lunes, 30 de enero de 2017

ORLANDO VIERA-BLANCO. LA ANTIPOLÍTICA: ¡NO ES NORMAL!

¿Quién desmanteló la democracia y saqueó el Estado
 en los últimos 18 años?

No fue VENTE, AD, VP, PJ,  ni AP, ABP, UNT o CR. 

Fue un nuevo establishment llamado chavismo.

Desde hace casi 25 siglos la Ética (carácter) fue definida por Aristóteles como la interacción humana en busca de la Libertad, que tiene como fin la Felicidad, que se logra por medio de hábitos virtuosos (prudencia y convivencia). También definió la Política –acción- como la condición de "vida digna y feliz" para todos los ciudadanos. Por argumento en contrario, la antipolítica sería aquel hábito no virtuoso, que desconoce y demoniza la acción política, indigna e infelizmente. Resultado: la anomia, el caos.   

Mucho se ha escrito acerca de la crisis de la política, del hombre público, de las ideologías y de las identidades y tradiciones partidarias. No basta analizar el descontento ciudadano con la actividad política, porque hoy la política no agota absolutamente la relación entre ciudadano y Estado. Desde la década de los 80 (Luis Herrera Campis), comenzó en Venezuela un erosivo proceso de satanización del bipardismo, cuyo punto de desafección general fue la devaluación del bolívar (viernes negro 18F/1983). Luis Herrera (Dixit ¿dónde están los reales?), y su arenga “he recibido un país hipotecado”, en pocos meses tenía un país en quiebra. 15 años después (1998), entre barraganatos, chiriperos, golpes (4F-92), y autogoles (expulsión presidencial 1993), llega Chávez apoyado por intelectuales, medios de comunicación, banqueros, curas y notables. La antipolítica en todos sus movimientos.  Resultado: El salto a una era que exhibe 30.000 muertes violentas por año (97% impunes), 10.000% de depreciación monetaria, más de 1000% de inflación (desde 1998), todo en las narices de “instituciones populares, patriotas y revolucionarias” de inspiración cubana.

Chávez fue resultado de un descontento popular, sí, pero bien sazonado por una  sinfonía antiestablisment, como la que hoy le da caña en el mundo al frente populista antieuropeo o desmantela gobiernos enteros como el Español, con Podemos al frente. Una visión maledicente que en Argentina habilitó la coronación de los Kirchner; en Uruguay a Mujica, en Brasil a la samba política de Lula; en Bolivia la insurgencia de los cocaleros de La Paz (Evo) o en Perú la entrada de los sin tierras de Arequipa (Humala) contra los conservadores de Lima. La antipolítica al decir de Smith, habilita el “antagonismo y el agonismo de las clases políticas”, colocando de enemigos a los actores políticos convencionales, y como héroes aquellos que viven del improperio y el incite. Así se “normaliza” ir de paltó zurcido a los parlamentos; de cola de caballo, de boina o de che. Pura pantomimas, remedo y circo. Y sufrimos "nuestro propia medicina".

Vamos a tope de lo anormal, escuchando que “oposición y gobierno conciben al pueblo como pendejos”. Ponen en un mismo nivel a tirios y troyanos, olvidando la gravedad de los actos del gobierno. ¿Cómo comparar detenciones arbitrarias, incluso de parlamentarios, o la hambruna o el narco-estado, con un traspiés político de la oposición?. Ni el gobierno practica la política ni la oposición es esbirra. No falta quien afirma que “el gobierno está bien asesorado” –sic- Es tan subnormal como decirle a un cantante que desentona, léete las notas de "Lucky" Luciano, y !colmarás teatros!. ¡Ni Luciano fue cantante ni quien canta tiene vocación de mafioso!...Anormal como decir que “la oposición es colaboracionista o traicionera”. Anormal al afirmar desde la misma disidencia, que “la oposición y Maduro se pagan y se dan el vuelto, por lo que son caimanes del mimo caño”. Escritores/novelistas, actores, locutores, líderes de opinión hablando de política, ahora expertos en ciencias sociales; redes convertidas en eufonías anti-oposición. Todo un batallón al servicio de la causa contraria, que queriéndolo o no, favorece “el orden revolucionario” y legitima la fusta de la lucha de clases. Yo los invitaría a hacer política y fundar su propio movimiento. No es censura. Es virtud (Ob cit Aristóteles).

Landi sentencia que lo político no puede estar vinculado sólo con enunciados que hablan de política. El accionar político es una construcción social que tiene relación con el “sentido del orden”. De tal manera que una visión estrecha, mezquina, generalizada y cómoda, que sataniza sin distinción la clase política opositora, reduciendo nuestra borrachera institucional a la conjura, es inmolador. El tema es sensiblemente cultural y humano. No se trata sólo de recuperar el poder, sino nuestra dignidad, nuestra libertad y civilidad social. Quien desmanteló la democracia en los últimos 18 años, no fue AD. Quienes acabaron con la civilidad no fueron los militantes de VP. Quien ha hecho de la CBV un “libro verde” a la medida, no fue PJ, o quienes han cometido los más descarados latrocinios en contra del erario público, no son todos los activistas de Vente, AP, ABP, CR o UNT. ¿Qué hay líderes de la MUD censurables? Sí. ¿Qué hay pactos sotaneros de politiqueros vagabundos y chapuceros? Sí. Pues Denúnciense con nombre y apellido.   

Venezuela necesita redelimitar sus antagonismos y evitar convertirnos en agonía. Ese es nuestro deber ciudadano: una visión elevada de la política, exigiendo el “bien digno y deseable para ser felices”; no la cizaña y la imprudencia para ser miserables (Santo Tomas).


Orlando Viera-Blanco
ovierablanco@vierablanco.com 
@ovierablanco
Caracas - Venezuela     

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