jueves, 16 de marzo de 2017

EUGENIO MONTORO, VENTOLERAS DE NIETZSCHE

APARTARSE DE DIOS

Friedrich Nietzsche fue un pensador alemán que nació en 1844 y vivió hasta 1900. Sus trabajos influyeron de manera inmensa en diversas ramas de la ciencia y, sobre todo, en la filosofía moderna.

         El tipo, además de dejarse un bigote enorme, le entró a martillazos a la filosofía clásica. Los griegos habían creado la idea de un hombre con presencia material pero también con una esencia donde residía la perfección de las ideas. Esto vino a engranar bien con las religiones y los asuntos espirituales, hasta que Nietzsche, sin piedad, afirmó que la sociedad se apartaba de Dios y se quedaba con lo humano.

         En una de sus obras cuenta de un loco buscando a Dios a gritos y afirmando que lo habíamos matado entre todos. “Dios ha muerto” se convirtió en su tarjeta de presentación. Por otro lado, desarrolló la idea de que el hombre actual es un paso intermedio en su camino hacia el “superhombre” que hasta, en cierta forma, reemplaza la idea de Dios.

         De pronto se convirtió en enemigo temible de todas las religiones y por añadidura sus ideas le dieron oxígeno a los nazis y sus manías de la raza superior. Curiosamente su padre era un devoto pastor luterano y en su juventud el mismo Friedrich estudió teología con la intención de serlo.
         Nietzsche fue un gran escritor y casi todos los años publicaba al menos un libro donde trató decenas de aspectos de lo humano con altísima calidad intelectual. No tuvo buena salud y en sus últimos años  se volvió completamente loco.

         Uno de sus más interesantes aportes es el planteamiento de la “Voluntad de Poder”. Mantenía que en el instinto hay una fuerza superior a la de simplemente sobrevivir. Esa fuerza es un impulso hacia la “supra” vivencia, un deseo de ir más allá de todos y de todo que además constituye la razón de ser y de existir del individuo.

         Se nos ocurre pensar que los líderes de oposición venezolanos pudieran estar dándole razón a Nietzsche, pues la Voluntad de Poder luce real. Después de las empresas privadas las organizaciones que se registran en mayor número en el mundo son las ONG´s. Esto ratificaría esa necesidad de destacarnos e ir “más allá de todos” al menos en algo.

         La apreciación de que la unidad entre opositores se dificulta por asuntos de egoísmo o intereses particulares podría ser injusta o al menos incompleta pues olvidaría esta necesidad, metida en los genes, de la supra-vivencia. La dificultad de lograr los acuerdos sería también consecuencia de este asunto instintivo y normal, aunque lo maticemos con inteligencia jugando al ángel tolerante y democrático.

         Sobreponerse y dominar por un tiempo a la Voluntad de Poder pareciera ser el camino, aunque eso sea tan difícil como mantenerse célibe rodeado de las mejores tentaciones.

         Bueno, los líderes lo son porque resuelven. Hasta podrían usar a Nietzsche de excusa por el retraso, pero no olviden que si le ganan al régimen todos salen en la foto.

Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
Zulia - Venezuela

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