viernes, 26 de febrero de 2016

PANCHO AGUILARTE, EL MAL COMO SISTEMA DE GOBIERNO

La crisis que vive el país es completamente inédita. Nada tiene que ver con las experiencias militaristas acaecidas desde el mismo nacimiento de la Republica. Ni Páez ni los Monagas, Ni Guzmán Blanco ni Linares Alcántara, ni Crespo ni Cipriano Castro se habían atrevido a tanto. 

Eso de poner a un pueblo de rodillas, hacerlo pasar hambre, no garantizarles la vida ni alimentos ni medicinas en verdad que nunca lo habíamos vivido. 

Con Gómez sino hubiese sido porque unos estudiantes adelantados en su tiempo que querían precipitar la modernidad habría sido considerado un buen gobierno. El hecho de no dejar ni un centavo de deuda refleja la pulcritud con que fueron manejados los ingresos monetarios. 

López Contreras ni se diga, era el hombre fuerte del gomecismo, ministro de marina y guerra pero en su ambicioso plan conciliador, amplio y pacifista termino dándole libertad de acción a los dirigentes políticos, 

Medina Angarita es considerado el verdadero fundador de la modernidad en Venezuela. La revolución de octubre solo sirvió para acelerar las conquistas sociales y políticas que subyacían en el inconsciente colectivo de la gente. 

Pérez Jiménez, a pesar de que se le asocia con la corrupción fue un gran desarrollista, impulsor de grandes obras materiales que aún son testigos de eficiencia y calidad. 

Los cuarenta años de la democracia representativa de los partidos políticos con AD y COPEI a la cabeza no puede negársele grandes logros en materia de educación, empleo, salud y obras para el progreso como autopistas, grandes centrales hidroeléctricas, numerosos colegios y universidades. 

Pero lo de ahora es todo lo contrario a lo que la patria había vivido en sus casi doscientos años de su nacimiento como Republica. Es más me atrevo a asegurar que ni cuando éramos colonia de España un gobierno había maltratado tanto a sus gobernados. Es un ensayo sin nombre que no encaja en ningún modelo de los conocidos hasta ahora. 

Los comunistas se asombran cuando se enteran que en este autodenominado por algunos ultrosos en funciones de gobierno, régimen socialista pueda haber tantos asesinatos, secuestros y robos ante la mirada sino cómplice si indiferente de los cuerpos encargados de velar por el orden público. 

Jamás un régimen había vapuleado tanto la autoestima de las personas y contradictoriamente jamás con toda esa violencia institucional régimen alguno había tenido tanto apoyo. Es como han señalado muchos líderes de dentro y de fuera "un mundo al revés". 

Y este experimento diabólico, antinatural, irracional y demagógico amenaza con resistir como sea y al precio que sea. Para ello cuenta con líderes civiles y militares que no están dispuestos a perder sus privilegios personales e individuales, que piensan muchos, se los ganaron porque contribuyeron con sus acciones a la llegada del caudillo al poder. No hay méritos ni formación y el que la tiene se ve obligado a esconderlos en la procacidad, la bravuconeria o como Rafael Ramirez a defenderlos a "coñazo limpio". 

De manera que quedara para la historia nacional y mundial, y será objeto de análisis como un país visiblemente pacifico, solidario y bien formado sucumbió ante el verbo vengador de unos resentidos sociales que antes habian pretendido a piedra limpia en los alrededores de la UCV derrocar los gobiernos democráticos. 

Nadie entiende este disparate republicano. Ni Obama, ni Correa, y hasta un socialista convencido, dirigente sindical de toda la vida como Evo Morales se atreve a decirles que no se puede esperar apoyo sino hay comida ni medicinas, ni empleo ni dinero. 

Lo más triste de todo es que ellos (El régimen) están convencidos que lo están haciendo bien, que los inspira el amor y que están sembrando el nuevo prototipo revolucionario. Es algo increíble que solo puede entenderse desde una perspectiva filosófica nietzscheana, de esas que cuando uno anda haciendo culto a lo imposible e inverosímil dice “Yo no sé si los locos, son los cuerdos y los cuerdos son los locos" . Solo que en la Venezuela de estos tiempos calamitosos esa reflexión amenaza seriamente con convertirse en una verdad.

Juan R. Aguilarte T.
panchoaguilarte@hotmail.com
@P_aguilarte

Anzoategui - Venezuela

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