lunes, 27 de febrero de 2017

PEDRO LUIS ECHEVERRIA, CUESTA ABAJO EN SU RODADA...

EL ENEMIGO QUE TE MANTIENE

El embustero, falaz e ignorante régimen venezolano, vocifera una supuesta convicción antiimperialista al atribuir a perversidades imperiales las serias acusaciones que formula el gobierno de USA  que comprometen a una importante figura del gobierno nacional. Igualmente, adopta una inexplicable actitud de complicidad al resistirse a ordenar una investigación por parte de la Fiscalía General de la República sobre este grave asunto y a sabotear cualquier iniciativa en tal sentido, de la Asamblea Nacional. 

Por otra parte, tan irreflexiva posición  de defensa a ultranza de la persona sindicada por las autoridades norteamericanas como   perpetrador de delitos comunes y a quien aspira someter  y procesar en su sistema judicial por las acciones ilegales que le atribuye que son violatorias de las leyes que protegen las políticas de seguridad de aquel país , es, por decir lo menos, una solemne  imbecilidad.

Sin  tener  legitimidad de desempeño, el régimen venezolano carece de la necesaria autoridad moral y política, para ignorar, como lo ha venido haciendo, la opinión de sus conciudadanos sobre el asunto de marras, a pesar que seremos, en última instancia, los pasivos pacientes de las consecuencias que se deriven de tan infantil actitud, y asimismo, por iguales razones, no está calificado   para adoptar unilateralmente decisiones que comprometan  el presente y el futuro del país. La actitud del régimen venezolano, sin duda,   enturbiará aún más las difíciles y escabrosas relaciones que mantenemos con los Estados Unidos de América, principal comprador de contado de las exportaciones petroleras de Venezuela y, por tanto, el mayor proveedor del flujo de  divisas que utiliza nuestro país para atender sus compromisos externos; igualmente, USA, es el más importante proveedor de las crecientes importaciones que demanda nuestro país, entre ellas, las de gasolina para poder atender las necesidades de consumo interno de ese producto y de los crudos de exportación, habida cuenta de las dificultades de producción,  mejoramiento de crudos y refinación por las que transita PDVSA.

Habrá medido el ocupante de Miraflores las difíciles circunstancias por las que transita el país como resultado de su irresponsable inacción como gobernante y del contenido de las estúpidas peroratas, plagadas de lugares comunes y de imitaciones a los dichos del que se fue?  

Habrá tomado en cuenta lo que hemos  perdido de respeto y consideración por parte de la comunidad internacional  por asumir acciones y posiciones políticas  que la mayoría de los países  del mundo han decidido rechazar por estar en contra de la corriente por la que se mueven las visiones modernas de democracia, libertad de expresión, respeto a los derechos humanos, crecimiento económico  y  mejoría de la situación social de los pueblos? Se habrá percatado este desangelado régimen del retroceso que significa el creciente aislamiento del país del concierto de naciones del mundo y lo  difícil que será recomponer dichas relaciones en el futuro inmediato? Por supuesto que no lo ha meditado.  

Estos “robolucionarios” de pacotilla,  con sus truculencias,  ditirambos y  frases exaltadas, desvirtúan el concepto de aquel  “buen gobierno” que adopta  decisiones que favorezcan a los ciudadanos. Bajo la égida de estos  filibusteros, los actos de gobierno no han sido otra cosa que  cobardes  y arteras agresiones contra  nuestra sociedad, su gente, el país como un todo y los valores y principios de la  civilización moderna. La gestión de Maduro es más de lo mismo, palabras, palabras y más palabras, pero sin ninguna realización ni beneficios tangibles para todos los habitantes de la sufrida Venezuela.

Si este gobierno observara un código de ética para su accionar, se percataría que no puede pretender  erigirse como defensor de los derechos humanos y de la libertad de expresión cuando en el país, que mal gobierna, la opinión y la dirección política de la disidencia, los medios de comunicación y las organizaciones sociales  sufren permanentemente de acoso, restricciones, chantajes y controles. Tampoco puede hablar de soberanía, un gobierno que ha permitido y auspiciado que un país extranjero controle y dirija nuestras instituciones más importantes y estratégicas que se supone garantizan la seguridad del país y la de sus ciudadanos. Menos aún, cuando es precisamente en este régimen cuando se han producido impunemente los más escandalosos actos de corrupción de nuestra historia sin  que se haya tomado ninguna acción gubernamental para castigar tales delitos, que por el daño causado al país, pudieran calificarse de lesa humanidad.

 Lo que mueve al gobierno no es otra cosa que tratar de presentarse como un adalid del antiimperialismo, para cooptar a los disidentes de su tolda y desviar el foco de la atención pública nacional de los problemas más acuciantes que confronta la sociedad venezolana.


Finalmente, como puede un gobierno que ha hecho de la mentira y de la práctica del espionaje a sus ciudadanos una razón de Estado, decirle al mundo que desconoce y rechaza las acusaciones de USA  porque actúa en defensa de la independencia, libertad,  democracia y estado de derecho. ¡Vaya descaro!

Pedro Luis Echeverria
pedroluis.echeverria33@gmail.com
@PLEcheverria
Miranda - Venezuela

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