MERECEN TODO EL APOYO
NACIONAL
El pasado domingo se celebró en Caracas la XIV Cumbre del ALBA con la
asistencia del presidente Nicolás Maduro, de otros cuatro jefes de Estado y de
altos funcionarios de todos los países miembros. El presidente Maduro anunció
el apoyo legal y financiero del ALBA a los emigrantes latinoamericanos
amenazados por el presidente Trump de ser expulsados de Estados Unidos. Sin
lugar a dudas es una demostración de solidaridad, tal como también la merecen
los centenares de miles de refugiados que huyen de sus países para protegerse
del hambre, de la guerra y de la persecución racial o religiosa.
Pero es oportuno expresar una vez más que también existen varios miles
de ciudadanos venezolanos en Estados Unidos y en otros países que viven en
situación precaria, cada uno con su drama personal debido al incumplimiento del
gobierno venezolano en entregarles las divisas a las que está obligado. Nos
referimos a los estudiantes, pensionados y jubilados en el exterior.
El gobierno venezolano está obligado a cumplir sus compromisos con estos
compatriotas y más aún cuando existen contratos bilaterales firmados a estos
efectos con algunos países. No se trata de un favor del gobierno ni de un
privilegio con estos ciudadanos. Ellos tienen derecho a esos pagos. Hay que
observar que los estudiantes en el exterior, los jubilados o los pensionados ni
han huido del país por razones políticas, ni son prófugos ni desertores. Unos
se están formando para ser útiles al país en el futuro inmediato. Otros ya
dedicaron buena parte de su vida al mismo propósito. Ambos merecen todo el
apoyo nacional.
Desde hace varios meses el gobierno venezolano está actuando
negativamente dando un trato discriminatorio contra nuestros pensionados y estudiantes
en el exterior al no entregarles las remesas correspondientes. Presumimos que
cada uno de ellos cumplió todos los trámites legales y administrativos que
regían en Cadivi o en Cencoex, además de las estrictas exigencias académicas de
las instituciones docentes en el caso de los estudiantes. Además, estos pagos
están previstos en los convenios cambiarios firmados entre el Ejecutivo
Nacional y el Banco Central de Venezuela.
Los actuales estudiantes en el exterior optaron y fueron aceptados en
instituciones académicas extranjeras con el compromiso del gobierno venezolano
de entregar mensualmente los estipendios correspondientes. Algunos ministros y
vicepresidentes ejecutivos de los gobiernos de Chávez y Maduro no deben olvidar
que fueron estudiantes en el exterior favorecidos por el Programa Gran Mariscal
Ayacucho creado por el presidente Carlos Andrés Pérez, para lo cual no se les
exigía militancia o simpatía política sino simplemente aptitudes académicas.
Varios ministros militares también cursaron programas en el exterior. Ellos
deben pensar cuánto hubieran padecido de haber pasado varios meses y hasta más
de un año, sin recibir las correspondientes mensualidades.
Sabemos las dificultades para administrar la escasez de divisas. Pero
resulta inconcebible que un gobierno socialista que se proclama defensor de los
derechos humanos, los viole flagrantemente al dejar desasistidos en el exterior
a miles de estudiantes, jubilados y pensionados venezolanos, mientras tiene
previsto dedicar recursos a emigrantes latinoamericanos amenazados de expulsión
en Estados Unidos.
No conocemos la cuantía de recursos que Venezuela a través del ALBA
tiene dispuestos a estos fines. Sin embargo cualquier bolívar para ello
constituirá una afrenta para nuestros estudiantes, jubilados y pensionados que
viven en el exterior. Esto no es xenofobia hacia los latinoamericanos sino
justicia para nuestros compatriotas.
José Vicente Rodríguez Aznar
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com
@JVRA21
Miranda - Venezuela
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