Santos ha tenido
acceso para presentar “su paz” en los últimos meses.
Pues bien, un grupo de intelectuales y de
organizaciones se han referido a los muchos temas que han quedado tapados por
el triunfalismo de los negociadores. En
una carta pública a la cual solicitan adhesión global, estos dan cuenta de cómo
“en los últimos cinco años, y durante el proceso de negociaciones, las FARC se han hecho más fuertes, más ricas y
mejor armadas; han seguido comprando armas; de nuevo se han convertido en uno
de los grandes productores de cocaína
del mundo; el tercer grupo terrorista más rico y uno de los más sangrientos.
Solo en este mes generaron el desplazamiento de 3.700 familias y ninguno de sus
2 700 secuestrados ha visto la libertad mientras aun 2000 niños se mantienen
como esclavos sexuales y como combatientes.
Este petitorio al Congreso norteamericano de no
financiar las acciones que deriven de estos acuerdos tan poco transparentes
FARC-Santos que está siendo canalizada a través de Change.org merece ser
escuchada y su llamado de solidaridad merece ser atendido. Requiere de la
sumatoria de los entes y personas inquietas sobre el futuro pacífico de
Colombia y del resto del Continente.
Lo que es equivocado es guardar silencio o
mantenerse pasivos ante hechos que pueden terminar entregando a la joya de
América a la guerrilla y cambiando – eso si- el futuro de nuestros vecinos para
siempre, en áreas de una Paz que nunca será tal.
http://www.periodismosinfronteras.org/peticion-al-congreso-de-los-estados-unidos-no-apoyen-negociaciones-con-las-farc.html
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo
El Nacional
Miranda - Venezuela
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