El populismo son creencias y conductas que hermanan a figuras
erróneamente situadas en bandos opuestos. Carlos A. Montaner
Resulta inaudita la terca posición del régimen al no querer tomar las
decisiones económicas apropiadas que aconsejan las leyes de la ciencia para
enderezar el rumbo de la economía. Es verdaderamente indignante que se apele a
seguir con la farsa del dialogo por parte del gobierno solo con el propósito de
ganar tiempo mientras difiere los procesos eleccionarios para una mejor
oportunidad política.
Es indolente esa terca posición ante el hambre, la escasez, la
inflación, el desempleo y la inseguridad en ataque mortal contra la población a
quien se le debe asegurar su bienestar. Es antisocial y antihumana seguir
justificando esa posición en defensa de una supuesta revolución y un legado
espantoso, llenos de desatinos y de fracasos, mientras gran parte de la población
muere por hambre y se alimenta de la basura, conformando más del 80% en
situación de pobreza y con una inflación en 800% con tendencia a seguir
creciendo, que hace inalcanzable la adquisición de los bienes para subsistir.
Es irreflexiva y bordea el fanatismo ideológico esa posición del régimen cuando
no utiliza su propuesta de “dialogo” para concertar medidas de política
económica para salir de la recesión.
La Academia Nacional de Ciencias Económicas recientemente insiste en lo
que ya otras veces, al igual que otras instituciones académicas, empresariales,
laborales, religiosas, y lo que muchas otras individualidades de prestigio han
hecho, con llamadas de atención urgentes y propuestas públicas de gran seriedad
y con mucha profundidad.
A riesgo de parecer repetitivos transcribo un párrafo del reciente
documento de la Academia que a mi juicio resume las medidas prioritarias a
tomar con elevado sentido patriótico: “Nos sentimos obligados a reiterar la
urgencia de reducir drásticamente el déficit del Estado, eliminar su
financiamiento monetario, unificar el tipo de cambio en torno a sus valores
reales de equilibrio y liberar a las fuerzas productivas para que puedan
responder a las necesidades del mercado doméstico.”
Con las acciones derivadas de esas medidas macroeconómicas, encaradas
con seriedad y sinceridad, no con mentiras y engaños, es como podemos impulsar
la espiral de recuperación económica y social que siente las bases de acuerdos
políticos a largo plazo, con visión de Estadistas, con objetivos nacionales muy
bien definidos y con intereses verdaderamente humanos, pensando siempre en que
el desarrollo debe beneficiar a la gente, orientado hacia el tener y hacia el
ser. La descomposición social del país es amplia y profunda, se requiere un
gran esfuerzo unitario para su recomposición.
Neuro Villalobos
nevillarin@gmail.com
@nevillarin
Zulia - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario