martes, 31 de enero de 2017

PACIANO PADRÓN, PRONTO TENDREMOS OTRO 23 DE ENERO

NINGÚN SECTOR SOLO LOGRARÁ PASAR LA PÁGINA 

El 23 de enero de 1958, hace ahora 59 años, amaneció más temprano. En la madrugada, la “Vaca Sagrada” -como denominaban entonces el avión presidencial- despega de La Carlota, Aeropuerto de Caracas, llevándose a la República Dominicana al Gral. Marcos Evangelista Pérez Jiménez, hasta entonces Presidente Constitucional de la República, como a él le gustaba ser llamado. El dictador huía ante el clamor general de un pueblo que le gritaba: “Vete”.

En mi juventud decíamos, y durante largos años repetimos, que el 23 de Enero marcó  el final de la última dictadura en Venezuela, y el inicio del ejercicio democrático, que entendimos sería para siempre y por siempre. No podíamos imaginar que pudiésemos caer en otra dictadura, que una vez más, como tantas otras en nuestro recorrido como pueblo, quedásemos sometidos al dominio absoluto de un hombre y sus secuaces, que como en el remoto y legendario siglo XIX actúan desconociendo la Constitución, violando los derechos fundamentales y con desprecio absoluto de la voluntad popular.

Menos aún podíamos imaginar que esta dictadura sería peor que las peores, peor que todas las sufridas en dos siglos de República, peor que la del General Juan Vicente Gómez que nos sometió a sus brutales y primitivos métodos durante 27 años, de 1908 a 1935. Esta de ahora es una dictadura comunista, lo que encierra además de depravación política, un brutal retroceso social y económico que, en 18 años, nos ha colocado a la cola de América Latina, el rico país petrolero padece  niveles de pobreza y hambre nunca imaginados. ¿Qué hicimos mal, cuáles los errores y dónde las fallas que nos retrotrajeron a tiempos pretéritos de amos del poder?

La historia se repite, como en la gesta 1957-1958, le ha tocado nuevamente a la Iglesia dar un paso ante la dictadura brutal y asfixiante del Socialismo del Siglo XXI, así como lo hiciera Monseñor Rafael Arias Blanco, como clarinada para el 23 de Enero. ¿Qué cuál es la realidad de Venezuela hoy? No lo diré yo, lo dijeron los Arzobispos y Obispos de Venezuela el recién pasado 13 de enero, hace apenas unos días, en la Exhortación Pastoral “Jesucristo Luz y Camino para Venezuela”.

“La actual realidad venezolana es extremadamente crítica”. Estamos viviendo situaciones dramáticas: la grave escasez de medicinas y alimentos, ¡Nunca antes habíamos visto tantos hermanos nuestros hurgar en la basura en búsqueda de comida!, el deterioro extremo de la salud pública, la alta desnutrición en los niños, la ideologización en la educación, el altísimo índice de inflación, la corrupción generalizada e impune, el odio y la violencia política, los elevados índices de delincuencia e inseguridad, dibujan un oscuro panorama que se agrava cada día, porque no se ponen correctivos a los males”.  

“Es necesario incluir en el inventario negativo el infructuoso diálogo entre el Gobierno y la Oposición, que suscitó esperanza en la mayoría de los venezolanos, pero su resultado fue decepcionante, a causa, principalmente, del incumplimiento, por parte del Gobierno, de los acuerdos a que se había llegado en la reunión del 30 de octubre de 2016”.

“Ante la desesperanza reinante, tengamos confianza y esperanza en nuestras capacidades para cambiar la actual situación”.

“Más claro no canta un gallo”, decimos en Venezuela.  El pueblo ha estado intensa e intermitentemente movilizándose durante años, lo hemos vistos tomar la calle nuevamente; la oposición organizada ha tenido triunfos y reveses, se ha hecho la tarea, ¿qué pasa que no termina de pasar lo que va a pasar? ¿Cómo se da el milagro de que no caiga lo que ya no está arriba, sino abajo? No termina de consolidarse la unidad.

Que quede claro,  ningún sector solo logrará pasar la página, y el desafío es pasar la página del Socialismo del Siglo XXI que no es otra cosa que el obsoleto comunismo del pasado. Unidad de propósito y acción, y pronto tendremos otro 23 de Enero.

Paciano José Padrón Valladares
pacianopadron@gmail.com
@padronpaciano
Miranda - Venezuela

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